lunes, 15 de octubre de 2012


PLAN HÍDRICO Y LA SUPERVIVENCIA DEL ESTADO DE TABASCO.

 

            Contexto y Situación:

Viabilidad de Tabasco:

La historia de Tabasco en el siglo XX es la de la construcción y destrucción de una región. Lo que está en cuestión es la viabilidad de Tabasco. Hablamos de sustentabilidad, pero lo que está hoy a discusión en las instancias de planeación y programación como lo demuestra por ejemplo el estudio de la CEPAL de la inundación de 2007, es la viabilidad del estado. Los elementos de problematización de esto son los siguientes:

 

Teórico-Ideológicos:

-En la globalización los estados nacionales no sostienen a las regiones, y las regiones compiten entre sí.

-Las regiones que no pueden sustentarse deben de desaparecer. Es irracional subsidiar el sostenimiento o existencia de una región que no produce sus propios recursos.

-Los estados compiten por la localización de recursos y actividades con sus ventajas comparativas (recursos naturales, ambientales, culturales, localización en redes comerciales, fiscalización amigable, bajo coste mano de obra).

-Los factores decisivos hoy son: composición sistémica local de espacios de producción (Clusters) y calidad intelectual y de capacitación de la mano de obra. Ambos son vistos como “espacio” o “ámbito” general, “contexto” para desarrollo de actividades. Por eso el desarrollo ahora es “urbano”, centralizado en espacios urbanos complejos fuentes de iniciativa, innovación, originalidad y creatividad. Y eso es lo que hoy se entiende por “Cultura”. Por eso las ciudades globales son “culturales” y la “cultura” es hoy la mayor fuente de capitalización. Papel central de universidades e instituciones culturales posmodernas.

 

Contextuales Nueva Regionalización:

1) En nueva organización espacial Tabasco ya no es la puerta del Sureste sino mero corredor de paso entre Guatemala-Chiapas al D.F y Sureste de Estados Unidos.

2) Políticamente se le desconoce su aún importante lugar en la producción de energía y su derecho a ser resarcido por los costos de producción de la misma, sobre todo ambientales.

3) En los hechos Tabasco le ha dado la espalda a la integración Mesoamericana a la economía inmaterial: turismo, cultura y medio ambiente.

4) Tabasco es inviable por los altos costos para sostener su sistema hidrológico.

5) Acostumbrados a subsidio federal, Tabasco ha sido siempre lugar de extracción de capital, nunca de reinversión, sobre todo para sus propios habitantes.

6) Nulo desarrollo de capital humano local encubierto por cultura de autocomplacencia y limitación de espacios públicos sociales, culturales, urbanos y políticos.

7) En las condiciones actuales de ideología y teoría económica no le ven viabilidad a Tabasco, invertir en obras hidrológicas es tirar dinero bueno al malo: “la gente se metió al camino del agua y se debe de salir”. Con menos población Tabasco se vuelve todavía más políticamente irrelevante en el contexto nacional.

 

El Reto consiste entonces en:

-producir los recursos para sostener su sistema artificial de control hidrológico.

-reinsertarse en la nueva organización regional imponiendo alguna forma propia de centralidad (complejidad y complementariedad productiva y oferta de servicios complejos) distinta a la asignada programáticamente.

-tiene que hacerlo en el contexto de una devastación ecológica y escasez de recursos producida por los desarrollos anteriores.

-esto implica una estrategia diversificada que como novedad necesita desarrollar los elementos sociales y ambientales para el desarrollo de un capital humano verdaderamente competitivo en términos internacionales (actualmente no lo es ni a nivel regional), y aprovechar rentable y sustentablemente sus recursos paisajísticos y culturales.

 

            Tabasco destaca por ser una región que en el siglo XX fue objeto de varios e importantes proyectos dirigidos, deliberados, de transformación territorial con objetivos económicos, en lo que en el siglo XX conocimos como Desarrollo. La Condición y situación de Tabasco puede entenderse comparando la distancia entre los proyectos y los diagnósticos. Como diagnósticos contamos con las recomendaciones de la CNDH y cuando menos dos trabajos científicos: el informe del Centro de Ecodesarrollo de 1982 y el del Instituto de Naciones Unidas para el Estudio del Desarrollo Social publicado en 1989. Con esta información podemos ver claramente la distancia entre la visión del desarrollo como una mera organización de los factores de producción y sus resultados como condiciones para la vida en general y la sociedad en particular.

