jueves, 27 de diciembre de 2018

Borges visita Puebla.
                                                           
Él y su esposa tenían todo el horizonte abierto para pasar a dirigir seis años del partido ahora en oposición, para su regreso al poder federal: el presupuesto público del estado que va a comenzar a gobernar su esposa que acaba de superar las denuncias del evidente fraude electoral; y él, una curul en el senado. Además de aparentes vínculos con el más lucrativo negocio ilegal del país, la extracción de gasolina de los oleoductos, que floreció con toda impunidad en su estado mientras él fue gobernador (también creció el secuestro de mujeres jóvenes y como gobernador interino entre ambos esposos dejó al principal empresario de centros nocturnos en Cholula y Cancún, donde se sospecha que trabajan víctimas de la trata). Su genealogía apoyada, como es de tradición, en usar apellidos dobles, es fuerte: el abuelo un gobernador removido del cargo por violento y un padre procesado por fraude en el extranjero, entre otras cosas. Resentidos por definición, sus compañeros de partido, adversarios apenas el año pasado por la candidatura presidencial, quienes cuando estaban en el poder perdieron a dos funcionarios en sendos accidentes de helicóptero que nunca se aclararon, pueden perfectamente presentarlos como mártires y víctimas del nuevo gobierno para iniciar una campaña golpista contra éste aprovechando la irracionalidad que ellos mismos han promovido entre sus seguidores y la histeria de las clases aspiracionistas que se sienten amenazadas en sus privilegios por una propuesta política populista. Ellos llegaron a la presidencia tras un fraude electoral, con el lema de que el actual presidente era un peligro para el país. Para más intriga el primer hombre en llegar al lugar del incidente con un celular, menciona que no se puede hacer nada: “los cuerpos están ahí quemándose”. Lo que se traduce en que en un país donde ya nadie cree nada, o sea, se cree cualquier cosa, no hay cadáveres para confirmar lo que hubiere que confirmar. Así como tampoco aparece en las fotos el fuselaje completo del aparato. El dueño del predio, la milpa donde aparecen los restos, dice que “la avioneta ya venía cayéndose” y acusa a la pareja de políticos de fraudes y abusos y del estado de inseguridad que se vive en la zona donde ocurrió el suceso. Apenas la mañana siguiente, en reiteración o duplicación de lo anterior, abonando al surrealismo, se anuncia que los cuerpos -ya quemados- fueron cremados -no dice quién lo ordeno- y se realiza una ceremonia fúnebre de estado en la que el orador oficial se contradice hablando de un accidente, y al mismo tiempo, pidiendo “justicia”. Se inicia inmediatamente una campaña en redes virtuales acusando al presidente federal de asesinato y la acusación la encabeza el antiguo socio del exgobernador en el estado, con quien luego públicamente se enemistó, y que ha pasado por todos los partidos y todos los puestos, excepto el de gobernador del estado. ¿El es quien hace en esta representación el papel de Macbeth? Instantáneamente, como suceden ahora las cosas, circula en la red un video que se presenta como tomado desde dentro del aparato accidentado, lo reproduce algún periodista enemigo del gobierno federal. A las pocas horas se demuestra que el video era de un accidente ocurrido un año antes en Ucrania. Pero estuvo convenientemente a la mano presentando un paisaje semejante (excepto por la falta de volcanes), y con una trayectoria semejante: el aparato se vuelve de cabeza antes de caer. Mientras tanto, los partidarios del actual gobierno federal acostumbrados a las mentiras y las simulaciones en torno a los crímenes de estado (incluyendo las muertes de los grandes capos de la delincuencia organizada, que ya de hecho asumen ese nivel), dudan que en realidad la pareja de políticos hayan muerto, como se dice del “Señor de los Cielos”. Y en las redes sociales se refresca la memoria de otros magnicidios, recordando que al final los principales sospechosos nunca han sido los enemigos declarados sino los correligionarios. Incluso alguna nota señala -no lo he podido confirmar- que el exgobernador se había reunido una semana antes con Carlos Salinas de Gortari.
            En el Tema del Traidor y el Héroe, Jorge Luis Borges, que siempre rehúye la autoría de las hipótesis que presenta, muestra como los magnicidios siempre son útiles, e incluso esa sospecha de que siempre hay vaticinios anteriores, que se trata de montajes, e incluso, que son operados por y a favor de quien sufre el atentado, como quedaría evidente -quien sabe si él llegó a conocer el documento- en uno de los rollos del Mar Muerto, de Qumrán -según la interpretación de Eliette Abecassis- donde se explica como “el señor de la luz” (se entiende Jesucristo), complotó con Judas su entrega a los romanos y su muerte para que se insurreccionaran “las fuerzas de Dios” (no queda claro si se refería al pueblo o a una manifestación divina). Explica Borges como los orquestadores se inspiran en la historia y la literatura y queda la sospecha de que “hay una forma secreta del tiempo, un dibujo de líneas que se repiten”.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Tentación de vacío.

