sábado, 19 de diciembre de 2020


El revés del sueño clasemediero.

Nunca como hoy me sentí en un ambiente posapocaliptico en la misma ciudad de siempre. Cuando todavía soñaba con ser de clase media, al salir de los partidos de fútbol de las canchas del equipo que nos prometía observarnos para hacernos profesionales, cruzaba a pie una colonia que a diferencia de la mía tenía puras casas unifamiliares nuevas y  calles con grandes camellones arbolados y amplias áreas de pasto. Como futbolista callejero sabía que el status urbano de alguien se medía por asfalto, tierra suelta y piedras, pasto, o como decían los locutores, “césped”.  Era el lugar para vivir, una especie de paraíso urbano accesible. 


Hoy, para hacer una compra no programada me tuve que desviar, y que mejor que atravesar la colonia idílica de aquellos años.  Pero, en pleno semáforo rojo de COVID, me topé con la avenida cerrada por un tianguis de lonas anaranjadas y las calles obstruidas por las camionetas de los comerciantes. Intenté entonces cruzar por el centro de la colonia siguiendo mi viejo camino de futbolista, pero me detuvo una pluma y una caseta de guardias de seguridad aparatosamente equipados. Me obligaron a bajarme del coche y abrir la cajuela. Me ordenaron  que me echara para atrás, pero ya había muchos coches. Apenas cruzando el acceso lo primero que se ve es una enorme manta donde se promete tortura y muerte a quien se sorprenda robando. Tengo entonces que circular por un laberinto de casas cubiertas por barrotes y alambradas de púas en espiral en todas las fachadas y en cada esquina me acorralan grandes camionetas de gente prepotente que no está dispuesta a ceder un centímetro. Aparecen más  guardias que me interrogan como sospechoso. Me hacen ver que traigo placas del estado vecino del sur, desgobernado, por cierto, por un ex futbolista del equipo mencionado.  Cuando al fin salgo a una calle con un camellón descuidado de tierra suelta que permite ver el acceso a una vía rápida, al voltear atrás me da la impresión de estar saliendo de una cárcel de alta seguridad de película de Jason  Statham. Y me pregunto, Este era el sueño clasemediero?

lunes, 16 de noviembre de 2020


 

El Factor Humano y la Violencia Estructural: el Plan Hídrico de Tabasco.

Rodolfo Uribe Iniesta.

 

El 20 de noviembre de 2011 no se podía circular por la de por sí siempre destruidas calles de Oxiacaque, Nacajuca, Tabasco. Este pueblo de nombre original Yokot’an de Ash que sólo usan en privado los hablantes de la lengua, demostrando la condición de dominación por el tener que usar siempre el nombre náhuatl que impusieron los traductores guías de los conquistadores españoles, está situado justo a las puertas de uno de los campos petroleros más productivos de los últimos 20 años: el campo Zen. Y sin embargo nunca ha tenido buenas calles. Apenas en el primer lustro de los 90 tras importantes cierres a los accesos a los pozos petroleros al personal de PEMEX en 1989, 1993 y 1995, consiguieron que les hicieran partes de banquetas, construyeran una planta de agua potable y escuelas hasta nivel bachillerato. Esto último parece cosa secundaria, pero antes los jóvenes tenían que viajar con muy pocos recursos y muchas veces largas caminatas por las carreteras generalmente vacías hasta la desviación de Guatacalca o de la Carretera Villahermosa-Nacajuca y luego hasta el Colegio de Bachilleres del poblado de Tapotzingo, en la obscuridad del amanecer y entre la niebla que se levanta del pantano cuando el turno era matutino comenzando a las 6am, o regresando igual a obscuras en la noche y nuevamente a través de la niebla que se levanta en las noches de la carretera como fantasmas verticales cuando baja la temperatura cuando el turno era vespertino. Esas condiciones se tradujeron innumerables y la mayor parte de veces sin registro en robos y golpizas a los hombres y violaciones a las muchachas. Era parte de la condición de vida de la que ante la ya agonizante actividad agropecuaria aparecía como la única condición de futuro desde los 80 para los jóvenes. Si a eso le agregamos que a fines de la década de los 80 se había hecho normal que para acceder a una plaza de maestra las mujeres tuvieran que acostarse con el delegado sindical que despachaba en el Centro Integrador del INI tenemos una idea de la violencia cotidiana con que ha sido confrontado el pueblo Yokot’an.

          Sobre Ash, a pesar de estar rodeado de obras control hidráulico desde los años 70 como el Dren 05 y el bordo del Canal Samaria que es la carretera de acceso y luego se oficializó como camino petrolero para el campo Zen, pasan anualmente las crecientes naturales de Otoño, por eso no se pavimentaban las calles, por eso su aspecto constante de lodazera, hasta que en el centro se metieron planchas de concreto hidráulico. Pero lo que este 20 de noviembre impedía el tránsito vehicular en todas las calles del pueblo era montones de arena y grava. En agosto el pueblo había cerrado nuevamente el acceso al campo Zen exigiendo indemnización por las inundaciones de los últimos 5 años que han sido diferentes a todas: en 2007 entró el agua  a fines de octubre y salió en 15 días, pero en 2008, 2009 y particularmente en 2010 el agua subió sobre los campos de trabajo desde mayo o junio, y en 2010 el pueblo permaneció anegado con 40 cms. de agua por 2 meses. Y en 2011 los campos de trabajo y pastoreo quedaron imposibles desde marzo y el agua volvió a entrar al pueblo en octubre. Apenas han recibido la indemnización del Fonden del primer año y con eso están comprando arena, grava, varilla y ladrillos. Casi todas las casas están en reparación, construcción o ampliación. Todo mundo, claro, quiere construir un segundo piso. Es lugar común aceptado ya en el campo tabasqueño que se tendrá que dejar una primera planta para las inundaciones extraordinarias, que del ciclo de 10 años que tenían antes y que había sido controlado por las presas hasta 1995, ahora es anual y depende más del manejo de las presas que de la naturaleza. Ya en 1993, tras una marcha cargando las matas de maíz que no habían podido cosecharse, se había ganado que la Comisión Federal de Electricidad pagara indemnización por las cosechas perdidas por haber inundado las tierras de cultivo y el pueblo fuera de las fechas naturales por el manejo de las presas del alto Grijalva.

          Lo que sorprende de que todas las casas de Ash estén en obra es que un mes antes el gobernador había avisado de una manera muy ambigua que los pobladores de varias comunidades incluida Oxiacaque tendrían que mudarse y que se les iba a indemnizar y mantener el usufructo de las tierras. Apenas el 18 de noviembre el presidente municipal de Nacajuca anunciaba que ya estaba lista la indemnización para el desalojo de Oxiacaque. Y el 14 en una reunión con campesinos de los municipios de Centla y Centro el vocero oficial de la Conagua decía no estar seguro de quienes se iban a tener que mover. Todo esto mientras en las alrededor de 3 mil páginas del Plan Hídrico Integral de Tabasco publicado en la página WEB de Conagua sólo porque un abogado de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco –Javier Herrera- metió una demanda al IFAI, en los documentos titulados “Organización Territorial de Tabasco” y “Gestión de Crecientes”, entre otros, y los relativos al estudio del Canal Samaria, se limitan a hacer un conteo demográfico y levantamiento de datos censales de las poblaciones afectadas por las obras de comunicación de la laguna Los Zapotes entre Villahermosa y el aeropuerto, y de las 28 poblaciones de los municipios de Cunduacán, Jalpa y Nacajuca que se señalan ahí explícitamente serán desplazadas para dejar tierra rasa en los 4 kilómetros entre los dos bordos que tienen que ser realzados y que llevarán el agua desde la represa de El Macayo hasta el Río González y los pantanos adyacentes a Oxiacaque donde serán liberadas en el caso de las crecientes extraordinarias con un gasto calculado de 4 mil hasta casi 6 mil metros cúbicos por segundo, equivalentes en el peor de los casos al del Río Usumacinta. La lista de poblaciones y el recuento demográfico y censal incluye explícitamente a todo Oxiacaque. Y los trabajos publicados no son planes de Ordenamiento territorial sino meros diagnósticos de desalojo.

          Cuestionados los pobladores sobre la incongruencia de estar construyendo cuando se sabe que el pueblo será desalojado responden estar informados y varias veces se escucha en voz baja entre dientes la expresión: “eso es lo que dice el gobierno, lo que el pueblo hace es otra cosa”. Se habla de medidas legales para impedir el desalojo, e incluso en la casa ejidal, al finalizar una reunión se escucha a personas relacionadas cada una con uno de los dos partidos más importantes del estado decir que “nada de medidas legales, nos vamos a quedar a resistir entre[1] nuestras casas”. Sobre el arreglo que propone el gobernador de indemnizarlos pero conservando el usufructo de las tierras en los meses que no haya inundación la respuesta generalizada es de absoluta indiferencia: “no nos han cumplido nada, no tenemos porque creerles nada”. Y la explicación también se escucha ya como idea generalizada casa por casa: “desde que llegó PEMEX nos quieren sacar por el petróleo. Por eso quieren nuestras tierras”. Alguien más advierte “aquí no será otra Casablanca” en referencia a los primeros desalojos realizados en Villahermosa hace tres años.

          El 14 de noviembre el vocero de Conagua quien da por radio y periódicos el pronóstico de clima en Villahermosa acompañado de un ingeniero encargado de las obras de Conagua pero empleado de la empresa consultora Supervisión y Proyectos, y del ingeniero residente del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se presentan ante los representantes del Consejo de Pueblos Unidos de Centla. Están ahí, sobre todo, campesinos, hombres y mujeres de los poblados conocidos como los Aztlanes, la Mixteca, los Idolos, Tabasquillo, Caparroso, Simón Sarlat que están inundados desde marzo y siguen hasta hoy en esa condición; y también representante de los poblados de las lagunas de la salida del río González. Anteriormente, los coordinadores del Consejo habían tenido una reunión con representantes de la Secretarías de Gobernación, Desarrollo Urbano y Ecología federales y de la Conagua para plantearles diversas dudas que no les pudieron ser respondidas en esa reunión. Por eso para esta última se citó también al Instituto de Ingeniería de la UNAM para explicar en que consistía el Plan Hídrico elaborado por esta institución. La cuestión general era muy clara y simple: querían saber a que atenerse, que futuro iba a tener cada pueblo tras 5 años de inundaciones extraordinarias anuales que venían a modificar toda una historia de inundaciones anuales, de “creciente” de aguas bajas durante dos semanas entre fines de septiembre y noviembre según las mareas anuales normales del ciclo del delta y planicie tabasqueñas. El estado de ánimo es de desesperación y el Consejo ha buscado tratar de construir una situación de trabajo y alternativa entrevistándose con todo tipo de autoridades logrando el 19 de noviembre la visita de la delegada federal de Sedue a la aislada comunidad capital de los Pantanos de Centla, Quintín Aráuz, por ejemplo.

