jueves, 4 de noviembre de 2021

Una característica que identifica a las élites es que creen honestamente que su mundo es el mundo, que no hay otro mundo que el que ellos ven, no se dan cuenta de qué hay un afuera(otra es que niegan que existan las élites, y las que son, serlo, y a veces quienes pertenecen a ellas, pertenecer). Y en tanto es un fenómeno de élites afecta también a las élites de izquierda. Esto me lo recordaron dos artículos escritos en defensa de la UNAM por Víctor Toledo y Carlos Illades que describen hechos positivos de la UNAM y la producción intelectual crítica y de izquierda en la misma. Pero el problema es que no acotan, no señalan, no mencionan, que eso solo ocurre en una esquinita de la UNAM, que la vida cotidiana y el acontecer y trabajo normal para el casi medio millón de personas que trabaja y vive la UNAM no es eso que ellos describen. Ahora, a nivel de las jerarquías de funcionarios ahí sí se sabe muy bien qué hay un arriba y abajo, un in y un out, una universidad para todos, y la otra…un sistema que se dobla a favor o en contra según la posición y relaciones de los involucrados en cada trámite y proceso, casi siempre sin graduaciones, más bien en una lógica de todo o nada. Otra característica de élite es señalar los logros legítimos sin mencionar las sombras cotidianas. La mayoría de los estudiantes, profesores e investigadores se preguntan ¿a poco estos cuates nunca han sufrido las injusticias, humillaciones o abusos de parte de las jerarquías burocráticas que administran la cotidianidad universitaria? Normalmente si, pero como otra característica de la élite están condicionados  para obviarlas, callarlas y mirar para otra parte sin siquiera proponérselo. Y muchas veces estos personajes honestos sin usados de parapetos para esconder las dinámicas dominantes de la institución. Justamente podemos saber quién es quien cuando nos piden que diferenciemos a los disciplinados de los indisciplinados, a los dóciles de los conflictivos. Recordemos que Schopenhauer y Nietzsche no pudieron mantenerse en la universidad y gracias a ello se libraron de morir en la epidemia que mató a Hegel.

martes, 2 de noviembre de 2021

Día de muertos

Las capas o estratos de los eventos culturales:

  1. la tradición prehispánica múltiple pero que coincidía en un periodo de un mes lunar en que se comunicaban los mundos de los vivos y los muertos, incluyendo los días sin carga o definición entre ciclos calendarios (lo que los actuales new agers con gran ignorancia llaman el tiempo fuera del tiempo).
  2. La invención colonial por parte de los intelectuales religiosos del Día de muertos.  Como un solo día y coincidiendo con fechas católicas. Absorción del ritual más común y general (intercambio multipropósito entre éste y otros mundos por intermediación de seres sobrenaturales -dueños, chaneques, duendes, santos, dioses, la o las virgenes) de los pueblos indígenas, la ofrenda, como parte del festejo, pero prohibiéndolo en fechas que no fueran del ritual católico. Por eso los mestizos creen que solo se hace ofrenda el Día de muertos.
  3. Acostumbramiento o sea apropiación del Día de muertos en su versión católica Por toda la población mestiza como tradición popular.
  4. interpretación del Día de muertos popular mestizo como tradición indígena. En pueblos tradicionales coincide con la continuación de la verdadera celebración del mes lunar de muertos. (Por ahí, en tiempos de su alteza serenísima -cuando se hizo el himno nacional- se le sumó como agregado de españolismo para la parte todavía criolla el que parte de la tradición fuera la representación del Don Juan de Zorrilla).
  5. Por influencia del Hallowin gringo la gente en Mexico comienza a disfrazarse con personajes temáticos.
  6. Re interpretación pocha del Día de muertos como fiesta e identidad nacional. Su máxima expresión son el desfile inventado por Robert Rodríguez en San Miguel Allende para la película Erase una Vez en Mexico (y potenciado por Sam Méndez y pagado como promoción turística de la CDMX por parte de Mancera para la película del sicario imperial James Bond Spectre); y la película animada Coco. Esto es equivalente a la versión gringa de Que la fiesta nacional de Mexico es el 5 de Mayo y no el 15 de septiembre.
  7. Entonces, si hasta el final del siglo XX la tradición indígena estaba opacada, encubierta, transformada y semi tergiversada por el Día de muertos colonial y su re apropiación popular, ahora para las nuevas generaciones del siglo XXI, aparecerá debajo de las nuevas capas de reinterpretacion y tergiversación de la industria cultural corporativa aun cuando la intención de Robert Rodríguez fuera originalmente irónica, paródica, pero fue potenciada por los intereses políticos económicos de los gobiernos de las ciudades. Así el Día de muertos se convirtió en algo para vender, y nos lo vendemos principalmente a nosotros mismos para luego vendérselo a los turistas, con un éxito autodestructivo como ocurre en Mixquic y Janitzio cuando el nuevo carácter masivo del evento obstruye el acto tradicional. 

Sobre el sometimiento normativo neoliberal:

Pavo Ignacio Taibo señalaba en la reunión del Consejo Central de Morena del 30 de oct21/ que la respuesta para toda propuesta de acción democrática de la base o militancia de Morena era que las normas del INE les impedían actuar así (casualmente la actual dirección de Morena la impuso el INE no solo en cumplimiento de una normativa de su ley sino efectuando el propio INE una supuesta encuesta. Es decir, el INE colonizó a Morena, no fueron los miembros del partido los que nombraron su dirigencia sino el INE. Es una dirigencia legal pero ilegítima. No nos suena conocida esa paradoja respecto a las elecciones nacionales?). En respuesta Paco Ignacio propone no atenerse a la norma sino a la constitución y a la justicia. Independizarse de la imposición del reglamento (que impide acciones democráticas) para recuperar el sentido del partido y un funcionar democrático (o sea actuar democráticamente).

Me entero de un caso semejante en el contexto científico : dos investigadores proponen publicar un libro sobre un tema recogiendo la diversidad de formas de trabajarlo. Pero por los reglamentos, tienen que pasar los diferentes trabajos recibidos por la evaluación de otros investigadores externos. Y entonces resulta que estos investigadores externos desaprueban estos trabajos porque no se apegan al formato ideológico de ellos, aunque justamente representan los enfoques alternos que los compiladores quieren difundir.