Los astronautas enloquecen porque por días o semanas
Viven el éxtasis de flotar entre el todo, el único planeta vivo,
Y el vacío, el absoluto, inerte, pero igualmente hermoso
Y Ahora comprensible espacio de nebulosas, galaxias, estrellas y quasares
Que el Hubble les enseñó a soñar desde niños con imágenes compuestas
Que artistas y científicos hacen pasar por fotografías,
Como las instantáneas de paisajes que hacemos en las vacaciones.
Ese poblado universo, que en otra expresión igualmente evocativa y poética,
“Se aleja”, “se expande”, mientras todos “los colores se corren al rojo”,
Y al mismo tiempo como un amor imposible, se enfría.

Viven atareados y distraídos por tareas mecánicas
Girando sobre el paisaje del planeta entero,
Dando la espalda al infinito que los invitó a volar.
No es el brutal contraste del calor inmenso y el frío inclemente
Del sol o la sombra fuera de la atmósfera,
Lo que les genera el insoportable Stress que reportan 
Los científicos cuando explican porque cuando regresan viven como

Zombies sus procesos cotidianos -fríos con las familias e indiferentes en sus trabajos-; y porque, como volvían al mar los antiguos marinos,
O los mercenarios a la guerra, necesitan volver a subir, a la primera oportunidad,
A flotar ingrávidos en la tensión entre las dos bellezas absolutas
De todo lo que tiene sentido y su contrario. De lo que se puede amar y lo que no.
Se hacen adictos a escuchar su respiración dentro del casco como 
El único ruido en el universo, como un niño en la obscuridad de la noche.

Cuando hacen un paseo fuera de la nave sienten la tentación de soltar.
Por eso Houston y Baikonur nunca callan, saben que la voz y la instrucción,
Son el único vínculo real que los sostiene frente a la más inevitable tentación,
Frente al mas profundo e intenso vértigo posible.
No los dejan caer en la tentación de dejar de pensar, de dejar de hacer,
No les dan un instante de reposo para mantenerlos preocupados 
Por un instrumento mecánico que depende de ellos, 
Es el un equivalente menor a “mantener los pies en la tierra”. 
Aun así, al regresar, traen adentro del cuerpo el vacío guardado 
en ese tercer espacio entre el estómago y los pulmones donde absorbemos los alimentos del alma.
Es una indescriptible saudade por la nada y el éxtasis de la belleza.

Una emoción vacía no puede combatirse.

domingo, 17 de junio de 2018







Soñé que viajaba a Oaxaca a buscar trabajo, y en una de las laderas de las grandes barrancas había una antigua excavación arqueológica del INAH. Ahí iba a pedir trabajo y me decían que uno de los compañeros actuales de trabajo me había ocultado que sí estaban ofreciendo trabajo a pesar de los recortes y de que habían casi abandonado la excavación. Me dijeron que entrara al fondo y buscara un tema de trabajo. Baje por los viejos andamios de madera que ya se estaban pudriendo y en muchos lugares estaban rotos. Por fin al llegar al fondo, encontré el Centro de Documentación sólo para descubrir que los informes y los libros se habían como coagulado o congelado y convertido en grandes paquetes de una pasta amarilla como plástico, que ya no se podían separar las hojas, y que una persona con una sierra los estaba cortando en pedazos para tirarlos a la basura.

jueves, 7 de junio de 2018


Democracia a la Mexicana, la cultura política.







