SER INDIGENA EN EL SIGLO XXI. El caso de Vicente
Guerrero, Centla, Tabasco.
Rodolfo Uribe Iniesta.
El Reto Regional.
Tabasco y todos los
tabasqueños están ante un reto enorme, van a tener que meter el acelerador,
esforzarse mucho. Acaba de realizarse un Congreso sobre Desarrollo Regional en
la UJAT donde dos economistas que analizaron el caso tabasqueño declararon que el
estado no tiene viabilidad y que le sobran medio millón de habitantes. Esa es
la visión dominante de los administradores que aconsejan a los políticos
actuales. Pero resulta que estos señores hicieron sus previsiones a partir de
la economía y las actividades normales dominantes: o sea que lo único que les
importa son los negocios, no la supervivencia de la población, o como le
decimos ahora: la sustentabilidad. Es decir, no partir de los niveles de
ganancias económicas, sino de las necesidades de la población. Por ejemplo,
estos señores dijeron que no se podía hacer agricultura porque se trataba de
tierras inundables, nosotros sabemos que esas son las condiciones en las que
han sobrevivido en los últimos siglos los Yokotánob (nombre real de los
chontales) con sus propias formas de hacer producir el pantano y de sustentarse
sin necesidad de empresas capitalistas que produzcan ganancias y sin necesidad
de petróleo. Ese es el reto que viene: como producir los satisfactores vitales
sin pasar por el capitalismo y las formas industriales que se están cayendo y
van a desaparecer muy pronto. Y en este sentido, contra la gente de la ciudad y
los Kantraxtanes (mestizos), los indígenas organizados y solidarios en sus
comunidades tienen ventaja para hacer la necesaria transición para sobrevivir
que hay que hacer en esta región en los próximos 10 años a más tardar.
Coyuntura Mundial actual:
La idea de coyuntura es que no nos sirve demasiado
pensar con base en conceptos absolutos y permanentes, sino en función de las condiciones
en que estamos viviendo ahora, mirando tanto nuestras necesidades y deseos
actuales, como lo que ocurre en nuestro entorno, y ver, que por ejemplo, lo que
hizo a mediados de enero la ciudad de Nueva York tiene que ver con lo que está
ocurriendo en Vicente Guerrero, Centla gracias a varios de los efectos de la
globalización y las nuevas formas políticas impuestas por la globalización.
Estamos viviendo una situación de transición a nivel mundial y nacional y eso
obliga a que cada grupo social defina y pelee por establecer su situación en el
orden mundial y local.
1)
Disolución
de los estados y del orden civil.
Ya los estados nacionales no son garantes de
los derechos de la población porque han sido ocupados o cooptados por
neoliberales que consideran que ya no es esa su labor sino la de facilitar las
actividades de las empresas trasnacionales y su control de toda la economía y
las propiedades.
Según este orden los derechos y las libertades
son ahora de las empresas y no de las instituciones políticas ni los
ciudadanos. Esto por ejemplo, es muy explícito en las nuevas leyes de energía y
petróleo de nuestro país.
En el
mismo sentido los estados dejan de ser actores colectivos, de representar a los
actores colectivos, a los ciudadanos, sin embargo, paradójicamente, todas las
formas políticas, las instituciones son la forma en que los ciudadanos pueden
agruparse para defenderse y hacer efectivo sus derechos.
Es
decir, que por un lado los neoliberales se han apoderado de las instituciones
políticas que van desde las universidades, los congresos, los periódicos y los
gobiernos de todo nivel para:
a)
Cambiar
todas las leyes y reglamentos para quitarle derechos a los individuos y
dárselos a las empresas y a los grandes capitalistas.
b)
Cambiar
todas las leyes y reglamentos para que todas las instituciones públicas dejen
de representar y ser guiadas por el interés público y sólo sirvan para
garantizar los monopolios y a veces la competencia entre las empresas.
c)
Para
por un lado subir los impuestos a los individuos y bajárselos a las empresas
para que éstas ganen más y aporten menos recursos para la supervivencia de la
sociedad en conjunto.