La camiseta de Paco Ignacio Taibo:

En su reciente video de una reunión del consejo del partido Morena Paco Ignacio, que además de escritor y militante de izquierda ahora es funcionario público, no se presentó “propiamente” vestido sino con una camiseta. Personas conocidas hicieron sobre esto algunos comentarios que me sorprendieron porque frente a ese hecho yo pensé justo lo contrario. Aquí las dos interpretaciones de este hecho:

  1. al no vestirse de una manera diferente a la que usa espontáneamente y en su intimidad, al no “vestirse” para presentarse en público está faltando el respeto a los demás, demuestra que no le importan los otros.
  2. Este tipo es tan libre que no está tratando de quedar bien con nadie, no está pidiendo la aprobación y finalmente el amor de los otros que es lo que buscamos al hacer eso de “vestirnos” más allá de lo funcional. Cuando buscamos la aprobación de los otros -o somos exhibicionistas-, finalmente es que no sentimos haber recibido todavía el amor que creemos necesitar (la idea es de Mick Jagger).

Solo puede pedir soledad quien no está solo. Un hombre solo sabe que la soledad incluso cuando es cómoda, no es deseable. Más aún, incluso cuando se está convencido de que es la mejor opción (si la hay).

miércoles, 13 de octubre de 2021

Otra de científicos:

-el sistema burocrático científico neoliberal tenía como base el acuerdo de confidencialidad que nos obligaba a guardar secreto sobre todos los procesos como si fuera el club de la pelea.

-en realidad la discrecionalidad debe referirse por protección de información, derechos y demás a no hablar de casos concretos pero no sobre el sistema. Sin embargo, aprovechando la ignorancia jurídica de los científicos se extendía a la incuestionabilidad del sistema. (El nuevo reglamento de Conacyt ahora aclara explícitamente la diferencia de reglas para empleados de Conacyt y para científicos).

-los abusos y excesos de auto adjudicación de recursos (Foro Científico) y la concentración de recursos en pocos investigadores y profesores, además de peculado no es un delito sin victimas. Estos funcionarios que monopolizan y acumulan, obtienen los recursos con base en el trabajo honesto y de calidad de muchos otros compañeros que cuantitativamente es trascendente y superior y permite dar la cara por las instituciones, mientras las mafias tienen registros cuantitativamente impresionantes, logrados muchas veces con la colaboración forzada de los otros en esos artículos de 5 o 10 autores, que además, para inflar los informes de la institución se reportan también individualmente. Es decir, no hay una mera concentración de recursos y peculado, sino una relación de explotación de unos científicos sobre otros. Un ejemplo claro eran (no me consta que sigan siendo pero puede ser) los concursos por los fondos. En donde, por ejemplo, en la UNAM éramos obligados por órdenes de nuestros superiores a hacer proyectos y presupuestos aunque ya estaba asignado el recurso para un investigador funcionario, para evitar que el concurso fuera declarado desierto por falta de competencia. De no hacerlo perdíamos las condiciones a que teníamos derechos o se usaba como evidencia en contra en los procesos internos de evaluación y estímulos. De hecho en el reglamento de estímulos ya se incorporó como requisito la participación en concursos por proyectos con presupuestos.

-como resultado de la aplicación por 30 años de este sistema por un lado los investigadores jóvenes confunden esta actividad burocrática con hacer ciencia, no creen que exista otra manera, y en los informes se ven concentraciones demenciales de productividad y recursos en élites de cada institución, que reportan una productividad demencial que termina moviendo a la risa porque hasta temáticamente es un auténtico carnaval. Y los criterios de evaluación están hechos para promover y premiar esto cuando exigen por lo menos un producto terminado y publicado por año por investigador o maestro o alumno. No hay trabajo científico, serio, honesto y trascendente que no tome dos o tres años de elaboración, y la publicación depende del capital social, o sea de las relaciones públicas, o de pagar por por publicar, o de adaptar la investigación a los criterios de una revista o editor.

viernes, 27 de agosto de 2021

Aquellos que, como decía Rafael Galván, tocaban el tambor antes del alba, que han dedicado toda su vida de manera cotidiana a la lucha como ayuda al prójimo y al más necesitado, a defender a quien sufre abusos, con banderas o sin ellas, en el campo o desde una oficina, sobreviven modestamente, y varios han muerto durante la epidemia. Los que administraban la represión y los fraudes…bien posicionados en los órganos de gobierno de la transición. Mantengamos y cultivemos la memoria, que no se olvide a quienes han vivido y actuado por principios arriesgando patrimonios y vidas, quienes construyeron las bases sobre las que otros se han montado. La pregunta “teórica” es si tendrá sustentabilidad una acción verticalista que no construyó bases? Pensar hoy la respuesta da vértigo. Trascenderá la obra de quien se ha rodeado de colaboradores que no comparten sus ideales ni principios? Confiados se acomodan y esperan los que creen en el “eterno retorno”.

Guillermo Morelos

Carlos Hernandez

Raúl Pacheco

Pedro

Darwin


sábado, 7 de agosto de 2021

Paraíso, julio 2021.

Emoción contradictoria: mi mirada profesional reacciona inmediatamente: parece que he retrocedido 30 años. Cuando el petróleo toma las ciudades o los pueblos, los vuelve a todos iguales. Reina ese bullicio entusiasmado y el buen humor de hombres ocupados y físicamente agotados en paisajes artificiales transitorios. El buen ánimo de que tanto movimiento significa dinero circulando. Todo mundo tiene algo que hacer, algo que ofrecer y el changarro de lámina que vende mariscos junto al caro hotel trasnacional que ofrece cuartos que son cabinas insonorizadas, pero sobre todo climatizadas con grandes pantallas que permiten huir de la intensa realidad exterior al menos por un turno, se llena igual todas las tardes. Mi primer informe fue reconocido por las autoridades porque les gustó la conclusión: todo mundo tiene algo que ofrecer.

El trabajo es mayormente físico bajo un sol que se siente más intenso porque antes que nada se ha construido una enorme explanada arrasando con todo lo que ahí había. La industria exige que todo se comience desde la nada. Me digo que no hay nada que hacer aquí, que Rodolfo Quintero desde la vieja Venezuela y Myrna Santiago describiendo el auge de Tampico ya lo han dicho todo. 

