Lo encuentro en los lugares y momentos menos previsibles.
Su mirada me descubre, me revela.
Lo que no se es si se trata del que fue o el que será , pero incluso
dudo que observar y hablar
confirmen un estado presente.
Es el momento de confusión y comunión, “se pierde la sombra”.
Nos reconocemos umbral o abismo.
Sin trayectoria, plan o sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario