lunes, 29 de enero de 2024

Es muy interesante que en su pragmatismo político ideológico, AMLO más ofrece estar cumpliendo lo propuesto en el Ogro Filantrópico de Octavio Paz que algún programa de la ideología de izquierda europea (aunque siempre ha sido explícito que se basa en Daniel Cosió Villegas, Morelos, los liberales del XIX (constitución del 57) y el plan de San Luis Missouri. Parte del acto de magia ideológico de los “Contemporáneos” fue negar como intelectuales con ideas propias a los políticos mexicanos incluidos los asesores zapatistas (de ahí a la estupidez de Womack que le compró la idea a Paz de que los zapatistas eran unos conservadores reaccionarios -porque la única flecha del tiempo es la que nos lleva a imitar a “Occidente”-) y los constitucionalistas del 17, incluyendo a los generales sonorenses (que eran civiles en armas, no militares de carrera) y por supuesto a Cárdenas y ahora a AMLO (aunque estratégicamente el mismo se presenta como no intelectual (o Monsiváis dixit: “pensador”) pero quienes lo conocimos en los 80 y 90, cuando escribió sus libros de historia conocimos esa otra faceta (incluso con Rafael Landerreche en los 90 estudiamos a Gandhi y al propio liberalismo panista original en el que participó el propio padre de Rafael). AMLO, en lugar de escribir un libro sobre Gandhi lo puso en práctica.

Como propone Foucault hay que dejar de ver a Paz como monumento y analizarlo. Así encuentra uno que en su libro sobre Sor Juana presenta como propio un resumen de historia de la colonia que es un vil plagio del presentado por Enrique Florescano e Isabel Gil en la historia mínima de México del Colegio de México. Y jamás menciona sus nombres o da la referencia de la fuente. En una clase sobre Sor Juana, Margarita Peña, Quien ya tenía su versión diferente sobre el personaje y la época, casi llora cuando le hicimos la lectura comparada de ambos textos. Y aclaró Margarita que eso no lo podía decir porque corría el riesgo de que le cerraran puertas y la expulsaran de la facultad los fanáticos de la mafia paciana, que contra las propias ideas de Paz, se habían constituido en el núcleo duro (hasta hoy) de la burocracia cultural y académica de México. De hecho bromeamos, en ese momento, que podíamos discutir ambos autores abiertamente y sin agresiones, porque casualmente estábamos fuera del país y solo habíamos dos mexicanos en el curso.

domingo, 28 de enero de 2024

 Muy interesante opinión de Salvador Novo y Federico Gamboa sobre el mexicanismo y el habla del mexicano: 


Prólogo a "Astucia" de Luis G. Inclán, editorial Porrúa, 1946. 

p.X Federico Gamboa sobre Astucia: "un alarde de un localismo agresivo y soberano, que ensancha hasta lo trascendental y realza hasta la hermosura sus cualidades y primores. Por sus páginas, congestionadas de colorido y de la cruda luz de nuestro sol indígena, palpita la vida nuestra, nuestras cosas y nuestras gentes; el amo y el peón y el bárbaro, el educado y el instintivo; se vislumbra el gran cuadro nacional, el que nos pertenece e idolatramos, el que contemplaron nuestros padres y, Dios mediante, contemplarán nuestros hijos; el que nosotros hemos visto desde la cuna, el que vemos hoy, el que quizá seguiremos viendo de más allá de la tumba y de la muerte... los personajes que por entre sus renglones discurren no pueden sernos más allegados, hablan, y piensan y obran a la par nuestra...sus moradas nos son simpáticas, y los caminos que andan, y los pueblos que habitan; palpamos que son nuestros hermanos, nosotros mismos."