          La reunión se realiza en el Centro de Maestros del pueblo, que es una escuela de construcción levantada un metro sobre el suelo, que está alrededor de la edificación cubierto por más alrededor de 20 centímetros de agua. La inicia el ingeniero que representa a Conagua pero que trabaja, como lo dice su vehículo y su camisa blanca para la empresa Supervisión y Proyectos. Presenta las fotos de un viaje de inspección acordado en una reunión anterior a las comunidades de los campesinos presentes. Y entonces comienza el surrealismo y la incomunicación de los mundos urbanos y rural en Tabasco, Villahermosa ya es otro mundo según se colige de la manera en que expone el ingeniero quien olvida que le habla a la gente de las casas anegadas que aparecen en las fotos. Los presentes no podemos creer que comience a bromear sobre la situación de los pueblos inundados. Comentarios chuscos sobre los cayucos y lanchas amarradas a los portales y techos de casas: cuando hay varios de ellos frente a una casa dice: “no crean que es la marina de Miami o algo así, es que había reunión en esa casa”. Por supuesto salvo los que somos de fuera entendemos el chiste pero nos parece horrorosamente cruel para reír. El ingeniero hace un extrañamiento de la condición de las comunidades como si sólo Villahermosa fuera Tabasco. Persiste en sus comentarios a las fotos que desfilan por la pantalla señalando las particularidades de la construcción de las casas o el detalle pintoresco de que una asamblea tiene que hacerse como una reunión de cayucos y no parece escuchar cuando del público según cambian las fotos se escucha el comentario: “esa es mi casa”. Para ese momento para todos los presentes es obvio que el ingeniero no está hablando a las personas ahí presentes, que no tiene idea y no escucha a los que están ahí, que no reconoce que son las mismas personas con quien hizo y visitó durante el recorrido: que no les dice nada nuevo de sus condiciones porque son ellos mismos. Es impresionantemente absurdo y surrealista el grado de incomunicación. Un viejo de sombrero blanco sentado a mi lado me dice que no sabe a que hora cobrarle al ingeniero lo de la lancha. Me explica: para hacer ese recorrido tuvieron que rentar lancha y pagar la gasolina que en esas zonas se vende al precio que quiera el que la lleva hasta allá. Todos creyeron que el ingeniero pagaría al finalizar el recorrido pero dijo que no tenía dinero, que le recordaran luego y entre los campesinos juntaron los $650 pesos que les cobraron. Le digo que le cobre ahora, pero me dice que no quiere avergonzarlo. Se esperará hasta el final de la reunión para cobrarle en privado, y sólo recibirá $150 pesos porque el ingeniero dice no traer más. Luego se comentará además que en el recorrido estuvo preguntando si alguien tenía el carísimo e ilegal aceite de lagarto que en Tabasco se usa para curaciones, un campesino le enseñó una botella llena, y él la tomó como si fuera un regalo sin pagar un centavo. Interrogado el campesino dijo que no le cobró para que no lo fuera a tomar a mal y lo dejar fuera del programa del gobierno. El poder del ingeniero de la compañía Supervisión y Proyectos viene de que es el que está manejando la draga que empareja el canal de alivio que inunda a las comunidades. Los campesinos le piden que se use ese equipo y la tierra sobrante para aumentar las terrazas y terraplenes de sus casas, y él les responde que sólo puede sacar la tierra a la orilla de donde la toma y que para otra cosa busquen al municipio. Ese será el tono de todas las respuestas Conagua y su compañía no pueden responder por nada, incluso, dicen que la Recomendación 61 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que dice que se violaron los derechos de las comunidades con los canales de alivio, no le incumbe a Conagua. El sentido de todas las intervenciones de los funcionarios es relevar de toda responsabilidad a Conagua. La recomendación es muy semejante a la 100/1992 de la CNDH contra PEMEX y otras autoridades, y se puede temer que se repita la situación de corrupción, manipulación conflicto y finalmente violencia con que se manejó en 1993 la Comisión Interinstitucional para responder a dicha comisión (CIAR 100).

          Los campesinos se enardecen. Se escucha la frase entre las mesas: “ya vivimos esto con PEMEX, todos se echan la bolita y nadie es responsable”. Los campesinos quieren respuestas concretas, a sus preocupaciones directas y a las que tras varios reuniones semejantes han entendido que tienen que ver con su situación y se pide se explique de aguas arriba hacia abajo: ¿Cuál es la capacidad de embalse real de las presas porque siempre dan la cantidad igual que cuando se construyeron cuando se han acumulado hay de 30 a 40 años de sedimentación y desazolvándolas se recuperaría su captación? ¿Por qué no se siguen las recomendaciones del trabajo Ingeniero José Antonio Maza de 1997 y de los talleres reseñados en el propio PHIT de generar distintas salidas del agua del Mezcalapa al mar y así no se tendría que cargar toda la salida sobre la zona indígena? ¿Las ventanas, escotaduras o cauces de alivio del Grijalva van a mantener siempre el nivel ese nivel agua sobre los pueblos, y van a meter siempre al agua hacia las zonas de Buenavista, Tamulté, Espino, Sarlat, Caparroso, Potrerillo, Buenavista y lagunas? ¿Están conscientes de que el propio PHIT señala que el manejo de la estructura de control del Macayo es muy difícil y usarla como único retén que tiene que rebotar el agua al Samaria transporta el riesgo de las presas a pocos Kilómetros de Villahermosa, riesgo que se repite en el aún no concluido bordo derecho en la curva del canal Samaria? ¿Por qué las obras y descripciones del canal Samaria se acaban luego de Oxiacaque? ¿Qué va a pasar con ese caudal de agua después? ¿Se van a juntar en esta zona las aguas de los canales de alivio y las del Samaria?¿Qué autoridad se hace responsable de los desalojos, de la protección de los pueblos, del uso del producto de los sedimentos? ¿Cuál es el mapa real de hasta dónde se va a inundar? ¿Van a recuperar sus tierras de trabajo o van a permanecer inundadas todo el año o cuánto tiempo? ¿Por qué no consultan o avisan de que más obras se van a hacer?

          Inició su exposición el joven ingeniero de la UNAM, pero comenzó a exponer las actividades que hicieron dentro del proceso de investigación para formular el PHIT en lugar de dar las respuestas que pide la concurrencia y a los campesinos esto les sonó a evasiva y lo interrumpieron exigiéndole respuestas. El joven ingeniero apabullado no volverá a abrir la boca en toda la reunión. Entonces el ingeniero de la Compañía le pide a uno de los asesores técnicos invitados por el Consejo que “le traduzca” a los campesinos. Esto por supuesto se entiende por la concurrencia como lo que es: un insulto. Pero viene a continuar con la tradición tecnocrática con la que se han hecho las obras en Tabasco. El constructor del Plan Chontalpa, Carlos Molina[2], presumía que cuando le preguntaron del Banco Interamericano del Desarrollo sobre sus expertos en cuestiones sociales para echar a andar el Plan, les presentó a los líderes campesinos locales; pero cuando enfrentó resistencia buscó contratar al antropólogo Angel Palerm para que con un equipo explicara y convenciera a los campesinos de adaptarse al Plan. Es decir, no se considera que la población local, particularmente los campesinos, puedan decidir sobre su futuro o deban ser consultados o considerados, o incluso entendidos, es mera población para ser usada, removida o dirigida de acuerdo con la imaginación de los planes tecnocráticos. Este error fue reconocido y se buscó corregir en los años 80 cuando desde el propio BID y Naciones Unidas se financiaron investigaciones para entender, como lo decía el proyecto del BID[3], porque si en Tabasco con la petrolización se estaban cumpliendo los preceptos del desarrollo económico según la teoría, se había generado tanto descontento social. Para retomar un ambiente de trabajo se les explicó esto a los representantes de Conagua y del Instituto de Ingeniería, y se les hizo notar que el PHIT adolecía del mismo error como si no hubieran consultado nada de bibliografía de los estudios hechos sobre Tabasco. Esto es evidente en los documentos por las carencias de criterios antropológicos, sociales, ambientales, económicos y a veces hasta geográficos. Se les mencionó como ejemplo que se dice que el único valor cultural a proteger en la zona es el Museo de la Venta, y se les mencionó que un Pueblo Indígena es un valor cultural en sí mismo según los actuales criterios legales.

          Se les propone entonces que respondan directamente a las dudas. Sobre lo que pasaría con los excedentes de las aguas del Samaria después de Oxiacaque el Ingeniero de Supervisión y Proyectos responde que “aunque no están consideradas dentro del PHIT ellos programaron la construcción de defensas para las 4 villas más importantes de la región, pero tuvieron que presentarlas bajo el rubro de mejoras, y desgraciadamente no se aprobó este presupuesto para el próximo año”. La respuesta tiene el efecto de jalar un manta chica porque descobija al PHIT: evidencia su carácter discriminatorio de manera reiterada en tres formas. Primero por no considerar estas obras dentro del proyecto original, con lo que niega su carácter de integral y regional, y luego porque no se presentan como lo que son sino que tienen que presentarse bajo un rubro que encubre su carácter (“mejoras” y no defensas), y finalmente el desinterés que se tienen en los pueblos al no programarse el presupuesto para esto luego de 5 años de inundaciones de más de 3 meses cada año.

          Respecto a la sedimentación en las presas se responde que tienen la misma capacidad que se informa porque se calcularon con un espacio extra y la prueba está que nunca hay problemas cuando se abre la cortina, dicen que es imposible sacar el agua por otra parte, que se al sacar toda el agua por el Samaria se está regresando el sistema a su situación original antes de las presas, y que la decisión de este canal se hizo porque las otras opciones se consideraron que eran ecológicamente más dañinas. Sobre si se juntarían las aguas derivadas de canal del Zapote y las ventanas de alivio del Grijalva con las del Samaria no dieron respuesta, se negaron a responder sobre si lo pueblos del Samaria serían permanentemente desalojados o como se actuaría, y sobre la situación en que quedarían los pueblos de los asistentes. Cuando se les señalaron las contradicciones de sus explicaciones nuevamente afloró la asimetría del trato hacia los campesinos recurriendo a que dudar de lo que exponían era dudar de su honorabilidad y persona e incluso, cuando se discutió que el Samaria no era la única salida de agua del Mezcalapa al mar antes del sistema de bordos y presas de los 60 porque estaba funcionando el Río Viejo, el vocero dijo que si encontraban que se equivocaba el renunciaba, demostrando además no haber revisado ni la introducción del PHIT donde los mapas señalan lo contrario. Y luego, al recapitular para acordar las conclusiones que contendría la minuta todavía, a pesar de lo reiterado por los campesinos, de que las inundaciones habidas en los últimos 5 años no tenían antecedentes y por lo tanto era obvio que eran producto del manejo humano, quiso dar por sentado que se acordaba que “Tabasco siempre se había inundado”, con lo que provocó otra oleada de indignación. Otra más fue cuando al responder de porque no se avisaba o consultaba del alcance de las obras el ingeniero de Supervisión y Proyectos explicó que entonces se desataría la especulación inmobiliaria y los campesinos les cerrarían el acceso para extorsionar a la compañía.

          El sabor tras la reunión es el de un dejá vu: hemos vuelto a la situación y lógica de las reclamaciones petroleras: PEMEX (ponga aquí Conagua) niega toda responsabilidad y desmenuza las responsabilidades en hechos en cada una de las distintas acciones, compañías e instituciones que intervienen. Al desmenuzar los elementos del impacto confronta el impacto global que denuncian los campesinos con impactos “multifactoriales” cuya discusión se extiende al infinito hasta desesperar a los campesinos, además de que ante la acción de protesta que esto provoca, acusa a los campesinos de “extorsión” y lo llama “industria de la reclamación”. El presentar los campesinos la protesta por el efecto global se les acusa de deshonestidad y siempre se ponen en duda todos sus argumentos por su predefinida “ignorancia”, con estadística se les demuestra que en realidad no ha habido impactos o cambios, y sí dudan de la palabra de los ingenieros se considera el hecho como un insulto personal. La misma película. La impresión que queda es que es como una guerra infinita del estamento de la burocracia urbana asalariada con la que se convive como gente decente y amistosa en Vips y Sanborns, pero que enviados como infantería para promover el uso y abuso de las tierras y recursos campesinos sin una justa retribución en verdaderas mejoras del nivel de vida local real, se convierte en otras personas, tienen otra cara, su uniforme de trabajo implica ser capaces de justificar cualquier cosa sabiendo que tienen el monopolio de la información, la que bajan a los campesinos, la que regresan a las oficinas. Y los campesinos los ven con el poder de ser los únicos mediadores de ser el acceso a los recursos y acciones públicas. En estas reuniones se materializa el poder de la ciudad destruyendo la vida rural. Los campesinos todavía viven la ilusión de amenazar con que la ciudad no se va a poder alimentar sin ellos, pero ello no obsta para que al destruir el medio rural la ciudad destruye y aumenta sus propias bases ambientales. Tabasco fue señalado hasta el año 2000 como un ejemplo del éxito del desarrollo económico, pero al mismo tiempo ha sido un ejemplo de sus contradicciones al no producir bienestar social ni equidad, y por ser una catástrofe ambiental. Pareciera que esta situación no va a variar a pesar del conocimiento y experiencia acumulada. Esta nos dice cuando menos que hay que hacer caso a las recomendaciones básicas que repiten siempre los ingenieros hidráulicos: planear las obras en función del sistema de toda la planicie y no sólo en función de Villahermosa porque así no se protege a mediano plazo ni la propia ciudad; no sacar todo el agua de la planicie por una sola parte, reconstruir en lo posible un sistema deltáico;  seguir los procedimientos tal y como lo establece el Plan Maestro de Protección Civil; además de que se cree una ventana única de atención para los efectos globales de las obras sobre la población campesina y no en función de las empresas e instituciones, sino de las poblaciones.

