Damnificado
de AMLO, pequeña guía para dialogar con derechairos. (entrevista pre
electoral).
El chofer
de Uber se queja de tener que escuchar veinte veces al día la repetición de lo
que dice AMLO en las mañaneras porque lo repiten todos los noticieros de la
radio para criticarlo. Aparenta menos edad de la que se puede inferir por el
número de cuenta de estudiante de la UNAM que todavía recuerda, dice que se siente
decepcionado por AMLO, que él voto por AMLO, pero que lo vino a perjudicar.
¿Cómo, le
pregunto? Me dice que él antes tenía trabajo en una empresa, pero que el gobierno
no ayudó a la empresa y ésta tuvo que cerrar y que ya ninguna empresa le da trabajo
por la edad y por eso no le quedó más que meterse al uber con su coche y que
perdió su seguro médico y ya no puede atenderse gratis en ninguna parte; que al
cerrar las escuelas de tiempo completo su esposa ya no puede trabajar todo el
día por cuidar a los niños en la tarde; que el gobierno le quita el 40% de lo
que gana diariamente por impuestos; que al revaluar el peso, se redujo la
cantidad en pesos de las remesas que le mandan sus hijos que viven en el
extranjero; y que de las obras de infraestructura que dice AMLO estar haciendo,
están todas en provincia, “donde nadie las ve”, “para nosotros los de la Ciudad
no ha hecho nada y aquí es donde debe de verse un gobierno”. La corrupción no
ha parado: dice seguir dándole mordida a los de tránsito por traer el teléfono
con la aplicación en el tablero y que le da también a los de la verificación.
Estudio contaduría en la UNAM y le teme a la Inteligencia Artificial: en la
siguiente generación uber ya no tendrá conductores en los taxis (“como en la
película aquella de Shwarzeneger que filmaron en el metro Chabacano, Total
Recall”, apunto yo). Se define como damnificado
de AMLO.
Inmediatamente
se ven algunas cosas, como la incoherencia de denunciar su situación familiar
por tener al mismo tiempo niños en primaria y otros que le envían remeses desde
el Gabacho (no cuadran edades tan distintas), el discurso es ordenado y suena a
que lo ha repetido. Uno piensa, en lo que dice, que escucha la radio todo el
día y de ahí el poder armar un discurso articulado de todos los detalles con
que la oposición arma el caso contra AMLO, extrapolando y generalizando.
Le
respondo: ¿El que las empresas ya no le den trabajo a personas mayores es culpa
del gobierno o de las empresas? ¿El que la empresa uber no absorba los
impuestos y se los cargue al chofer que trata no como empleado sino como “emprendedor
independiente” al chofer que pone y desgasta su propia unidad, es responsabilidad
o culpa del gobierno? ¿El que Uber no te dé seguro médico es culpa o
responsabilidad del gobierno? ¿Para atenderse gratis no está abierto ya a toda
la población el Seguro Social y los centros de salud y hospitales de la CDMX? ¿Al
quejarte por el tiempo en casa de los niños en la escuela de tiempo completo no
estás viendo a la escuela como mero deposito temporal de los niños? Respecto a
la revaluación del peso, entonces, ¿Tiene que irle mal al país para que a ti te
vaya bien? (le aclaro que esa es la política actual de los bancos privados,
donde todas las inversiones apostaban a la devaluación progresiva del peso y la
baja de intereses del Banco de México y la Fed de EU, con lo que al ocurrir lo
contrario, nos están llevando entre las patas a los pequeños ahorradores). Y concordamos
sobre la corrupción, pero que el problema es que es un fenómeno horizontal de
la población general.
Me da la razón en varios puntos,
pero me dice que él sólo puede juzgar desde su posición personal y por eso votará
por cualquiera que vaya contra AMLO. Le digo que los de la alianza va por
México ya nombraron al mismo tipo que hizo el plan de gobierno para 30 años de
Salinas, para hacer el proyecto alternativo de la oposición. O sea lo mismo que
hace 30 años. Ya no me responde y mejor comenta sobre que siempre lo pone
nervioso entrar a la colonia donde vivo por la fama que tiene. Ja, ja.