Al final el empresario petrolero es siempre un hombre de mediana edad abducido por una fantasía falocentrica animista en plenas calles de Tampico, como lo contó William Faulkner. Nada pasa más pronto de la imaginación a la realidad y de ahí a la pesadilla que una ciudad o pueblo petrolero. Al principio me contrataron para reportar un fenómeno puntual, excepcional, pero ahora se que se trata de una ilusión que recomienza como un desorden y asimismo acaba. Que como dicen los sociólogos, se vuelve constituyente, estructural (y con eso sienten que ya resolvieron todo o hicieron algo útil).

Salvo los de una prostituta no hay sueños mas ingenuos que los de un obrero o un ingeniero petrolero. Me dan ganas de pararme a media calle y gritar en medio del barullo, como proponían los surrealistas: “Deténganse! Esto ya lo vivimos! No lo recuerdan? “. Y sé que no pasaría nada porque el hombre que se vuelve loco y grita incoherencias ya está presupuestado dentro del elenco de las posibilidades. ¿Cuantos no he conocido antes, ocultando su esquizofrenia tras el alcoholismo o visceversa?. No pasaría de que me encierren un rato a la sombra como otras veces (aunque paradójicamente de noche no se podía dormir por la intensidad de la llama del enorme quemador de gas que coronaba las instalaciones con su luz y se enorme mechero de humo), aunque ahora quizás, me confundirían por la ropa y las canas con el gringo de Faulkner que creyó haberse convertido en un sátiro que perseguía ninfas en una acadia imposible en Tamaulipas. Y como otras tantas veces compartirían la desilusión de las mujeres que en los cuartos de hotel apenas me quitaba los pantalones los esculcaban solo para descubrir mi credencial de la Secretaria de Educación (“¿Entonces no eres más que un pinche pobresor? ¿Al menos te alcanzará para pagar el cuarto?”).


Mi mirada emocional tambien retrocede, pero 50 años. Y en ese mismo lugar, el sucio canal junto a la calle donde circulan desordenadamente pipas, motocicletas y pesados trailers frente a los hoteles y el enorme edificio administrativo, veo un estrecho canal entre densos manglares que impedían ver nada a lo lejos hasta que se llegaba al estrecho estero junto al mar,  en la playa donde había restaurantes y cabañas de madera para que se refugiaran las familias de las ciudades y ranchos cercanos para escapar del sol antes de meterse a nadar en la Laguna o el mar, y luego pasar una noche entre las fogatas y una intensa oscuridad acompañada por el ritmo del mar. Cada temporada del año se caracterizaba por una invasión de animales: los cangrejos morados, las enormes cucarachas voladoras, las langostas, diversas especies de tortugas, iguanas, sapos y sin contar con la llegada estacional de muchos tipos de grullas, garzas y otras aves…había siempre una migración de alguna especie del mar a tierra adentro o al revés, y eran tan masivas que tapizaban las ramas de los árboles y los caminos, había que sellar las casas aun al costo de ahogarse de calor. Los pescadores podían decirle a uno los ritmos con que todo eso se movía en el mar, el estero, la boca, la Laguna y los pantanos.

Al final solo puedo recordar el poema de Bertold Brecht al tanque de petróleo y el bienestar que proporciona su sombra, recordando que de esa misma actividad proviene el dinero con que me pagan. No queda sino bajarse la insolación con cerveza en cualquiera de los tendajones de lámina junto al agua turbia del canal y los jacintos llenos de basura. Es posible -pienso- que me vuelvan a pedir que haga un informe sobre temas que desde afuera la gente normal no les ve importancia, pero que los directivos de la industria consideraban claves para la productividad,  como: ¿por que  todos los petroleros son alcoholicos y por qué son infieles las mujeres de los ingenieros?

De la nada recuerdo como, en su tiempo, el viejo Carlos resolvió el enigma de la incapacidad de ahorro de los obreros: encontró  que en realidad el sueldo de la mayor parte de ellos  se quedaba en estos supuestamente humildes tendajones controlados por los empresarios locales y líderes sindicales que desde la presidencia municipal monopolizan las cantinas y los cuartos en renta. Negocios que por sus ingresos desplazaron al trasiego de ganado. Todos los sueldos quedaban en las apuestas con los compañeros de trago o las faldas de las meseras. Cuando propuso que para lograr que el dinero llegara a los hogares se le pagara a las mujeres de los obreros nos sacaron a la calle con grandes carcajadas y aventaron nuestro informe al pavimento. Eso si, nos depositaron completo y en tiempo. Que era lo que importaba.

Autorretrato.



 Lo encuentro en los lugares y momentos menos previsibles.

Su mirada me descubre, me revela.

Lo que no se es si se trata del que fue o el que será , pero incluso 

dudo que observar y hablar 

confirmen un estado presente.

Es el momento de confusión y comunión, “se pierde la sombra”.

Nos reconocemos umbral o abismo.

Sin trayectoria, plan o sentido.

lunes, 5 de julio de 2021

Era del vacío, la superficialidad de la pantalla, la mente y ética (video de Fer Centeno)

