miércoles, 27 de enero de 2010

La lucha de clases se ha trasladado al interior de cada trabajador

Esto es lo que afirma y explica muy bien el filósofo argelino Sidi Mohamed Barkat, y así podemos entender como estamos viviendo la más completa, extensa y profunda dictadura de la historia de la humanidad. El link de la entrevista completa es el siguiente:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/lucha/clases/ha/trasladado/interior/trabajador/elpepucul/20100126elpepicul_4/Tes

domingo, 17 de enero de 2010

Por la Metamorfósis de Edgar Morin

Esta es la dirección a un excelente artículo de Edgar Morin donde plantea una alternativa social posible distinta a las revoluciones que han resultado ser reversibles. De hecho explica porque algunos cambios que no parecieran ser revoluciones en el sentido clásico, como el 68, resultan tener una trascendencia mayor que las consideradas revoluciones por ser deposiciones políticas violentas.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Elogio/metamorfosis/elpepiopi/20100117elpepiopi_13/Tes

viernes, 15 de enero de 2010

Todos somos alguien más: Sobre la Subjetividad Contemporánea a la luz de la vida y obra de Bob Dylan.


En la película no direction home, una frase de su canción As a Rolling Stone, se resaltan los cambios que ha tenido Dylan en su música, actitudes, ideas y vida, y para resaltar aún más la no continuidad del personaje-persona, el papel es interpretado por distintos actores e incluso una actriz que ni siquiera se parecen entre sí o, a veces, al mismo Dylan. En la modernidad temprana o tradicional o autoritaria esto significaría esquizofrenia o cualquier otra etiqueta que descalifica a quien se sale de la mayor de las prisiones construidas por la modernidad surgida en el siglo XIX: la identidad. Una prisión que funciona como una red total y donde la vigilancia la ejercen básicamente los semejantes a través de las expectativas: se espera que permanezcas igual y no cambies, como nos dice Michel Foucault, y eso explica la violencia con que sus propios seguidores reaccionaron ante los cambios en los géneros musicales (Folk-Blues-Rock-Pop, etc.) o utilización o no de instrumentos electrónicos que ha tenido Dylan. Se considera una traición a la identidad de quienes se proyectaron sobre el artista, y se genera una exigencia unilateral de continuidad, siendo cierto que muchísimos artistas justamente construyen sus carreras y personalidades, y sobre todo si son contestatarios al sistema o parte de una minoría excluida o discriminada, mediante la construcción y defensa de una “identidad”. Eso lo podemos ver incluso en grupos como U2 y su actitud de ONG buena onda solidaria con todos los males del mundo, y tiene que ver también, por otra parte, con uno de los principios básicos de la colocación en el mercado y el marketing: hay que desarrollar y mantener “una identidad”, para que se convierta en una marca o franquicia, y así, por ejemplo, los discos o las novelas ya no se venden por su contenido específico, sino porque es de una persona tal, y por eso vemos en las Ferias de Libros y disquerías las enormes fotos de las personas y muy poca información sobre su último producto, esperando que compremos el nuevo producto por ser de quien viene, y no por lo que trae de original o particular respecto a trabajos anteriores. Dylan con sus actitudes y con lo que resaltó esta película demuestra otro nivel de libertad que es romper con la propia identidad construida y con la asignada, en un nivel que también tiene que ver con la narrativa de sus canciones y poesías: no hay, como ocurre normalmente con los cantautores un solo personaje que presenta las diversas situaciones e historias desde el mismo lugar: él mismo. Desde sus obras primeras, Dylan le presta voz a sus personajes, y sus canciones se mueven siempre desde las perspectivas de estos personajes, o son, en otra versión, parte de los paisajes que se van recorriendo. Hay en Dylan la voluntad de ser todos, y ver desde donde están todos, no sólo de narrar lo que hacen lo otros, y eso nos habla de una subjetividad diversa, compleja y siempre en movimiento que muy poco somos