d)
Al
mismo tiempo bajan el presupuesto de gasto público para destruir los servicios
públicos obligando a privatizar todos los servicios, o sea obligando a la gente
a comprarles los servicios como la salud, la educación, la recogida de basura,
el abastecimiento de agua potable, etc. a ellos mismos.
e)
La
diferencia entre el alza de impuestos y la baja de gasto público o la desvían
en subsidios para las propias empresas, lo convierten en deuda pública para los
bancos, hacen rescates de empresas o bancos, o directamente se lo apropian
mediante todas las formas de corrupción.
f)
Al
mantener a los gobiernos, sobre todo a los municipales en un nivel bajo de
presupuesto público impiden que los gobiernos inviertan en obras necesarias
para la supervivencia social, en obras y servicios de bienestar público o
creación de empleos. De esta manera obligan también a que las dinámica
económica de una zona dependa totalmente de la inversión y los capitales
privados. Por lo que los gobiernos se ven obligados a hacer lo que sea para
“competir” en la atracción de tales inversiones. Esto casi siempre es mantener
bajos o bajar las prestaciones de todos los asalariados, mantener bajos o bajar
los salarios; reducir todos los impuestos que se cobran a los capitalistas y
empresas; reducir todas las regulaciones impuestas para cuidar la ecología y la
salud y seguridad pública. Y esto también facilita que sean los delincuentes,
los narcos, los únicos con dinero en efectivo en grandes cantidades, quienes se
apoderen de los gobiernos.
Lo que están haciendo
los neoliberales es romper las instituciones públicas y las instituciones
colectivas y destruyendo su efectividad o su capacidad efectiva de actuación.
Saben perfectamente que la única manera en que los ciudadanos, los empleados,
obreros, campesinos, pequeños empresarios y pequeños comerciantes, la gran
mayoría de la sociedad sólo pueden actuar uniéndose y generando iniciativas a
través de las instituciones democráticas que pueden partir desde la asamblea de
las comunidades, las escuelas, las fábricas, los sindicatos, hasta las
presidencias municipales o ayuntamientos, los congresos estatales, los gobiernos
estatales, los congresos nacionales y los gobiernos nacionales.
Es decir que los gobiernos y las instituciones o son
usadas por los grandes corporaciones para imponer sus políticas de explotación
o son las formas en que se ejerce el poder colectivo de la multiplicidad de actores
civiles de la sociedad para defenderse de esta expropiación, de este mal uso de
lo colectivo. Por lo tanto, por eso la cuestión clave es
a) ganar la dirección de estas instituciones
por parte de proyectos sociales mayoritarios dirigidos a lograr una vida digna
para los ciudadanos participantes y representados;
b) reconstruir y hacer funcionales las
instituciones democráticas para que representen a las minorías y sus intereses;
c) reconstruir las leyes en este mismo sentido;
d) administrar los recursos con ese objetivo primordial;
e) más que contratar
empresas para hacer las cosas, dar empleos y actuar “participativamente”,
haciendo a los ciudadanos parte de estas organizaciones y no usuarios o
clientes o consumidores.
Es decir, no basta con
que un representante de la sociedad gane una elección en cualquier institución,
necesitamos que recupere el sentido social de la misma reformulándola y
poniéndola en acción en el mismo sentido.
La Lucha por los territorios.
Como parte de esta
situación los estados neoliberales con sus nuevas legislaciones neoliberales les
dan derecho a las grandes empresas a reorganizar y usar los territorios locales
para su explotación sin límites. En México, ya un 30% del territorio nacional
ha sido concesionado a empresas mineras, el 80% de las reservas de agua
subterránea a empresas particulares y con la reforma energética, 80% de las
reservas petroleras probables.