 

 

La Situación del Plan Hidráulico actual

 

Cuando se formuló el proyecto de las obras de control hidrológico para Tabasco por parte del Ing. Echegaray Bablot quien trabajó desde 1935 en ello, aunque se tenía la idea de copiar los objetivos de las obras en el río Tennessee de liberar importantes extensiones de territorio para actividades económicas, el modelo que se menciona persistentemente es el de Holanda, donde se tiene consciencia de que se construye una estructura artificial para mantener libre de agua, incluso estando a una altura menor que la del mar, un territorio que incluye importantes ciudades. Lo hecho en Tabasco quiso ser una mezcla de ambos proyectos, pero una diferencia que a largo plazo ha sido muy importante, es que mientras en el caso holandés se tiene consciencia de que es un sistema artificial que requiere de permanentes ajustes y sobre todo mantenimiento, en Tabasco se ha mantenido la falacia de que es una región todavía totalmente determinada por la naturaleza lo que ha servido para descuidar la idea de mantenimiento y ajuste. Todavía en los años 80 se recordaba mucho que la vida de las presas útil de las presas era de alrededor de 30 años; pero luego, además con el cambio ideológico del neoliberalismo y la globalización, ahora, por ejemplo, es imposible conseguir la información sobre como ha bajado la capacidad de almacenamiento de agua en virtud de la sedimentación, e incluso cuestionados directamente, tanto los ingenieros del Instituto de Ingeniería de la UNAM y los técnicos de Comisión Federal de Electricidad y de Conagua dan respuestas de una lógica insostenible y en todo informe o explicación dan cifras como si las presas todavía retuvieran el 100% de su capacidad original.

            La idea de mantenimiento y ajuste nos lleva directamente al problema de los costos y del origen de los recursos para sufragar esos costos. En el caso del río Tennessee la obra fue financiada centralmente desde otra región que sostiene su costo con recursos financieros nacionales, pero en el caso de Holanda, los recursos para sostener el mantenimiento del sistema viene de actividades financieras y comerciales que la han sostenido. Por eso, considerando los modelos de desarrollo económico, en toda esta problemática se vuelve central la cuestión de la producción, origen, distribución y uso de los recursos económicos para el sostenimiento de este tipo de sistemas. Con la ideología neoliberal, ahora se espera que cada región se sostenga a sí misma y busque ya no su incorporación a un sistema nacional como lo logró Tabasco a partir de los años 70, sino que encuentre su nicho de inserción en espacios macrorregionales de economía global para obtener recursos. Bajo esta ideología, los documentos de planeación regional para el Sureste de México, explícitamente no consideran por ejemplo que el sostenimiento de la sustentabilidad de Tabasco o los problemas del crecimiento urbano de Cancún deban ser apoyados con recursos provenientes de la federación o de organismos internacionales. Esta nueva perspectiva se tradujo inmediatamente, desde el sexenio de Carlos Salinas en que, como ahora se sabe, se dejó de dar mantenimiento a las presas y en todos los puertos del Golfo de México se dejó de dragar la boca de los ríos. Esto último, por ejemplo, según el Secretario de Obras Públicas de Veracruz, explica suficientemente la inundación nunca vista del centro histórico de Minatitlán. Este tipo de decisiones basadas meramente en criterios ideológicos financieros, ignoran por ejemplo, que según demuestra la historia, todos los puertos mexicanos del Golfo de México fueron obras artificiales sostenidas por un constante mantenimiento del dragado de las bocas de los ríos desde finales del siglo XIX, son hechos artificiales.

            A diferencia de Holanda donde se hace motivo de orgullo la artificialidad del sostenimiento de la región, en Tabasco todavía hasta hoy ha privado el discurso y la visión de que se trata de una región determinada y dominada por la naturaleza, y con esto, en su caso, se ha cubierto la responsabilidad de decisiones u omisiones de técnicos y políticos que han tenido efectos en inundaciones, como reconoció el ingeniero Rovirosa para el caso de la inundación urbana de 1979, o como se quiso ocultar la importancia de rellenar los vasos reguladores y destruir bordos urbanos en la de 1999.

            Este discurso de predominio de lo natural ya desde documentos de 1993, servía para que la entonces CNA dijera que el problema era que Villahermosa estaba en un embudo por donde salía la mayor parte del agua de la planicie, sin recordar que ese embudo en parte fue resultado de la decisión y objetivo de desecar a la Chontalpa Grande considerando que las obras de los años 50 bastaban para defender a la ciudad. La consciencia de que se habían concentrado las aguas en una sola salida, era tan clara que por eso de proyectó y comenzó a construir lo que en ese tiempo se llamó el Canal Samaria-Golfo, y a cuya inconclusión se le ha achacado parte de la problemática actual.