capaces de entender y ver atados a la obsesiva necesidad de construir el personaje que necesitamos vender todos los días –como explica más ampliamente Zygmunt Bauman en Vida de Consumo- para participar de los mercados afectivos, sexuales, de atención y económicos. Siendo además, dada la situación actual de hipercompetitividad y desregulación necesaria primero la atención con base del personaje, necesaria para poder entrar a los mercados económicos más que las competencias, habilidades y disciplinamientos que dice o exige el discurso social explícito. Es decir, cada vez necesitamos vivir en el reality permanente no sólo para “alcanzar nuestras metas”, sino ya simplemente para satisfacer nuestras necesidades. Y justamente las historias que cuenta en las canciones Dylan, que fijan las perspectivas de los actores más que someterlos a la perspectiva del Gran Hermano mediático, son el contrarreality, es decir, lo contrario a la canalización de los sentimientos y los esfuerzos.
Y en este sentido, no puedo terminar de señalar las coincidencias que hay con las actitudes de los autodenominados personajes o actores de izquierda que, de acuerdo a los condicionamientos y matriz cultural decimonónica de esta cultura e ideología, la de izquierda, como forma cultural moderna, sigue funcionando con base en este tipo de apegos autoritarios de identidad, y aún de las peores maneras, por ejemplo, el pensar y juzgar siempre con base en la autoridad de los enunciantes, o sea por quien dice lo que dice, y no por evaluar la misma argumentación (como ensañaba el propia Marx) entre otras cosas. Un tema, en fin, sobre el que vale la pena regresar, y por el que se explica el porque si queremos darle respuesta a nuestras coyunturas actuales concretas cotidianas, respuestas a nuestras situaciones políticas y vida cotidiana, hace falta reconstruir una cultura nueva y ver a la izquierda como parte del palimpsesto social donde se acumulan discursos, culturas y formas de entender y actuar de muchas épocas distintas, y a las que hay que decirles también “Hasta la vista, Baby”. Es decir que tenemos que huir también de la prisión mental de pensar todo en los términos de la contradicción decimonónica izquierda-derecha (que sigue sirviendo en algunos casos para entender la acción de actores que siguen todavía esos lineamientos, porque históricamente los regresos se valen, como el regreso brutal ahora del conservadurismo católico del siglo XVI), pero no para construir un presente-futuro diferente y viable de acuerdo a la vida actual. Más aún que la izquierda histórica, la “realmente existente” no logró identificarse o realizarse del todo como justicia, equidad, honestidad, etc. y que los mayores logros históricos: universalizar los derechos humanos y sociales, curiosamente no los lograron las luchas ahí donde la izquierda se alzó con el triunfo total, donde inocultablemente vimos trabajos forzados, censura ideológica y cultural, limitación de movimientos, puritanismo sexual, explotación económica por burocracias estatales, etc. Uno de los medios para orientarnos y actuar en el mundo actual es por supuesto seguir los consejos de Marx: analizar la situación concreta, encontrar sus determinaciones más profundas y sus articulaciones y actuar en el sentido que termine con las condiciones de injusticia, expoliación y explotación de las mayorías, lo cual ya no necesariamente signifique casarse con una clase y menos una ideología preconstituida, y sobre todo no significaría hoy en día ser de izquierda. Estoy convencido que hoy día Marx no es de izquierda, es decir, no estaba en su metodología y propuestas de análisis y pensamiento el seguir discursos preconstruidos con base en la autoridad de los enunciantes, y sobre todo teniendo como premisa básica además de la autorreferencialidad absoluta, el no enjuiciamiento del pasado propio. La izquierda trabaja, vive y respira mediante una lógica de identidad y no una de análisis y transformación. Y contra los integrismos cristianos, católicos, islámicos, sionistas, económicos (escuela de Chicago y neoliberalismo), necesitamos romper el pensar mediante las lógicas de identidad.