          Lo que erosiona el alma, la fe en la humanidad es ver cómo se repite el tema del que ya hablaban Hannah Arendt, Emmanuel Levinas y Vaclac Havel y que para explicar la actual situación de emergencia que se vive en México han recuperado cada uno por su cuenta Pablo González Casanova y Javier Sicilia. Se trata del hecho de que el gran destructor, el gran cómplice de los genocidios, etnocidios y ecocidios, somos las masas de asalariados que nos consideramos honestos porque no tenemos más ingreso que nuestro salario y obedecemos las instrucciones de las autoridades sin nunca ponerlas en cuestión, pero también sin preocuparnos sobre los efectos de nuestro trabajo más allá de lo inmediato. Yo cumplo y aseguro un nivel de consumo para mi familia, demuestro que estoy calificado para mi trabajo porque estoy certificado y apruebo las supervisiones, yo sólo hago esto, si esto es usado para otras cosas o tiene como resultado cosas que yo no quisiera, no es mi responsabilidad. Se trata de la castración de sentir la responsabilidad humana, social y ambiental de todos nuestros actos, de sentir la interdependencia y corresponsabilidad humana. Y finalmente es la encarnación de la cobardía, la constitución de personas incapaces ya de siquiera tener como horizonte la posibilidad de actuar por sí y ante sí mismos ya no como ciudadanos sino como individuos. Se vive en la inconsciencia de una contradicción flagrante que técnicamente se llama “distorsión cognitiva” y que caracteriza por ejemplo, a las mujeres e hijos de personas violentas que se siente protegidos por la violencia que los destruye: se actúa en función de lograr una situación de seguridad para la familia, hecho que define a las personas como “decentes”; pero en realidad, el resultado de nuestro trabajo que no queremos ver, casi siempre termina socavando las bases ambientales, de salubridad, y  de seguridad pública, ciudadana y humana de nuestra propia vida. Cuando uno encara a cualquiera de nosotros sobre esta situación la respuesta siempre es la misma: mi trabajo es una cosa, mi familia otra. El mecanismo y el síntoma es muy claro: somos incapaces de vernos en el otro, de asumir que compartimos un mundo construido en todo momento por todos en cada uno de nuestros actos. Creemos que podemos separar el ser buenos en una parte y malos en otra. Ganar ventaja en una y ser justos en otra. Después nos quejamos de que las cosas no son como queremos.



[1] Modismo tabasqueño para decir dentro de la casa.

[2] Ver Carlos Molina, Testimonio sobre el Inconcluso Plan Chontalpa, edición de autor, México, 1997.

[3] Ver Sergio Alcántara, “Selected Effects of Petroleum Development on Social and Economic Change in Tabasco”, BID, documento fotocopiado.

lunes, 19 de octubre de 2020

Comentario a una videoconferencia de investigadores menores de 40 años:

 Suponen que todo grupo movilizado que realizan una acción colectiva son un movimiento social y que por lo tanto tienen una utopía. Eso los lleva a afirmar que los de Frena tienen una utopía. Hablan mucho que los del 68 tenían una utopía (una sola y además el marxismo, lo cual es totalmente erróneo), cómo tampoco al hablar de movimientos como el de los 132 y otras protestas que definen igual como movimientos sociales como el antigasolinazo, pueden dar ningún detalle o evidencias de utopías. Más bien, al terminar de escuchar a los 8 participantes menores de 50 años, quedé convencido que no tienen idea de que es una utopía ni existe en su horizonte cultural. Hay ahí una reificación del concepto analítico, por ejemplo, de Hugo Zemelman que dice que hay que observar el contenido utópico de los movimientos y sujetos sociales, pero eso no quiere decir que por fuerza todo colectivo que realiza una acción colectiva tiene por fuerza una utopía (lo que además sería darle una aplicación teórica a una propuesta metodológica, justo lo contrario a lo que propone Zemelman). Y llama la atención cómo no se hace mención, ni siquiera implícita del goce y el placer, que era lo más evidente en los del 68 (quizás por eso sí eran utópicos). Y nadie menciona, lo que teóricamente con Melucci se hizo evidente: que un movimiento social significativo se distingue por la sensación de estar ya viviendo una situación diferente a la común o anterior. 

miércoles, 7 de octubre de 2020

La Inundación de Tabasco de 2007

Contexto inmediato, histórico y político de las inundaciones normales a la “extraordinaria”

En un de los estados costeros del golfo de México, Tabasco, entre los últimos 3 días de octubre y la primera semana de noviembre del 2007, ocurrió la mayor inundación de los últimos 44 años. Fue un fenómeno escandaloso porque cubrió 70% del territorio estatal total y de la propia capital, Villahermosa, una moderna ciudad de medio millón de habitantes que tiene como característica el estar rodeada de ríos que bajan de los valles centrales y sierras del norte de Chiapas.

Después de atravesar cuatro de las más grandes presas hidroeléctricas de México, el Mezcalapa-Carrizal (que en Chiapas se llama Grijalva) la abraza por el oriente y el norte. Desprendido de éste pasa por el Sur el Río Viejo que se une al río de la Sierra antes de que éste entre a Villahermosa. Este último río baja de las sierras del norte de Chiapas sumando al Pichucalco y al Teapa, y con el nombre también de Grijalva pasa frente al centro de la ciudad, su antiguo puerto, la divide de la zona de las colonias La Manga y Gaviotas y luego apenas terminada la ciudad, recibe al Carrizal y 20 kilómetros adelante, después de recibir al Chilapa y Chilapilla (que a su vez vienen del Tulijá y el Puxcatán de la zona selva de Chiapas), se le suma el río más caudaloso de México: El Usumacinta, casi sólo para desembocar inmediatamente en el Golfo. De hecho dos tercios del estado de Tabasco, 19 250 de 25 267 kilómetros cuadrados, no son sino la llanura aluvial inundable del delta de estos ríos que desaguan un tercio del territorio de Guatemala y dos tercios del de Chiapas sumando una cuenca conjunta de 84 000 kilómetros cuadrados con un escurrimiento anual de 116 500 millones de metros cúbicos equivalentes al 28% del total nacional (Ver figura 1). Villahermosa, antiguo puerto fluvial desde el siglo XVI hasta mediados del XX, es una isla a la que sólo se puede acceder por puentes y bordos como el del paralelo 18 sobre el que corre la carretera Cárdenas-Villahermosa-Macuspana-Escárcega.

1CRIM. UNAM rui@servidor.unam.mx

Rodolfo Uribe Iniesta1

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 Figura 1: Llanura Aluvial Sur del Golfo de México. Elaboración propia.

La inundación provocó un estado de emergencia oficial federal que se extendió por 3 meses, desde el 30 de octubre de 2007 hasta que a este nivel fue suspendido por el director de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) el 7 de febrero del 2008. Pero el gobierno estatal la prolongò indefinidamente luego de que el 18 de febrero se anunció que no se podían desfogar normalmente las presas a causa del cerro que cayò el 4 de noviembre sobre el Alto Grijalva formando una cortina “natural”, y por pronósticos de lluvias atípicas para el próximo mayo. Esto significa que la gente seguirá tratando de recuperar su ritmo de vida cotidiano en la ciudad amurallada por bordos de sacos de arena de 3 metros de altura en ríos y lagunas amenazada por la incertidumbre de una presa “natural” que estorba el manejo del sistema de 4 grandes presas del río cuyo objetivo había sido reducir el territorio inundable en la planice y producir energía eléctrica (Ver figura 1 y Colín y Pedrero, 1963). Además, como luego de la inundación se cerró totalmente el flujo de agua, los paredes naturales de los ríos Samaria y Carrizal se vinieron abajo con todo y las bardas de cemento construidas sobre ellas luego de la inundación del 99. A pesar de que el este 1 de septiembre Conagua dice haber reconstruído estos bordos, al comienzo de la nueva temporada de lluvias de 2008 la gente está esperando que ocurra una nueva inundación.


Esta situación de cambio estructural del relieve y condiciones del sistema hidrológico en el corto y mediano plazo histórico, no es novedad en una llanura aluvial geológicamente joven como Tabasco: la población indígena yokot’an (chontal) habla de la creciente de 1981 como “la inundación que nunca bajó”, porque los cuerpos de agua ocupados en aquella ocasión no

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recuperaron su habitual dinámica de alza y baja estacional habitual . Y aún antes, en 1932,

su región, la Chontalpa Chica u Olla de la Chontalpa, se convirtió en una zona de alta inundabilidad cuando tras la inundación de ese año se cegó en parte el Carrizal y generó un nuevo río derivante llamado Samaria; situación que se corrigió un poco en la inundación de 1940 con una nueva derivación de parte de este río hacia el Medellín y de ahí al Grijalva (Tudela, 1989:117). Y de hecho todo el sistema ha estado trastocado por la intervención humana desde que en 1675 se desvió el Grijalva de su antigua desembocadura sobre lo que ahora se conoce como Río Seco en el ahora Puerto de Dos Bocas, Paraíso, para dirigirlo al Occidente y unirlo a la altura de Villahermosa con el Río de la Sierra. El objetivo entonces fue cerrar el acceso a las incursiones piratas.

Sin embargo la situación actual extrañó a la población local en una zona donde acostumbraba a llover semanas enteras entre julio y enero, incluida la presencia ocasional de huracanes, cuando en esta temporada en realidad sólo se tuvieron 4 “nortes fuertes” o frentes fríos que ocasionan lluvias por 2 o 3 días, y otro más en agosto relacionado con el paso del huracán Dean. Antes de la inundación a Tabasco la catástrofe metereológica se había dado a nivel nacional con eventos como los huracanes Henriette y Dean y la tormenta tropical Félix que dejaron pérdidas calculadas en 150 millones de pesos con condiciones que hicieron que en agosto la media nacional histórica de lluvia acumulada de 136.6 milímetros

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Pero sobre todo, desde 1999, la condición “extraña” de estas inundaciones se da en comparación con lo ocurrido en septiembre-octubre de 1995 cuando pasaron sobre Tabasco los huracanes Opal y Roxanne. Este último después de ingresar al Golfo de México se regresó a los dos días, así que de hecho pasaron 3 huracanes en una temporada. Aunque entonces la inundación fue catastrófica a nivel rural y se reportaron 5 muertos y 100 mil afectados4 en el primer caso y 180 mil damnificados en el segundo; no tuvo efectos mayores sobre Villahermosa más allá de la anegación anual de las colonias de zonas bajas. Es decir,

2V? er Uribe y May, 2000 y Uribe 1999 y 2003.

3V? er La Jornada, 10 de septiembre, 2007. p.37. 4V?er Velázquez, 2001,p.53.

fuera superada llegando a los 1794.

3

 

que los pobladores de la región comparan la inundación producida por el paso de 3 huracanes en una misma temporada, con las fuertes ocurridas por meros frentes fríos (“nortes”) en 1999 y 2007. Velásquez (2001) demuestra que la diferencia entre 1995 y 1999 fue que en el primer caso llovió más en la planicie que en las sierras de Chiapas por lo que las presas siguieron turbinando normalmente para producir electricidad a pesar de que la presa Malpaso tenía “niveles altos al inicio de los meteoros” (2001:59). Podemos agregar al caso de 1999 el de 2007, viendo que la diferencia en el contexto de la afirmación de Velásquez es que desde 2003 existe en la región, en el municipio de Palizada, Campeche justo en la frontera con el de Emiliano Zapata, Tabasco, una planta privada de producción de

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energía eléctrica de la compañía canadiense TransAlta (gas y diesel, 250 MW) , y que a

nivel nacional ya un 35% de la producción de energía eléctrica la realizan plantas privadas.

