lunes, 19 de octubre de 2020

Comentario a una videoconferencia de investigadores menores de 40 años:

 Suponen que todo grupo movilizado que realizan una acción colectiva son un movimiento social y que por lo tanto tienen una utopía. Eso los lleva a afirmar que los de Frena tienen una utopía. Hablan mucho que los del 68 tenían una utopía (una sola y además el marxismo, lo cual es totalmente erróneo), cómo tampoco al hablar de movimientos como el de los 132 y otras protestas que definen igual como movimientos sociales como el antigasolinazo, pueden dar ningún detalle o evidencias de utopías. Más bien, al terminar de escuchar a los 8 participantes menores de 50 años, quedé convencido que no tienen idea de que es una utopía ni existe en su horizonte cultural. Hay ahí una reificación del concepto analítico, por ejemplo, de Hugo Zemelman que dice que hay que observar el contenido utópico de los movimientos y sujetos sociales, pero eso no quiere decir que por fuerza todo colectivo que realiza una acción colectiva tiene por fuerza una utopía (lo que además sería darle una aplicación teórica a una propuesta metodológica, justo lo contrario a lo que propone Zemelman). Y llama la atención cómo no se hace mención, ni siquiera implícita del goce y el placer, que era lo más evidente en los del 68 (quizás por eso sí eran utópicos). Y nadie menciona, lo que teóricamente con Melucci se hizo evidente: que un movimiento social significativo se distingue por la sensación de estar ya viviendo una situación diferente a la común o anterior. 

miércoles, 7 de octubre de 2020

La Inundación de Tabasco de 2007

Contexto inmediato, histórico y político de las inundaciones normales a la “extraordinaria”

En un de los estados costeros del golfo de México, Tabasco, entre los últimos 3 días de octubre y la primera semana de noviembre del 2007, ocurrió la mayor inundación de los últimos 44 años. Fue un fenómeno escandaloso porque cubrió 70% del territorio estatal total y de la propia capital, Villahermosa, una moderna ciudad de medio millón de habitantes que tiene como característica el estar rodeada de ríos que bajan de los valles centrales y sierras del norte de Chiapas.

Después de atravesar cuatro de las más grandes presas hidroeléctricas de México, el Mezcalapa-Carrizal (que en Chiapas se llama Grijalva) la abraza por el oriente y el norte. Desprendido de éste pasa por el Sur el Río Viejo que se une al río de la Sierra antes de que éste entre a Villahermosa. Este último río baja de las sierras del norte de Chiapas sumando al Pichucalco y al Teapa, y con el nombre también de Grijalva pasa frente al centro de la ciudad, su antiguo puerto, la divide de la zona de las colonias La Manga y Gaviotas y luego apenas terminada la ciudad, recibe al Carrizal y 20 kilómetros adelante, después de recibir al Chilapa y Chilapilla (que a su vez vienen del Tulijá y el Puxcatán de la zona selva de Chiapas), se le suma el río más caudaloso de México: El Usumacinta, casi sólo para desembocar inmediatamente en el Golfo. De hecho dos tercios del estado de Tabasco, 19 250 de 25 267 kilómetros cuadrados, no son sino la llanura aluvial inundable del delta de estos ríos que desaguan un tercio del territorio de Guatemala y dos tercios del de Chiapas sumando una cuenca conjunta de 84 000 kilómetros cuadrados con un escurrimiento anual de 116 500 millones de metros cúbicos equivalentes al 28% del total nacional (Ver figura 1). Villahermosa, antiguo puerto fluvial desde el siglo XVI hasta mediados del XX, es una isla a la que sólo se puede acceder por puentes y bordos como el del paralelo 18 sobre el que corre la carretera Cárdenas-Villahermosa-Macuspana-Escárcega.

1CRIM. UNAM rui@servidor.unam.mx

Rodolfo Uribe Iniesta1

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 Figura 1: Llanura Aluvial Sur del Golfo de México. Elaboración propia.

La inundación provocó un estado de emergencia oficial federal que se extendió por 3 meses, desde el 30 de octubre de 2007 hasta que a este nivel fue suspendido por el director de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) el 7 de febrero del 2008. Pero el gobierno estatal la prolongò indefinidamente luego de que el 18 de febrero se anunció que no se podían desfogar normalmente las presas a causa del cerro que cayò el 4 de noviembre sobre el Alto Grijalva formando una cortina “natural”, y por pronósticos de lluvias atípicas para el próximo mayo. Esto significa que la gente seguirá tratando de recuperar su ritmo de vida cotidiano en la ciudad amurallada por bordos de sacos de arena de 3 metros de altura en ríos y lagunas amenazada por la incertidumbre de una presa “natural” que estorba el manejo del sistema de 4 grandes presas del río cuyo objetivo había sido reducir el territorio inundable en la planice y producir energía eléctrica (Ver figura 1 y Colín y Pedrero, 1963). Además, como luego de la inundación se cerró totalmente el flujo de agua, los paredes naturales de los ríos Samaria y Carrizal se vinieron abajo con todo y las bardas de cemento construidas sobre ellas luego de la inundación del 99. A pesar de que el este 1 de septiembre Conagua dice haber reconstruído estos bordos, al comienzo de la nueva temporada de lluvias de 2008 la gente está esperando que ocurra una nueva inundación.


Esta situación de cambio estructural del relieve y condiciones del sistema hidrológico en el corto y mediano plazo histórico, no es novedad en una llanura aluvial geológicamente joven como Tabasco: la población indígena yokot’an (chontal) habla de la creciente de 1981 como “la inundación que nunca bajó”, porque los cuerpos de agua ocupados en aquella ocasión no

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recuperaron su habitual dinámica de alza y baja estacional habitual . Y aún antes, en 1932,

su región, la Chontalpa Chica u Olla de la Chontalpa, se convirtió en una zona de alta inundabilidad cuando tras la inundación de ese año se cegó en parte el Carrizal y generó un nuevo río derivante llamado Samaria; situación que se corrigió un poco en la inundación de 1940 con una nueva derivación de parte de este río hacia el Medellín y de ahí al Grijalva (Tudela, 1989:117). Y de hecho todo el sistema ha estado trastocado por la intervención humana desde que en 1675 se desvió el Grijalva de su antigua desembocadura sobre lo que ahora se conoce como Río Seco en el ahora Puerto de Dos Bocas, Paraíso, para dirigirlo al Occidente y unirlo a la altura de Villahermosa con el Río de la Sierra. El objetivo entonces fue cerrar el acceso a las incursiones piratas.

Sin embargo la situación actual extrañó a la población local en una zona donde acostumbraba a llover semanas enteras entre julio y enero, incluida la presencia ocasional de huracanes, cuando en esta temporada en realidad sólo se tuvieron 4 “nortes fuertes” o frentes fríos que ocasionan lluvias por 2 o 3 días, y otro más en agosto relacionado con el paso del huracán Dean. Antes de la inundación a Tabasco la catástrofe metereológica se había dado a nivel nacional con eventos como los huracanes Henriette y Dean y la tormenta tropical Félix que dejaron pérdidas calculadas en 150 millones de pesos con condiciones que hicieron que en agosto la media nacional histórica de lluvia acumulada de 136.6 milímetros

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Pero sobre todo, desde 1999, la condición “extraña” de estas inundaciones se da en comparación con lo ocurrido en septiembre-octubre de 1995 cuando pasaron sobre Tabasco los huracanes Opal y Roxanne. Este último después de ingresar al Golfo de México se regresó a los dos días, así que de hecho pasaron 3 huracanes en una temporada. Aunque entonces la inundación fue catastrófica a nivel rural y se reportaron 5 muertos y 100 mil afectados4 en el primer caso y 180 mil damnificados en el segundo; no tuvo efectos mayores sobre Villahermosa más allá de la anegación anual de las colonias de zonas bajas. Es decir,

2V? er Uribe y May, 2000 y Uribe 1999 y 2003.

3V? er La Jornada, 10 de septiembre, 2007. p.37. 4V?er Velázquez, 2001,p.53.

fuera superada llegando a los 1794.

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que los pobladores de la región comparan la inundación producida por el paso de 3 huracanes en una misma temporada, con las fuertes ocurridas por meros frentes fríos (“nortes”) en 1999 y 2007. Velásquez (2001) demuestra que la diferencia entre 1995 y 1999 fue que en el primer caso llovió más en la planicie que en las sierras de Chiapas por lo que las presas siguieron turbinando normalmente para producir electricidad a pesar de que la presa Malpaso tenía “niveles altos al inicio de los meteoros” (2001:59). Podemos agregar al caso de 1999 el de 2007, viendo que la diferencia en el contexto de la afirmación de Velásquez es que desde 2003 existe en la región, en el municipio de Palizada, Campeche justo en la frontera con el de Emiliano Zapata, Tabasco, una planta privada de producción de

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energía eléctrica de la compañía canadiense TransAlta (gas y diesel, 250 MW) , y que a

nivel nacional ya un 35% de la producción de energía eléctrica la realizan plantas privadas.

El evento actual no se presentó solo sino que estuvo precedido el 23 de octubre por otro “incidente” petrolero más en la larga historia de estos hechos en la región: ocurrió el primer accidente grave en una plataforma petrolera de alta mar, resultando el más mortal de todos, con 20 muertos. Sucedió cuando por primera vez en la memoria de la población del golfo de México no fueron desalojadas las tripulaciones de las plataformas marinas y además se realizaron maniobras, justo en el norte (o frente frío) anterior al de la inundación. Para la memoria local esta contingencia no aparece como un hecho aislado y excepcional aunque sí extraordinario por su magnitud, dado que apenas revisando la historia reciente lo encontramos como continuidad de una serie interesante de hechos que responden tanto al carácter natural de la llanura aluvial, como a su transformación reciente en zona permanente de riesgo por la intensidad de la intervención tanto de la infraestructura como de la actividad industrial.

En este punto simplemente cabe señalar el hecho que apenas desde hace tres años comenzó a haber “crecientes” que anegan las partes habitualmente inundables del estado y la capital en enero (y no en octubre-noviembre o los antes tradicionales nortes de Santa Lucía y navidad en Diciembre), siendo que se comenzó el año el día primero y 16 de enero con inundaciones en comunidades y colonias de los municipios de Centro y Cárdenas, por una parte. Y por la otra, que en los últimos 3 años han ocurrido 9 derrames o explosiones de

5?Ver http://www.transalta.com/transalta/webcms.nsf/AllDoc/462D E4D2E047A71A872571930075F207?OpenDocument

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petróleo de oleo o gasoductos en territorio tabasqueño . Aunque contando desde 2004 y los

accidentes industriales internos serían 12 acontecimientos desde 2004 con un saldo de 11

muertes y 31 heridos graves según el Comité de Derechos Humanos del Estado de Tabasco

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(CODEHUTAB) . Los últimos de ellos en tierra el 21 de enero y el 24 de abril de 2007. Y

respecto a estos últimos llama la atención la irresponsabilidad de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que cada vez que es sancionada por la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA) por estos hechos automáticamente evita el pago de multas8; en sus trabajo no respeta los lineamientos ambientales ni en la zona declarada Reserva de la Biósfera9; y desde 1991 rechaza investigar la aparente relación entre sus actividades y una alta incidencia de leucemia a nivel rural en los municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán y Macuspana10; y ni hablar de efectuar acciones preventivas o correctivas de estos daños. Esto sin considerar además que desde hace años vierte en la región 1 012

11 toneladasdetóxicosdiariosalaatmósfera .