La temporada de las elecciones saca a la luz las características de la cultura política de una sociedad. Cultura política quiere decir la forma de vivir la política en y desde la sociedad más allá de las prácticas y formas de pensar y actuar de quienes viven en y de las instituciones políticas. Y esta cultura política puede ser autoritaria o democrática. E incluso hay formas de entender la democracia, que pueden ser más democráticas o más autoritarias. Y eso, por ejemplo, no coincide con las viejas definiciones de izquierda o derecha. Izquierda tiene que ver con la idea de menos desigualdad social y la no explotación de las clases trabajadoras por parte de las clases no trabajadoras, pero eso se puede buscar desde una manera más o menos democrática o más o menos autoritaria. Hasta hace pocos años se establecía la diferencia entre la democracia “sustantiva”: una mayor repartición de los bienes entre la sociedad sin importar las formas de conseguirlo. Y la llamada “democracia formal”, en la que lo importante es establecer formas de que todos los grupos sociales se manifiesten y consensen intereses o se impongan los de mayoría, y a veces también, que se respeten los de las minorías. Estrictamente hablando, ésta última sería la única verdadera democracia. La posibilidad de vivir una vida social con “garantías”, por eso su gran relación con las ideas de “estado de derecho” y lo que las constituciones mexicanas del 57 y del 17 llamaron “garantías individuales”, y hoy llamamos “derechos humanos”, de la primera (de la vida y libertad del individuo), segunda (del trabajo y la asociación) y tercera generación (de la identidad colectiva).

            La mayor parte de las veces la discusión sobre cuál es la mejor, la adecuada a cierta situación, o la “verdadera” democracia, está distorsionada porque se nos olvida que todo lo que ocurre en sociedad son procesos, es decir, no son situaciones estáticas que son y ya; sino que siempre se están moviendo y derivando, y por eso siempre el juicio debe de ser sobre las tendencias y las posibilidades y facilidades de transformación que supone cada situación. Más aún en política, la historia claramente muestra que todo estará cambiando constantemente y que todo puede ser reversible (hay revoluciones desde abajo, desde la sociedad y los movimientos sociales; y revoluciones desde arriba, desde las empresas, la gran propiedad y el estado, como el neoliberalismo).

Aunque hoy, como límite y guía, señalaríamos, para superar lo que no nos da ni la idea de izquierda ni de neoliberalismo, esta la crisis ambiental que sí puede ser terminal. Es decir, si tenemos hoy un límite, un principio fijo que puede guiar nuestras decisiones, es la crisis ambiental de la que el cambio climático es sólo su principal expresión. Y aún así, hay formas más o menos democráticas de confrontarla. Es decir, por ejemplo, en Estados Unidos ganó la presidencia por voto popular por estados de una federación (no universal directo), un grupo que niega tal crisis y el cambio climático y está tomando decisiones -por decreto, autoritarias- que aceleran tal situación. Se puede enfrentar con una toma de poder y medidas autoritarias conservacionistas; pero también se puede confrontar trabajando el cambio de opinión y la concientización y el convencimiento de las masas que votaron por el partido de la ignorancia. Por eso la educación, lo mismo la formal escolar, que la informal de los medios de comunicación y todo aquello que constituye la cultura cotidiana, el cine, la radio, la tv, las revistas, las redes sociales, es importantísimo. Es ahí, donde se construye lo que Antonio Gramsci llamaba la Hegemonía, que es la opinión o idea política mayoritaria que viene de una cultura de vida cotidiana.

En México, hoy, tras 80 años de hegemonía de la idea de la democracia “sustantiva” (que el estado reparta aunque los ciudadanos no decidan), viviendo bajo lo que Viviane Brachet adecuadamente llama “Pacto de Dominación” (aceptamos que se mantengan en el gobierno y simulen elecciones, a cambio de que nos mantengan ciertos niveles salariales, de empleo, de servicios públicos, de seguridad pública, de garantías de la propiedad y de precios de garantía para ciertos productos); junto con el viraje preparado entre 1982 y el 88; y los cambios constitucionales operados desde el 88, se rompe este pacto social; y aunque el gobierno en turno llegó al poder bajo el más clamoroso fraude electoral se ofreció que se establecerían las condiciones de una democracia formal. Y aunque la única elección presidencial que no se cuestiona como fraude, la del 2000, tampoco fue legal por el manejo de recursos del extranjero y el que Fox no cumpliera con los requisitos de nacionalidad impuestos por la constitución; se habló de “transición democrática” y se discutió mucho un diseño de nuevas elecciones y se promovió la difusión de los principios democráticos.