El evento actual no se presentó solo sino que estuvo precedido el 23 de octubre por otro “incidente” petrolero más en la larga historia de estos hechos en la región: ocurrió el primer accidente grave en una plataforma petrolera de alta mar, resultando el más mortal de todos, con 20 muertos. Sucedió cuando por primera vez en la memoria de la población del golfo de México no fueron desalojadas las tripulaciones de las plataformas marinas y además se realizaron maniobras, justo en el norte (o frente frío) anterior al de la inundación. Para la memoria local esta contingencia no aparece como un hecho aislado y excepcional aunque sí extraordinario por su magnitud, dado que apenas revisando la historia reciente lo encontramos como continuidad de una serie interesante de hechos que responden tanto al carácter natural de la llanura aluvial, como a su transformación reciente en zona permanente de riesgo por la intensidad de la intervención tanto de la infraestructura como de la actividad industrial.

En este punto simplemente cabe señalar el hecho que apenas desde hace tres años comenzó a haber “crecientes” que anegan las partes habitualmente inundables del estado y la capital en enero (y no en octubre-noviembre o los antes tradicionales nortes de Santa Lucía y navidad en Diciembre), siendo que se comenzó el año el día primero y 16 de enero con inundaciones en comunidades y colonias de los municipios de Centro y Cárdenas, por una parte. Y por la otra, que en los últimos 3 años han ocurrido 9 derrames o explosiones de

5?Ver http://www.transalta.com/transalta/webcms.nsf/AllDoc/462D E4D2E047A71A872571930075F207?OpenDocument

4

 

6

petróleo de oleo o gasoductos en territorio tabasqueño . Aunque contando desde 2004 y los

accidentes industriales internos serían 12 acontecimientos desde 2004 con un saldo de 11

muertes y 31 heridos graves según el Comité de Derechos Humanos del Estado de Tabasco

7

(CODEHUTAB) . Los últimos de ellos en tierra el 21 de enero y el 24 de abril de 2007. Y

respecto a estos últimos llama la atención la irresponsabilidad de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que cada vez que es sancionada por la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA) por estos hechos automáticamente evita el pago de multas8; en sus trabajo no respeta los lineamientos ambientales ni en la zona declarada Reserva de la Biósfera9; y desde 1991 rechaza investigar la aparente relación entre sus actividades y una alta incidencia de leucemia a nivel rural en los municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán y Macuspana10; y ni hablar de efectuar acciones preventivas o correctivas de estos daños. Esto sin considerar además que desde hace años vierte en la región 1 012

11 toneladasdetóxicosdiariosalaatmósfera .

Para mayor coherencia histórica, como se venía dando ya desde los tiempos de los registros y profecías calendáricas mayas de los Chilam Balam, y como en el mayor desastre registrado en la historia de Tabasco, las inundaciones de 1804-1805 que resultaron en una

12

hambruna terrible que conmovió a la sociedad virreinal , el año también comenzó con una

13 plaga, esta vez, controlada, de langosta que llegó desde la península de Yucatán . Y

curiosa, pero hecho muy importante a resaltar, se reportó una extraña sequía que desecó

hasta el 60 a 75% de los mantos acuíferos de la Chontalpa Chica y afectó el suministro de

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agua potable en la región del Río de la Sierra en junio . Como si faltara algo el 19 de

noviembre se dio un temblor inexplicable de 4.5 grados en escala Richter con epicentro en el municipio de Cunduacán que la gente relacionó con el igualmente no explicado temblor sentido en Villahermosa el 14 de marzo de 2005. Y finalmente, para confirmar la hipótesis de 1897 de José Narciso Rovirosa (1945), este 2007 hubo manchas solares.

6V?er periódico Tabasco Hoy, 2 y 22 de enero, 2007. 7V? er La Verdad, 9 de febrero de 2007.

8V? er Tabasco Hoy, 26 de diciembre, 2006.

9V? er Tabasco Hoy, 11 y 12 de febrero, 2007.

10V? er Milenio Tabasco, 12 de febrero, 2007 y Uribe, 2003.

11 563 tons de contaminantes (bioxido de azufre, azufre y cromo), en el norte de Chiapas 421 y este de Veracruz 28. La fuente son los complejos procesadores de gas, 3 de los cuatro se encuentran en Tabasco. Fuente: “Diagnóstico de los Efectos Ambientales de la Industria Petrolera Asociados a la Región Sur de México” encargado al instituto Battelle, Universidad Nacional Autónoma de México e Instituto Mexicano del Petróleo. Ver Milenio Diario, 6 de octubre, 2006.?

12V? er Canudas, 2000, p.158 y s.s. Según otra fuente la memoria local consideraba a fines del siglo XIX a la de 1820 “el diluvio grande” como la mayor de todas (Rovirosa, 1945:47).

13V? er Tabasco Hoy, 5 de enero, 2007.

14V? er Tabascoy.com 3 de junio, 2007.

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Sin embargo, en todo este contexto la extrañeza frente a la experiencia local y la memoria histórica se debió a que, como nos lo dice mucha gente de Villahermosa: “fue una inundación extraña, fue una inundación con corriente, con fuerza, mucha velocidad y con demasiada agua. Nunca una inundación había subido tanto ni tan rápido”. Estos tres elementos, velocidad, corriente y cantidad tienen convencida a la población local que fue una inundación artificial o extraña que no sólo se diferencia de otra inundación considerada “política”, como la de 1999, sino de todas las anteriores por estos factores.

Desde un principio se desató una contradicción entre la percepción y la explicación del fenómeno entre el gobierno y la población locales contra el gobierno federal, dado que éste ha querido explicarla como un fenómeno natural inevitable, y como semejante cuando menos a la de septiembre de 1999; pero para la experiencia de la población local el único punto de comparación entre las dos es que dado el control que se tiene con un sistema de 4 enormes presas sobre el Grijalva, en ambos casos se piensa que la inundación no fue un hecho natural, o de hecho tuvo causas “políticas” por los contextos en los que ocurrieron. Las supuestas causalidades políticas podrían presentarse en dos niveles: el nivel electoral por que en ambos casos 1999 y 2007, uno previo a las elecciones y otro como revancha, existen candidatos o precandidatos presidenciales de origen tabasqueño; y el otro nivel es más estructural y tiene que ver con los eufemísticamente llamados “cambios estructurales”, que básicamente tienen que ver con la privatización de la producción energética. De hecho estos elementos se mezclan cuando las reivindicaciones populares tabasqueñas rurales y urbanas desde hace 30 años se deben al daño ambiental, altos precios de energía y altos niveles de marginación social y pobreza en una zona que en este período produjo la mayor parte de

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electricidad, petróleo y gas del país , considerando además que Villahermosa funciona

como lugar central no sólo para el estado sino para el norte de Chiapas (Hidroeléctricas y plantas petroquímicas) y occidente de Campeche (petróleo en lecho marino de la plataforma continental). De hecho viven en Villahermosa la mayor parte de las familias de quienes trabajan en estos complejos industriales: hidroeléctricas (2 de las 4); petroquímicas (2, Cactus y Nuevo PEMEX) y en las plataformas petroleras costeras y de alta mar de la Sonda de Campeche con base en Ciudad del Carmen.

15A?ctualmente en Tabasco se producen 519 mil 593 barriles de crudo por día y 483 mil 610 millones de pies cúbicos de gas natural por año (ver Galván Ochoa, 4 de noviembre, 2007).

6

 

Ante la falta de respuestas ambientales y de política pública, estas demandas se canalizaron desde 1988 en movimientos electorales que agrupados básicamente en torno a un partido político han reclamado, y, en casos como 1994 y 2000, demostrado infructuosamente, haber

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sido objeto de fraudes electorales . Como parte de este movimiento social surgió una

actividad de resistencia civil que fue negarse desde 1999 a pagar la electricidad. Y justo antes de la última inundación, el 12 de octubre, el presidente Felipe Calderón, que fue declarado ganador sobre los tabasqueños Roberto Madrazo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció en Tabasco una fórmula para acabar con la “resistencia civil” y la deuda de electricidad. En ésta el gobierno del estado pagaba la mitad, 1 550 millones de pesos, y los usuarios deudores (300 mil) la otra mitad en un plazo de 5 años con un descuento de 20% a

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casas de bajo consumo (sin aire acondicionado) . Sin embargo, a pesar de una amplia

campaña mediática del gobierno estatal para agradecer el acuerdo, esta fórmula produjo un gran malestar tanto entre la población en general como entre los funcionarios del gobierno estatal porque no respondía al reclamo de equidad que motivó las movilizaciones, porque el descuento es menor al que reciben los estados del norte de la república desde hace decenios, y porque todo mundo entendió que se trataba de quitarle presupuesto al gobierno estatal. De hecho en 2007 Tabasco recibió de la federación 5% menos que en 2006. Y en las negociaciones para el 2008, la participación estatal había sido severamente reducida: en junio el gobernador se quejó de que le habían recortado 7 mil millones de pesos. Destaca entonces que luego de la desgracia el presidente anunció la creación de un fondo especial para la reconstrucción de Tabasco justamente por 7 mil millones de pesos (Ver la Jornada, 8 de nov., 2007). Finalmente el 11 de enero de 2008, Calderón anunció que se anulaba la deuda de todos los que comenzaran a pagar puntualmente. Lo que no se consiguió fue una tarifa preferencial para la entidad –semejante a la que tienen en verano los estados del norte del país- como lo exigía el PRD. Sin embargo, para mediados de 2008 CFE no había cumplido con ese acuerdo, ni con el nuevo apoyo prometido durante la inundación, cobrando tarifas excesivas incluso cuando no hubo energía en la primera semana de noviembre, al grado de que en agosto de 2008, el propio gobernador le propone a la población que deje de pagar a la CFE.

16En 1994 una comisión de diputados reconoció la ilegalidad de la elección, p ero ésta no fue anulada; y en el año 2000 el Tribunal Federal Electoral declaró ilegal la elección y fue repetida en 2001.

17V? er “Fin a Resistencia. Baja Tarifa de Luz. Segunda Visita de Calderón al Estado”, El Heraldo de Tabasco, 12 de octubre.

7

 

Otro elemento más que generó desconfianza y en el imaginario de la gente sostiene la posibilidad de una motivación política para inundar Tabasco fue que a partir de junio, el gobierno federal panista se dedicó a amenazar a la ciudad de México, con la posibilidad de

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una inundación, que sería la mayor catástrofe de la historia de México , por el supuesto

desinterés e irresponsabilidad de los gobiernos perredistas que justamente estaban celebrando 10 años en el poder en la ciudad. La campaña sonó más estrictamente con sentido político porque precisamente en este período ha habido menos inundaciones en la

19 capital y las ocurridas en el Valle de México han sido en territorio del Estado de México . De

hecho, Felipe Calderón llegó a afirmar que las inundaciones de septiembre en Veracruz, se

20 debieronalafaltadeobrasenlaCiudaddeMéxico .

En el ambiente ha estado presente también la anunciada decisión del gobierno federal de llevar finalmente a cabo la apertura total a la inversión extranjera a la industria petrolera y de producción de electricidad, que incluso hoy se sabe involucra el interés personal del presidente Felipe Calderón, responsable como Secretario de Energía en 2003 de 31 concesiones para producción privada de electricidad y cinco Contratos de Servicios Múltiples en materia petrolera a favor de empresas trasnacionales que han sido impugnados por

21

anticonstitucionales por la Auditoria Superior de la Federación . En los últimos 30 años el

estado se ha caracterizado por la fuerza de sus movimientos sociales contra el impacto de la explotación petrolera, pero al mismo tiempo contra la corrupción en su manejo y contra su privatización. La inundación y el estado de emergencia indefinida también puede interpretarse como una estrategia de quebrar la capacidad de resistencia de la sociedad local. En este sentido se pone como ejemplo el caso del gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas y su padre Cuauhtémoc, dirigente histórico del PRD, ahora favorables a la privatización petrolera y que avalaron la elección de Calderón, luego de dos años de una crudísima violencia regional de parte del narcotráfico, que incluyó el asesinato del administrador de los ranchos del gobernador y de su jefe de policía y mejor amigo.