Para mayor coherencia histórica, como se venía dando ya desde los tiempos de los registros y profecías calendáricas mayas de los Chilam Balam, y como en el mayor desastre registrado en la historia de Tabasco, las inundaciones de 1804-1805 que resultaron en una

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hambruna terrible que conmovió a la sociedad virreinal , el año también comenzó con una

13 plaga, esta vez, controlada, de langosta que llegó desde la península de Yucatán . Y

curiosa, pero hecho muy importante a resaltar, se reportó una extraña sequía que desecó

hasta el 60 a 75% de los mantos acuíferos de la Chontalpa Chica y afectó el suministro de

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agua potable en la región del Río de la Sierra en junio . Como si faltara algo el 19 de

noviembre se dio un temblor inexplicable de 4.5 grados en escala Richter con epicentro en el municipio de Cunduacán que la gente relacionó con el igualmente no explicado temblor sentido en Villahermosa el 14 de marzo de 2005. Y finalmente, para confirmar la hipótesis de 1897 de José Narciso Rovirosa (1945), este 2007 hubo manchas solares.

6V?er periódico Tabasco Hoy, 2 y 22 de enero, 2007. 7V? er La Verdad, 9 de febrero de 2007.

8V? er Tabasco Hoy, 26 de diciembre, 2006.

9V? er Tabasco Hoy, 11 y 12 de febrero, 2007.

10V? er Milenio Tabasco, 12 de febrero, 2007 y Uribe, 2003.

11 563 tons de contaminantes (bioxido de azufre, azufre y cromo), en el norte de Chiapas 421 y este de Veracruz 28. La fuente son los complejos procesadores de gas, 3 de los cuatro se encuentran en Tabasco. Fuente: “Diagnóstico de los Efectos Ambientales de la Industria Petrolera Asociados a la Región Sur de México” encargado al instituto Battelle, Universidad Nacional Autónoma de México e Instituto Mexicano del Petróleo. Ver Milenio Diario, 6 de octubre, 2006.?

12V? er Canudas, 2000, p.158 y s.s. Según otra fuente la memoria local consideraba a fines del siglo XIX a la de 1820 “el diluvio grande” como la mayor de todas (Rovirosa, 1945:47).

13V? er Tabasco Hoy, 5 de enero, 2007.

14V? er Tabascoy.com 3 de junio, 2007.

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Sin embargo, en todo este contexto la extrañeza frente a la experiencia local y la memoria histórica se debió a que, como nos lo dice mucha gente de Villahermosa: “fue una inundación extraña, fue una inundación con corriente, con fuerza, mucha velocidad y con demasiada agua. Nunca una inundación había subido tanto ni tan rápido”. Estos tres elementos, velocidad, corriente y cantidad tienen convencida a la población local que fue una inundación artificial o extraña que no sólo se diferencia de otra inundación considerada “política”, como la de 1999, sino de todas las anteriores por estos factores.

Desde un principio se desató una contradicción entre la percepción y la explicación del fenómeno entre el gobierno y la población locales contra el gobierno federal, dado que éste ha querido explicarla como un fenómeno natural inevitable, y como semejante cuando menos a la de septiembre de 1999; pero para la experiencia de la población local el único punto de comparación entre las dos es que dado el control que se tiene con un sistema de 4 enormes presas sobre el Grijalva, en ambos casos se piensa que la inundación no fue un hecho natural, o de hecho tuvo causas “políticas” por los contextos en los que ocurrieron. Las supuestas causalidades políticas podrían presentarse en dos niveles: el nivel electoral por que en ambos casos 1999 y 2007, uno previo a las elecciones y otro como revancha, existen candidatos o precandidatos presidenciales de origen tabasqueño; y el otro nivel es más estructural y tiene que ver con los eufemísticamente llamados “cambios estructurales”, que básicamente tienen que ver con la privatización de la producción energética. De hecho estos elementos se mezclan cuando las reivindicaciones populares tabasqueñas rurales y urbanas desde hace 30 años se deben al daño ambiental, altos precios de energía y altos niveles de marginación social y pobreza en una zona que en este período produjo la mayor parte de

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electricidad, petróleo y gas del país , considerando además que Villahermosa funciona

como lugar central no sólo para el estado sino para el norte de Chiapas (Hidroeléctricas y plantas petroquímicas) y occidente de Campeche (petróleo en lecho marino de la plataforma continental). De hecho viven en Villahermosa la mayor parte de las familias de quienes trabajan en estos complejos industriales: hidroeléctricas (2 de las 4); petroquímicas (2, Cactus y Nuevo PEMEX) y en las plataformas petroleras costeras y de alta mar de la Sonda de Campeche con base en Ciudad del Carmen.

15A?ctualmente en Tabasco se producen 519 mil 593 barriles de crudo por día y 483 mil 610 millones de pies cúbicos de gas natural por año (ver Galván Ochoa, 4 de noviembre, 2007).

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Ante la falta de respuestas ambientales y de política pública, estas demandas se canalizaron desde 1988 en movimientos electorales que agrupados básicamente en torno a un partido político han reclamado, y, en casos como 1994 y 2000, demostrado infructuosamente, haber

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sido objeto de fraudes electorales . Como parte de este movimiento social surgió una

actividad de resistencia civil que fue negarse desde 1999 a pagar la electricidad. Y justo antes de la última inundación, el 12 de octubre, el presidente Felipe Calderón, que fue declarado ganador sobre los tabasqueños Roberto Madrazo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció en Tabasco una fórmula para acabar con la “resistencia civil” y la deuda de electricidad. En ésta el gobierno del estado pagaba la mitad, 1 550 millones de pesos, y los usuarios deudores (300 mil) la otra mitad en un plazo de 5 años con un descuento de 20% a

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casas de bajo consumo (sin aire acondicionado) . Sin embargo, a pesar de una amplia

campaña mediática del gobierno estatal para agradecer el acuerdo, esta fórmula produjo un gran malestar tanto entre la población en general como entre los funcionarios del gobierno estatal porque no respondía al reclamo de equidad que motivó las movilizaciones, porque el descuento es menor al que reciben los estados del norte de la república desde hace decenios, y porque todo mundo entendió que se trataba de quitarle presupuesto al gobierno estatal. De hecho en 2007 Tabasco recibió de la federación 5% menos que en 2006. Y en las negociaciones para el 2008, la participación estatal había sido severamente reducida: en junio el gobernador se quejó de que le habían recortado 7 mil millones de pesos. Destaca entonces que luego de la desgracia el presidente anunció la creación de un fondo especial para la reconstrucción de Tabasco justamente por 7 mil millones de pesos (Ver la Jornada, 8 de nov., 2007). Finalmente el 11 de enero de 2008, Calderón anunció que se anulaba la deuda de todos los que comenzaran a pagar puntualmente. Lo que no se consiguió fue una tarifa preferencial para la entidad –semejante a la que tienen en verano los estados del norte del país- como lo exigía el PRD. Sin embargo, para mediados de 2008 CFE no había cumplido con ese acuerdo, ni con el nuevo apoyo prometido durante la inundación, cobrando tarifas excesivas incluso cuando no hubo energía en la primera semana de noviembre, al grado de que en agosto de 2008, el propio gobernador le propone a la población que deje de pagar a la CFE.

16En 1994 una comisión de diputados reconoció la ilegalidad de la elección, p ero ésta no fue anulada; y en el año 2000 el Tribunal Federal Electoral declaró ilegal la elección y fue repetida en 2001.

17V? er “Fin a Resistencia. Baja Tarifa de Luz. Segunda Visita de Calderón al Estado”, El Heraldo de Tabasco, 12 de octubre.

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Otro elemento más que generó desconfianza y en el imaginario de la gente sostiene la posibilidad de una motivación política para inundar Tabasco fue que a partir de junio, el gobierno federal panista se dedicó a amenazar a la ciudad de México, con la posibilidad de

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una inundación, que sería la mayor catástrofe de la historia de México , por el supuesto

desinterés e irresponsabilidad de los gobiernos perredistas que justamente estaban celebrando 10 años en el poder en la ciudad. La campaña sonó más estrictamente con sentido político porque precisamente en este período ha habido menos inundaciones en la

19 capital y las ocurridas en el Valle de México han sido en territorio del Estado de México . De

hecho, Felipe Calderón llegó a afirmar que las inundaciones de septiembre en Veracruz, se

20 debieronalafaltadeobrasenlaCiudaddeMéxico .

En el ambiente ha estado presente también la anunciada decisión del gobierno federal de llevar finalmente a cabo la apertura total a la inversión extranjera a la industria petrolera y de producción de electricidad, que incluso hoy se sabe involucra el interés personal del presidente Felipe Calderón, responsable como Secretario de Energía en 2003 de 31 concesiones para producción privada de electricidad y cinco Contratos de Servicios Múltiples en materia petrolera a favor de empresas trasnacionales que han sido impugnados por

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anticonstitucionales por la Auditoria Superior de la Federación . En los últimos 30 años el

estado se ha caracterizado por la fuerza de sus movimientos sociales contra el impacto de la explotación petrolera, pero al mismo tiempo contra la corrupción en su manejo y contra su privatización. La inundación y el estado de emergencia indefinida también puede interpretarse como una estrategia de quebrar la capacidad de resistencia de la sociedad local. En este sentido se pone como ejemplo el caso del gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas y su padre Cuauhtémoc, dirigente histórico del PRD, ahora favorables a la privatización petrolera y que avalaron la elección de Calderón, luego de dos años de una crudísima violencia regional de parte del narcotráfico, que incluyó el asesinato del administrador de los ranchos del gobernador y de su jefe de policía y mejor amigo.

En el mismo sentido abona la experiencia de que el partido en el poder utiliza las catástrofes y crisis para impulsar cambios estructurales. Por ejemplo el cambio constitucional para explotar privadamente el metano de las minas de carbón luego del accidente que costó 62

18?Ver “Amenaza Al DF la Peor Inundación, Alerta Calderón”, La Crónica, 27 de junio, 2007.

19V? er “Exige GDF a Conagua Terminar con Campañas Negativas contra la Ciudad”. La Jornada, 27 de octubre, p.34. y “Destinarán $250 millones para Rehabilitar el Drenaje Profundo. Id., 29 de octubre, P.42.

20V? er “Inundaciones en Veracruz, por Falta de Obras en DF: Calderón”, La Jornada, 21 de septiembre, de 2007. 21V? er Jesusa Cervantes, “Entreguismo Energético” en Proceso 1635, 2de marzo, 2008.p.18.