Para ello también
privan de recursos a los gobiernos federales, estatales y municipales, para que
no puedan tener iniciativas propias, para que no puedan producir para sus
ciudadanos y que tengan que pedir recursos privados que sólo acuden a cambio de
concesiones en rebajas de sueldos, de controles ambientales y de
sobreexplotación de los recursos naturales. Para ello también los grandes
capitales y países promueven la generalización de las acciones de actores
paramilitares y delincuenciales que establecen un clima de violencia que
expulsa a la población y paraliza de miedo a quienes permanecen en el
territorio. En defensa de estos surgen
los movimientos sociales llamados territoriales, la mayoría de los cuales son
étnicos por la identificación de los pueblos originarios o indígenas con la
tierra. Para su defensa los pueblos generan instituciones colectivas que van
desde las autodefensas como las surgidas en Guerrero desde los años 90, las
autonomías como han surgido en Sudamérica y en Chiapas desde la misma época o
recientemente por ejemplo para evitar la construcción de la presa la Parota en
Guerrero y en Cherán, Michoacán para defender sus bosques, o ya desde la
revolución mexicana, una petición directa de Emiliano Zapata y el Plan de
Ayala, fue la del municipio libre, considerando a éste como una forma
inmediata, cercana de defensa de la tierra entonces, y ahora del territorio.
El contenido del
conflicto local en todas partes del mundo y de esta manera global es considerar
a la tierra como:
a)
Conjunto
de recursos vitales y practicas sociales y simbólicas relacionadas con ella
para la supervivencia de una población y sus descendientes en relación con sus
antepasados, por lo tanto sin límite de tiempo, conservando una calidad y forma
de vida específica o
b)
Conjunto
de recursos naturales (minerales, vegetales, paisajísticos, urbanos, etc.) que
pueden se pueden declarar propiedad de alguien para venderlos o que mediante un
pago o concesión de un gobierno o autoridad pueden ser apropiados para ser
apropiados, explotados y agotados en un tiempo corto (menos de un siglo), por
una o varias empresas que luego se irían a trabajar a otras tierras.
La disyuntiva es si “la
tierra” (usando la forma de hablar del anarquismo y zapatismo de principios del
siglo XX) sirve para mantener la vida de una comunidad humana arraigada en el
tiempo por una forma específica y propia de relacionarse con ésta. O su
destrucción por parte de una empresa. En este doble sentido que está
determinado por la visión de uso y relación con el espacio local es que hoy
hablamos de “territorios”.
No es sólo un paisaje,
no es sólo una tierra que puede dedicarse a unas u otras actividades
productivas como la ganadería, la plantación de frutos o para la producción
campesina y la pesca o el turismo, y no es sólo tampoco los recursos naturales
como la biomasa de los bosques, selvas, manglares, pantanos; o el petróleo, la
minerales que pueden extraerse del subsuelo, ni tampoco sólo los cuerpos de
agua, lagunas, ríos o acuíferos subterráneos que pueden ser utilizados como
base de negocios que den dinero a empresas extrayéndolos o usándolos: la forma
actual en que existen todos esos elementos y que están siendo aprovechados por
la población local implican una interacción, una relación que incluye la
historia del lugar y el pueblo y lo cultural, la forma cultural de la población
habitante.
Pero más aún, la mayor
parte de las veces se sobreponen o contraponen distintas formas de uso que
pueden ser contrarias o diferentes y su definición se da por una relación de
poder. Es decir que cuenta también el poder de decidir sobre todos estos
elementos significa una dominación, por lo tanto una acción política, un poder
político ya sea común y consensuado como puede ser un gobierno democrático de
una comunidad que funciona por asambleas, o un municipio que funcione con
elecciones; todo ese conjunto de lo natural en su forma actual, en su forma de
ser aprovechado y adaptado por la población local o por una o varias empresas o
habiendo eliminado a todos los anteriores una empresa; es un territorio, por lo
tanto, lo que en el siglo XXI llamamos territorio es un hecho cultural y
político constituido por los recursos naturales en la forma en que están siendo
aprovechados y conservados o destruidos por un actor social colectivo o privado
de acuerdo con sus instituciones políticas o económicas y de la manera que entienden
al mundo y buscan sus objetivos que es su cultura.