Interesante: vivir en la era del vacío. Este video es un ejemplo de muchas cosas: la ignorancia que no sabe que es ignorante y sobre todo la superficialidad total, la incapacidad de superarla bajo el pretexto de un análisis visual. La profecía del mundo plano visual y mentalmente que anunció Jean Baudrillard. Y hay un sesgo perverso de no querer asumir la defensa de una agresora manifiesta, pero en los hechos hacerlo desviando la atención de su acto de agresión a detalles banales y sesgadamente exaltarle seudo virtudes. Termina presentando a la agresora procesada como víctima y al cumplimiento de la justicia como abuso. Y nunca enfoca o plantea o cuestiona el abuso que públicamente cometió. Todo muy en consonancia con el mundo que justifica por ejemplo a Trump. Por un lado es banalizar el abuso que de hecho es una violación virtual, es una apología del delito físico cometido por los cuatro violadores. Y en el plano de superficialidad en que razona esta youtuber la ceguera moral consiste en el poner en un mismo nivel de valoración la agresión que cometió la tal Jozstop contra la joven físicamente abusada por cuatro tipos con un arresto no violento y un procesamiento legal. Por otro lado, aunque mencionan que donde están los violadores, a ellos no los mencionan por su nombre mientras que a la victimaria si. Con esto lo que se ve es una cadena de operaciones de encubrimiento en favor de los violadores por parte de la jozstop y de esta misma youtuber. Peores cosas podemos sospechar si vemos la defensa que hacen conductores como Ciro Gonzales Leyva que parece coordinarse con una mala acusación por parte de la fiscalía: la fiscalía no acusa de la agresión directa y re victimización  que hace en su video Jozstop sino de pornografia infantil que aunque es un delito grave supondría la posesión y difusión del video de la violacion y por ahí en los medios de comunicación se han ido para defender a la JosStop con lo cual es previsible que la exoneren. Como lo pronostica esta youtuber que en un momento menciona que es abogada. Y finalmente invoca a la reflexión y el análisis pero demuestra que no sabe que son estas acciones intelectuales, no las practica en ningún momento del video. Y el clasismo flagrante e inconsciente: en un momento se le sale decir que lo peor de la cárcel a donde llevaron a la detenida es que está en Iztapalapa y que va a vivir como pobre, ademas de verse obligada a convivir con gente como Rosario Robles, por ejemplo. O sea, su complejo de superioridad le da para considerar a Robles como inferior, o sea hace un juicio esencialista muy al estilo clase alta, de que el delito de esta persona no fue desviar dinero público sino querer vivir como y con los ricos. Y, como de casualidad, no deja de embarrar a Claudia Sheimbaum insinuando que la detención de Alejandra Barrios fue por haber dicho algo de ella. La pregunta final sería quién es esta youtuber que ante un acto criminal evidente la defiende los medios de comunicación, esta youtuber y probablemente este esta operación de acusación equivocada para exonerar de parte de la propia fiscalía? Y peor aún, quienes son los violadores a quien todos estos están protegiendo?

domingo, 9 de mayo de 2021

 


Elecciones intermedias de 2021: plebiscito y crisis múltiple.

                                       Rodolfo Uribe Iniesta.

 

“Fue tanta la brutalidad de la corrupción del pasado…si fue un abuso y la gente quedó hasta la madre. La gente sigue pensando que el presidente es la gran opción”.

                    Xóchitl Gálvez.

 

Mecanismo regulador por excelencia de una sociedad y estado democrático, las elecciones son también, el mejor diagnóstico de una sociedad, tanto si son reprimidas, manipuladas, o incluso rechazadas. La realización de fraudes sistémicos como los tradicionales mexicanos, desconocimientos (como la Bolivia por la OEA en 2019) o rechazadas (por alto nivel de abstención), nos dicen mucho de la sociedad y la relación sociedad-estado de que se trata y de la coyuntura política internacional.

 

La dimensión geopolítica, lo que está en juego.

 A nivel internacional la coyuntura de los primeros 20 años del siglo XXI se ha caracterizado en América Latina primero por la derrota de los gobiernos neoliberales que hegemonizaron la última década del siglo pasado, la llamada década perdida, que terminó con crisis económicas y políticas tan graves como la de Argentina en 2000. Vino entonces el triunfo electoral de gobiernos que son llamados tanto despectivamente como descriptivamente populistas, como los de Chávez, Lula, Rouseff, Morales, los Kitchner, Luque, Correa, Manuel Zelaya. Que en su momento fueron o derrotados electoralmente, tras uno o hasta tres períodos electorales (Cristina Kitchner), depuestos por los poderes judiciales (Rouseff, Zelaya, Luque), por golpe de estado con participación de la OEA (Morales) o incluso impedidos a participar en nuevas elecciones por lo que ahora quedó evidenciado como montaje del poder judicial (caso de Lula). Gobiernos que en casos como los de Chávez y Morales tuvieron como antecedentes inmediatos movimientos populares y cabe resaltar que casi todos ellos fueron reelectos o ganó el período siguiente su mismo partido o movimiento (Chávez, los Kirschner, Lula y Rouseff, Morales y Correa). Han sido gobiernos que directamente fueron descalificados o confrontados por las diversas administraciones de Estados Unidos y por la Unión Europea. Sin embargo, cuando se da un nuevo proceso electoral algunos han regresado al poder con el mismo partido y contenido programático (Fernández, Arce). Y salvo Colombia cuya situación tiene su particular complejidad, los gobiernos que no son cuestionados por los poderes externos mencionados como el de Chile (Piñeira) y el actual de Ecuador (Moreno), antes de la pandemia confrontaron importantes movilizaciones populares en contra. No es una confrontación ni una situación que se circunscriba a América Latina. En 2010, en Australia, cuando el gobierno de Kevin Rudd impuso a las compañías mineras un impuesto sobre ganancias excesivas, éstas convocaron y presionaron a los miembros de su partido a deponerlo, y en efecto lo hicieron, lo que equivale a un golpe de estado en el modelo político inglés.

En el caso de México, que detrás de Chile era el mejor discípulo de las políticas neoliberales, y que parecía el más estable en esta línea, con una continuidad de 30 años (cumpliendo el aviso del actual director de la OCDE, José Ángel Gurría, de que el proyecto era de 25 años), los poderes mencionados hacían una excepción frente a las protestas y demostraciones de fraude electoral en cada elección (1988, 1994, 2006 y 2012). Sin embargo, dada la total debacle electoral de los partidos de ese sistema en 2018, tuvieron que aceptar sin objeciones la derrota de dicho proyecto,.

La pregunta pertinente es ¿Qué tiene el llamado populismo que cuando hay elecciones reales (no al estilo de los tradicionales fraudes mexicanos), los pueblos vuelven a votarlo? En otro nivel, llama la atención cómo la división de poderes, antes que garantizar la gobernabilidad y el estado de derecho, ahora ha sido instrumentada para derrocar sin elecciones a los gobiernos elegidos por el voto popular (el poder judicial en la mayoría de los casos, e infructuosamente el legislativo en Venezuela). O, cómo se está haciendo ahora en México, se les usa junto a los llamados organismos descentralizados para defender las reformas estructurales neoliberales (el desmantelamiento del aparato estatal dependiente de elecciones y la pérdida de soberanía de este en el acceso a recursos naturales y en la gestión económica en general) contra los cambios que propone el actual ejecutivo. Y el poder electoral, el organismo autónomo que organiza las elecciones, ha sido usado en México para gestionar los fraudes electorales.