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vidas en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila en febrero de 2006, o la privatización de la basura en Cuernavaca, Morelos luego de una crisis en octubre del mismo año. Desde el primer momento se destacó el uso mediático de promoción personal e institucional que hicieron de la inundación tanto el propio presidente Calderón como las empresas televisoras y dirigentes empresariales. El Congreso apresuró la aprobación de una ley contra el uso de la autopromoción personal de los funcionarios públicos y su primera aplicación fue contra

22 estacampañadeCalderón .

Finalmente, otra hipótesis más débil y relacionada también con el contexto de la desregulación que conlleva la modernización neoliberal apunta a errores técnicos por inexperiencia o competencia por el desplazamiento de los equipos técnicos históricos con visión desarrollista y de servicio social, así como la subrogación de actividades de estrategia, diseño y operación a equipos de empresas privadas, y la progresiva desregulación. De alguna manera aquí se equipara el hecho de la enorme torpeza de no evacuar y detener las actividades en las plataformas petroleras en un norte por primera vez en 30 años de actividades en la zona, con un posible mal manejo de las presas fruto de un criterio semejante basado en la mera rentabilidad y no la seguridad.

En todo caso se trata por una parte:

a) de la problemática que Beck23 ha delimitado como el que siendo tan grande ya la

intervención de la infraestructura humana sobre el paisaje difícilmente podemos

considerar ningún accidente como “natural”.

b) Y por otra parte de la discusión de lo ambiental que en un momento dado del perenne

conflicto de las afectaciones petroleras en el estado, el exdirector general de PEMEX, Adrián Lajous (1996), definió como una brecha entre las percepciones sociales de la población respecto al impacto de las actividades industriales y el impacto real. Con esta definción y con las que oficialmente han manejado los diferentes agentes del gobierno respecto a la catástrofe del 2007 llama la atención como cumplen al pie de la letra lo que afirmó Beck (1988:64) desde 1986 sobre el conflicto que se establece entre la definición técnica de los riesgos que siempre busca desaparecerlos o minimizarlos además de establecerse como única definición posible, con lo que la opinión, experiencia y memoria pública es descalificada como un mero problema de

22V?er Víctor Ballinas y Andrea Becerril, La Jornada, 14 de noviembre, 2007.

23 “A finales del siglo XX la naturaleza está sometida y agotada, y de este modo ha pasado a ser un fenómeno dado a ser un fenómeno producido. Como consecuencia de su transformación técnico-industrial y de su comercialización mundial, la naturaleza ha quedado incluida en el sistema industrial”. (Beck, 1998:13).

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mala información y falta de formación técnica para la comprensión de los procesos. Aunque luego en el transcurso del tiempo igualmente pueden aparecer las consecuencias negativas previstas.

La inundación y todo su correlato tuvo una asfixiante cobertura mediática que automáticamente puso el acontecimiento en el centro de las discusiones políticas tanto por la sobreexposición y proyección que se le dio al gobierno federal y al presidente en lo personal, como por la relevancia que se le dio a la “asistencialidad” privada. Incluso llegó a plantearse una confrontación entre el gobierno ol cal y las empresas televisivas y los bancos, porque éstos últimos se negaron a entregar las aportaciones al gobierno local a pesar de que se formó un “Comité de Reconstrucción” donde aparecen directamente representados por sus familiares los principales holdings nacionales en una fotografía muy parecida a la del grupo que públicamente financió y apoyó la campaña y calificación electoral favorable de Felipe Calderón. Las compañías mediáticas (Televisa y TV Azteca) prefirieron entregar directamente sus aportaciones a la población (TV Azteca reportó haber recibido 47 millones de pesos); mientras los bancos hasta febrero de 2008 siguen reteniendo el dinero e intentan hasta la fecha condicionar su entrega a condiciones como el traslado de la capital estatal a otra parte; y algunas otras grandes empresas informan la cantidad de lo recaudado y donado, pero no como fue utilizado (por ejemplo Wall Mart habla de 2.5 millones de dólares). No sólo las compañías desconfiaron del gobierno estatal, en el Distrito Federal mucha gente en lugar de acudir a la representación del gobierno tabasqueño para hacer sus donaciones, acudió a las oficinas del gobierno local perredista o directamente a las oficinas del Partido de la Revolución Democrática y señaladamente a las de su excandidato presidencial tabasqueño. Ante esto el gobierno del Distrito Federal envió sus propios camiones, pero declarando que toda la ayuda ha sido monopolizada por Villahermosa, los mandó a los cinco municipios estatales gobernados por sus correligionarios, lo que provocó un conflicto interestatal al ser detenidos en Tabasco y arrestados los policías que los escoltaban. De hecho, los funcionarios de gobierno estatal declaran que las mayores ayudas seria fueron recibidas de los gobiernos de Puebla, Veracruz, Distrito Federal, de Petróleos Mexicanos, el ejército, la marina y las diversas iglesias católicas y cristianas. Mientras hasta febrero de 2008 no se habían recibido los apoyos del Fondo Federal para Desastres Naturales (FONDEM) y consideraban que las reglas expedidas para su ejercicio lo hacen inutilizable.

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Riesgo, clima y ecología como experiencia/memoria colectiva y argumentación política.

Durante el último tercio de 2007 la noosfera mediática de México estuvo saturada por las

noticias relativas a la “catástrofe” ocurrida en Tabasco. El presidente Felipe Calderón la

calificó como la peor tragedia vivida en Tabasco a pesar de que oficialmente no hubo

muertos. Si bien para principios de diciembre, mientras el gobierno federal nunca los

mencionó, el gobierno estatal reconocía la existencia todavía de 48 desaparecidos (en los

días del caos inicial de los desalojos llegaron a ser alrededor de 2 000 que eran llamados por

la televisión estatal, y el 20 de noviembre el gobernador reconoció 28024). Se dijo que no

podría aclararse la cuestión hasta cerrar los últimos de los albergues. Salvo uno25 éstos

cerraron el último día de enero de 2008 y no se dio ya ningún informe sobre desaparecidos.

Sin embargo, el procurador estatal, al presentar a 64 saqueadores detenidos, reconoció el 7

de noviembre que durante la semana que llevaba la contingencia se habían dado 17

decesos pero que eran “por imprudencia de personas ebrias y especialmente una por crisis

asmática, pero ninguna ahogada por lo que no había muertos vinculados con las

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inundaciones” . En el mismo sentido se difundió el caso de una señora encontrada muerta

en su casa al bajar el agua en el centro de la ciudad, pero al ser la causa de muerte un golpe y no “ahogamiento”, el mismo procurador declaró a los medios electrónicos que no se debía a la inundación. En resumen se hizo evidente el esfuerzo por negar u ocultar posibles decesos mientras a nivel local circulan toda clase de “leyendas urbanas” sobre el particular.

La inundación se vio complicada y el estado de emergencia extendido por la caída del cerro en el Alto Grijalva que formó un dique tan efectivo que 3 meses después sólo se ha podido perforar un canal mediano para ir desfogando todo el sistema de presas y que incluso en febrero del 2000 Conagua ya le adjudica el nombre de Rómulo Calzada como si se tratara de otra presa más. El cerro caído arrasó con el ejido de Juan de Grijalva dejando 29 muertos debidos según informó el gobernador de Chiapas a un “tsunami” de 60 metros del agua del

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río levantada por el cerro . Sin embargo, el hecho de que los sobrevivientes reportaron

haber escuchado explosiones, el tajo simétrico y recto del deslave y su buen funcionamiento como nueva presa, convenció a la población de Tabasco, a una amplia parte de la opinión

24V?er Tabascohoy.com, 20 de noviembre.

25E? l del Centro Centro Recreativo Municipal que alberga todavía a mediados de febrero a gente de las zonas más bajas de la ciudad cercanas a la confluencia del Río Viejo y el de la Sierra.

26V? er el Heraldo de Villahermosa, p.51, 8 de noviembre, 2007.

27P? rimer Informe de gobierno. Juan Sabines, gobernador constitucional de Chiapas.

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pública nacional y a varios técnicos que se trató de un derribo intencional por parte del gobierno (ver figura 2).

Figura 2: Foto de Satélite del “Caído o Tapón del Alto Grijalva o Presa Rómulo Calzada”. Fuente: Patiño Ruíz et al. 2007.

Lo interesante es que, lo que comenzó como un fin de semana de los llamados en el Golfo “nortes” normales, es decir 3 días de alta precipitación continua como producto de un frente frío, nada de que preocuparse en comparación con un huracán pero causa de inundaciones normales en las partes bajas del Estado, se convirtió en la mayor conmoción vivida por la gente de la capital del Estado con el mayor grado de afectación patrimonial. Y que, en las encuestas de los periódicos y medios electrónicos locales, como la del Tabasco Hoy, por ejemplo, al igual que ocurriera ya en la inundación de 1999, la gente calificó a la inundación de “provocada” por las agencias federales responsables del control del sistema de presas: la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Conagua. Encargadas según la gente tanto de generar electricidad como mantener el aprovisionamiento y control de los recursos hidráulicos. En cada entrevista, sus directivos actuales, en cambio, definen sus prioridades como la de “crear el mercado” de energía o del agua según los mandatos institucionales que

28

28Ver por ejemplo entrevista a Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad, La Jornada, 2 de febrero de 2008, p.21.

les han dado los dos últimos gobiernos federales

por el candidato que la mitad de los mexicanos consideran que, como en el caso de Kenia en enero de 2008, realmente ganó las elecciones en julio del 2006, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, incluso presentó una demanda contra la CFE porque de acuerdo con

. El principal partido opositor encabezado

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él la inundación se debió a que ésta mantuvo las presas demasiado llenas para el período de lluvias, en comparación a como se mantenía otros años, porque no turbinó para producir electricidad para no sacar de la línea de distribución a las empresas privadas a las que le compró energía por adelantado en contratos de 15 a 25 años. Al recibir la demanda la Procuraduría Federal de la República, en lugar de plantear la posibilidad de investigarla como sería su obligación legal, el subprocurador que la recibió, José Luis Santiago Vasconcelos, la descalificó el mismo día que se entregó, declarando que las inundaciones son “un hecho fortuito del que ningún funcionario puede ser responsable” y que era un

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A su vez el presidente repitió textualmente los argumentos para explicar la inundación de 1999: “ocurrió la mayor precipitación pluvial en medio siglo y la creciente del río Usumacinta combinada con la marea alta provocada por la luna llena, taponeó la salida del conjunto de ríos comúnmente llamados Grijalva”. Sin embargo, para los habitantes de Tabasco algo fue evidente y ese es el mayor motivo de la alarma que mantienen hasta hoy: esta inundación no fue igual a la de 1999 y mucho menos fue como las “crecientes” e inundaciones tradicionales. Y resulta muy interesante seguir la transformación de las explicaciones oficiales de la inundación que ya para enero y febrero de 2008 terminan culpando a la propia ciudad de Villahermosa de la misma. Por ejemplo, el 2 de febrero de 2008 el director de la CFE declaró que “las presas de la CFE están diseñadas para resistir la lluvia más fuerte que se presente en un período de 10 mil años...Donde hay que tener acciones más contundentes, más claras, es en las zonas aguas abajo en las ciudades”. Y explayándose, cuando se le preguntó qué pasó en Tabasco y Chiapas explica:

“Aguantaron las lluvias. Malpaso y Angostura, que son las presas grandes; aguantaron todas las lluvias y almacenaron 3 mil millones de metros cúbicos de agua; de hecho, Peñitas está diseñada para soltar 20 mil metros cúbicos por segundo y solamente soltó 2 mil. Pero lo que no está preparado para aguantar lluvias más fuertes son todos los asentamientos cerca de los ríos en muchos lugares del país. Son asentamientos que están en zonas federales de manera irregular. No es chamba de la CFE, sino de ordenamiento urbano, principalmente de la CONAGUA, de los estados y de los municipios.”30

29?Ver Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 16 de noviembre, 2007. p.10. 30Misma entrevista.

intento más “por agarrar la ley como instrumento de negociación política y chantaje”.