Los resultados, a la larga, de las elecciones del 2006 y 2012, o incluso las reacciones sociales frente a los gasolinazos (a diferencia de lo que pasó la semana pasada en Brasil donde todos los camioneros pararon la circulación de todas las carreteras con el apoyo popular y el gobierno tuvo que recular), nos demuestran que el “Pacto de Dominación” mexicano, sigue funcionando, se habla de que López Obrador perdió esas elecciones cuando todos sabemos que fueron amplios y cínicos fraudes. Actuamos ahí con lo que los psicólogos llaman “distorsión cognitiva”, porque no nos atrevemos a confrontarnos con quien nos violenta. Nos gana el miedo y ellos lo saben.

Bajo ese primer síntoma de nuestra cultura política dominante podemos pasar a las actitudes que caracterizan las discusiones en torno al actual proceso electoral, tanto respecto a hechos concretos (democracia sustantiva), como a actitudes respecto a las formas de decisión (democracia formal).

Veamos dos casos hasta cierto punto extremos, el de los activistas de los derechos de la diversidad sexual y el de los empresarios.

Los activistas de la diversidad (que flojera escribir a y os o @s o dar una clase de gramática para explicar que la gramática no es excluyente, la sociedad sí) están enojados porque López Obrador no propone como compromiso de gobierno imponer dos medidas muy características de este movimiento: el matrimonio universal (yo en lo personal creo y estoy a favor de la sociedad de convivencia y no del matrimonio, me parece más avanzado y liberal) y el derecho a abortar libremente (que en realidad sólo debe ser consecuencia de la libertad de cada persona de decidir sobre su propio cuerpo y la obligación del estado de brindarle las condiciones para hacerlo). A ambas cuestiones López Obrador respondió que lo pondría a consideración de la sociedad. Es decir, está diciendo que no son cosas que el estado deba imponer sino que se tienen que ganar en el seno de la propia sociedad. La cosa se enrarece cuando AMLO se asoció con un partido protestante, el PES, que abiertamente está en contra de estos derechos por su identificación con la metafísica religiosa. Pero es evidente que la alianza la decide AMLO en función de una demografía estadística política que le dice que el sector social representado por este partido es tan fuerte y grande que le puede aportar votos significativos para ganar la presidencia. En este sentido, lo que queda claro es que los militantes de la diversidad no han hecho lo suficiente, ni de manera efectiva, para hacer entender a la gran mayoría de la sociedad lo adecuado de sus propuestas y no ven que AMLO les abre la posibilidad de un referéndum en ese sentido y que por lo tanto deberían reforzar a corto plazo sus esfuerzos no frente a un gobierno, cualquiera que este sea, sino frente a la propia sociedad. Es decir, que hasta ahora lo mejor de sus esfuerzos se ha concentrado en el ámbito de las acciones de la política para imponer desde arriba su posición; pero que ahora se verán obligados a hacer avanzar sus ideas dentro de la misma sociedad. Habría que voltear al ejemplo de Irlanda hace una semana donde se consiguió la libertad de abortar mediante un referéndum que dejó sin argumentos a las iglesias y demás conservadores.

En el caso de los empresarios que han organizado varias reuniones con los candidatos a la presidencia, se evidencia una característica más generalizada en la sociedad mexicana. Es notorio como los que cuestionan a los candidatos no les preguntan las preguntas centrales para conocer las posiciones y propuestas políticas: ¿Cómo diagnostica la situación actual?, ¿Qué jerarquiza como las cuestiones centrales?, ¿Qué objetivos establece?, ¿Cómo los va a alcanzar, con qué medios?. Este tipo de cuestionamientos implica que queremos entender al otro, saber realmente que piensa él independientemente de nuestros propias opiniones e ideas, significa en términos del filósofo Emmanuel Levinas, acoger al otro, incluirlo en nuestra discursividad, buscar entenderlo. No, lo que hacían era, dar por sentado que los objetivos de un gobierno son los mismos que ellos ya tienen decididos, y sólo le preguntaban al candidato cómo iban a obtener los resultados que ellos ya decidieron. Así, por ejemplo, a AMLO le preguntan ¿Cómo va a mejorar la evaluación de los maestros que es la manera de mejorar la educación?, es decir, no se abren a preguntar que piensa el candidato sobre la educación, sobre la coyuntura de la educación actual, cuál debería ser la problemática central y objetivos de la misma, etc. Ellos ya lo tienen resuelto y quieren alguien que sólo opere sus voluntades y decisiones sin deliberación ni diálogo con absolutamente nadie, incluidos los millones de maestros y alumnos del país. Y así para todo.