 Queda claro que lo que se ha dado es una confrontación de los llamados populismos con un proyecto global de gobiernos neoliberales que privilegian la libertad de inversión sin cortapisas económicas, ambientales ni sociales asociados con una élite político-económica local subordinada; que en el caso de México y Colombia es además parte del narco y necrocapitalismo; y de un estado con atribuciones reducidas frente a una gran descentralización de organismos autónomos, comenzando con los propios bancos nacionales estatales, y por supuesto, las autoridades electorales. Estos organismos se crean bajo un discurso de una mayor democracia descentralizando el poder de decisión. En el esquema de los tratados del Atlántico Norte y Transpacífico se proponen como forma de gobernanza superior a los estados nacionales y las organizaciones internacionales donde están representados (sistema Naciones Unidas), pero, en estos siempre aseguran espacios de representación directa de grandes corporaciones empresariales en condiciones mayoritarias que los gobiernos del caso tratado (Ver Guamán, 2015). Estos organismos substraen tanto de la fiscalización como del voto popular las más importantes decisiones, conformando lo que Norberto Bobbio (1995) caracterizó como “el gobierno secreto”. Se trata, como lo explica Saskia Sassen en Territorio, Autoridad y Derechos (2013) de la construcción de ámbitos de poder global internos y externos a los estados, independientes de una gobernabilidad y escrutinios democráticos y mucho menos popular. Se trata también, como lo expone Yannis Varoufakis (González, 2021) de una confrontación entre la democracia y los gobiernos corporativos internacionales.

 El sentido de este sistema queda claro, por ejemplo, si revisamos la redacción de la nueva ley petrolera de la Reforma Energética Mexicana de 2014, donde la frase que más se repite es “El estado mexicano no podrá…”. Y en las medidas tomadas entre 2008 y 2014 la empresa petrolera nacional quedó subsumida a la Secretaría de Hacienda y a un Consejo (la Comisión Nacional de Hidrocarburos) con participación de consejeros propuestos por el presidente, inicialmente, en su momento, relacionados con empresas privadas. Respecto a la electricidad se siguió el mismo modelo donde el órgano rector pasó a ser el Centro Nacional de Control de Energía. Quedó muy clara la postura de los partidos tradicionales cuando la dirigente del PRI, Dulce María Sauri, en la celebración del 82 aniversario de fundación de su partido, acusó, de cara a estas elecciones, al actual presidente de que se propone hacer una nueva constitución (como lo hicieron los neoliberales entre 1988 y 2018) y desaparecer los organismos autónomos. Es clara la beligerancia y el cierre de filas entre los partidos tradicionales PRI, PRD y PAN ahora organizados como alianza (Va por México) tras acciones emblemáticas como: el decreto que le devuelve a la Comisión Federal de Electricidad la prioridad en el despacho de la producción de electricidad (aún cuando fuera en parte motivado por el efecto que el anterior modelo producía en el manejo de las grandes presas y las inundaciones del sureste del país, ver Uribe, 2009); la solicitud de desafuero del gobernador Cabeza de Vaca por sus vínculos con el narco (como en su momento fue evidente en el caso de los exgobernadores de Nayarit, Veracruz y Chihuahua) y por el descubrimiento de las inversiones de políticos mexicanos y sus familiares en el paraíso fiscal de Andorra.

No debe ser sorpresa la reacción de los políticos e inversionistas mexicanos si habían logrado una fórmula muy particular para privatizar la producción de energía: PEMEX y CFE se vaciaban de actividades para ser regidos por los mencionados órganos reguladores que controlarían el despacho y la compra de energía donde tendrían que competir en condiciones de igualdad con empresas privadas que podrían ser extranjeras. Pero con una condición muy particular: Las empresas productoras, según las leyes de la Reforma Energética tienen como condición para participar generar nuevas empresas con socios mexicanos y así aparecen incluso como empresas mexicanas. No sorprende entonces que el juez Juan Pablo Gómez Fierro otorgue -en un hecho inédito- en sólo 24 horas un amparo en favor de las empresas eléctricas privadas contra el decreto mencionado. Muchos funcionarios, pero sobre todo técnicos y comentaristas de medios de comunicación que se presentan como “expertos” o “técnicos” descalificando los cambios que introduce el nuevo gobierno, son en realidad socios, empleados o publirrelacionistas de dichas empresas en lo que también debe explicarse como la privatización monopólica del espacio mediático. Sobre todo esto vale la pena leer el libro: El gobierno mundial de los expertos de Josep M. Colomer y ver la problemática que se expone sobre las valoraciones técnicas en Theys y Kalaora (1996), tan discutidas, por ejemplo, ahora con la pandemia,.

En sus videoconferencias de febrero para la UNAM, Rafael Correa advirtió la importancia de la dimensión mediática como espacio de conflicto: lo que en México se está viviendo cotidianamente a través de las conferencias mañaneras del presidente. El poeta chileno Gonzalo Rojas llamaba a las empresas de los medios de comunicación “inventores de la realidad”. El presidente López Obrador explícitamente ha denunciado le imbricación de los propietarios de medios de comunicación (Grupo PRISA, Televisa, grupo Reforma, familia Vázquez, etc.) en los negocios de la medicina privada, de la industria farmacéutica, y de las actividades concesionadas gracias a las reformas neoliberales: petroquímica, extracción de petróleo (extracción, transportación y gasolinerías), minería, electricidad, y hasta impresión de libros de texto, lo que les permite participar en la esfera mediática como jueces y parte de toda la información y el uso del presupuesto público. Ha sido claro, desde un principio, que además, han hecho cuanto esfuerzo han podido, incluyendo la intervención del Instituto Federal Electoral, por prohibir al presidente la comunicación directa con el público mediante las conferencias cotidianas mañaneras, para mantener el monopolio en el ámbito, y obligar al gobierno a usarlos como intermediarios pagando las enormes cantidades de dinero que hasta ahora se habían erogado como publicidad oficial (además de los pagos directos a comunicadores selectos). En la coyuntura de la epidemia, ha sido notorio como los medios de comunicación, en lugar de haber realizado una campaña solidaria dada la emergencia sanitaria y humana, no han tenido el menor escrúpulo ni pudor en usar la epidemia para atacar al gobierno con toda clase de información tendenciosa y falsa. La instrumentalización política de los medios queda clara con la progresiva saturación de la televisión y radio abiertas con programas de “opinión”, o programas de información conducidos por personajes cómicos.