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Un señalamiento inmediato que podría hacerse a estos argumentos de Alfredo Elías Ayub es

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que olvida –como ya lo aclaró un periodista local - que no sólo se inundaron los

asentamientos irregulares y los nuevos fraccionamientos como en 1999; sino que ahora lo

que llegó a tener entre un metro y un metro ochenta de agua fue el propio centro histórico de

la ciudad, lo que contradice totalmente su afirmación. Pero además contradice totalmente el

anuncio dado el 4 de noviembre de 2007, es decir 5 días después de iniciada la inundación,

por el superintendente de la presa Peñitas que anunció que “para evitar que colapse la

hidroeléctrica Peñitas y provoque daños mayores” desde ese día aumentó su desfogue a 2

mil metros cúbicos de agua por segundo previendo que esa situación continuaría al menos

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15 días más . Y por supuesto parece ignorar que en 1999 se implementó la colocación en

las presas La Angostura y Malpaso, “de un parapeto de acero en la parte superior de las compuertas de los vertederos con el fin de proporcionar de manera emergente un volumen adicional de almacenamiento, que, según se dijo, llegó a los mil 600 millones de metros cúbicos” (Velásquez, op cit, p.83).

También fue una sorpresa que en una comparecencia ante senadores, el director de la

Conagua, José Luis Luege, declaró algo que nunca se había dicho: que en la inundación de

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1999 habían muerto 600 personas . Por el contrario, el entonces presidente Zedillo había

declarado que a diferencia de los otros 4 estados inundados en aquella ocasión, en Tabasco no había habido decesos.34 Velázquez (op cit. p.84), considerando electrocutados y los muertos por la horrible riña dentro del penal de Villahermosa, contabilizó en 40 decesos el efecto de esa inundación.

Y finalmente no deja de llamar la atención que, tratando de explicar el accidente ocurrido en la Plataforma Usumacinta y el pozo Kab 101, el director general de PEMEX, por su parte, dijera que “la naturaleza pudo más que todos los mecanismos de seguridad” y “que las condiciones climatológicas tuvieron un cambio extraordinario”35 ; mientras el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales culpaba del accidente al cambio climático porque las olas de 12 metros que azotaron la plataforma superaron los stándares y sistemas de

31Víctor Manuel Sámano, “Tabasco Vive, la Emergencia Sigue: CFE-CNA”, Ventana Sur.com. 25 de enero, 2008. 32Luis Toribio Martínez, Superintendente de Peñitas, dando el anuncio, ver “Hidroeléctricas Incrementan Inundaciones en Tabasco” en http://lavoz detortel.patagones.cl/2007/11/hidroelectricas-incrementan- inundaciones.html.

33Ver la Crónica, 6 de diciembre, 2007. 34Ver Zedillo, 30, nov. 1999.

35Ver La Jornada, 27 de octubre, 2007, p.30.

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15 seguridad de PEMEX, mientras todo habitante de Villahermosa y Ciudad del Cármen sabe

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que siempre se desalojan las plataformas cuando viene un norte

.

De la sorpresa al pánico, del “Norte” a la “Contingencia” en 99 y en 2007.

Para la mayor parte de las personas de Villahermosa, la inundación, a pesar de las lluvias

torrenciales que cayeron sobre la ciudad el 29 y 30 de noviembre fue una sorpresa. Pero al mismo tiempo tuvo un desarrollo en dos tiempos, lento en un primer momento y demasiado rápido en otro. Lo normal en un norte o frente frío es que llueva tres días y venga la creciente asociada que inunda las zonas bajas. Pero ahora llovió los 3 últimos días de octubre y el lunes se dio el aviso de que abrirían las compuertas de las presas con lo que Villahermosa recibiría esa cantidad de agua entre 24 y 36 horas después. Los periódicos locales anunciaron que ocurrirá una inundación como la de 1999 y las autoridades reforzaron los bordos de cemento del río Carrizal al poniente de la ciudad y la gente se preparó a desocupar las colonias inundadas en aquella ocasión. Salvo que ya desde el sábado y domingo estaban inundadas las partes bajas del municipio del Centro, desde las colonias del sur de la ciudad bañadas por el Río Viejo y el Río de la Sierra hasta las del norte; y ya habían cerrado el malecón del Grijalva al tránsito por las filtraciones.

El agua de las presas sumado al acumulado y aportado por los ríos no controlados del sistema del río de La Sierra llegaron desde el martes, pero inesperadamente para la gente, el agua siguió subiendo toda la semana llenando los bordos de sacos de arena construidos con gran prisa por el ejército y los vecinos, hasta que en la noche del día 1 de noviembre, como si se tratara de un barco, al dejar de funcionar las plantas potabilizadoras y los cárcamos de bombeo y regulación de agua de la ciudad, el gobernador emitió un mensaje que según la gente decía que “el que no tuviera nada que hacer en la ciudad saliera de ella” y que fue tomada como el equivalente a un “abandonen el barco”. La entrada de agua al centro de la ciudad ese mismo mediodía –transmitida en directo por televisión abierta e Internet- al romper el río los bordos en el malecón frente a la estatua de Pino Suárez debajo de Plaza de Armas y en el puente de la carretera, y desde la Laguna del Negro alimentada por el Carrizal y el Grijalva, a la altura del mercado Pino Suárez y en los pasos a desnivel de las avenidas Mina y Universidad fue anunciada con frases como “¡Perdimos el Centro!” “¡Se fue a pique!”. En ese momento todavía mucha gente, como la cronista de la ciudad, Doña

36Ver La Jornada, 26 de octubre, 2007. p.2.

 

Gabriela González Lomasto, que en el 99 se quejaba de que los tabasqueños habían

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perdido su “cultura del agua” , quisieron tomar la inundación como una creciente normal y

subieron sus cosas a los segundos pisos de las casas, o todavía tomaron con calma la decisión de evacuar. Pero en media hora el agua subió desde medio metro a tres tanto en el centro como en la parte central de la colonia Gaviotas al otro lado del Grijalva, sin permitir a miles de familias rescatar ninguna pertenencia e incluso dejando a centenas atrapados en sus techos. En Gaviotas, el agua no sólo entró directamente del río, sino por atrás, a través del antiguo bordo de contención convertido en la vialidad Luis Donaldo Colosio, que también había sido perforado para hacer pasos a desnivel y de comunicación a nuevas urbanizaciones ya sobre la planicie de inundación que directamente comunica cada año la creciente anual del río de la Sierra hasta el Chilapa a través de los pasos bajo la Carretera al Aeropuerto, Macuspana y Escárcega, Campeche. A partir de estos eventos, el día 2 de noviembre, el tradicional día de muertos, fue de pánico. Y en todo el centro de la ciudad el agua permaneció dos semanas dentro de casas y calles hasta que fue bombeada.

De alguna manera lo mismo pasó en 1999 pero en muy pocos días. Una reunión del gabinete del gobernador interino Víctor Manuel Barceló en Palacio de Gobierno fue “pinchada” por un periodista con un teléfono celular que trasmitió en vivo a una estación de radio, por lo que la población fue informada al mismo tiempo que el gobernador que Villahermosa debería de prepararse para una inundación porque “se abrirían las cortinas” de la presa Peñitas. Igualmente siguieron dos días de pánico y una semana de inundaciones continuas en que todo mundo trató se salir de la ciudad por vía aérea y terrestre, con el agravante de que en las crecientes normales, la entrada de Villahermosa desde el centro del país, antes del puente sobre el Carrizal, que acostumbra llenarse de 10 a 20 centímetros de agua llegó a tener un metro de alto. En sus momentos más álgidos la gente llegó a cerrar dicha carretera para pedir atención y fueron violentamente desalojados, y se ni undó el Reclusorio sin que desalojaran por varios días a los internos, con lo que se provocó una situación dantesca que viviendo entre el agua estancada y sin luz, derivó en una riña horrible con saldo fatal.

Finalmente la situación se estabilizó luego de que por primera vez en la historia “se inundaron también los ricos”, al irse al agua los fraccionamientos de Tabasco 2000 y otros más nuevos hacia el norte y el occidente de la ciudad, al desbordarse sólo el Carrizal

37Ver Tabasco Hoy, 13 de octubre, 1999.

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mientras el Grijalva en el centro llegó al borde de la pared de un metro de sacos de arena. En Tabasco 2000 el agua comenzó a penetrar a las 11 de la mañana y lentamente siguió subiendo mientras la gente evacuaba con relativa calma hasta las 5 pm alcanzando entre metro y metro y medio en esta zona y hasta dos metros sólo en la salida de la ciudad hacia el Norte en los fraccionamientos de la carretera hacia el puerto de Frontera. Llamó la atención que si bien era normal que el margen occidental del Carrizal normalmente desbordara cada otoño, ésta vez no ocurrió así, desbordando el otro lado. La explicación era muy sencilla. En ese margen se rellenó un gran terreno para construir un nuevo parque para la feria estatal anual. Se descubrió que el nuevo patrón de inundación en toda la ciudad estaba determinado porque a partir de 1994 el gobierno de Roberto Madrazo vendió y permitió el relleno de terrenos que habían sido definidos en los años 80, en sexenio del gobernador González Pedrero (1982-1988), como “vasos reguladores”, que permitirían el paso de las crecientes y la acumulación de agua para evitar la inundación de la ciudad. Estos terrenos en otros puntos de la ciudad se convirtieron en nuevos fraccionamientos y en centros comerciales. Luego se sabría que la venta de tales terrenos habría sido parte de la colecta de recursos para lo que se demostró fue la campaña electoral con más recursos en la historia quizá de Norteamérica porque en 1994 Madrazo gastó más que Bill Clinton en su

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campaña para la presidencia de Estados Unidos: 72 millones de dólares . En 99 Madrazo

dejó la gobernatura mediante una licencia un mes antes de la inundación para competir contra Francisco Labastida por la candidatura para la presidencia de la república del PRI para las elecciones del año 2000. Finalmente, al no lograr la nominación regresó a ejercer la gobernatura en noviembre del mismo 1999, pasada la que por primera vez fue llamada “contingencia”. Por estas condiciones políticas se negó que los rellenos hubieran ocasionado la inundación de la ciudad. La explicación oficial fue el “taponamiento” producido por la creciente del río Usumacinta y la marea alta por la fase lunar, además de la lluvia más impresionante “de los últimos 60 años”. Y, en efecto, en esa inundación los pueblos indígenas y mestizos del Usumacinta quedaron dramáticamente aislados y Quintín Aráuz, el pueblo chontal de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla tuvo que ser completamente desalojado al recibir casi dos metros de agua, quedando sólo algunos hombres para cuidar durmiendo una semana a la intemperie dentro de sus cayucos.