Otro ejemplo fuerte de esta cerrazón conceptual y política es, por ejemplo, que cuando deliberamos de energía, sólo se habla del petróleo y sus derivados, cuando es urgente pensar ya en la diversificación de las fuentes de energías públicas y privadas que usamos.

Pero no es una actitud que se limite a los empresarios empoderados por las privatizaciones, la exención de impuestos, los contratos sin licitación, los sobreprecios pagados por el gobierno y las condiciones de monopolio tanto como proveedores del gobierno como del mercado nacional, los ganadores del neoliberalismo mexicano, llamado por The Economist, “capitalismo de compadres”. En la vida cotidiana, en las pláticas de café y calle, volvemos a encontrar que cada persona o grupo de alguna manera hace lo mismo, no estamos dispuestos a “acoger” a “entender”, a “hacernos cargo”, del otro, que sería la esencia de una política de democracia “profunda” (no importan si representativa o participativa, etc.), y la única manera de hacer un gobierno que asuma la totalidad (el conjunto de diversidades) social y la posibilidad de pensar y operar para el bien común. Que hoy día, algunos identificamos bajo la presión y la urgencia que nos impone la crisis ambiental: la falta de agua, la deforestación, el calentamiento global…etc…

           

domingo, 27 de mayo de 2018


Carta a mi dentista con motivo del proceso electoral.




Rodolfo Uribe.



Hola mi querido Pedro, tenemos 20 años de amistad y por eso se me hace difícil bloquearte de mi whats up, además de que lo necesitamos para mantenernos en contacto tanto por sí requiero de tus servicios expertos como sí tú necesitas de mis semestrales pagos que hay gente que considera excesivos, pero que yo valoro por la alta calidad de tu trabajo y a lo largo de tantos años buenos resultados en comparación con mis experiencias anteriores. Justamente escribo esto porque tengo perfectamente claro que eres una persona honesta, un excelente profesional, casi un artista o un artesano en el arte de reconstruir con cuidado las piezas bucales destruidas y muy efectivo en prevenir males mayores a aquellos con los que llegan tus pacientes. Tu estilo minucioso y detallado en el trabajo también se manifiesta en que no uses una calculadora o computadora, ni ayudante para sobrellevar a tus pacientes, sino que, como -imagina uno- como tus antepasados en el centro de Europa que denuncia tu apellido “impronunciable” lleno de consonantes, apuntas a lápiz en mínimas tarjetas del siglo pasado el costo de cada material y procedimiento que usas. Son evidencias de que en tu trabajo te riges por una ética que nunca ha sido lo normal ni la regla en este país. Lo son también las enormes dificultades que a lo largo de estos años has tenido para sostener un doble consultorio para cumplir tus compromisos haciendo vida simultánea en dos ciudades como es ya nuestro estilo de vida de muchos mexicanos y no dejándote absorber por los modernos sistemas empresariales hospitalarios que están absorbiendo a los profesionales médicos e imponiéndoles una ética de trabajo industrial y convirtiéndolo en los hechos en poco menos que en sus empleados presionados en extraer cada vez más ingresos de los pacientes para sostener la renta de su consultorio en sus modernas torres. Tanto tu dedicación, calidad de trabajo y tu voluntad de mantener una práctica profesional honesta como única fuente de tus ingresos son razones que me animan a escribirte esto en respuesta a los mensajes de whats up con que me has saturado en los últimos meses y a los contenidos de las pláticas recientes, en los que hay una enorme contradicción con tu estilo, y diría, hasta el sentido de tu vida. Me hace mucho ruido que te identifiques no sólo con gente que, todo lo contrario a ti, vive y ha vivido de manera deshonesta y abusando del prójimo, sino que además son los directamente responsables de que por más que te esfuerces nunca puedas llegar a una situación de desahogo y tranquilidad, y al igual que yo, que soy empleado público, no puedas ni siquiera plantearte la idea de jubilación o retiro.   