 

El populismo sui géneris de López Obrador.

 El populismo de López Obrador tiene más que ver con el populismo pragmático estadounidense de los años 20 del siglo pasado (como el del gobernador y senador de Luisiana Huey Long) que generó las leyes antimonopólicas y empujó a Delano Roosevelt al New Deal que con los populismos latinoamericanos del siglo XX. Lo parece tanto por su programa minimalista no ideológico (sólo acabar con la corrupción), su atención centrada en los pobres no corporativizados ni organizados, no tener o movilizar desde el gobierno organizaciones de masas o partido, su actuar contingente caso por caso, su nombramiento de operadores y funcionarios sin importar su definición ideológica -en otras palabras no anticapitalista-, su denuncia del uso privado de las instituciones públicas, su utilización del ejército como constructor de infraestructura para evitar a las empresas corporativas políticamente privilegiadas o monopolistas, su choque frontal con la aristocracia jurídica denunciada como sistema de tráfico de influencias; como por el no coincidir con la idea de un estado corporativo y empleador que caracterizaba a los populismos latinoamericanos del siglo pasado. Coincide también con acciones de defensa de consumidores respecto a los monopolios empresariales, como la reacción contra los monopolios farmacéuticos, el etiquetado de productos con exceso de grasa y azúcar y el control de precios de combustibles. Congruente con este populismo y la ideología liberal mexicana Andrés Manuel tiene un programa propio de austeridad que lo ha divorciado tanto de organizaciones y movimientos políticos de izquierda, como de la aristocracia partidista, pero sobre todo intelectuales de toda laya, que aunque protestaban contra el anterior gobierno, habían quedado integrados en el proyecto de ingeniería social neoliberal, “la modernización”, bajo programas como inicialmente el PRONASOL (fueron sus operarios) y los relacionados, y sistemas más estables de cooptación y disciplinamiento como el Sistema Nacional de Investigadores, el Sistema Nacional de Creadores y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Da la impresión de que así como López Obrador cita el artículo sobre la Crisis en México de Daniel Cossío Villegas como fuente de inspiración ideológica, está siguiendo un programa determinado por la definición del estado mexicano como Ogro Filantrópico por Octavio Paz. Decía Paz que “en México el Estado pertenece a la doble burocracia: la tecnocracia administrativa y la casta política”. Justamente los dos sectores con los que AMLO ha chocado y descrito como “elefante echado” (lo cual puede ser causa de sabotajes en instalaciones controladas por sindicatos del PRI, como el del incendio del centro de control del metro de la Ciudad de México y el apagón del noreste del país). Y su descreimiento en los intelectuales tradicionales (que él llama orgánicos), quizás se deba a haber visto los nombres de varios de ellos en los recibos de la campaña del PRI por la gubernatura a Tabasco en 1994, que le descubrió el mecanismo mediante el cual el régimen financiaba hasta a sus opositores. La relación del actual gobierno con la Universidad nacional (UNAM) es un poco paradójica, porque a pesar de ser alto reservorio de votos para la izquierda desde los años 60, al mismo tiempo, la aristocracia propia que la gobierna le dio refugio al PRI desde el año 2000. Históricamente no es una novedad porque la universidad siempre se ha convertido en baluarte conservador contra gobiernos liberales tanto en 1833 contra Gómez Farías como contra Cárdenas.

Por estas políticas de austeridad que implican la limitación de los topes salariales en el presupuesto público, tanto el poder jurídico como el poder electoral se han rebelado abiertamente contra el poder ejecutivo, con lo que entramos a un proceso electoral en donde las autoridades judiciales y el Instituto Federal Electoral no tienen el menor asomo de neutralidad, sino que son partes beligerantes e interesadas en derrotar al proyecto del poder ejecutivo.

El giro del populismo de López Obrador efectivamente rompe con la prioridad como referente de la sociedad civil, es decir de la sociedad organizada, la que tiene visibilidad mediática y política; y establece en su lugar como referente explícito al 70% de la población que vive en ese abismo que implica cuando no la exclusión total o incluso violenta, si la informalidad, la escolaridad deficiente sino inexistente y la no visibilidad mediática y académica, que ha sido y es el caldo de cultivo de la necroeconomía que se apoderó desde el sexenio de Fox de territorios completos como el estado de Tamaulipas y la tierra caliente de Michoacán y Guerrero. A eso apuntan programas que la oposición nunca reconoce o menciona porque no los considera parte de la función del gobierno. Entre estos el de apoyo a jóvenes para primer empleo y sembrando vida (subsidio a campesinos para reforestar), el subsidio producción para el bienestar a campesinos, pensiones a todas las personas mayores y niños discapacitados, además de las becas a estudiantes de todos los niveles -todos estos pagados adelantados a la veda electoral- y el incipiente proyecto de las universidades Benito Juárez que tiene detrás la idea de que la educación deje de ser un vehículo de jerarquización social para ser un medio de integración social y a la economía productiva. Y sin embargo, AMLO no se ha olvidado de temas de la izquierda tradicional cuando ha iniciado el primer programa de recuperación de niveles salariales desde 1976, y frente a la medida neoliberal de 2016 de medir la pensiones en UMAS para desvincularlas de las negociaciones salariales (casualmente recién activado antes de las elecciones por la Suprema Corte de Justicia), proponer un sistema de compensación, entre otros.