jueves, 14 de enero de 2010

Enfriamiento o Calentamiento Global


Ahora que el fuerte invierno de 2009-2010 cubre a todo el norte del hemisferio de nieve, heladas e inundaciones con grados de frío desusuales incluso en zonas templadas y hasta tropicales la gente se pregunta que pasó con el problema del calentamiento global y quienes hacen campaña contra tal teoría (básicamente las empresas petroleras a través de sus voceros políticos y científicos), que llegaron a presentar antes de la realización de la conferencia de Copenhague evidencia de que los científicos cargan los dados para obtener recursos para investigar, están saliendo a decir que ahí está la prueba de que el calentamiento global es un mito de los extremistas y violentos ecologistas que llegan al grado de hacerse golpear y encarcelar por la benevolente y delicada policía danesa.
A la gente le resulta fácil creer esto y le resulta difícil entender que la teoría del cambio climático, más conocida como calentamiento global, precisamente predijo que se van a generar supertormentas, como la que abarcó la mitad de Estados Unidos y Canadá a principios de diciembre, y que habría inviernos más fríos y en general comportamientos más extremosos hasta que se rompan definitivamente los delicados equilibrios que sostenían el clima tal como lo ha conocido la humanidad en su historia más reciente, o sea por los últimos 10 mil años. La dificultad es la misma que hace que la gente piense que los dinosaurios fue una especie fracasada porque “se extinguieron”, cuando fueron la especie dominante en el planeta por 60 millones de años, mientras la historia de los homínidos apenas tiene cuando mucho 4 millones, y la historia humana apenas quizás 10 mil años. Es la misma traba mental que impide entender como la realización de teletones y campañas de caridad terminan siendo grandes negocios en lo económico y lo político para las iglesias y las empresas; y que ante todo buscan hacer que nada cambie: que los fregados se mantengan así siempre y que los “capaces”, los privilegiados sean los mismos generando agradecimiento y vínculos de dependencia permanentes. La misma traba que impide pensar que siempre las zonas ricas, o las grandes empresas como Banco Azteca o Wall Mart hacen negocio y obtienen ganancias de las zonas y gentes más pobres. O finalmente es lo que le impide a la gente pensar que ni Vicente Fox o Felipe Calderón son estúpidos o que han fracasado en su misión de resolver los problemas del país, en lugar de ver que eso nunca fue su objetivo. Y más en general, lo que impide ver que normalmente el objetivo de los gobiernos y los estados no es generar igualdad y satisfacer la necesidad de sus ciudadanos sino mantener en el poder al mismo grupo de propietarios o funcionarios y sobre todo contener a la población en general, a las multitudes, para lo cual generaron el concepto racista y discriminador de “la masa”. Eso y las historias escritas desde arriba como relatos lineales teleológicos (que siguen un objetivo de más y mejor) o escatológicos (ya viene el fin del mundo) es lo que impide entender que si a mediados del siglo XX se habló de derechos humanos universales como el derecho a la libre expresión, y sobre todo los derechos sociales, el derecho a la alimentación, a la salud, a la libre asociación, a un salario digno, a una jornada de trabajo, al voto femenino, a una jubilación y pensión digna, fue porque las masas lucharon desde el siglo XX por ello y se lo impusieron violentamente a los estados y gobiernos mediante rebeliones tanto violentas como pacíficas, mediante la resistencia o mediante la revolución, pero siempre mediante la lucha política organizada.
En resumen, la gran traba que facilita la manipulación que facilita los abusos tanto de organizaciones trasnacionales, gobiernos nacionales y hasta los gobiernos municipales y las dictaduras familiares intramuros es el imperio de una lógica lineal como única forma de pensar y entender al mundo. El corazón del sistema que permite la imposición de una forma de ver al mundo al revés de cómo funciona, donde los abusivos aparecen como los salvadores, y los violadores y saqueadores aparecen como indispensables está en impedir a la gente desarrollar formas de comprensión de la realidad que le impiden ver que la realidad y por supuesto todos los procesos sociales son complejos y básicamente fruto de encuentros entre lógicas, impulsos, fuerzas, dinámicas contrapuestas que en ciertos momentos dados, llamados coyunturas, pueden decantarse o decidirse hacia un lado o hacia otro, y que todo hecho natural y social es fruto de procesos pendulares de cambio y oscilación donde una cosa puede alimentar o terminar resultando lo contrario, y que la incomprensión de esto puede resultar en un actuar contra las propias necesidades del interesado.
Un ejemplo muy patente de esto, es que ahora, sobre todo las personas menores de 35 años han olvidado o ya no entiende que cosa es el inconsciente, no creen que alguien puede hacer algo distinto a lo que dice o incluso a lo que siente o a lo que piensa, que puede entrar en contradicción con sus propios intereses a mediano o largo plazo, y sobre todo creen que alguien es lo que dice. Incluso en la investigación social, la popular, la de los medios de comunicación e incluso la científica todo se reduce hoy a la opinión. Todo es ahora lo que la gente opina, y no se entiende que esa opinión o voluntad manifiesta puede estar construida por la manipulación de la información y la educación o formación que esa persona ha recibido, y que por lo tanto, la gente puede estar preocupada por la caída del volumen de acciones negociados en la bolsa de valores (eso es lo que ocurre en una caída de la bolsa), sabiendo que si cae la bolsa se lo van a cobrar con inflación y más impuestos y menos trabajo, y no se pregunta el porque de cuando la bolsa sube no baja la inflación ni los impuestos ni mejora el trabajo. Y de hecho el impulso de esta ideología a través sobre todo de los noticieros que nos dicen que la economía va mal cuando bajan las ganancias de los propietarios y que va bien cuando éstas suben sin importar la suerte de los consumidores y los productores, fue la que permitió que ahora sí, por la vía de los hechos, por la “bursatilización” de no sólo la economía, sino incluso de la vida, todos dependamos directamente de la bolsa. Un ejemplo muy claro es el de la individualización de las pensiones, donde ahora todos tenemos que ceder nuestras pensiones a una empresa financiera que las ponga “a jugar” en la bolsa, y que ahora pueden perderse –como ocurrió en 2009- si la bolsa baja. Es decir, que antes las pensiones eran un derecho y su cantidad dependía de un postpago del valor, de la riqueza que habíamos producido, de los servicios que habíamos prestado a lo largo de 30 años anteriores. Ahora, ya no es un derecho, todo lo anterior que hayamos hecho no importa, y no es más que un servicio que nos prestan estas compañías financieras. Y luego entonces, ahora sí, estamos preocupados por la suerte de estos financieros, y estamos dispuestos a defender sus inversiones aunque apoyen a empresas energéticas, mineras, pesqueras, etc. que generen más contaminación y calentamiento global; o que sigan políticas que generen más desempleo o esclavitud en el tercer mundo. Es la trampa, por ejemplo, en la que han caído los combativos e incluso socialistas sindicatos de los países nórdicos, que con tal se lograr cobrar sus pensiones terminan, quizás incluso sin saberlo (el inconsciente), pero por vía de los hechos, apoyando las empresas menos éticas y más destructivas del mundo y generando globalmente muchas injusticias locales.