38A pesar de eso el triunfo le fue desconocido por una comisión del Congreso de la Unión, el presidente Ernesto Zedillo le propuso hacerse cargo de la Secretaría de Educación y los reclamantes del PRD tomaron el palacio de gobierno y Plaza de Armas. Después de una reunión del PRI local (Ver Tabascohoy.com, 29 mayo, 2007), el 15 de enero de 1995 ordenó cerrar los accesos a la ciudad –los puentes- con grupos de choque y luego de una alocución del diputado local y luego gobernador Manuel Andrade, desalojaron violentamente a los perredistas. Dos meses después, al inaugurar la feria estatal, el presidente Zedillo lo reconoció de facto al anunciar que trabajaría con él hasta el año 2000.

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Ese año, el pánico se controló y el agua bajó cuando se construyó una obra de emergencia (el Macayo) que estranguló el paso del Mezcalapa desviando la mayor parte del río sobre el Samaria-González, quedando desde entonces dirigido hacia la Chontalpa Chica (Nacajuca y Jalpa) el 60% y sólo el 40% sigue circulando por el Carrizal a Villahermosa (la Conagua ya no informa sobre el Río Viejo que se supone fue cegado en su conexión con el Samaria, pero que de acuerdo con los testimonios recabados sigue siendo un cauce activo). En esta ocasión no se avisó formalmente a los pueblos indígenas de estas riberas, y aunque los “ecologistas” logramos dar un aviso informal, la gente –como lo hace tradicionalmente- sólo subió sus cosas sobre plataformas y ladrillos, pero en una mañana el agua subió hasta 2 metros en pueblos como Oxiacaque y Olcuatitán con lo que mucha gente –sobre todo los viejos y las mujeres que no habían salido a trabajar- quedó atrapada en sus techos hasta que fue rescatada. Finalmente se inundaron 200 000 has.

El 2 de noviembre de 2007, la ciudad se plegó sobre sí misma en dos tiempos: la mitad de la población se desplazó sobre el territorio de la otra mitad en una migración desesperada hacia los albergues habituales (Parque Tabasco) y de ahí, al subir más el agua, hacia lugares más altos como la Ciudad Deportiva y centros comerciales, al tiempo que el tráfico vehicular interno se colapsó y todos los que pudieron abandonaron la ciudad circulando en vehículos altos sobre carreteras inundadas. Además del amplio sistema de albergues, lo que salvó la situación fue que mucha gente abrió sus casas a los refugiados, pero sobre todo, que a nivel regional el sistema tradicional de familia amplia se convirtió en una red de recepción que abarcó a los demás municipios del estado y todos los estados vecinos, llegando a incluir la propia capital del país, Coatzacoalcos, Veracruz y Mérida. En ese momento, con 250 mil albergados en la propia ciudad y tres cuartas partes de la ciudad anegada, el riesgo de las enfermedades y hambre habituales hasta 1952 después de este tipo de eventos, fue evitado por el operativo militar ya en marcha desde el 30 de octubre, y por una de las más masivas respuestas de envío de alimentos que se hayan visto a nivel nacional además de la amplia solidaridad interna de la ciudad. Fue una situación que se pudo sostener dos semanas en lo que el agua se retiró o fue bombeada en su caso, y en lo que vino el desalojo impresionante de todos los objetos que había al interior del principal mercado, zona comercial y todas las casas de las calles inundadas. Convertidas todas las cosas de miles de familias y comercios en basura, esto obligó a adelantar la apertura de un relleno sanitario municipal y una operación igualmente heroica de recolección y limpieza que

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no terminó realmente hasta diciembre y con reapertura completa de comercios hasta febrero del siguiente año. Sin embargo anímicamente llama mucho la atención como hasta diciembre enero la gente que perdió todas sus cosas dentro de las casas se mantenían en un estado de aparente bienestar que ya en febrero se ha convertido en una abierta depresión fácilmente perceptible para quien conoce el habitual humor tropical despreocupado del tabasqueño. También aunque no se desató una epidemia catastrófica mucha gente que sufrió la inundación desarrolló y sigue 3 meses después sigue desarrollando diversas enfermedades que sólo pueden explicarse como producto de infecciones contraídas en ese

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momento o por el impacto somático . En esta situación es de preocupar que ahora,

confrontados con una situación ambigua de duración indeterminada, se llegue a desarrollar un estado de tensión o stress que no están acostumbrados a manejar. Personas que perdieron todo su mobiliario y pertenencias está confrontadas ante el anuncio de una nueva posibilidad de inundación en mayo.

Un elemento más de potencial tensión es que aunque el ni el gobierno estatal ni el federal reconocen ninguna responsabilidad en la inundación y sólo se promete investigar por que no se construyeron las obras de un denominado Programa Integral de Control de la Inundaciones surgido a raíz de las de 1999; el gobierno federal vía la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) acordó pagar un bono de 625 Euros (909 dols.) por vivienda afectada. Este bono sería cambiado en comercios por muebles y productos básicos al precio fijado por el comerciante. El Instituto para la Vivienda estatal levantó un primer censo de estas casas, pero luego la SEDESOL decidió que sólo se daría a viviendas pobres. Esto ha generado un caos entre quienes se consideran con derecho al bono, quienes fueron censados y no. Por esto ha surgido un nuevo movimiento social de reclamantes de este derecho, y que en sus marchas y cierres de carreteras han sido violentamente reprimidos por los policías. Existe un sentimiento de ofensa porque se considera que existe el derecho a una verdadera indemnización por parte del gobierno. Se argumenta que de la misma manera que cuando PEMEX sufre un derrame o explosión está obligado a indemnizar, lo mismo debería ocurrir con quienes manejan las presas. En todo caso, el 20 de febrero el gobernador se vio obligado a exigir que SEDESOL pagara el bono prometido porque falta aún el pago de 30 mil.

Y finalmente, aunque no tienen relación alguna con la inundación, como elementos que producen mayor tensión a la sociedad local hay que considerar los duros enconos políticos

39V? er Alfonso Urrutia y René Alberto López, La Jornada, 5 de noviembre, 2007.

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existentes entre el PRD y el PRI, traducidos incluso en duras confrontaciones mediáticas entre periódicos oficiales como el Presente (propiedad del actual secretario de gobierno) y el Tabasco Hoy (el más vendido propiedad de una familia de exsenadores priístas y diputados ahora perredistas); la confrontación también entre el sector priísta que asumió la gobernatura en enero de 2007 y el grupo madracista dominante en los dos sexenios anteriores. Y lo peor de todo: la actividad del crimen organizado, que mantiene una campaña de secuestros, pero sobre todo del narcotráfico en contra del gobierno actual, intentando asesinar al primer jefe de policía del sexenio, que tuvo que retirarse por las heridas recibidas, y asesinando a varios jefes policíacos, a un presidente municipal y decapitando a un delegado municipal entre otras acciones. Llegando al grado de que en agosto-septiembre de este año ya se está dando una verdadero éxodo de empresarios y clasemedieros que salen del estado por el miedo a ser secuestrados.

Una inundación anunciada.

El 60% del estado de Tabasco es territorio inundable, de hecho se trata de una planicie aluvial formada por el delta del sistema de ríos Grijalva-Usumacinta que desaguan la parte central de los altos de Chiapas y parte de los altos y el Petén Guatemalteco. 30% del agua dulce de México circula por el Estado pero en un complejo sistema natural cíclico que incluye inundaciones estacionales acordes también a los ciclos metereológicos anuales, con un ciclo detectado desde 1897 de inundaciones mayores cada 10 años, que siguiendo la hipótesis de José Narciso Rovirosa (1945), se corresponde a los ciclos de las manchas solares.

La CFE (2003:7) resumió así la particular situación tabasqueña:

“La planicie tiene una extensión de 19 250 km2 y una pendiente muy pequeña (la

ciudad de Villahermosa, cuya elevación es la cota 10 msnm, se ubica a 60 km de la línea de costa). Por su localización geográfica, es afectada por ciclones de agosto a noviembre y

frentes fríos “nortes” de diciembre a marzo, que producen lluvias anuales del orden de 3 000 mm, de las mayores a nivel mundial y casi cinco veces más de lo que llueve en el Valle de México”.

En ese mismo informe la Comisión Federal de Electricidad (2003:7) agrupó en 3 grupos los elementos que aumentaban los riesgos actuales de inundación en la planicie tabasqueña:

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a)“el control de su escurrimiento para ser aprovechado en la generación hidroeléctrica, implica que los volúmenes descargados por las centrales varíen durante el día atendiendo a las exigencias propias de la demanda de energía. Estas variaciones constituyen un factor que, junto a las características morfológicas propias de esos cauces, influye en la desestabilización de las márgenes de los ríos, las cuales eventualmente sufren deslizamientos que provocan daños en la infraestructura de poblaciones ribereñas y en vías de comunicación”.

b)”Los factores físicos descritos, aunados al desarrollo desordenado de los asentamientos humanos, de las vías de comunicación y de las actividades productivas, han modificado las condiciones naturales del sistema de drenaje (ríos, drenes y canales) en la zona de planicie, incrementando los daños potenciales que las inundaciones originan. En particular, el crecimiento demográfico ha propiciado la invasión de terrenos susceptibles de inundarse y zonas de regulación, lo que repercute en contra del escurrimiento natural del agua cuando los ríos se desbordan, afectando a los propios invasores”.

c) “asimismo, el cambio del uso del suelo, la intensa deforestación y la erupción del volcán Chichonal en 1982 han incrementado la erosión de los terrenos, aumentando el aporte de sedimentos y propiciando el azolvamiento de diversos tramos de los ríos, lo que reduce su capacidad hidráulica. Por ello, es de vital importancia restaurar esa capacidad y disminuir los desbordamientos, que en la actualidad se producen con mayor frecuencia y para escurrimientos menores.”