Esta definición populista teniendo como referente al 70% mayoritario de la población guía también la ambigüedad con que discursivamente se comporta frente a temas como la religión y el feminismo, y sobre todo, porque, desde las campañas en Tabasco, se deslindó abiertamente de la izquierda socialista, pero le ha bastado en realidad ser consecuente con las ideas de los liberales mexicanos del siglo XIX para aplicar medidas que recomendaba Marx en relación a la comuna de Paris, como la revocación del mandato de los funcionarios, la reducción de salarios de los cargos públicos y el fin de los privilegios de la burocracia. Así, por ejemplo, en el caso de las actitudes respecto a la epidemia y a las acusaciones contra el candidato Salgado Macedonio, no asume un papel paternalista autoritario adjudicándose la decisión final -que además no le incumbe, si participara, regresaríamos a la relación presidente-partido tipo PRI-; sino que la regresa a los individuos vía encuestas y en última instancia la votación (incluso sin decir explícitamente que, por ejemplo, el caso Salgado Macedonio fue creado en tiempos electorales por el fiscal del estado de Guerrero al filtrarlo a la prensa pero sin procesarlo, cuál era su obligación).

De ahí la “polarización” que acusan los medios de comunicación y los líderes empresariales. En lugar de ser los actores referentes principales de lo que el proyecto neoliberal construyó como “democracia moderna”, no soportan el esfuerzo que el presidente ha hecho por abrir ese campo a la inclusión de ese enorme campo como referente de las políticas, pero, sobre todo, del presupuesto público. De ahí la violencia con que se ha hecho evidente el clasismo y el racismo que siempre, dada nuestra conformación original colonial de 300 años, ha sido característica de las clases propietarias del país. El regreso con el neoliberalismo a la prioridad de estas clases (recordar, por ejemplo la rebelión empresarial que cambió al PAN desde adentro en los años 80) como actores públicos con derecho de prioridad (derecho de picaporte), es lo que sienten estar perdiendo. Y otra característica cultural de estas clases es que aceptan que se les niegue algo, pero que no se les evidencié su inmoralidad, de ahí el sentirse ofendidos. Al mismo tiempo, se suma a la oposición que se siente ofendida los sectores dependientes del gasto público que de dientes para fuera repudiaban una relación paternalista y corporativista; pero que en realidad es lo que le han estado exigiendo no al poder ejecutivo, sino de manera personal al presidente, porque era la relación que tenían con los anteriores.

Finalmente, dentro del repertorio de acciones antipopulistas de las élites locales y las empresas trasnacionales, se encuentra, como se demostró en el golpe de estado de 2019 en Bolivia, el uso de causas y movimientos antisistémicos como una tenaza “progresista” que protesta por causas ambientales (el proyecto TIPNIS en Bolivia, el Tren Maya en México) o, como en México, el uso que se le está dando al feminismo. Es decir, la instrumentalización de causas éticamente solventes para tirar a un gobierno, pero sin el compromiso de actuar en consecuencia tras su caída.

 

Elecciones en coyuntura de Crisis múltiples.

          Nos encontramos entonces en un escenario electoral donde las elecciones a cargos territorialmente representativos, en este sentido locales (presidentes municipales, 15 gobernadores, diputados locales y federales y senadores) quedan subsumidos bajo una confrontación de proyectos (el continuismo del anterior régimen neoliberal y el neopopulismo del actual gobierno) por lo que aparece más bien como un plebiscito sobre el actual gobierno. Donde además, por la ingeniería social operada por el anterior régimen los organismos organizadores, supervisores y de decisión (el Instituto Nacional Electoral y el poder judicial) y por sus posicionamientos actuales, aparecen como miembros del bloque político de la opción del anterior régimen y no como organismos neutrales. En una condición, además, de que confrontan al presidente que ha recibido más votos en la historia de México incluso bajo el control del proceso por parte de estos mismos organismos. Y a esto podemos agregarle un indicador más débil, pero que por decisiones políticas recientes -como el regreso a la vida política del líder moral del PAN, Diego Fernández, y el reconocimiento que le ha dado el presidente- que es que, según las encuestas recientes, el presidente tenía en Marzo un 66% de popularidad y el partido MORENA un 52% de intención del voto. Es decir, que el presidente aparentemente tiene más legitimidad que los organismos electorales.

          En esta situación confluyen además las dinámicas de otras crisis particulares:

1)    El inagotable déficit democrático que se divide en:

a)    La inagotable búsqueda del modelo electoral perfecto bajo la idea de una “legitimidad por desempeño” que ha llevado a un continuo cambio de las formas institucionales y de los procesos del sistema electoral como forma de procesar la siempre presente sospecha de fraude que mantiene la percepción pública de que desde 1988 a la fecha se trata más bien de instituciones hechas para gestionar la continuidad de un proyecto político.

b)    La incapacidad de los partidos políticos mexicanos de elegir tanto sus dirigencias como sus candidaturas mediante votaciones demuestra el nivel real de subdesarrollo político nacional, incluso si este fenómeno se debe en parte a la intervención violenta e interesada de los narcopoderes y los cacicazgos regionales tradicionales (hay que tener en cuenta la enorme cantidad de asesinatos de líderes políticos locales desde la campaña de Carlos Salinas de Gortari como una constante del proyecto neoliberal).

2)    La crisis del bloque político y social identificado con el proyecto neoliberal impuesto mediante el fraude electoral de 1988 que aunque han acordado una alianza electoral (Vamos por México), ha sido incapaz de presentar un proyecto alternativo al del gobierno, y sus actividades se resumen a acusar al actual gobierno de no respetar las reglas e instituciones impuestas por los anteriores gobiernos. Asimismo, esta alianza tampoco ha sido capaz de generar liderazgos que puedan confrontar el carisma y capacidad intelectual del actual presidente, viéndose obligados a regresar a la vida política a un personaje de las elecciones del 88 y 94.