lunes, 11 de enero de 2010

Los Orígenes de la Cultura Contemporánea


De acuerdo con una perspectiva el Rock and Roll nació cuando en una película sobre la violencia juvenil en los high scholls americanos protagonizada por Glenn Ford uso Rock Around the Clock como canción principal. Por primera vez la gente en los cines se levantaba de sus asientos para bailar en los pasillos. De hecho en muchas ciudades americanas dejaron de pasar la película con la banda sonora para evitar estos desmanes. La canción llegó a la película porque el hijo de Ford, de 9 años escuchaba música de negros en la sala china de su casa y el director de la película escuchó la versión de la canción de Bill Hayley. En ese entonces, los grupos negros grababan las canciones en pequeñas disqueras provincianas del sur del país y los empresarios buscaban a las grandes compañías para que los cantantes pop blancos cantaran sus propias versiones con lo que venderían mejor las versiones originales. Pat Boone fue uno de los que se ofreció a participar en este negocio provechoso para ambos lados como una forma de brincar el racismo, y se lamenta de la estupidez que significaba que los padres y los predicadores aceptaran la misma canción cantada por él que habían prohibido cantada por otros. El Rock, luego entonces en su mayor parte no era sino R&B negro, cantado por grupos blancos. Incluso, Rock Around the Clock, fue grabada originalmente como relleno de un disco de 45 para una canción de la que nadie recuerda nada. Y para los jóvenes afroamericanos de los años 50 Rock and Roll significaba tener sexo.