            A lo largo de los años, no sólo he sido testigo de cómo te has esforzado en el trabajo para mantener un nivel de vida que consideras digno para tu familia, que como para muchos mexicanos incluye el poder darle una educación privada a tus hijos, la pertenencia a clubes deportivos donde tu familia pueda tener actividades saludables y relacionarse con personas que consideras seguras y de buenas influencias, además de relaciones que se pueden convertir en un futuro en un capital social para tus hijos. Han sido también esos años cuando los males de nuestra civilización han golpeado dolorosamente tu entorno con enfermedades producto de la contaminación general y la química de la alimentación industrial y otros procesos y formas de vida, que te llevaron a buscar formas alternativas tanto de vida como de trabajo, que desgraciadamente no pudiste consolidar por la perentoria necesidad siempre creciente de ingresos para cumplir con las necesidades y exigencias familiares en relación con una determinada forma de vida social.

            Y en este sentido, cada reunión nuestra ha comenzado siempre, sabiendo mi profesión, con una queja y detallada descripción de todos los abusos que cometen “los políticos” en el gobierno con cada vuelta de tuerca desde los tres niveles de gobierno, sobre todo el federal en el que ajusta las cosas de manera que en lugar de que trabajando más puedas alcanzar una estabilidad económica, social y emocional, ha ocurrido todo lo contrario. Y lo emocional, además, tiene que ver sobre todo últimamente con que todo tu entorno social ha sido lastimosamente golpeado por el gobierno efectivo que está ejerciendo la delincuencia organizada sobre nuestra vida cotidiana. Eres muy claro al describir como en lugar de que las medidas económicas, de infraestructura y orden público, nos llevaran a una superación de la angustia existencial general, parece ensañarse y las metas de una buena vida para uno y su familia, en lugar de acercarse, a lo largo de nuestra vida adulta y a pesar de trabajar cada vez más y ser más reconocidos profesionalmente, se ven cada vez más alejadas. Y describes atinadamente que se trata de trampas y abusos de las autoridades sobrepuestas a medidas de autoridad que sólo los benefician a ellos. Tienes perfectamente identificado que hay un patrón general en el que las medidas tanto del gobierno federal como del estatal y del municipal, antes que otra cosa, generan beneficios privados a los funcionarios, más allá de las causas estructurales de la economía y la política que enuncian los periódicos y los analistas. Lo sabes también, porque compartes con esos mismos funcionarios esos espacios sociales y de recreación cuyo acceso te cuesta tanto dinero y que tanto te esfuerzas por mantener abierto para los tuyos. Los conoces personalmente a nivel social. Nunca dejas de referirme los excesos a los que son proclives en esta dimensión, gastos, lujos, derroches, y sí, otra vez, abusos, ahora en la convivencia entre “iguales”, amigos, familiares, conocidos. Nunca dejas de señalar y quejarte de los vicios morales de los “juniors” y como te molesta su actual cultura de sentirse “mirreyes”, sobre todo, por el desprecio que tienen a la cultura de esfuerzo y en particular al trabajo.

            Sin embargo, cada vez que vienen las elecciones, en automático, cambias tus saludos, y ahora resulta que los candidatos oficiales, es decir, estos mismos funcionarios, son lo mejor que hay, todavía más a contralógica, “van a traer un cambio”. Es decir, que quienes han hecho miserable tu vida con sus acciones de gobierno, quienes han abusado siempre de ti, resultan que son por el sólo hecho de presentarse ahora en plan de candidatos, “la mejor opción”, “la más segura”, pero además una alternativa. De pronto has olvidado todo lo que has venido diciendo durante cinco años y esperas que los mismos que has estado identificando como lo contrario a ti: gente que se enriquece mediante la deshonestidad y el abuso, resultan ser lo mejor para ti. Y, como es el caso ahora, contradiciendo totalmente la delicadeza de tus formas de trato, tu “educación” y cortesía, tu “decencia”, llenas a tus amigos de mensajes que reproducen todas las formas más bajas de mentiras e insultos sobre los candidatos de la oposición. Y ya en el diálogo personal, terminas negando lo que afirmabas de los funcionarios y sus políticas, el abuso que identificabas que sufrías y sus excesos en su vida social y personal que conoces de primera mano, para promover en los hechos su reelección, o la continuación de su partido y su sistema. Ahora resulta que, justamente por haberse enquistado en el gobierno, por haber operado sus principales acciones de destrucción del patrimonio público, por aplicar las formas más abusivas de extracción de recursos sobre la gente que trabaja como tú, son “confiables”, “inteligentes” y “capaces”.