La forma actual, las
condiciones actuales de los territorios, de cada territorio, dependen de la
cultura de los actores sociales que imponen sus instituciones políticas y
económicas en el lugar. Por eso en el siglo XXI, la lucha por lo local es la
lucha por el territorio. Es la lucha de las empresas que buscan extender sus
territorios de extracción y explotación de recursos naturales y hasta de mano
de obra; contra las poblaciones que quieren vivir con la manera que ellos
definen su calidad de vida, es decir, por ejemplo, los habitantes de las
grandes ciudades prefieren tener cines y centros comerciales que vivir rodeados
de árboles y tener un aire limpio. Algunos pueblos fueron forzados, como Cerro
de San Luis en San Luis Potosí a que les arrasaran su cerro y a vivir en casas
prefabricadas y cobrar un sueldo a la mina que sacó oro 7 años y luego se fue
dejándolos sin cerro y sin sueldos. O es como Cacahuatán, Guerrero que
prefieren resistir políticamente y mantener su río y sus tierras de cultivo a
dejar que inundaran todo con una presa y mudarse a una colonia marginal de
Acapulco, y cómo son parte del mismo municipio de Acapulco, no tenían una forma
jurídica para defenderse y entonces generaron una “Autonomía”, un “gobierno
propio”. Y el caso de Cherán, Michoacán
que se declararon autónomos por que sus bosques estaban siendo destruidos por
la alianza de los delincuentes con los funcionarios públicos.
Ustedes pueden pensar
que esto pasa sólo en pueblos indios y pequeños. Pero no. Sí han leído el
períodico sabrán que las ciudades más importantes de Estados Unidos, los
ayuntamientos de las ciudades, los municipios, se han rebelado y resisten
contra las leyes de expulsión de mexicanos del gobierno de Donald Trump. Y más
aún la ciudad de Nueva York está demando a las empresas petroleras por los
daños a la salud que generan a sus ciudadanos y la mala calidad del aire debida
a sus productos; y al mismo tiempo está demandando a las empresas farmacéuticas
productoras de medicamentos que generan adicciones relacionadas con los
opiáceos que están detrás de la “epidemia” de adictos a la coca y la heroína.
De la misma manera deberíamos, por ejemplo, demandar a la industria alimenticia
que nos ha generado la “epidemia” de diabetes que se vive en casi todos los
países por los contenidos agregados en los alimentos industrializados.
En un caso más cercano,
el alcalde de San Pedro Cholula, Puebla ha presentado ante la Suprema Corte una
demanda de inconstitucionalidad de la nueva Ley de Seguridad Interior. Y otros
ejemplos de estos mismos conflictos por el cómo se vive en los territorios,
también pasa incluso, por ejemplo, en la Ciudad de México por la decisión de
instalar parquímetros que son aceptados hasta los domingos en la colonia Roma,
pero que en Coyoacán la gente se movilizó para rechazarlos, pasa lo mismo en
las colonias que aceptan la instalación de tuberías de gas natural y las que no;
o también con las declaraciones de pueblos mágicos que imponen reglas en zonas
específicas de algunas ciudades y pueblos que terminan quebrando los negocios
locales para que sean suplantados por franquicias de grandes empresas.
En este sentido la
nueva ley petrolera es muy dura y explícita: si una empresa petrolera de
cualquier país considera que es probable que en un terreno haya petróleo y
quiera hacer exploración, el actual propietario tendrá que vendérsela al precio
comercial que decida una oficina del gobierno.
Aquí lo que nos
interesa es que la forma en que los ciudadanos pueden defenderse tanto de las
empresas como de los gobiernos abusivos es mediante instituciones políticas
locales que defiendan el territorio y la vida. Ahí donde los gobiernos locales
por una razón u otra no representen a la población local es necesario generar
nuevas instituciones como pueden ser “los movimientos sociales”, “las autonomías” o nuevos municipios. Pero
además, también y sobre todo los pueblos indígenas, tal y como lo hicieron las
comunidades zapatistas de Chiapas y lo están haciendo los Wirrarikas o
Huicholes –y lo han hecho desde mediados del siglo pasado los pueblos de
Oaxaca-, estableciendo redes de solidaridad internacionales en donde otros
pueblos (como los Samis o Lapones de Suecia), otros municipios de otros países,
gobiernos de otros países e incluso instituciones internacionales del sistema
de la OEA o Naciones Unidas, y las ONGs de todo el mundo pueden apoyar de
muchas maneras en todo tipo de proyectos.