p.XVIII"Introvertido por esencia, el mexicano atesora en el subconsciente la mejor parte de su espíritu. Las palabras, la puntuación, la sindéresis, con que la conciencia culta concierta sus tratos y sus relaciones sociales, y que imponen su dominio al espíritu de quien las maneja, son en boca del mexicano simples puentes cuya estructura subordina a la necesidad ondulante de una comunicación subconsciente apta a quebrantar toda norma establecida por los demás, a alterar o substituir el significado ortodoxo de los vocablos, a innovar el lenguaje y a fluir sin puntuación, o con ella arbitraria, en una anárquica ebullición de imágenes, ideas, impresiones, deseos. Que cuando este mecanismo habitual de la subconsciencia, y este caudal ingobernable de su fluir, se incorporan artificiosamente a la literatura, con ello se labra una obra de arte, lo prueba el Ulysses de Joyce, que entre el pueblo de México es así como se realiza la comunicación verbal, lo demuestra el hecho de que aún hoy, casi a un siglo de distancia de Inclán y de Astucia, nos sorprenda la actualidad de su lenguaje, conservado en el pueblo, y la perduración de un mecanismo espiritual de ladina deformación de las expresiones que aún preside el caló popular; de que González Peña en su estudio subrayó buena copia de ejemplos, y que hace parecer dicha hoy mismo por algún cómico de carpa, una maliciosa frase como ésta: "Yo te cantarines con quién querubines, esa tepistoca".

(nota marginal: en revistas "científicas", me han rechazado artículos por mi "exceso" de uso de frases y oraciones subordinadas encadenadas por comas o puntos y comas. Dicen que así no se escribe el español: lo único que demuestran es que los "científicos" no leen literatura en español y sólo son unos acomplejados lambiscones de los gringos").  

    

viernes, 26 de enero de 2024


 

Los japoneses han hecho una película en homenaje a los 70 años de existencia del personaje GODZILLA. Si la primer película GODZILLA tuvo un enorme éxito porque inconscientemente revelaba el estado del inconsciente colectivo japonés tras la derrota en la Guerra y el horror de las bombas nucleares, esta vez, con una excelente producción, fotografía, ambientación  de época y close ups del monstruo para sus fans, profundizan con una historia muy humana en estos contenidos inconscientes balanceando muy bien un realismo posible con la obligada fantasía del tema y un poderoso mensaje antibelicista y un guiño de crítica a la sociedad japonesa actual y sus graves problemas psicosociales (sacrificio de vida sentimental y familiar por la función económica, abandono de ancianos, la muerte en vida de jubilados, jóvenes asociales que se encierran permanentemente en sus cuartes, padres sobre protectores por culpas, la asexualidad) de una manera metafórica muy sutil que de pronto recuerda las primeras películas urbanas de Kurozawa (aunque sin su sordidez). Muy interesante para comparar lo que hace Hollywood con los monstruos a pesar de que aquí también el mensaje termina siendo optimista y nos recuerda -en la tradición de William Blake y Nietzsche- que los monstruos somos nosotros mismos (los nazis exterminando judíos, el estado de Israel exterminando palestinos), nuestros temores, nuestras culpas, las convenciones sociales impuestas; y que vivir es luchar permanentemente contra ellos. Una película que ningún fan de Godzilla se puede perder.

 Deleuze y Guattari explican que el único espacio y forma de deseo que te deja el capitalismo es comprar (si no puedes hacerlo te frustra) y como explica Marcuse por eso es tan importante la dimensión de seducción que ejercen las mercancías (o las cosas o personas o experiencias o belleza o actividades convertidas en mercancías -el contenido simbólico o cultural agregado a las mismas, incluida, por ejemplo, la etiqueta de cultura, ejercicio, ecología, etc.-) para que con cada acto que hacemos (lo que Foucault llama micropolitica) mantengamos y reproduzcamos el sistema. Y si no lo logramos, nos sintamos frustrados. El consumismo y el aspiracionismo no son hechos banales. Y entonces así podemos entender que la depresión es un mecanismo psicorganico inconsciente de resistencia y defensa de una salud entendida de otra manera: escape del sistema (ya Cooper y Laing describían de esa manera la esquizofrenia). ¿Se han dado cuenta de que la gente que comienza a consumir anti depresivos (del azúcar y el chocolate en adelante) lo primero que hace es comprar cosas? Cómo dice el Dr. Nabor Gate, en esta sociedad todos somos adictos. Lo que se define como “normal” es una adiccion.