En el mismo sentido abona la experiencia de que el partido en el poder utiliza las catástrofes y crisis para impulsar cambios estructurales. Por ejemplo el cambio constitucional para explotar privadamente el metano de las minas de carbón luego del accidente que costó 62

18?Ver “Amenaza Al DF la Peor Inundación, Alerta Calderón”, La Crónica, 27 de junio, 2007.

19V? er “Exige GDF a Conagua Terminar con Campañas Negativas contra la Ciudad”. La Jornada, 27 de octubre, p.34. y “Destinarán $250 millones para Rehabilitar el Drenaje Profundo. Id., 29 de octubre, P.42.

20V? er “Inundaciones en Veracruz, por Falta de Obras en DF: Calderón”, La Jornada, 21 de septiembre, de 2007. 21V? er Jesusa Cervantes, “Entreguismo Energético” en Proceso 1635, 2de marzo, 2008.p.18.

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vidas en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila en febrero de 2006, o la privatización de la basura en Cuernavaca, Morelos luego de una crisis en octubre del mismo año. Desde el primer momento se destacó el uso mediático de promoción personal e institucional que hicieron de la inundación tanto el propio presidente Calderón como las empresas televisoras y dirigentes empresariales. El Congreso apresuró la aprobación de una ley contra el uso de la autopromoción personal de los funcionarios públicos y su primera aplicación fue contra

22 estacampañadeCalderón .

Finalmente, otra hipótesis más débil y relacionada también con el contexto de la desregulación que conlleva la modernización neoliberal apunta a errores técnicos por inexperiencia o competencia por el desplazamiento de los equipos técnicos históricos con visión desarrollista y de servicio social, así como la subrogación de actividades de estrategia, diseño y operación a equipos de empresas privadas, y la progresiva desregulación. De alguna manera aquí se equipara el hecho de la enorme torpeza de no evacuar y detener las actividades en las plataformas petroleras en un norte por primera vez en 30 años de actividades en la zona, con un posible mal manejo de las presas fruto de un criterio semejante basado en la mera rentabilidad y no la seguridad.

En todo caso se trata por una parte:

a) de la problemática que Beck23 ha delimitado como el que siendo tan grande ya la

intervención de la infraestructura humana sobre el paisaje difícilmente podemos

considerar ningún accidente como “natural”.

b) Y por otra parte de la discusión de lo ambiental que en un momento dado del perenne

conflicto de las afectaciones petroleras en el estado, el exdirector general de PEMEX, Adrián Lajous (1996), definió como una brecha entre las percepciones sociales de la población respecto al impacto de las actividades industriales y el impacto real. Con esta definción y con las que oficialmente han manejado los diferentes agentes del gobierno respecto a la catástrofe del 2007 llama la atención como cumplen al pie de la letra lo que afirmó Beck (1988:64) desde 1986 sobre el conflicto que se establece entre la definición técnica de los riesgos que siempre busca desaparecerlos o minimizarlos además de establecerse como única definición posible, con lo que la opinión, experiencia y memoria pública es descalificada como un mero problema de

22V?er Víctor Ballinas y Andrea Becerril, La Jornada, 14 de noviembre, 2007.

23 “A finales del siglo XX la naturaleza está sometida y agotada, y de este modo ha pasado a ser un fenómeno dado a ser un fenómeno producido. Como consecuencia de su transformación técnico-industrial y de su comercialización mundial, la naturaleza ha quedado incluida en el sistema industrial”. (Beck, 1998:13).

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mala información y falta de formación técnica para la comprensión de los procesos. Aunque luego en el transcurso del tiempo igualmente pueden aparecer las consecuencias negativas previstas.

La inundación y todo su correlato tuvo una asfixiante cobertura mediática que automáticamente puso el acontecimiento en el centro de las discusiones políticas tanto por la sobreexposición y proyección que se le dio al gobierno federal y al presidente en lo personal, como por la relevancia que se le dio a la “asistencialidad” privada. Incluso llegó a plantearse una confrontación entre el gobierno ol cal y las empresas televisivas y los bancos, porque éstos últimos se negaron a entregar las aportaciones al gobierno local a pesar de que se formó un “Comité de Reconstrucción” donde aparecen directamente representados por sus familiares los principales holdings nacionales en una fotografía muy parecida a la del grupo que públicamente financió y apoyó la campaña y calificación electoral favorable de Felipe Calderón. Las compañías mediáticas (Televisa y TV Azteca) prefirieron entregar directamente sus aportaciones a la población (TV Azteca reportó haber recibido 47 millones de pesos); mientras los bancos hasta febrero de 2008 siguen reteniendo el dinero e intentan hasta la fecha condicionar su entrega a condiciones como el traslado de la capital estatal a otra parte; y algunas otras grandes empresas informan la cantidad de lo recaudado y donado, pero no como fue utilizado (por ejemplo Wall Mart habla de 2.5 millones de dólares). No sólo las compañías desconfiaron del gobierno estatal, en el Distrito Federal mucha gente en lugar de acudir a la representación del gobierno tabasqueño para hacer sus donaciones, acudió a las oficinas del gobierno local perredista o directamente a las oficinas del Partido de la Revolución Democrática y señaladamente a las de su excandidato presidencial tabasqueño. Ante esto el gobierno del Distrito Federal envió sus propios camiones, pero declarando que toda la ayuda ha sido monopolizada por Villahermosa, los mandó a los cinco municipios estatales gobernados por sus correligionarios, lo que provocó un conflicto interestatal al ser detenidos en Tabasco y arrestados los policías que los escoltaban. De hecho, los funcionarios de gobierno estatal declaran que las mayores ayudas seria fueron recibidas de los gobiernos de Puebla, Veracruz, Distrito Federal, de Petróleos Mexicanos, el ejército, la marina y las diversas iglesias católicas y cristianas. Mientras hasta febrero de 2008 no se habían recibido los apoyos del Fondo Federal para Desastres Naturales (FONDEM) y consideraban que las reglas expedidas para su ejercicio lo hacen inutilizable.

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Riesgo, clima y ecología como experiencia/memoria colectiva y argumentación política.

Durante el último tercio de 2007 la noosfera mediática de México estuvo saturada por las

noticias relativas a la “catástrofe” ocurrida en Tabasco. El presidente Felipe Calderón la

calificó como la peor tragedia vivida en Tabasco a pesar de que oficialmente no hubo

muertos. Si bien para principios de diciembre, mientras el gobierno federal nunca los

mencionó, el gobierno estatal reconocía la existencia todavía de 48 desaparecidos (en los

días del caos inicial de los desalojos llegaron a ser alrededor de 2 000 que eran llamados por

la televisión estatal, y el 20 de noviembre el gobernador reconoció 28024). Se dijo que no

podría aclararse la cuestión hasta cerrar los últimos de los albergues. Salvo uno25 éstos

cerraron el último día de enero de 2008 y no se dio ya ningún informe sobre desaparecidos.

Sin embargo, el procurador estatal, al presentar a 64 saqueadores detenidos, reconoció el 7

de noviembre que durante la semana que llevaba la contingencia se habían dado 17

decesos pero que eran “por imprudencia de personas ebrias y especialmente una por crisis

asmática, pero ninguna ahogada por lo que no había muertos vinculados con las

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inundaciones” . En el mismo sentido se difundió el caso de una señora encontrada muerta

en su casa al bajar el agua en el centro de la ciudad, pero al ser la causa de muerte un golpe y no “ahogamiento”, el mismo procurador declaró a los medios electrónicos que no se debía a la inundación. En resumen se hizo evidente el esfuerzo por negar u ocultar posibles decesos mientras a nivel local circulan toda clase de “leyendas urbanas” sobre el particular.

La inundación se vio complicada y el estado de emergencia extendido por la caída del cerro en el Alto Grijalva que formó un dique tan efectivo que 3 meses después sólo se ha podido perforar un canal mediano para ir desfogando todo el sistema de presas y que incluso en febrero del 2000 Conagua ya le adjudica el nombre de Rómulo Calzada como si se tratara de otra presa más. El cerro caído arrasó con el ejido de Juan de Grijalva dejando 29 muertos debidos según informó el gobernador de Chiapas a un “tsunami” de 60 metros del agua del

27

río levantada por el cerro . Sin embargo, el hecho de que los sobrevivientes reportaron

haber escuchado explosiones, el tajo simétrico y recto del deslave y su buen funcionamiento como nueva presa, convenció a la población de Tabasco, a una amplia parte de la opinión

24V?er Tabascohoy.com, 20 de noviembre.

25E? l del Centro Centro Recreativo Municipal que alberga todavía a mediados de febrero a gente de las zonas más bajas de la ciudad cercanas a la confluencia del Río Viejo y el de la Sierra.

26V? er el Heraldo de Villahermosa, p.51, 8 de noviembre, 2007.

27P? rimer Informe de gobierno. Juan Sabines, gobernador constitucional de Chiapas.

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pública nacional y a varios técnicos que se trató de un derribo intencional por parte del gobierno (ver figura 2).

Figura 2: Foto de Satélite del “Caído o Tapón del Alto Grijalva o Presa Rómulo Calzada”. Fuente: Patiño Ruíz et al. 2007.

Lo interesante es que, lo que comenzó como un fin de semana de los llamados en el Golfo “nortes” normales, es decir 3 días de alta precipitación continua como producto de un frente frío, nada de que preocuparse en comparación con un huracán pero causa de inundaciones normales en las partes bajas del Estado, se convirtió en la mayor conmoción vivida por la gente de la capital del Estado con el mayor grado de afectación patrimonial. Y que, en las encuestas de los periódicos y medios electrónicos locales, como la del Tabasco Hoy, por ejemplo, al igual que ocurriera ya en la inundación de 1999, la gente calificó a la inundación de “provocada” por las agencias federales responsables del control del sistema de presas: la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Conagua. Encargadas según la gente tanto de generar electricidad como mantener el aprovisionamiento y control de los recursos hidráulicos. En cada entrevista, sus directivos actuales, en cambio, definen sus prioridades como la de “crear el mercado” de energía o del agua según los mandatos institucionales que

28

28Ver por ejemplo entrevista a Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad, La Jornada, 2 de febrero de 2008, p.21.

les han dado los dos últimos gobiernos federales

por el candidato que la mitad de los mexicanos consideran que, como en el caso de Kenia en enero de 2008, realmente ganó las elecciones en julio del 2006, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, incluso presentó una demanda contra la CFE porque de acuerdo con

. El principal partido opositor encabezado

12

  

él la inundación se debió a que ésta mantuvo las presas demasiado llenas para el período de lluvias, en comparación a como se mantenía otros años, porque no turbinó para producir electricidad para no sacar de la línea de distribución a las empresas privadas a las que le compró energía por adelantado en contratos de 15 a 25 años. Al recibir la demanda la Procuraduría Federal de la República, en lugar de plantear la posibilidad de investigarla como sería su obligación legal, el subprocurador que la recibió, José Luis Santiago Vasconcelos, la descalificó el mismo día que se entregó, declarando que las inundaciones son “un hecho fortuito del que ningún funcionario puede ser responsable” y que era un

29

A su vez el presidente repitió textualmente los argumentos para explicar la inundación de 1999: “ocurrió la mayor precipitación pluvial en medio siglo y la creciente del río Usumacinta combinada con la marea alta provocada por la luna llena, taponeó la salida del conjunto de ríos comúnmente llamados Grijalva”. Sin embargo, para los habitantes de Tabasco algo fue evidente y ese es el mayor motivo de la alarma que mantienen hasta hoy: esta inundación no fue igual a la de 1999 y mucho menos fue como las “crecientes” e inundaciones tradicionales. Y resulta muy interesante seguir la transformación de las explicaciones oficiales de la inundación que ya para enero y febrero de 2008 terminan culpando a la propia ciudad de Villahermosa de la misma. Por ejemplo, el 2 de febrero de 2008 el director de la CFE declaró que “las presas de la CFE están diseñadas para resistir la lluvia más fuerte que se presente en un período de 10 mil años...Donde hay que tener acciones más contundentes, más claras, es en las zonas aguas abajo en las ciudades”. Y explayándose, cuando se le preguntó qué pasó en Tabasco y Chiapas explica:

“Aguantaron las lluvias. Malpaso y Angostura, que son las presas grandes; aguantaron todas las lluvias y almacenaron 3 mil millones de metros cúbicos de agua; de hecho, Peñitas está diseñada para soltar 20 mil metros cúbicos por segundo y solamente soltó 2 mil. Pero lo que no está preparado para aguantar lluvias más fuertes son todos los asentamientos cerca de los ríos en muchos lugares del país. Son asentamientos que están en zonas federales de manera irregular. No es chamba de la CFE, sino de ordenamiento urbano, principalmente de la CONAGUA, de los estados y de los municipios.”30

29?Ver Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 16 de noviembre, 2007. p.10. 30Misma entrevista.

intento más “por agarrar la ley como instrumento de negociación política y chantaje”.