La Coyuntura de Vicente Guerrero, Centla, amenazas concretas:
a)
La
contaminación permanente de aire, tierras y aguas por la industria petrolera
desde los años 80. Derivado de esto, la baja de productividad de cosechas y
pesca ribereña. Recordemos que tierras y aguas han recibido 40 años de lluvia
ácida liberada por las baterías de separación, además de los derrames directos
de crudo a tierras y aguas. A principios de los años 90 fue tanta la
contaminación de la laguna Santa Anita, que la Secretaría federal de Medio
Ambiente la declaró “muerta”.
b)
Las
presiones por un lado de la inflación, sobre todo respecto al costo de
alimentos industrializados producto de la influencia de la economía petrolera
en el estado.
c)
La
reducción de la ocupación en los sectores agropecuarios y pesquero.
d)
Los
efectos de una urbanización cultural que genera expectativas que no da
condiciones para satisfacer sobre todo a la población joven.
e)
La
invasión y contagio de las condiciones de delincuencia imperantes en todo
Centro América desde Tamaulipas hasta Honduras.
f)
La
posibilidad de que sus tierras sean legalmente adjudicadas a las compañías
petroleras bajo las nuevas leyes de la Reforma Energética.
g)
La
posibilidad de sufrir fuertes efectos de las posibles inundaciones
catastróficas dado que el diseño del Plan Hidráulico concentra la salida de
aguas excedentes en la Laguna Santa Anita vía el Río Samaria-González y
mediante “las ventanas” de los ríos alimentadores del Grijalva a través de
Simón Sarlat y Chilapa.
h)
El
alza del nivel del mar por el calentamiento global y las lluvias torrenciales
por la misma razón.
La Opción de Ser Indígena:
Cada
vez más el “ser” indígena, ante las condiciones de integración social a la
cultura moderna de la sociedad mexicana, sobre todo vía educación y actividades
laborales, aparece más como una condición electiva, se puede aprovechar o no la
herencia cultural indígena aunque haya siempre elementos inconscientes que
persistirán y que de hecho más bien han penetrado al sector moderno de la
cultura mexicana. El ser indígena significa la oportunidad de tener una visión
de mundo particular específico que por supuesto se manifiesta sobre todo en el
manejo de una lengua, pero también en reconocer una herencia de cierta manera
de relacionarse con la naturaleza y de organizarse socialmente, de integrarse
en las familias y las comunidades, cosa que se manifiesta sobre todo en la
forma de los rituales religiosos y todo tipo de creencias simbólicas.
En
el rompimiento de los estados nacionales que significa la globalización, en
donde la relación se establece más entre regiones que entre países, la etnicidad
ha ganado una nueva proyección en 3 niveles:
UNO) haciéndose más importante las
territorialidades indígenas tanto en el sentido positivo de resaltar zonas
culturales diferenciadas, pero que al mismo tiempo, como el caso de los
pantanos tabasqueños, se trata de zonas ecológicamente importantes para su
conservación y desarrollo ecológicamente sustentable; como de espacios
susceptibles de apropiación y destrucción por parte de los procesos
empresariales de la economía extractivista de producción de minerales, de
producción de energía o de explotación turística.
DOS)
Y al mismo tiempo, esta globalización en tanto se trata de un sistema de
competencia de estas regiones, importan mucho para esta competencia las
condiciones diferenciales, las diferencias propias, las llamadas ventajas
específicas. En ese sentido, una cultura propia y única como la Yokotán, y un
ecosistema específico y único como son los pantanos de la llanura costera del
golfo, se convierten en elementos que pueden ser utilizados competitivamente
para generar actividades económicas gestionadas por la población local ya sea
individual o colectivamente.