            El asunto de los costos tiene que ver porque lo que hoy se presenta como Plan Hídrico Integral para Tabasco, lo que fue publicado como tal, alrededor de 3 mil páginas de ensayos varios de diferentes investigadores, con múltiples contradicciones y sin un informe ejecutivo organizador, en realidad se reduce a 3 conjuntos de obras:

-Las ventanas o escotaduras en el sistema zapotes-Grijalva

-La estructura de control del Macayo que desvía el agua del río Carrizal al canal Samaria.

-La terminación de la construcción de los dos bordos del canal Samaria hasta la altura de Oxicaque.

 

El resultado como está proyectado de esta manera parcial y como se ha venido construyendo, es, como se hizo evidente en 2010, es que el objetivo único es la protección de la ciudad de Villahermosa, y a cambio concentra toda el agua en la zona de la laguna de Santa Anita anegando sin control todos los pueblos indígenas chontales desde Simón Sarlat hasta Oxiacaque y Vicente Guerrero. Se presenta como Plan de Acciones Urgentes, pero en realidad aparece como un plan recortado frente al proyecto original de 1997. Además, como estrategia para desfogar las presas anticipadamente, desde 2008 hasta 2011 se mantuvieron inundadas las tierras de trabajo de esta zona indígena fuera de las fechas tradicionales de inundación durante todo el estiaje, desde abril hasta octubre, quebrando la economía de estas comunidades.

            Sin embargo, el sacrificio de estos pueblos, que en los hechos configura el delito de etnocidio porque va a terminar obligando a los pueblos yokotanob a emigrar por hambre, no asegura que en un evento extraordinario, las crecientes mayores del ciclo decenal, Villahermosa vaya a quedar protegida. Tanto en el documento de 1997 como en el de 2009 se señala que es un gran error canalizar toda el agua por una sola salida, pero es lo que se está proyectando en los hechos. Pero además, si bien el canal Samaria se proyecto originalmente hasta su salida al mar, incluso en tres posibles versiones, según el plan de 1997, lo que se está haciendo ahora, y expresado por boca del vocero local de Conagua y el ingeniero encargado en campo, sólo tiene planes de obras hasta Oxiacaque. Es decir, que toda el agua del Mezcalapa se transportaría hasta Oxiacaque donde se liberaría hacia la Laguna Santa Anita, y por el otro lado, cruzando el Grijalva se canalizaría por las ventanas o escotaduras toda el agua de la zona del Río de la Sierra y el Tulijá-Chilapilla sobre Simón Sarlat y eventualmente la laguna Santa Anita. Como podemos ver en el diagrama del PHIT, no se considera la suerte de estos pueblos, ni se aborda el problema de la salida al mar, que sí se planteaba en el Plan de 1997.

            Pero el Plan de 2009 menciona que en un evento extraordinario podría bajar una cantidad de agua semejante a la del Usumacinta que golpearía con toda su fuerza el Macayo, de ahí rebotaría hacia el Samaría que a su vez avanza nuevamente en línea recta hacia Villahermosa donde chocando contra un bordo que no está terminado y tiene una figura visiblemente irregular, daría vuelta en un ángulo de 90º. Todo un reto para la infraestructura.

            El Plan de 2007 en cambio recomienda construir varias opciones de salida al mar que van desde activar un vertedero adicional desde la presa de Malpaso, con un cauce que puede conducirse hasta el río Tonalá, se menciona la posibilidad de conducir agua hacia la Laguna del Rosario y de ahí derivar también hacia el Tonalá, e incluso la posibilidad de reactivar el Río Seco desviándolo de las ciudades. Llama la atención, y tiene que ver con el sesgo productivista que se ha seguido y el carácter de símbolo que tiene el Plan Chontalpa, no se menciona que es muy clara la posibilidad de canalizar excedentes a través del Plan, ampliando varios canales. De hecho ya existen dos entradas de agua del Mezcalapa a la red de canales del Plan, y en enero de 2011 ya Conagua estaba limpiando el canal El Naranjero que saca el agua del Plan al mar.

            Es decir, que lo que estamos viendo es una visión recortada de las posibilidades de acciones a tomar incluso desde esta perspectiva de grandes construcciones. La gente del Instituto de Ingeniería explica que lo desarrollaron con base a las posibilidades de presupuestación que se les dieron. Y en esto hay que pensar que se actuó mal desde la perspectiva científica porque en principio el sector científico tendría que problematizarse libremente todas las posibilidades para explorar su factibilidad, y después ajustarse a los posible y costeable, y no al revés. Y sobre todo cuando existe un antecedente como el Plan de 1997, que aporta otras opciones.