13

 

Un señalamiento inmediato que podría hacerse a estos argumentos de Alfredo Elías Ayub es

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que olvida –como ya lo aclaró un periodista local - que no sólo se inundaron los

asentamientos irregulares y los nuevos fraccionamientos como en 1999; sino que ahora lo

que llegó a tener entre un metro y un metro ochenta de agua fue el propio centro histórico de

la ciudad, lo que contradice totalmente su afirmación. Pero además contradice totalmente el

anuncio dado el 4 de noviembre de 2007, es decir 5 días después de iniciada la inundación,

por el superintendente de la presa Peñitas que anunció que “para evitar que colapse la

hidroeléctrica Peñitas y provoque daños mayores” desde ese día aumentó su desfogue a 2

mil metros cúbicos de agua por segundo previendo que esa situación continuaría al menos

32

15 días más . Y por supuesto parece ignorar que en 1999 se implementó la colocación en

las presas La Angostura y Malpaso, “de un parapeto de acero en la parte superior de las compuertas de los vertederos con el fin de proporcionar de manera emergente un volumen adicional de almacenamiento, que, según se dijo, llegó a los mil 600 millones de metros cúbicos” (Velásquez, op cit, p.83).

También fue una sorpresa que en una comparecencia ante senadores, el director de la

Conagua, José Luis Luege, declaró algo que nunca se había dicho: que en la inundación de

33

1999 habían muerto 600 personas . Por el contrario, el entonces presidente Zedillo había

declarado que a diferencia de los otros 4 estados inundados en aquella ocasión, en Tabasco no había habido decesos.34 Velázquez (op cit. p.84), considerando electrocutados y los muertos por la horrible riña dentro del penal de Villahermosa, contabilizó en 40 decesos el efecto de esa inundación.

Y finalmente no deja de llamar la atención que, tratando de explicar el accidente ocurrido en la Plataforma Usumacinta y el pozo Kab 101, el director general de PEMEX, por su parte, dijera que “la naturaleza pudo más que todos los mecanismos de seguridad” y “que las condiciones climatológicas tuvieron un cambio extraordinario”35 ; mientras el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales culpaba del accidente al cambio climático porque las olas de 12 metros que azotaron la plataforma superaron los stándares y sistemas de

31Víctor Manuel Sámano, “Tabasco Vive, la Emergencia Sigue: CFE-CNA”, Ventana Sur.com. 25 de enero, 2008. 32Luis Toribio Martínez, Superintendente de Peñitas, dando el anuncio, ver “Hidroeléctricas Incrementan Inundaciones en Tabasco” en http://lavoz detortel.patagones.cl/2007/11/hidroelectricas-incrementan- inundaciones.html.

33Ver la Crónica, 6 de diciembre, 2007. 34Ver Zedillo, 30, nov. 1999.

35Ver La Jornada, 27 de octubre, 2007, p.30.

14

 

15 seguridad de PEMEX, mientras todo habitante de Villahermosa y Ciudad del Cármen sabe

36

que siempre se desalojan las plataformas cuando viene un norte

.

De la sorpresa al pánico, del “Norte” a la “Contingencia” en 99 y en 2007.

Para la mayor parte de las personas de Villahermosa, la inundación, a pesar de las lluvias

torrenciales que cayeron sobre la ciudad el 29 y 30 de noviembre fue una sorpresa. Pero al mismo tiempo tuvo un desarrollo en dos tiempos, lento en un primer momento y demasiado rápido en otro. Lo normal en un norte o frente frío es que llueva tres días y venga la creciente asociada que inunda las zonas bajas. Pero ahora llovió los 3 últimos días de octubre y el lunes se dio el aviso de que abrirían las compuertas de las presas con lo que Villahermosa recibiría esa cantidad de agua entre 24 y 36 horas después. Los periódicos locales anunciaron que ocurrirá una inundación como la de 1999 y las autoridades reforzaron los bordos de cemento del río Carrizal al poniente de la ciudad y la gente se preparó a desocupar las colonias inundadas en aquella ocasión. Salvo que ya desde el sábado y domingo estaban inundadas las partes bajas del municipio del Centro, desde las colonias del sur de la ciudad bañadas por el Río Viejo y el Río de la Sierra hasta las del norte; y ya habían cerrado el malecón del Grijalva al tránsito por las filtraciones.

El agua de las presas sumado al acumulado y aportado por los ríos no controlados del sistema del río de La Sierra llegaron desde el martes, pero inesperadamente para la gente, el agua siguió subiendo toda la semana llenando los bordos de sacos de arena construidos con gran prisa por el ejército y los vecinos, hasta que en la noche del día 1 de noviembre, como si se tratara de un barco, al dejar de funcionar las plantas potabilizadoras y los cárcamos de bombeo y regulación de agua de la ciudad, el gobernador emitió un mensaje que según la gente decía que “el que no tuviera nada que hacer en la ciudad saliera de ella” y que fue tomada como el equivalente a un “abandonen el barco”. La entrada de agua al centro de la ciudad ese mismo mediodía –transmitida en directo por televisión abierta e Internet- al romper el río los bordos en el malecón frente a la estatua de Pino Suárez debajo de Plaza de Armas y en el puente de la carretera, y desde la Laguna del Negro alimentada por el Carrizal y el Grijalva, a la altura del mercado Pino Suárez y en los pasos a desnivel de las avenidas Mina y Universidad fue anunciada con frases como “¡Perdimos el Centro!” “¡Se fue a pique!”. En ese momento todavía mucha gente, como la cronista de la ciudad, Doña

36Ver La Jornada, 26 de octubre, 2007. p.2.

 

Gabriela González Lomasto, que en el 99 se quejaba de que los tabasqueños habían

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perdido su “cultura del agua” , quisieron tomar la inundación como una creciente normal y

subieron sus cosas a los segundos pisos de las casas, o todavía tomaron con calma la decisión de evacuar. Pero en media hora el agua subió desde medio metro a tres tanto en el centro como en la parte central de la colonia Gaviotas al otro lado del Grijalva, sin permitir a miles de familias rescatar ninguna pertenencia e incluso dejando a centenas atrapados en sus techos. En Gaviotas, el agua no sólo entró directamente del río, sino por atrás, a través del antiguo bordo de contención convertido en la vialidad Luis Donaldo Colosio, que también había sido perforado para hacer pasos a desnivel y de comunicación a nuevas urbanizaciones ya sobre la planicie de inundación que directamente comunica cada año la creciente anual del río de la Sierra hasta el Chilapa a través de los pasos bajo la Carretera al Aeropuerto, Macuspana y Escárcega, Campeche. A partir de estos eventos, el día 2 de noviembre, el tradicional día de muertos, fue de pánico. Y en todo el centro de la ciudad el agua permaneció dos semanas dentro de casas y calles hasta que fue bombeada.

De alguna manera lo mismo pasó en 1999 pero en muy pocos días. Una reunión del gabinete del gobernador interino Víctor Manuel Barceló en Palacio de Gobierno fue “pinchada” por un periodista con un teléfono celular que trasmitió en vivo a una estación de radio, por lo que la población fue informada al mismo tiempo que el gobernador que Villahermosa debería de prepararse para una inundación porque “se abrirían las cortinas” de la presa Peñitas. Igualmente siguieron dos días de pánico y una semana de inundaciones continuas en que todo mundo trató se salir de la ciudad por vía aérea y terrestre, con el agravante de que en las crecientes normales, la entrada de Villahermosa desde el centro del país, antes del puente sobre el Carrizal, que acostumbra llenarse de 10 a 20 centímetros de agua llegó a tener un metro de alto. En sus momentos más álgidos la gente llegó a cerrar dicha carretera para pedir atención y fueron violentamente desalojados, y se ni undó el Reclusorio sin que desalojaran por varios días a los internos, con lo que se provocó una situación dantesca que viviendo entre el agua estancada y sin luz, derivó en una riña horrible con saldo fatal.

Finalmente la situación se estabilizó luego de que por primera vez en la historia “se inundaron también los ricos”, al irse al agua los fraccionamientos de Tabasco 2000 y otros más nuevos hacia el norte y el occidente de la ciudad, al desbordarse sólo el Carrizal

37Ver Tabasco Hoy, 13 de octubre, 1999.

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mientras el Grijalva en el centro llegó al borde de la pared de un metro de sacos de arena. En Tabasco 2000 el agua comenzó a penetrar a las 11 de la mañana y lentamente siguió subiendo mientras la gente evacuaba con relativa calma hasta las 5 pm alcanzando entre metro y metro y medio en esta zona y hasta dos metros sólo en la salida de la ciudad hacia el Norte en los fraccionamientos de la carretera hacia el puerto de Frontera. Llamó la atención que si bien era normal que el margen occidental del Carrizal normalmente desbordara cada otoño, ésta vez no ocurrió así, desbordando el otro lado. La explicación era muy sencilla. En ese margen se rellenó un gran terreno para construir un nuevo parque para la feria estatal anual. Se descubrió que el nuevo patrón de inundación en toda la ciudad estaba determinado porque a partir de 1994 el gobierno de Roberto Madrazo vendió y permitió el relleno de terrenos que habían sido definidos en los años 80, en sexenio del gobernador González Pedrero (1982-1988), como “vasos reguladores”, que permitirían el paso de las crecientes y la acumulación de agua para evitar la inundación de la ciudad. Estos terrenos en otros puntos de la ciudad se convirtieron en nuevos fraccionamientos y en centros comerciales. Luego se sabría que la venta de tales terrenos habría sido parte de la colecta de recursos para lo que se demostró fue la campaña electoral con más recursos en la historia quizá de Norteamérica porque en 1994 Madrazo gastó más que Bill Clinton en su

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campaña para la presidencia de Estados Unidos: 72 millones de dólares . En 99 Madrazo

dejó la gobernatura mediante una licencia un mes antes de la inundación para competir contra Francisco Labastida por la candidatura para la presidencia de la república del PRI para las elecciones del año 2000. Finalmente, al no lograr la nominación regresó a ejercer la gobernatura en noviembre del mismo 1999, pasada la que por primera vez fue llamada “contingencia”. Por estas condiciones políticas se negó que los rellenos hubieran ocasionado la inundación de la ciudad. La explicación oficial fue el “taponamiento” producido por la creciente del río Usumacinta y la marea alta por la fase lunar, además de la lluvia más impresionante “de los últimos 60 años”. Y, en efecto, en esa inundación los pueblos indígenas y mestizos del Usumacinta quedaron dramáticamente aislados y Quintín Aráuz, el pueblo chontal de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla tuvo que ser completamente desalojado al recibir casi dos metros de agua, quedando sólo algunos hombres para cuidar durmiendo una semana a la intemperie dentro de sus cayucos.

38A pesar de eso el triunfo le fue desconocido por una comisión del Congreso de la Unión, el presidente Ernesto Zedillo le propuso hacerse cargo de la Secretaría de Educación y los reclamantes del PRD tomaron el palacio de gobierno y Plaza de Armas. Después de una reunión del PRI local (Ver Tabascohoy.com, 29 mayo, 2007), el 15 de enero de 1995 ordenó cerrar los accesos a la ciudad –los puentes- con grupos de choque y luego de una alocución del diputado local y luego gobernador Manuel Andrade, desalojaron violentamente a los perredistas. Dos meses después, al inaugurar la feria estatal, el presidente Zedillo lo reconoció de facto al anunciar que trabajaría con él hasta el año 2000.