TRES)
En la nueva economía la cultura se convierte en un valor económico de
desarrollo, y justamente lo que los pueblos indígenas tienen es cultura pero
además diferenciada. Aunque a nivel local y regional estén atrapados en un
sistema racista de menosprecio, como ocurre con la cultura yokotán, a nivel de
la sociedad global pueden encontrar el reconocimiento, solidaridad y socios y
promotores que pueden permitir incluso promover actividades que tengan un
sentido de ocupación para jóvenes y adultos mayores, o incluso económico en el
sentido lato de la palabra como está ocurriendo con pueblos de Oaxaca,
Guerrero, Jalisco, etc.
¿Cuáles serían estos elementos
culturales? Habría que hacer una recuperación en estos campos:
a) Las relaciones interpersonales, comunitarias e
intercomunitarias y el cuidado propio
b) Formas de relación con la naturaleza
c) Formas de producción de la realidad, de
sustentabilidad
d) Contenidos de identidad contra la anomia
-Lengua
propia
-religiones
y tolerancia
-etnohistoria,
historia local e historia oral.
-visión
de mundo
e) utopia
local
Todo
esto, como está ocurriendo en otras partes, puede convertirse en actividades
específicas tanto de solidaridad social directa para una autosustentación de
necesidades básicas fuera de los mercados capitalistas, formas de atención y
cuidado para los sectores más vulnerables de la sociedad y hasta en formas
directas de seguridad y autodefensa en un caso dado. Puede también convertirse
directamente o en base de actividades culturales y productos simbólicos que
pueden ser apoyados desde cualquier nivel institucional nacional o
internacional.
Pero
todo esto, en un mundo en el que ya no se trata meramente de gestionar apoyos o
recursos que vengan de otras partes o de los gobiernos, que se trata de poner
en marcha formas propias y a veces por necesidad o por mejoría, alternativas de
seguridad ciudadana, de atención a la salud, de nutrición, de educación, de
cuidado de ancianos, de actividades de jóvenes, pasa por la dimensión clave del
desarrollo:
El Desarrollo del capital Humano, educación y capacitación.
Esto
significa en imaginar y desarrollar formas de educación que lo mismo recuperen
los saberes étnicos tradicionales, como también desarrollar formas educativas
no dirigidas a buscar trabajo en el mercado, esas ya existen, sino a
desarrollar las técnicas, los conocimientos que permitan organizar actividades
que resuelvan las necesidades inmediatas de la comunidad y que si se logra
generar el nuevo municipio pueden ser apoyadas por esta institución, y si no, a
través de formas como asociaciones civiles. El inicio del desarrollo de estas
actividades puede darse desde las actividades indispensables en todo caso para
solicitar la creación de un municipio indígena como ha ocurrido recientemente
en Morelos, donde se crearon 3:
-Definición
de la territorialidad del nuevo municipio con base en la relación entre las
comunidades a través de sus actividades productivas, de sus relaciones
familiares, de sus prácticas rituales compartidas, de la lengua; etc.
-Definición
de todos los problemas de atención a la ciudadanía y trámites para hacer
efectivos los derechos ciudadanos y la construcción de infraestructura básica
que se resolverían con una nueva sede administrativa municipal.
-Definición
de los recursos generales con que se cuenta dada dicha territorialidad y las
posibilidades de impulsar acciones con sentido de desarrollo general y
económico como el turismo, el ecoturismo, el aprovechamiento colectivo de la
presencia de lagunas, playas y zonas arqueológicas por ejemplo.
-Definición
de necesidades de que tipo de especialistas, técnicos, profesionistas como
contadores, especialistas en pesca tradicional, piscicultura, comercialización,
turismo, etc. se necesitan no como sólo como formas de búsqueda de trabajo en
el mercado abierto sino en función de las necesidades que se detecten en el
nuevo espacio común.
-Recuperación
de todas las formas y contenidos culturales, sobre todo la historia oral que
refuerce el sentido de identidad local y regional.
-
Promoción de convenios con este objetivo con instituciones culturales, técnicas
y educativas de todo el mundo (dado el carácter indígena).
-Promoción
de acuerdo para el desarrollo de toda la zona indígena Yokotán desde San Carlos
hasta Nacajuca sin recurrir a las burocracias federales manipuladoras como la
CDI.