            Más allá de esto ambos planes son criticables y están incompletos por su muy inadecuada y pobre incorporación de las problemáticas ambientales y sociales. En ninguno se considera seriamente la prospectiva de los cambios que pueda producir el cambio climático, no se considera la característica más particular de la planicie tabasqueña que son sus ciclos metereológico/hidrológicos anuales y decenales, que son básicos para toda esta problemática.

            Por ejemplo, se dice que nunca se ha operado una estructura de control del Macayo y que va a ser todo un reto, entre otras cosas se menciona que se hará necesario mantener el nivel del Carrizal debajo de la estructura al mismo nivel durante todo el año para que no se caigan los barrancos de las orillas, lo cual en una región donde hay mareas anuales y diarias como Tabasco será un reto.

            Lo que el PHIT presenta como estudios sociales no son sino meros recuentos demográficos de la población que de los 28 pueblos que tendrán que ser removidos para el funcionamiento del Canal Samaria.

            Además en el PHIT no se menciona al río Usumacinta, incluso en el Plan de 1997 sólo se hace una mención superficial. No ha habido estudios serios sobre la problemática del Río Usumacinta e incluso el plan de construir 5 presas sobre el río surgió del Banco Interamericano de Desarrollo como parte del Plan de Interconexión Eléctrica de Centroamérica que simplemente apuesta a incrementar la oferta de energía a nivel regional. Pero no se conoce o no es púbico o no existe el estudio que demuestre que tal energía es necesaria, o que efectivamente su oferta desencadenará procesos de desarrollo. Eso no esta ni probado ni demostrado. Lo que sí está demostrado es que se construyen presas en todo el mundo por meros motivos especulativos para beneficiar a las grandes constructoras trasnacionales, las obras de John Perkins, nos explican como se da este proceso. En todo caso, las presas para el Usumacinta jamás han sido propuestas o planeadas para el control de las inundaciones extraordinarias.

 

            Luego entonces, se hace necesario que avancemos hacia dos transiciones conceptuales. La primera, más cercana, es incorporar los criterios ambientales ya ampliamente conocidos, para el control de las inundaciones extraordinarias, es decir, que al hablar del Usumacinta consideremos que detener los ciclos anuales y diarios de marea implican destruir el hábitat único de los Pantanos de Centla, que es uno de los mayores recursos de desarrollo moderno, en el sentido de su aprovechamiento paisajístico, turístico y científico con que cuenta Tabasco; y por supuesto, no destruir ni la selva Guatemalteca ni las zonas arqueológicas a ambos lados de la ribera, ni el cañón de Boca del Cerro. En el lado del Grijalva, se hace necesario también incorporar de manera seria estos elementos y rompiendo la ilusión tecnocrática de las grandes obras monumentales, hacer grandes programas integrales de reforestación, de cuidado de la cobertura vegetal y conservación de suelos, más desazolvamiento de los cientos de canales pequeños, y corregir todas las retenciones de agua y distorsiones que provocaron en los años 70 y 80 los caminos, canales y ductos de PEMEX para rerracionalizar la circulación de agua. Esto es posible, viable y se tiene que hacer apoyando a los propietarios y usuarios de la tierra, desde los grandes hasta los pequeños campesinos y hasta a los pescadores libres que explotan racionalmente los pantanos con técnicas y actividades tradicionales.

            Esto también se tiene que apoyar con formas nuevas de asociación para la producción para aprovechar las nuevas actividades rentables de la globalización como son el turismo cultural y el turismo ambiental que sólo se hace posible asociando a las comunidades con los grandes transportadores y hoteleros turísticos, es un gran reto dada la experiencia estatal, pero es un paso difícil y necesario; que en lo cultural, y ya incluso a nivel urbano, se hace necesario, que como en Campeche y Yucatán, los capitalistas privados locales inviertan en infraestructura y ornamentos, atractivos y actividades que constituyen los atractores del turismo contemporáneo.

            Dadas las condiciones ambientales, se hace necesario también que se le de una vuelta al revés a la costumbre económica tabasqueña de basar todo en la extracción y explotación de recursos necesarios con un nulo desarrollo de la calidad del capital social, para lograr un desarrollo de actividades de la economía inmaterial, de la sociedad de la comunicación y de la cultura, dada la imposibilidad e inadecuación del desarrollo de industria pesada; sin dejar, por supuesto de aprovechar el lugar todavía muy central que tiene la actividad petrolera y gasera en la región, pero respetando las normativas ambientales para que deje de generar el impacto suicida que sigue teniendo en el área.

            Y finalmente, los más difícil, tenemos que imaginar, crear, inventar, la manera de dejar de ver al agua como un excedente del cual sólo queremos deshacernos, para entenderla, verla y aprovecharla como un recurso en la nueva economía y situación del siglo XXI.