Y diez años antes, en una publicación de 1993, el Gerente en Tabasco de la Comisión Nacional del Agua, Adán Palavicini Evia, resumía las condiciones, consideraciones, acciones requeridas y riesgos específcos en la planicie, sin entender la cultura indígena local del agua; y advirtiendo sobre la posibilidad de abrir las compuertas como se hizo ese año en que la Comisión Federal de Electricidad tuvo que pagar una indemnización a los pueblos indígenas de Nacajuca por una inundación “fuera de temporada”, y volvería a ocurrir, pero catastróficamente, en 1999 y 2007:

“En esta región se enfrentan problemas debido al establecimiento de asentamientos en áreas no protegidas por la infraestructura existente, lo cual provoca afectaciones anuales; asimismo, en la zona de Nacajuca principalmente, este fenómeno se incrementa debido a que los productores pretenden hacer agricultura en zonas sumamente bajas, en las que no

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existen posibilidades de drenaje, y donde la construcción de bordos debe de ser analizada cuidadosamente ya que es posible que el problema se traslade a otra área, incrementándose así su efecto. Ante esto, es recomendable realizar acciones prácticas para que los productores tengan alternativas adecuadas a las condiciones de su terreno, ya que de no hacerse así, las inversiones serían cuantiosas y sus beneficios discutibles.

Asimismo debe considerarse la operación de las presas, las cuales en verano deben de bajar sus niveles de almacenamiento, de tal forma que en la época de inundaciones – septiembre, octubre, noviembre y diciembre- cuenten con capacidad de control de avenidas en sus vasos. Es importante señalar que no respetar estas políticas provocaría la necesidad de operar los mecanismos para abrir las compuertas, con los efectos negativos que esto acarrearía; también debe considerarse que puede provocar restricciones en la generación de energía eléctrica, convirtiéndose éste en un problema de carácter nacional.” (1993:p.514- 515).

Y hacía una advertencia específica sobre la condición de Villahermosa de acuerdo con la situación en que había quedado el sistema hidrológico en ese momento: “es importante atender el problema de las inundaciones, especialmente en Villahermosa, sitio donde confluyen los ríos de La Sierra cuyas aguas deben transitar por el “embudo” que forman los malecones derecho e izquierdo”(p.516) y presentó propuestas que serían integradas en el Programa Integral de Control de Inundaciones de 2003.

El 9 de noviembre apareció en todos los periódicos un documento que luego sería retomado como explicación oficial omnímoda por el titular de la CFE. El Colegio de Ingenieros Civiles de México afirmó que: a) la cuenca del Grijalva representaba sólo el 27% de la superficie total de la región sometida a lluvias mientras el Usumacinta y otros ríos cubren el 73% restante; b) que en sólo 3 días había lluvias acumuladas por más de 100 centímetros; y que c) la avenida simultánea de todos los ríos más las mareas altas en la desembocadura del Grijalva limitaron la salida de agua. El documento terminaba recomendando la construcción de presas y obras de control en los ríos de la Sierra y Usumacinta como principales responsables del problema. Y a partir de esto en los periódicos tabasqueños se clamó por la reactivación del proyecto de construcción de un canal navegable y superdren directo del Samaria al Golfo de México que terminaría de desecar la Chontalpa chica y por supuesto Villahermosa. Este comunicado que fue asumido como la explicación oficial por el Director de

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la CFE fue lo que quizá generó la mayor incredulidad respecto a la explicación oficial. En su afán de autoexculparse (como gremio y CFE) el exceso de insistencia en un río que aparece sólo acompañar la desembocadura y el insistir en la necesidad de megaproyectos de construcción que significan enormes negocios para los firmantes, como son las presas en el Usumacinta (que destruirían las áreas naturales protegidas de Laguna de Términos, Pantanos de Centla y el Petén Guatemalteco y cuya construcción impulsaba el sexenio pasado el Secretario Federal de Gobernación, Santiago Creel) y el Canal de Alivio Samaria- Golfo sonaron demasiado interesados. Pero el error mayor que se ha cometido en todas las comunicaciones –incluído el informe del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua presentado al senado el 6 de marzo de 2008- es que se insiste en señalar en hablar sólo del norte y lluvias extremas de los últimos días de octubre, cuando en realidad las lluvias importantes comenzaron desde el 15 de octubre cuando tuvo que cerrarse a la navegación el puerto de Frontera. De ahí seguiría el norte del 23 que provocaría el accidente de la plataforma petrolera. Si uno sigue los reportes de los boletines de precipitación diaria de Conagua (figura 2) puede ver esta constancia además del pico extremo del 29-30; y si uno sigue los reportes de los corresponsales en los municipios de los diarios locales, verá que la mayoría de los ríos se mantuvieron llenos durante la segunda quincena de octubre. Es decir, que no había mucho espacio de maniobra para desfogar las presas sin producir daños mayores. Esto ha sido ignorado tanto en las explicaciones oficiales locales como federales, y por supuesto por la población local que se quedan sólo con el último norte. Un elemento crítico poco mencionado es el azolvamiento de los ríos, en particular del Bajo Grijalva: El 8 de noviembre, el director de la Administración Portuaria Integral de Tabasco declaró que el

40

canal tenía entre 8 y 9 pies de profundidad con marea alta . Es decir, que los ríos no tienen

tiro suficiente para desalojar el agua hasta el mar independientemente de que llueva o no.

De la misma manera, la explicación oficial del deslizamiento de dos capas diferentes del cerro de Juan de Grijalva se basaba tanto en la saturación de agua de la base como en el impacto del aumento de la corriente sobre la base (Ver Patiño Ruíz et al., 2007). Con la idea de un fin de semana de lluvia llegó a haber declaraciones de pobladores que no creían en esta posibilidad de saturación de agua. Pero revisando la acumulación de lluvia de 15 días se hace creíble. Además de que aunque no fue informado por la prensa nacional, en realidad existen en la sierra entre Tabasco y Chiapas muchos más deslaves afectando incluso

40?El Heraldo de Tabasco, 8 de octubre, 2007.

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carreteras en el municipio de Tacotalpa, y que se deben en mucho a la desforestación acelerada de la región.

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  320

300

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0

Precipitación Diaria Oct-Nov 2007

                                             mm

González Alto

González Bajo

Grijalva Alto

Grijalva Bajo

Figura 3: Precipitación Diaria por Estación de Monitoreo Ríos Grijalva y González. Fuente: Elaboración propia con boletines diarios Conagua.

Los hechos anteriores señalan el poco margen de acción que tuvieron en esos quince días las presas para evitar el llenarse. Sin embargo, si observamos (figura 3) la continuidad del nivel de las presas respecto a la precipitación, desde principios de octubre, no queda del todo claro si se justifica el alto nivel antes del 15 de octubre (Malpaso al 74% y Peñitas al 90% el 1 de octubre, según los boletines diarios de Conagua), lo que deja abierta la posibilidad a la explicación de una falta de turbinación por cuestiones de política de reparto del mercado de distribución de producción de energía eléctrica. De hecho, de acuerdo con el ingeniero Mario Govea Sansón, del Comité Nacional de Estudios de la Energía, la CFE sabía

41 desdeunmesantesquelosvolúmenesretenidosenlaspresasestabanennivelescríticos .

41V? er Cecilia Vargas, “ Se Hubiera Prevenido la Inundación: Govea Sansón”. Ventana Sur, 8 de noviembre, 2007.

 Fecha

1-oct

8-oct

15-oct

22-oct

29-oct

5-nov

12-nov


Y tampoco se tiene una explicación técnica razonable de porque a fines de noviembre y principios de diciembre se mantiene tan bajo el nivel de los ríos, al grado de derrumbarse las paredes naturales de los ríos y con ellos las bardas construidas encima.

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  200

180

160

140

120

100

80 60

Elevación Actual Octubre 2007 Estaciones de Monitoreo Malpaso y Peñitas

     msnm

Malpaso

Peñitas

                      Figura 4: Niveles Presas Octubre 2007. Fuente: Elaboración Propia con Boletines Diarios Conagua.

Tenemos entonces que entender que confrontamos una de las inundaciones extraordinarias decenales tradicionales de la región. Que (si los reportes meteorológicos de Conagua son reales) ocurrió una precipitación extraordinaria en un solo fin de semana, que no había un tiro suficiente para desalojar el agua por el azolvamiento de los ríos, y que las consecuencias urbanas se incrementaron por obras urbanas realizadas sin considerar el sistema de bordos, además, por supuesto, de la no construcción de las obras consideradas dentro del Programa Integral contra Inundaciones del 2003. Pero la crítica se ha concentrado en el buen o mal manejo de las presas y no ha considerado la crítica del sistema que nos llevó a esta situación y que también había sido prevista, de lo que se ha llamado el “modelo desecador”.

Fecha

1-oct 3-oct

5-oct 7-oct

9-oct 11-oct

13-oct 15-oct

17-oct 19-oct

21-oct 23-oct

25-oct 27-oct

29-oct 31-oct


Ya en 1980, la entonces Secretaría Federal de Asentamientos Humanos y Obras Públicas había realizado un informe en donde criticaba el diseño del sistema de presas, bordos y canales realizado para liberar a la Chontalpa Grande de inundaciones, y el proyectado Canal de Alivio Samaria-Golfo por haber convertido el espacio de inundaciones estacionales en forma de lámina en un callejón que conducía el agua justamente sobre la ciudad de Villahermosa y el municipio de Nacajuca, cosa que se habría agudizado en el caso de construir el mencionado canal. Y citaban como ejemplo lo ya ocurrido con una experiencia semejante en el sur de la Florida con impactos ambientales sobre tierras (salinización, por ejemplo) y biota, pero sobre todo para nuestro caso de interés que: “las inundaciones periódicas se volvieron más comunes en las zonas urbanas que habían sido construidas en antiguos cauces desecados por los canales”. Y el que la nueva configuración territorial e

42 hidrológica en esa zona tendió a impedir la salida natural del agua al apagar su dinamismo .

Localmente, ya en 1979, Rosario Casco Montoya (1979:39-40, 47-48 y 65) informaba de la presencia de estos fenómenos en la región.

Conclusiones.

a)El primer hecho interesante a considerar es la anomalía en la percepción y memoria colectiva social de la población de Villahermosa, que si bien tiene presente claramente “la c ultura del agua”, es decir, el hecho natural de que vivir en Tabasco es soportar inundaciones estacionales; y que tiene memoria clara y traumática de las inundaciones extraordinarias decenales; no tiene atención en lo que ocurre en los municipios y el medio rural, que va a ser un preludio de la situación propia; y en ese mismo sentido tampoco fija su atención en los elementos previsorios de una cultura metereológica tradicional antes existente o fijada ya por científicos locales como José N. Rovirosa, como la sequía previa, manchas solares, ciclo decenal, etc. Resalta que contra la percepción generalizada, la inundación del 99 en realidad tiene una progresión más semejante que diferente a la del 2007, como en una especie de olvido/o superación de la gravedad de la anterior. Aunque esto por supuesto no anula el valor de la observación sobre la diferencia en cantidad de agua, velocidad con que subió y fuerza de la corriente, que aún quedan por explicar por parte de los técnicos y científicos.

42?Ver Colegio Nacional de Economistas, 1981:21 y s.s.