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Ese año, el pánico se controló y el agua bajó cuando se construyó una obra de emergencia (el Macayo) que estranguló el paso del Mezcalapa desviando la mayor parte del río sobre el Samaria-González, quedando desde entonces dirigido hacia la Chontalpa Chica (Nacajuca y Jalpa) el 60% y sólo el 40% sigue circulando por el Carrizal a Villahermosa (la Conagua ya no informa sobre el Río Viejo que se supone fue cegado en su conexión con el Samaria, pero que de acuerdo con los testimonios recabados sigue siendo un cauce activo). En esta ocasión no se avisó formalmente a los pueblos indígenas de estas riberas, y aunque los “ecologistas” logramos dar un aviso informal, la gente –como lo hace tradicionalmente- sólo subió sus cosas sobre plataformas y ladrillos, pero en una mañana el agua subió hasta 2 metros en pueblos como Oxiacaque y Olcuatitán con lo que mucha gente –sobre todo los viejos y las mujeres que no habían salido a trabajar- quedó atrapada en sus techos hasta que fue rescatada. Finalmente se inundaron 200 000 has.

El 2 de noviembre de 2007, la ciudad se plegó sobre sí misma en dos tiempos: la mitad de la población se desplazó sobre el territorio de la otra mitad en una migración desesperada hacia los albergues habituales (Parque Tabasco) y de ahí, al subir más el agua, hacia lugares más altos como la Ciudad Deportiva y centros comerciales, al tiempo que el tráfico vehicular interno se colapsó y todos los que pudieron abandonaron la ciudad circulando en vehículos altos sobre carreteras inundadas. Además del amplio sistema de albergues, lo que salvó la situación fue que mucha gente abrió sus casas a los refugiados, pero sobre todo, que a nivel regional el sistema tradicional de familia amplia se convirtió en una red de recepción que abarcó a los demás municipios del estado y todos los estados vecinos, llegando a incluir la propia capital del país, Coatzacoalcos, Veracruz y Mérida. En ese momento, con 250 mil albergados en la propia ciudad y tres cuartas partes de la ciudad anegada, el riesgo de las enfermedades y hambre habituales hasta 1952 después de este tipo de eventos, fue evitado por el operativo militar ya en marcha desde el 30 de octubre, y por una de las más masivas respuestas de envío de alimentos que se hayan visto a nivel nacional además de la amplia solidaridad interna de la ciudad. Fue una situación que se pudo sostener dos semanas en lo que el agua se retiró o fue bombeada en su caso, y en lo que vino el desalojo impresionante de todos los objetos que había al interior del principal mercado, zona comercial y todas las casas de las calles inundadas. Convertidas todas las cosas de miles de familias y comercios en basura, esto obligó a adelantar la apertura de un relleno sanitario municipal y una operación igualmente heroica de recolección y limpieza que

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no terminó realmente hasta diciembre y con reapertura completa de comercios hasta febrero del siguiente año. Sin embargo anímicamente llama mucho la atención como hasta diciembre enero la gente que perdió todas sus cosas dentro de las casas se mantenían en un estado de aparente bienestar que ya en febrero se ha convertido en una abierta depresión fácilmente perceptible para quien conoce el habitual humor tropical despreocupado del tabasqueño. También aunque no se desató una epidemia catastrófica mucha gente que sufrió la inundación desarrolló y sigue 3 meses después sigue desarrollando diversas enfermedades que sólo pueden explicarse como producto de infecciones contraídas en ese

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momento o por el impacto somático . En esta situación es de preocupar que ahora,

confrontados con una situación ambigua de duración indeterminada, se llegue a desarrollar un estado de tensión o stress que no están acostumbrados a manejar. Personas que perdieron todo su mobiliario y pertenencias está confrontadas ante el anuncio de una nueva posibilidad de inundación en mayo.

Un elemento más de potencial tensión es que aunque el ni el gobierno estatal ni el federal reconocen ninguna responsabilidad en la inundación y sólo se promete investigar por que no se construyeron las obras de un denominado Programa Integral de Control de la Inundaciones surgido a raíz de las de 1999; el gobierno federal vía la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) acordó pagar un bono de 625 Euros (909 dols.) por vivienda afectada. Este bono sería cambiado en comercios por muebles y productos básicos al precio fijado por el comerciante. El Instituto para la Vivienda estatal levantó un primer censo de estas casas, pero luego la SEDESOL decidió que sólo se daría a viviendas pobres. Esto ha generado un caos entre quienes se consideran con derecho al bono, quienes fueron censados y no. Por esto ha surgido un nuevo movimiento social de reclamantes de este derecho, y que en sus marchas y cierres de carreteras han sido violentamente reprimidos por los policías. Existe un sentimiento de ofensa porque se considera que existe el derecho a una verdadera indemnización por parte del gobierno. Se argumenta que de la misma manera que cuando PEMEX sufre un derrame o explosión está obligado a indemnizar, lo mismo debería ocurrir con quienes manejan las presas. En todo caso, el 20 de febrero el gobernador se vio obligado a exigir que SEDESOL pagara el bono prometido porque falta aún el pago de 30 mil.

Y finalmente, aunque no tienen relación alguna con la inundación, como elementos que producen mayor tensión a la sociedad local hay que considerar los duros enconos políticos

39V? er Alfonso Urrutia y René Alberto López, La Jornada, 5 de noviembre, 2007.

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existentes entre el PRD y el PRI, traducidos incluso en duras confrontaciones mediáticas entre periódicos oficiales como el Presente (propiedad del actual secretario de gobierno) y el Tabasco Hoy (el más vendido propiedad de una familia de exsenadores priístas y diputados ahora perredistas); la confrontación también entre el sector priísta que asumió la gobernatura en enero de 2007 y el grupo madracista dominante en los dos sexenios anteriores. Y lo peor de todo: la actividad del crimen organizado, que mantiene una campaña de secuestros, pero sobre todo del narcotráfico en contra del gobierno actual, intentando asesinar al primer jefe de policía del sexenio, que tuvo que retirarse por las heridas recibidas, y asesinando a varios jefes policíacos, a un presidente municipal y decapitando a un delegado municipal entre otras acciones. Llegando al grado de que en agosto-septiembre de este año ya se está dando una verdadero éxodo de empresarios y clasemedieros que salen del estado por el miedo a ser secuestrados.

Una inundación anunciada.

El 60% del estado de Tabasco es territorio inundable, de hecho se trata de una planicie aluvial formada por el delta del sistema de ríos Grijalva-Usumacinta que desaguan la parte central de los altos de Chiapas y parte de los altos y el Petén Guatemalteco. 30% del agua dulce de México circula por el Estado pero en un complejo sistema natural cíclico que incluye inundaciones estacionales acordes también a los ciclos metereológicos anuales, con un ciclo detectado desde 1897 de inundaciones mayores cada 10 años, que siguiendo la hipótesis de José Narciso Rovirosa (1945), se corresponde a los ciclos de las manchas solares.

La CFE (2003:7) resumió así la particular situación tabasqueña:

“La planicie tiene una extensión de 19 250 km2 y una pendiente muy pequeña (la

ciudad de Villahermosa, cuya elevación es la cota 10 msnm, se ubica a 60 km de la línea de costa). Por su localización geográfica, es afectada por ciclones de agosto a noviembre y

frentes fríos “nortes” de diciembre a marzo, que producen lluvias anuales del orden de 3 000 mm, de las mayores a nivel mundial y casi cinco veces más de lo que llueve en el Valle de México”.

En ese mismo informe la Comisión Federal de Electricidad (2003:7) agrupó en 3 grupos los elementos que aumentaban los riesgos actuales de inundación en la planicie tabasqueña:

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a)“el control de su escurrimiento para ser aprovechado en la generación hidroeléctrica, implica que los volúmenes descargados por las centrales varíen durante el día atendiendo a las exigencias propias de la demanda de energía. Estas variaciones constituyen un factor que, junto a las características morfológicas propias de esos cauces, influye en la desestabilización de las márgenes de los ríos, las cuales eventualmente sufren deslizamientos que provocan daños en la infraestructura de poblaciones ribereñas y en vías de comunicación”.

b)”Los factores físicos descritos, aunados al desarrollo desordenado de los asentamientos humanos, de las vías de comunicación y de las actividades productivas, han modificado las condiciones naturales del sistema de drenaje (ríos, drenes y canales) en la zona de planicie, incrementando los daños potenciales que las inundaciones originan. En particular, el crecimiento demográfico ha propiciado la invasión de terrenos susceptibles de inundarse y zonas de regulación, lo que repercute en contra del escurrimiento natural del agua cuando los ríos se desbordan, afectando a los propios invasores”.

c) “asimismo, el cambio del uso del suelo, la intensa deforestación y la erupción del volcán Chichonal en 1982 han incrementado la erosión de los terrenos, aumentando el aporte de sedimentos y propiciando el azolvamiento de diversos tramos de los ríos, lo que reduce su capacidad hidráulica. Por ello, es de vital importancia restaurar esa capacidad y disminuir los desbordamientos, que en la actualidad se producen con mayor frecuencia y para escurrimientos menores.”

Y diez años antes, en una publicación de 1993, el Gerente en Tabasco de la Comisión Nacional del Agua, Adán Palavicini Evia, resumía las condiciones, consideraciones, acciones requeridas y riesgos específcos en la planicie, sin entender la cultura indígena local del agua; y advirtiendo sobre la posibilidad de abrir las compuertas como se hizo ese año en que la Comisión Federal de Electricidad tuvo que pagar una indemnización a los pueblos indígenas de Nacajuca por una inundación “fuera de temporada”, y volvería a ocurrir, pero catastróficamente, en 1999 y 2007:

“En esta región se enfrentan problemas debido al establecimiento de asentamientos en áreas no protegidas por la infraestructura existente, lo cual provoca afectaciones anuales; asimismo, en la zona de Nacajuca principalmente, este fenómeno se incrementa debido a que los productores pretenden hacer agricultura en zonas sumamente bajas, en las que no

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existen posibilidades de drenaje, y donde la construcción de bordos debe de ser analizada cuidadosamente ya que es posible que el problema se traslade a otra área, incrementándose así su efecto. Ante esto, es recomendable realizar acciones prácticas para que los productores tengan alternativas adecuadas a las condiciones de su terreno, ya que de no hacerse así, las inversiones serían cuantiosas y sus beneficios discutibles.

Asimismo debe considerarse la operación de las presas, las cuales en verano deben de bajar sus niveles de almacenamiento, de tal forma que en la época de inundaciones – septiembre, octubre, noviembre y diciembre- cuenten con capacidad de control de avenidas en sus vasos. Es importante señalar que no respetar estas políticas provocaría la necesidad de operar los mecanismos para abrir las compuertas, con los efectos negativos que esto acarrearía; también debe considerarse que puede provocar restricciones en la generación de energía eléctrica, convirtiéndose éste en un problema de carácter nacional.” (1993:p.514- 515).

Y hacía una advertencia específica sobre la condición de Villahermosa de acuerdo con la situación en que había quedado el sistema hidrológico en ese momento: “es importante atender el problema de las inundaciones, especialmente en Villahermosa, sitio donde confluyen los ríos de La Sierra cuyas aguas deben transitar por el “embudo” que forman los malecones derecho e izquierdo”(p.516) y presentó propuestas que serían integradas en el Programa Integral de Control de Inundaciones de 2003.

