La Progresiva derrota de la utopía democrática de amlo.
Contra la complejidad en Mexico para manejar elecciones limpias y confiables incluso dentro de partidos de izquierda tanto por la intervención de las agencias de los anteriores gobiernos, de las autoridades electorales, de la intervención del narco, y sobre todo por las competencias entre los cacicazgos y grupos clientelares internos, Cuando amlo fundó Morena prometió una utopía política contra la clase política. Dijo que los candidatos podrían ser elegidos incluso por tómbolas para que todos los ciudadanos pudieran tener una oportunidad. Al mismo tiempo al ganar las elecciones defendió la posibilidad de nombrar funcionarios no expertos como encargados (“es un encargo no un cargo”) de una función. Es su versión de la propuesta leninista de que la economía debería entenderla hasta una cocinera. Según Amlo bastaba con ser honestos. No eran ideas nuevas, formaban parte del núcleo de sus propuestas ya de la campaña electoral para gobernador en 1994 que incluía dar un paso adelante a la elección de delegados municipales que logró Enrique González Pedrero en Tabasco, dándoles presupuesto público a estos para actuar de acuerdo a las demandas locales. Fue también su propuesta para la elección y dotación de presupuesto para los jefes vecinales en el Distrito Federal. Sin embargo estas ideas y propuestas han sido derrotadas y echadas atrás de diversas maneras:
- los ciudadanos del DF no escucharon la propuesta de jefes vecinales y no participaron en la votación.
- Los funcionarios nombrados bajo esta lógica en 2019, como Jaime Cárdenas, Víctor Toledo y muchos otros fueron expulsados por violencia directa y por la resistencia de la burocracia profunda, el mezo poder. Algunos persisten en sus casos pero están prácticamente secuestraría y acotados por este poder. En casos importantes amlo no dudó en darle la posición directamente a funcionarios formados en esta clase política como en el caso de Bartlett y la cfe, contrastando con el nombramiento de Octavio Romero en Pemex.
- Detrás de esto no solo se encuentra la falta de convencimiento de los participantes del servicio civil, empleados públicos y burocracia general de los principios y objetivos de la 4T, sino también el hecho de que la 4T es un movimiento político particular que no ha generado su propio capital humano y abiertamente se ha tenido que apoyar en los formados en las luchas y estructura de la vieja izquierda anterior al PRD, de aquellos resistentes internos al neoliberalismo como la Corriente Democrática del PRI y el Foro Democrático del PAN y, por supuesto, de la vieja clase política. Ha quedado muy al desnudo el problema para tener un secretario de Hacienda que no decida bajo los criterios tecnocráticos ni sea parte de la aristocracia de los organismos financieros internacionales.
- Directamente uno de sus más conspicuos colaboradores, entonces gobernador de Tabasco, borró mediante decreto el derecho de elegir a los delegados municipales de Tabasco convirtiéndolos en empleados sin sueldo de los presidentes municipales usando argumentos porfiristas: se trata de administrar no de hacer política.
- El INE y el tribunal electoral en plena pandemia le dan un golpe de estado a Morena nombrando a Mario Delgado presidente del partido mediante una encuesta sin presentar evidencias de su realización. El mismo sistema sería usado para nominar a los candidatos de Morena para la elección de 2019, cuando en realidad Delgado hizo toda clase de pactos con los personajes más extraños -como el gobernador de San Luis Potosí- reposicionando a la clase política en todos los lugares. Mientras amlo defiende a las encuestas como formas de romper con el monopolio de la clase política, Delgado en Morena, con el apoyo del INE y el Trife las ha convertido en meros actos de simulación y nuevas formas de fraude electoral que apuntalan el regreso de la clase política al control total de todo.
- La reconfiguración total de Morena que propone Delgado, que llega hasta desconocer los derechos de los fundadores del partido con una nueva afiliación total desde cero, donde en el momento de entregar la nueva solicitud de ingreso se podrá votar por los dirigentes es la cereza del pastel para restablecer el control total de todos los procesos por parte de los miembros de la vieja cese política tradicional bajo una chamarra guinda.