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b) El segundo hecho evidente sobre el que cabe llamar la atención es la nula legitimidad con que cuentan en general las autoridades frente a la opinión pública mexicana. Esta tiene un nivel estructural desde el problema de la ampliamente justificada incredulidad en los procesos electorales por lo que el reconocimiento a tales autoridades no genera procesos de integración, participación y colaboración social e institucional sino de encono desde el nivel federal hasta el municipal; y un nivel contingente que se ejemplifica con las diversas explicaciones y justificaciones presentadas aquí en donde el tono con que se manifiestan los técnicos y científicos es apologético y legitimador; y los hechos y datos técnicos son caricaturizados, falseados, tergiversados, trastocados, sesgados de una manera habitual de modo que en una situación de emergencia no queda una sola fuente confiable a nivel global para la sociedad. Por esta manipulación y el papel parcial e interesado de los medios de comunicación y el papel legitimador al que han sido reducidos los técnicos y científicos, no queda ya ningún soporte institucional al que la sociedad abierta pueda recurrir para evaluar, organizar, y reaccionar frente a sus condiciones. La impunidad con que las autoridades atropellan los ordenamientos y situaciones ambientales, no sólo no concitan una acción o actitud positiva de colectivos sociales o individuos, sino que sostiene la incredulidad crónica respecto a toda explicación, ordenamiento o medida excepcional relativa a estas temáticas.

c) contrasta con esto una relativa salud de instituciones y reacciones culturales naturales afectivas que ayudaron mucho en sobrellevar y reaccionar frente a la situación, como fue el recurso a las redes de las familias amplias primero como refugios de emergencia y luego para reposición de los elementos imprescindibles de subsistencia como ropa, comida y mobiliario. Situación que a 4 meses después se sigue sosteniendo. Y la respuesta espontánea y entusiasta a nivel nacional con el envío de alimentos y materiales y objetos de emergencia de parte de la población abierta, a pesar de la clara percepción que los intermediarios institucionales: el gobierno del estado, el federal, los medios electrónicos de comunicación, los bancos, los grupos comerciales, las organizaciones empresariales, son intrínsecamente desconfiables y que la situación estaba siendo aprovechada para obtener ganancias vía el descuento de impuestos por las donaciones de la población registradas como donaciones de las empresas y toda la campaña mediática propagandística que impulsaron. Estos rasgos saludables de la sociedad son los que están bajo acoso y riesgo por los altos niveles de tensión generados por la política de emergencia permanente que utilizan ahora los gobiernos federal y estatal.

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d) Otro elemento de principal importancia es el nivel de atención y crítica a las condiciones de intervención a nivel macrorregional. Toda la discusión sobre la posible responsabilidad institucional y posibilidades de evitar estos desastres ha estado centrada únicamente en la cuestión de la buena o mala gestión de las presas, sin elevarlo al nivel de la crítica del propio modelo de desecación de humedales que está detrás del sistema de presas, bordos, canales y drenes que caracteriza ahora a la región. Con lo que las opciones visibles pueden en su caso responder en el corto plazo a cambio de empeorar las condiciones a mediano plazo – sobre todo ante los efectos del cambio climático- como ya hemos podido ver que sucedió en el período de 30 años recientes; y sobre todo ante la falta de coherencia, continuidad y mantenimiento del sistema.

e) 40 años de impunidad en accidentes industriales, contaminación e impacto ambiental profundos y extensos por parte, básicamente, por empresas estatales como PEMEX, y la criminalización y persecución de la protesta social correspondiente (ver Recomendación 100/92 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos) ha generado a nivel estatal por una parte un clima sociopolítico de permanente encono y polarización social, y un stress permanente ante el riesgo habitual y extraordinario que en la situación actual de emergencia permanente se verá incrementado.

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domingo, 4 de octubre de 2020


PLAN HÍDRICO Y LA SUPERVIVENCIA DEL ESTADO DE TABASCO (2012).
            Contexto y Situación:


Viabilidad de Tabasco:


La historia de Tabasco en el siglo XX es la de la construcción y destrucción de una región. Lo que está en cuestión es la viabilidad de Tabasco. Hablamos de sustentabilidad, pero lo que está hoy a discusión en las instancias de planeación y programación como lo demuestra por ejemplo el estudio de la CEPAL de la inundación de 2007, es la viabilidad del estado. Los elementos de problematización de esto son los siguientes:


 


Teórico-Ideológicos:


-En la globalización los estados nacionales no sostienen a las regiones, y las regiones compiten entre sí. 


-Las regiones que no pueden sustentarse deben de desaparecer. Es irracional subsidiar el sostenimiento o existencia de una región que no produce sus propios recursos.


-Los estados compiten por la localización de recursos y actividades con sus ventajas comparativas (recursos naturales, ambientales, culturales, localización en redes comerciales, fiscalización amigable, bajo coste mano de obra). 


-Los factores decisivos hoy son: composición sistémica local de espacios de producción (Clusters) y calidad intelectual y de capacitación de la mano de obra. Ambos son vistos como “espacio” o “ámbito” general, “contexto” para desarrollo de actividades. Por eso el desarrollo ahora es “urbano”, centralizado en espacios urbanos complejos fuentes de iniciativa, innovación, originalidad y creatividad. Y eso es lo que hoy se entiende por “Cultura”. Por eso las ciudades globales son “culturales” y la “cultura” es hoy la mayor fuente de capitalización. Papel central de universidades e instituciones culturales posmodernas.


 


Contextuales Nueva Regionalización:


1) En nueva organización espacial Tabasco ya no es la puerta del Sureste sino mero corredor de paso entre Guatemala-Chiapas al D.F y Sureste de Estados Unidos.


2) Políticamente se le desconoce su aún importante lugar en la producción de energía y su derecho a ser resarcido por los costos de producción de la misma, sobre todo ambientales.


3) En los hechos Tabasco le ha dado la espalda a la integración Mesoamericana a la economía inmaterial: turismo, cultura y medio ambiente.


4) Tabasco es inviable por los altos costos para sostener su sistema hidrológico.


5) Acostumbrados a subsidio federal, Tabasco ha sido siempre lugar de extracción de capital, nunca de reinversión, sobre todo para sus propios habitantes.


6) Nulo desarrollo de capital humano local encubierto por cultura de autocomplacencia y limitación de espacios públicos sociales, culturales, urbanos y políticos.


7) En las condiciones actuales de ideología y teoría económica no le ven viabilidad a Tabasco, invertir en obras hidrológicas es tirar dinero bueno al malo: “la gente se metió al camino del agua y se debe de salir”. Con menos población Tabasco se vuelve todavía más políticamente irrelevante en el contexto nacional.


 


El Reto consiste entonces en:


-producir los recursos para sostener su sistema artificial de control hidrológico.


-reinsertarse en la nueva organización regional imponiendo alguna forma propia de centralidad (complejidad y complementariedad productiva y oferta de servicios complejos) distinta a la asignada programáticamente.


-tiene que hacerlo en el contexto de una devastación ecológica y escasez de recursos producida por los desarrollos anteriores.


-esto implica una estrategia diversificada que como novedad necesita desarrollar los elementos sociales y ambientales para el desarrollo de un capital humano verdaderamente competitivo en términos internacionales (actualmente no lo es ni a nivel regional), y aprovechar rentable y sustentablemente sus recursos paisajísticos y culturales.


 


            Tabasco destaca por ser una región que en el siglo XX fue objeto de varios e importantes proyectos dirigidos, deliberados, de transformación territorial con objetivos económicos, en lo que en el siglo XX conocimos como Desarrollo. La Condición y situación de Tabasco puede entenderse comparando la distancia entre los proyectos y los diagnósticos. Como diagnósticos contamos con las recomendaciones de la CNDH y cuando menos dos trabajos científicos: el informe del Centro de Ecodesarrollo de 1982 y el del Instituto de Naciones Unidas para el Estudio del Desarrollo Social publicado en 1989. Con esta información podemos ver claramente la distancia entre la visión del desarrollo como una mera organización de los factores de producción y sus resultados como condiciones para la vida en general y la sociedad en particular.


 


 


La Situación del Plan Hidráulico actual


 


Cuando se formuló el proyecto de las obras de control hidrológico para Tabasco por parte del Ing. Echegaray Bablot quien trabajó desde 1935 en ello, aunque se tenía la idea de copiar los objetivos de las obras en el río Tennessee de liberar importantes extensiones de territorio para actividades económicas, el modelo que se menciona persistentemente es el de Holanda, donde se tiene consciencia de que se construye una estructura artificial para mantener libre de agua, incluso estando a una altura menor que la del mar, un territorio que incluye importantes ciudades. Lo hecho en Tabasco quiso ser una mezcla de ambos proyectos, pero una diferencia que a largo plazo ha sido muy importante, es que mientras en el caso holandés se tiene consciencia de que es un sistema artificial que requiere de permanentes ajustes y sobre todo mantenimiento, en Tabasco se ha mantenido la falacia de que es una región todavía totalmente determinada por la naturaleza lo que ha servido para descuidar la idea de mantenimiento y ajuste. Todavía en los años 80 se recordaba mucho que la vida de las presas útil de las presas era de alrededor de 30 años; pero luego, además con el cambio ideológico del neoliberalismo y la globalización, ahora, por ejemplo, es imposible conseguir la información sobre como ha bajado la capacidad de almacenamiento de agua en virtud de la sedimentación, e incluso cuestionados directamente, tanto los ingenieros del Instituto de Ingeniería de la UNAM y los técnicos de Comisión Federal de Electricidad y de Conagua dan respuestas de una lógica insostenible y en todo informe o explicación dan cifras como si las presas todavía retuvieran el 100% de su capacidad original.


            La idea de mantenimiento y ajuste nos lleva directamente al problema de los costos y del origen de los recursos para sufragar esos costos. En el caso del río Tennessee la obra fue financiada centralmente desde otra región que sostiene su costo con recursos financieros nacionales, pero en el caso de Holanda, los recursos para sostener el mantenimiento del sistema viene de actividades financieras y comerciales que la han sostenido. Por eso, considerando los modelos de desarrollo económico, en toda esta problemática se vuelve central la cuestión de la producción, origen, distribución y uso de los recursos económicos para el sostenimiento de este tipo de sistemas. Con la ideología neoliberal, ahora se espera que cada región se sostenga a sí misma y busque ya no su incorporación a un sistema nacional como lo logró Tabasco a partir de los años 70, sino que encuentre su nicho de inserción en espacios macrorregionales de economía global para obtener recursos. Bajo esta ideología, los documentos de planeación regional para el Sureste de México, explícitamente no consideran por ejemplo que el sostenimiento de la sustentabilidad de Tabasco o los problemas del crecimiento urbano de Cancún deban ser apoyados con recursos provenientes de la federación o de organismos internacionales. Esta nueva perspectiva se tradujo inmediatamente, desde el sexenio de Carlos Salinas en que, como ahora se sabe, se dejó de dar mantenimiento a las presas y en todos los puertos del Golfo de México se dejó de dragar la boca de los ríos. Esto último, por ejemplo, según el Secretario de Obras Públicas de Veracruz, explica suficientemente la inundación nunca vista del centro histórico de Minatitlán. Este tipo de decisiones basadas meramente en criterios ideológicos financieros, ignoran por ejemplo, que según demuestra la historia, todos los puertos mexicanos del Golfo de México fueron obras artificiales sostenidas por un constante mantenimiento del dragado de las bocas de los ríos desde finales del siglo XIX, son hechos artificiales.