El 9 de noviembre apareció en todos los periódicos un documento que luego sería retomado como explicación oficial omnímoda por el titular de la CFE. El Colegio de Ingenieros Civiles de México afirmó que: a) la cuenca del Grijalva representaba sólo el 27% de la superficie total de la región sometida a lluvias mientras el Usumacinta y otros ríos cubren el 73% restante; b) que en sólo 3 días había lluvias acumuladas por más de 100 centímetros; y que c) la avenida simultánea de todos los ríos más las mareas altas en la desembocadura del Grijalva limitaron la salida de agua. El documento terminaba recomendando la construcción de presas y obras de control en los ríos de la Sierra y Usumacinta como principales responsables del problema. Y a partir de esto en los periódicos tabasqueños se clamó por la reactivación del proyecto de construcción de un canal navegable y superdren directo del Samaria al Golfo de México que terminaría de desecar la Chontalpa chica y por supuesto Villahermosa. Este comunicado que fue asumido como la explicación oficial por el Director de

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la CFE fue lo que quizá generó la mayor incredulidad respecto a la explicación oficial. En su afán de autoexculparse (como gremio y CFE) el exceso de insistencia en un río que aparece sólo acompañar la desembocadura y el insistir en la necesidad de megaproyectos de construcción que significan enormes negocios para los firmantes, como son las presas en el Usumacinta (que destruirían las áreas naturales protegidas de Laguna de Términos, Pantanos de Centla y el Petén Guatemalteco y cuya construcción impulsaba el sexenio pasado el Secretario Federal de Gobernación, Santiago Creel) y el Canal de Alivio Samaria- Golfo sonaron demasiado interesados. Pero el error mayor que se ha cometido en todas las comunicaciones –incluído el informe del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua presentado al senado el 6 de marzo de 2008- es que se insiste en señalar en hablar sólo del norte y lluvias extremas de los últimos días de octubre, cuando en realidad las lluvias importantes comenzaron desde el 15 de octubre cuando tuvo que cerrarse a la navegación el puerto de Frontera. De ahí seguiría el norte del 23 que provocaría el accidente de la plataforma petrolera. Si uno sigue los reportes de los boletines de precipitación diaria de Conagua (figura 2) puede ver esta constancia además del pico extremo del 29-30; y si uno sigue los reportes de los corresponsales en los municipios de los diarios locales, verá que la mayoría de los ríos se mantuvieron llenos durante la segunda quincena de octubre. Es decir, que no había mucho espacio de maniobra para desfogar las presas sin producir daños mayores. Esto ha sido ignorado tanto en las explicaciones oficiales locales como federales, y por supuesto por la población local que se quedan sólo con el último norte. Un elemento crítico poco mencionado es el azolvamiento de los ríos, en particular del Bajo Grijalva: El 8 de noviembre, el director de la Administración Portuaria Integral de Tabasco declaró que el

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canal tenía entre 8 y 9 pies de profundidad con marea alta . Es decir, que los ríos no tienen

tiro suficiente para desalojar el agua hasta el mar independientemente de que llueva o no.

De la misma manera, la explicación oficial del deslizamiento de dos capas diferentes del cerro de Juan de Grijalva se basaba tanto en la saturación de agua de la base como en el impacto del aumento de la corriente sobre la base (Ver Patiño Ruíz et al., 2007). Con la idea de un fin de semana de lluvia llegó a haber declaraciones de pobladores que no creían en esta posibilidad de saturación de agua. Pero revisando la acumulación de lluvia de 15 días se hace creíble. Además de que aunque no fue informado por la prensa nacional, en realidad existen en la sierra entre Tabasco y Chiapas muchos más deslaves afectando incluso

40?El Heraldo de Tabasco, 8 de octubre, 2007.

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carreteras en el municipio de Tacotalpa, y que se deben en mucho a la desforestación acelerada de la región.

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Precipitación Diaria Oct-Nov 2007

                                             mm

González Alto

González Bajo

Grijalva Alto

Grijalva Bajo

Figura 3: Precipitación Diaria por Estación de Monitoreo Ríos Grijalva y González. Fuente: Elaboración propia con boletines diarios Conagua.

Los hechos anteriores señalan el poco margen de acción que tuvieron en esos quince días las presas para evitar el llenarse. Sin embargo, si observamos (figura 3) la continuidad del nivel de las presas respecto a la precipitación, desde principios de octubre, no queda del todo claro si se justifica el alto nivel antes del 15 de octubre (Malpaso al 74% y Peñitas al 90% el 1 de octubre, según los boletines diarios de Conagua), lo que deja abierta la posibilidad a la explicación de una falta de turbinación por cuestiones de política de reparto del mercado de distribución de producción de energía eléctrica. De hecho, de acuerdo con el ingeniero Mario Govea Sansón, del Comité Nacional de Estudios de la Energía, la CFE sabía

41 desdeunmesantesquelosvolúmenesretenidosenlaspresasestabanennivelescríticos .

41V? er Cecilia Vargas, “ Se Hubiera Prevenido la Inundación: Govea Sansón”. Ventana Sur, 8 de noviembre, 2007.

 Fecha

1-oct

8-oct

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22-oct

29-oct

5-nov

12-nov


Y tampoco se tiene una explicación técnica razonable de porque a fines de noviembre y principios de diciembre se mantiene tan bajo el nivel de los ríos, al grado de derrumbarse las paredes naturales de los ríos y con ellos las bardas construidas encima.

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Elevación Actual Octubre 2007 Estaciones de Monitoreo Malpaso y Peñitas

     msnm

Malpaso

Peñitas

                      Figura 4: Niveles Presas Octubre 2007. Fuente: Elaboración Propia con Boletines Diarios Conagua.

Tenemos entonces que entender que confrontamos una de las inundaciones extraordinarias decenales tradicionales de la región. Que (si los reportes meteorológicos de Conagua son reales) ocurrió una precipitación extraordinaria en un solo fin de semana, que no había un tiro suficiente para desalojar el agua por el azolvamiento de los ríos, y que las consecuencias urbanas se incrementaron por obras urbanas realizadas sin considerar el sistema de bordos, además, por supuesto, de la no construcción de las obras consideradas dentro del Programa Integral contra Inundaciones del 2003. Pero la crítica se ha concentrado en el buen o mal manejo de las presas y no ha considerado la crítica del sistema que nos llevó a esta situación y que también había sido prevista, de lo que se ha llamado el “modelo desecador”.

Fecha

1-oct 3-oct

5-oct 7-oct

9-oct 11-oct

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21-oct 23-oct

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29-oct 31-oct


Ya en 1980, la entonces Secretaría Federal de Asentamientos Humanos y Obras Públicas había realizado un informe en donde criticaba el diseño del sistema de presas, bordos y canales realizado para liberar a la Chontalpa Grande de inundaciones, y el proyectado Canal de Alivio Samaria-Golfo por haber convertido el espacio de inundaciones estacionales en forma de lámina en un callejón que conducía el agua justamente sobre la ciudad de Villahermosa y el municipio de Nacajuca, cosa que se habría agudizado en el caso de construir el mencionado canal. Y citaban como ejemplo lo ya ocurrido con una experiencia semejante en el sur de la Florida con impactos ambientales sobre tierras (salinización, por ejemplo) y biota, pero sobre todo para nuestro caso de interés que: “las inundaciones periódicas se volvieron más comunes en las zonas urbanas que habían sido construidas en antiguos cauces desecados por los canales”. Y el que la nueva configuración territorial e

42 hidrológica en esa zona tendió a impedir la salida natural del agua al apagar su dinamismo .

Localmente, ya en 1979, Rosario Casco Montoya (1979:39-40, 47-48 y 65) informaba de la presencia de estos fenómenos en la región.

Conclusiones.

a)El primer hecho interesante a considerar es la anomalía en la percepción y memoria colectiva social de la población de Villahermosa, que si bien tiene presente claramente “la c ultura del agua”, es decir, el hecho natural de que vivir en Tabasco es soportar inundaciones estacionales; y que tiene memoria clara y traumática de las inundaciones extraordinarias decenales; no tiene atención en lo que ocurre en los municipios y el medio rural, que va a ser un preludio de la situación propia; y en ese mismo sentido tampoco fija su atención en los elementos previsorios de una cultura metereológica tradicional antes existente o fijada ya por científicos locales como José N. Rovirosa, como la sequía previa, manchas solares, ciclo decenal, etc. Resalta que contra la percepción generalizada, la inundación del 99 en realidad tiene una progresión más semejante que diferente a la del 2007, como en una especie de olvido/o superación de la gravedad de la anterior. Aunque esto por supuesto no anula el valor de la observación sobre la diferencia en cantidad de agua, velocidad con que subió y fuerza de la corriente, que aún quedan por explicar por parte de los técnicos y científicos.

42?Ver Colegio Nacional de Economistas, 1981:21 y s.s.

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b) El segundo hecho evidente sobre el que cabe llamar la atención es la nula legitimidad con que cuentan en general las autoridades frente a la opinión pública mexicana. Esta tiene un nivel estructural desde el problema de la ampliamente justificada incredulidad en los procesos electorales por lo que el reconocimiento a tales autoridades no genera procesos de integración, participación y colaboración social e institucional sino de encono desde el nivel federal hasta el municipal; y un nivel contingente que se ejemplifica con las diversas explicaciones y justificaciones presentadas aquí en donde el tono con que se manifiestan los técnicos y científicos es apologético y legitimador; y los hechos y datos técnicos son caricaturizados, falseados, tergiversados, trastocados, sesgados de una manera habitual de modo que en una situación de emergencia no queda una sola fuente confiable a nivel global para la sociedad. Por esta manipulación y el papel parcial e interesado de los medios de comunicación y el papel legitimador al que han sido reducidos los técnicos y científicos, no queda ya ningún soporte institucional al que la sociedad abierta pueda recurrir para evaluar, organizar, y reaccionar frente a sus condiciones. La impunidad con que las autoridades atropellan los ordenamientos y situaciones ambientales, no sólo no concitan una acción o actitud positiva de colectivos sociales o individuos, sino que sostiene la incredulidad crónica respecto a toda explicación, ordenamiento o medida excepcional relativa a estas temáticas.

c) contrasta con esto una relativa salud de instituciones y reacciones culturales naturales afectivas que ayudaron mucho en sobrellevar y reaccionar frente a la situación, como fue el recurso a las redes de las familias amplias primero como refugios de emergencia y luego para reposición de los elementos imprescindibles de subsistencia como ropa, comida y mobiliario. Situación que a 4 meses después se sigue sosteniendo. Y la respuesta espontánea y entusiasta a nivel nacional con el envío de alimentos y materiales y objetos de emergencia de parte de la población abierta, a pesar de la clara percepción que los intermediarios institucionales: el gobierno del estado, el federal, los medios electrónicos de comunicación, los bancos, los grupos comerciales, las organizaciones empresariales, son intrínsecamente desconfiables y que la situación estaba siendo aprovechada para obtener ganancias vía el descuento de impuestos por las donaciones de la población registradas como donaciones de las empresas y toda la campaña mediática propagandística que impulsaron. Estos rasgos saludables de la sociedad son los que están bajo acoso y riesgo por los altos niveles de tensión generados por la política de emergencia permanente que utilizan ahora los gobiernos federal y estatal.

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d) Otro elemento de principal importancia es el nivel de atención y crítica a las condiciones de intervención a nivel macrorregional. Toda la discusión sobre la posible responsabilidad institucional y posibilidades de evitar estos desastres ha estado centrada únicamente en la cuestión de la buena o mala gestión de las presas, sin elevarlo al nivel de la crítica del propio modelo de desecación de humedales que está detrás del sistema de presas, bordos, canales y drenes que caracteriza ahora a la región. Con lo que las opciones visibles pueden en su caso responder en el corto plazo a cambio de empeorar las condiciones a mediano plazo – sobre todo ante los efectos del cambio climático- como ya hemos podido ver que sucedió en el período de 30 años recientes; y sobre todo ante la falta de coherencia, continuidad y mantenimiento del sistema.

e) 40 años de impunidad en accidentes industriales, contaminación e impacto ambiental profundos y extensos por parte, básicamente, por empresas estatales como PEMEX, y la criminalización y persecución de la protesta social correspondiente (ver Recomendación 100/92 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos) ha generado a nivel estatal por una parte un clima sociopolítico de permanente encono y polarización social, y un stress permanente ante el riesgo habitual y extraordinario que en la situación actual de emergencia permanente se verá incrementado.

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Bibliografía

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