3)    La crisis del partido que llevó al actual presidente a ganar las pasadas elecciones. Según las encuestas el partido que encabezó al presidente sigue teniendo mucha ventaja en la intención de voto. Sin embargo, siempre se han tenido razonables dudas sobre su funcionamiento como partido. Formado explícitamente para impulsar un proyecto político muy identificado con un líder, por lo que podría decirse también, que se formó para llevar a determinado líder al poder, nunca ha podido tener un funcionamiento normalizado y una verdadera vida partidista. Además, como es común en la historia de varios partidos, cuando llegan al poder o para acceder al poder, el líder tiene que contravenir la voluntad mayoritaria del partido con lo que le genera una profunda crisis (recordemos a Felipe González en España). Si bien al formar el partido el líder propuso formas casi ultrademocráticas de selección de líderes y candidatos (uso de tómbolas), al momento de la elección clave de 2018 pasó por encima de los militantes locales y decidió las candidaturas de la forma más pragmática posible, llevando al poder a personajes sin ninguna relación con las trayectorias ni siquiera de sus propias movilizaciones. Después, ya como partido en el gobierno, el presidente ha mantenido una neutralidad frente al partido, pero entonces la selección del nuevo dirigente fue una crisis profunda sin solución por dos años, incluyendo la intervención descarada del presidente del Instituto Nacional Electoral y organismos afines. Y finalmente el nuevo líder, frente a las nuevas elecciones, ha optado por el mismo pragmatismo de escoger personalmente candidatos totalmente divorciados de los principios y prácticas enunciadas por el partido. Esto ha llevado a que MORENA va a las elecciones como un partido partido entre los militantes (ciudadanos) por un lado y la dirigencia y sus candidatos (funcionarios y clase política tradicional) por el otro. Y que confronta a sus militantes y votantes a un dilema moral de votar por el proyecto presidencial pero abominando del carácter moral o político de varios candidatos y sus equipos (Guerrero, Nuevo León y San Luis Potosí, por ejemplo). Da la impresión de que a través de la dirección de Mario Delgado la clase política tradicional ha colonizado desde adentro a MORENA.

4)    Un déficit general de capital humano a nivel nacional. Por un lado el carácter plebiscitario que encuadra a las elecciones resta a los ojos del electorado importancia a las personalidades de los candidatos locales, cuestión que además es promovida por los líderes de los partidos, que así tienen más libertad para negociar para su provecho personal las candidaturas. Esto ha permitido que literalmente cualquiera pueda ser candidato, o se pueda imponer a personajes que usando el modismo español “son impresentables”. Pero detrás de esto, esta también la muy evidente situación de que no existen ni en los partidos de oposición, ni en el partido en el gobierno, personalidades con, ya no proyectos políticos (como no sea su propia promoción, claro), sino ni siquiera ideas públicas o acciones de liderazgo. Es demasiado evidente la mediocridad intelectual y política de los actores actuales de la escena electoral.

 

Referencias Bibliográficas:

Bobbio, Norberto (1995). El futuro de la democracia. Fondo de cultura económica. México.

Colomer, Josep (2015). El gobierno mundial de los expertos. Ed. Anagrama. Barcelona.

Sassen, Saskia (2013). Territorio, autoridad y derechos. Katz. Buenos Aires.

González, Berna (2021). Yanis Varoufakis: “En la luna hay tanta democracia como oxígeno en la Luna, cero”. Periódico el País. 13 de marzo.

Guamán, Adoración (2015). TTIP el asalto de las multinacionales a la democracia. Akal. Madrid.

Ortega, Joel (2021). El partido comunista mexicano 1963-1981. https://estepais.com/home-slider/el-pcm-un-legado-contradictorio/?fbclid=IwAR0NjELrwuKrwfB5G5Mm0t9A3nZk_PuZtk5Ial5OJnD9Pz01AGKbG4VMfhY

Theys, Jaques y Bernard Kalaora (comps.) (1996). La tierra ultrajada: los expertos son formales. Fondo de Cultura Económica. México.

Uribe Iniesta, Rodolfo (2009). El Esfuerzo persistente. Desarrollo, infraestructura, integración regional y medio ambiente en Tabasco, 1955-2008, en Carlos Ruiz Abreu y Andrés Fábregas, Historia Contemporánea de Tabasco, Tomo II. Gobierno del estado de Tabasco, Villahermosa.

domingo, 31 de enero de 2021



 La nueva marginación. 

La marginación digital. La necesaria migración del sistema central de educación al a,viente digital e incluso de los trámites oficiales y el comercio, hizo evidente lo que ya se conocía la brecha digital. Pero en un proceso que comenzó antes, en la lógica capitalista de generar necesidades, ofrecer servicios gratuitos, y luego cobrar todo. La migración de contenidos de calidad o adictivos (como los deportes) , o de información de calidad de la televisión abierta a la televisión por paga que se inició con los sistemas de cable, se profundizó con la dispersión en plataformas de streaming digital. El sistema de cultura mediática original: periódicos, radio y luego televisión al mismo tiempo que manipulaban, generaban integración de “comunidades imaginarias” más allá del sistema escolar y las religiones. Se convirtieron en los medios modernos de integración social y sobre todo socialización. El no manejar narrativas, contenidos y formas de estos, marginaba al quien no lo hacía. El mismo efecto parece estar sucediendo dentro de la sociedad digitalizada con quienes deciden no comprar o piratear streamings, no tienen tema de conversación sino han visto las series de moda. Interesante como el consumismo castiga con el ostracismo a quien no se somete. Y el agente ejecutor del castigo o la cohesión no es sino el mismo grupo íntimo y cotidiano de la persona.

domingo, 24 de enero de 2021

 



En las épocas de silencio uno creería que no se oye nada.

Sin embargo, claramente se escuchan, uno por uno, como aparecen nuevos silencios que se sobreponen. Se acumulan.

Al final es necesario un esfuerzo de memoria para recordar porque se guardaba silencio desde el inicio. Cuál había sido la razón para el primer silencio, el silencio que abarca, aloja y enmarca a los nuevos silencios.

Al mismo tiempo, poco a poco, parecen quedar menos cosas en las que fijar la mirada,

de pronto hay demasiado espacio para mirar.

Es como despertar al frío del amanecer y encontrar que los demás han desmantelado el campamento y

preguntarse que hace uno ahí escuchando meramente la propia respiración,

con un embotamiento como el que queda después de un festival.

Sabe uno que algo grande aconteció sólo porque ahora no pasa nada, se reconoce el vacío que dejó.

No es una mera sensación, es real, no hay nada que escuchar y sin embargo, los silencios son nítidos, 

 transparentes, apareciendo, pero al mismo tiempo, indiferenciándose, fluyendo como una corriente.

Queda claro que cada persona es una red, un tinglado, sentidos, afectos, relaciones, otras personas,

lugares, espacios, cosas,

y al irse, jala el punto central de un tejido y deshilvana  las tramas, no queda apenas 

sino el espacio de silencio donde estaba todo lo que la rodeaba.

No hay duda. El silencio, como la obscuridad. Nos alcanza a todos.