            A diferencia de Holanda donde se hace motivo de orgullo la artificialidad del sostenimiento de la región, en Tabasco todavía hasta hoy ha privado el discurso y la visión de que se trata de una región determinada y dominada por la naturaleza, y con esto, en su caso, se ha cubierto la responsabilidad de decisiones u omisiones de técnicos y políticos que han tenido efectos en inundaciones, como reconoció el ingeniero Rovirosa para el caso de la inundación urbana de 1979, o como se quiso ocultar la importancia de rellenar los vasos reguladores y destruir bordos urbanos en la de 1999.


            Este discurso de predominio de lo natural ya desde documentos de 1993, servía para que la entonces CNA dijera que el problema era que Villahermosa estaba en un embudo por donde salía la mayor parte del agua de la planicie, sin recordar que ese embudo en parte fue resultado de la decisión y objetivo de desecar a la Chontalpa Grande considerando que las obras de los años 50 bastaban para defender a la ciudad. La consciencia de que se habían concentrado las aguas en una sola salida, era tan clara que por eso de proyectó y comenzó a construir lo que en ese tiempo se llamó el Canal Samaria-Golfo, y a cuya inconclusión se le ha achacado parte de la problemática actual. 


            El asunto de los costos tiene que ver porque lo que hoy se presenta como Plan Hídrico Integral para Tabasco, lo que fue publicado como tal, alrededor de 3 mil páginas de ensayos varios de diferentes investigadores, con múltiples contradicciones y sin un informe ejecutivo organizador, en realidad se reduce a 3 conjuntos de obras:


-Las ventanas o escotaduras en el sistema zapotes-Grijalva


-La estructura de control del Macayo que desvía el agua del río Carrizal al canal Samaria.


-La terminación de la construcción de los dos bordos del canal Samaria hasta la altura de Oxicaque.


 


El resultado como está proyectado de esta manera parcial y como se ha venido construyendo, es, como se hizo evidente en 2010, es que el objetivo único es la protección de la ciudad de Villahermosa, y a cambio concentra toda el agua en la zona de la laguna de Santa Anita anegando sin control todos los pueblos indígenas chontales desde Simón Sarlat hasta Oxiacaque y Vicente Guerrero. Se presenta como Plan de Acciones Urgentes, pero en realidad aparece como un plan recortado frente al proyecto original de 1997. Además, como estrategia para desfogar las presas anticipadamente, desde 2008 hasta 2011 se mantuvieron inundadas las tierras de trabajo de esta zona indígena fuera de las fechas tradicionales de inundación durante todo el estiaje, desde abril hasta octubre, quebrando la economía de estas comunidades.


            Sin embargo, el sacrificio de estos pueblos, que en los hechos configura el delito de etnocidio porque va a terminar obligando a los pueblos yokotanob a emigrar por hambre, no asegura que en un evento extraordinario, las crecientes mayores del ciclo decenal, Villahermosa vaya a quedar protegida. Tanto en el documento de 1997 como en el de 2009 se señala que es un gran error canalizar toda el agua por una sola salida, pero es lo que se está proyectando en los hechos. Pero además, si bien el canal Samaria se proyecto originalmente hasta su salida al mar, incluso en tres posibles versiones, según el plan de 1997, lo que se está haciendo ahora, y expresado por boca del vocero local de Conagua y el ingeniero encargado en campo, sólo tiene planes de obras hasta Oxiacaque. Es decir, que toda el agua del Mezcalapa se transportaría hasta Oxiacaque donde se liberaría hacia la Laguna Santa Anita, y por el otro lado, cruzando el Grijalva se canalizaría por las ventanas o escotaduras toda el agua de la zona del Río de la Sierra y el Tulijá-Chilapilla sobre Simón Sarlat y eventualmente la laguna Santa Anita. Como podemos ver en el diagrama del PHIT, no se considera la suerte de estos pueblos, ni se aborda el problema de la salida al mar, que sí se planteaba en el Plan de 1997. 


            Pero el Plan de 2009 menciona que en un evento extraordinario podría bajar una cantidad de agua semejante a la del Usumacinta que golpearía con toda su fuerza el Macayo, de ahí rebotaría hacia el Samaría que a su vez avanza nuevamente en línea recta hacia Villahermosa donde chocando contra un bordo que no está terminado y tiene una figura visiblemente irregular, daría vuelta en un ángulo de 90º. Todo un reto para la infraestructura. 


            El Plan de 2007 en cambio recomienda construir varias opciones de salida al mar que van desde activar un vertedero adicional desde la presa de Malpaso, con un cauce que puede conducirse hasta el río Tonalá, se menciona la posibilidad de conducir agua hacia la Laguna del Rosario y de ahí derivar también hacia el Tonalá, e incluso la posibilidad de reactivar el Río Seco desviándolo de las ciudades. Llama la atención, y tiene que ver con el sesgo productivista que se ha seguido y el carácter de símbolo que tiene el Plan Chontalpa, no se menciona que es muy clara la posibilidad de canalizar excedentes a través del Plan, ampliando varios canales. De hecho ya existen dos entradas de agua del Mezcalapa a la red de canales del Plan, y en enero de 2011 ya Conagua estaba limpiando el canal El Naranjero que saca el agua del Plan al mar. 


            Es decir, que lo que estamos viendo es una visión recortada de las posibilidades de acciones a tomar incluso desde esta perspectiva de grandes construcciones. La gente del Instituto de Ingeniería explica que lo desarrollaron con base a las posibilidades de presupuestación que se les dieron. Y en esto hay que pensar que se actuó mal desde la perspectiva científica porque en principio el sector científico tendría que problematizarse libremente todas las posibilidades para explorar su factibilidad, y después ajustarse a los posible y costeable, y no al revés. Y sobre todo cuando existe un antecedente como el Plan de 1997, que aporta otras opciones.


            Más allá de esto ambos planes son criticables y están incompletos por su muy inadecuada y pobre incorporación de las problemáticas ambientales y sociales. En ninguno se considera seriamente la prospectiva de los cambios que pueda producir el cambio climático, no se considera la característica más particular de la planicie tabasqueña que son sus ciclos metereológico/hidrológicos anuales y decenales, que son básicos para toda esta problemática. 


            Por ejemplo, se dice que nunca se ha operado una estructura de control del Macayo y que va a ser todo un reto, entre otras cosas se menciona que se hará necesario mantener el nivel del Carrizal debajo de la estructura al mismo nivel durante todo el año para que no se caigan los barrancos de las orillas, lo cual en una región donde hay mareas anuales y diarias como Tabasco será un reto.


            Lo que el PHIT presenta como estudios sociales no son sino meros recuentos demográficos de la población que de los 28 pueblos que tendrán que ser removidos para el funcionamiento del Canal Samaria.


            Además en el PHIT no se menciona al río Usumacinta, incluso en el Plan de 1997 sólo se hace una mención superficial. No ha habido estudios serios sobre la problemática del Río Usumacinta e incluso el plan de construir 5 presas sobre el río surgió del Banco Interamericano de Desarrollo como parte del Plan de Interconexión Eléctrica de Centroamérica que simplemente apuesta a incrementar la oferta de energía a nivel regional. Pero no se conoce o no es púbico o no existe el estudio que demuestre que tal energía es necesaria, o que efectivamente su oferta desencadenará procesos de desarrollo. Eso no esta ni probado ni demostrado. Lo que sí está demostrado es que se construyen presas en todo el mundo por meros motivos especulativos para beneficiar a las grandes constructoras trasnacionales, las obras de John Perkins, nos explican como se da este proceso. En todo caso, las presas para el Usumacinta jamás han sido propuestas o planeadas para el control de las inundaciones extraordinarias.


 


            Luego entonces, se hace necesario que avancemos hacia dos transiciones conceptuales. La primera, más cercana, es incorporar los criterios ambientales ya ampliamente conocidos, para el control de las inundaciones extraordinarias, es decir, que al hablar del Usumacinta consideremos que detener los ciclos anuales y diarios de marea implican destruir el hábitat único de los Pantanos de Centla, que es uno de los mayores recursos de desarrollo moderno, en el sentido de su aprovechamiento paisajístico, turístico y científico con que cuenta Tabasco; y por supuesto, no destruir ni la selva Guatemalteca ni las zonas arqueológicas a ambos lados de la ribera, ni el cañón de Boca del Cerro. En el lado del Grijalva, se hace necesario también incorporar de manera seria estos elementos y rompiendo la ilusión tecnocrática de las grandes obras monumentales, hacer grandes programas integrales de reforestación, de cuidado de la cobertura vegetal y conservación de suelos, más desazolvamiento de los cientos de canales pequeños, y corregir todas las retenciones de agua y distorsiones que provocaron en los años 70 y 80 los caminos, canales y ductos de PEMEX para rerracionalizar la circulación de agua. Esto es posible, viable y se tiene que hacer apoyando a los propietarios y usuarios de la tierra, desde los grandes hasta los pequeños campesinos y hasta a los pescadores libres que explotan racionalmente los pantanos con técnicas y actividades tradicionales.


            Esto también se tiene que apoyar con formas nuevas de asociación para la producción para aprovechar las nuevas actividades rentables de la globalización como son el turismo cultural y el turismo ambiental que sólo se hace posible asociando a las comunidades con los grandes transportadores y hoteleros turísticos, es un gran reto dada la experiencia estatal, pero es un paso difícil y necesario; que en lo cultural, y ya incluso a nivel urbano, se hace necesario, que como en Campeche y Yucatán, los capitalistas privados locales inviertan en infraestructura y ornamentos, atractivos y actividades que constituyen los atractores del turismo contemporáneo.


            Dadas las condiciones ambientales, se hace necesario también que se le de una vuelta al revés a la costumbre económica tabasqueña de basar todo en la extracción y explotación de recursos necesarios con un nulo desarrollo de la calidad del capital social, para lograr un desarrollo de actividades de la economía inmaterial, de la sociedad de la comunicación y de la cultura, dada la imposibilidad e inadecuación del desarrollo de industria pesada; sin dejar, por supuesto de aprovechar el lugar todavía muy central que tiene la actividad petrolera y gasera en la región, pero respetando las normativas ambientales para que deje de generar el impacto suicida que sigue teniendo en el área.


            Y finalmente, los más difícil, tenemos que imaginar, crear, inventar, la manera de dejar de ver al agua como un excedente del cual sólo queremos deshacernos, para entenderla, verla y aprovecharla como un recurso en la nueva economía y situación del siglo XXI.