            Y como parte de la misma sintomatología, es muy curioso, como, a pesar de ser consciente de mi formación (Ciencia Política) y práctica profesional (periodismo), intentas convencerme de que no entiendo lo que pasa y que soy ingenuo al creer que tal candidato de oposición tiene otro tipo de intenciones o propuestas. Todavía más raro, sabiendo que conocí, trabajé y conviví personalmente de manera estrecha por años, con uno de ellos, tratas de convencerme de que estoy equivocado, y sobre todo, que tú, que ocasionalmente oyes “de reojo” los noticieros de radio y televisión, estás mucho mejor y más adecuadamente informado, sobre todo, de la personalidad -que olvidando la dimensión de las políticas aplicadas y propuestas se vuelve tu única forma de valorar- incluso íntima del candidato. Tus fuentes de información “válidas”, son, por supuesto, tu familia y tus amigos del deportivo y de tu vida social. En dos palabras “el chisme”, que, curiosamente, de pronto ha dado un vuelco en su sentido y contenido y ha pasado al juzgar a la misma persona y las mismas acciones, de una valoración negativa a una absolutamente positiva. Ni siquiera eres capaz de darte cuenta del insulto implícito que me haces al descalificar tanto mi experiencia inmediata profesional, como, mi competencia y especialización profesional.


            Cuando discutimos la posibilidad de una oposición u otra forma de hacer las cosas, la política y el gobierno, que por supuesto siempre excluye tu participación en la más mínima iniciativa de acción colectiva o social, terminas entonces pintando un paisaje apocalíptico en donde todo lo político, y toda la política es cosa mala y “sucia” y cualquier otra cosa es imposible; y de ahí llegas a la conclusión contralógica de que no se puede hacer nada sino “apoyar a quienes ya están ahí” porque “por algo están ahí”.

            Más exagerado aún, tengo otros amigos que siendo también pequeños empresarios “luchones” y honestos o profesionistas “liberales”, se han dedicado a organizar actividades para concientizar y resistir la situación de violencia en que vivimos, pero que ahora, cerrando los ojos ante las mismas acusaciones y testimonios que en sus propias organizaciones han recibido sobre la altísima correlación de los funcionarios con la delincuencia organizada, como se ha hecho evidente en los estados de Morelos, Veracruz, Tamaulipas y Nayarit, cuando menos; ahora dedican todo su tiempo a apoyar a candidatos relacionados con estos mismos grupos y partidos políticos sin percibir la contradicción de sus actitudes y acciones. Es decir, gente honrada que se está jugando hasta el patrimonio, por apoyar a gente que la experiencia, trayectoria e información pública demuestra que nunca lo han sido, y cuya acumulación de riqueza depende del propio abuso sobre quienes se suman a su base social.

            Estas posiciones, estas actitudes y estas acciones que suponen una incongruencia lógica no asumida e incluso negada, a lo que se parecen más, es a la actitud de las esposas maltratadas cuya vida está regida básicamente por el miedo y cuyo retorcimiento llega al extremo de que todos conocemos, por ejemplo, mujeres que en la vida pública se declaran y participan en actividades feministas, pero que sabemos que soportan una vida personal de abuso permanente. Los psicólogos tienen perfectamente identificada dicha situación donde lo que guía realmente todas las determinaciones de las personas, incluso en propio detrimento, y que los llevan a identificarse con sus maltratadores y atacar a quienes les hacen conciencia de su situación o plantean un cambio de ella, es el puro miedo. Eso explica también porque gentes con perfiles psicológicos patológicos reconocidos por los psicólogos, como en nuestro ámbito ha ocurrido con Salinas de Gortari, Peña Nieto y ahora Ricardo Anaya, tengan “suerte” política. Y esa es la esencia pura del conservadurismo, una idea mal vista y vergonzosa que, por supuesto, no se atreven a enunciar quienes lo practican, porque en realidad, son muy pocos los que son conscientes de que impulsan esta opción política porque lo único que ven en su vida “decente”, o único que sienten, es miedo. Por eso aplastan tan fácilmente la verdad, rompen la lógica y lo niegan todo, menos la obediencia y el reconocimiento a quien abusa de ellos. Y el otro síntoma muy importante a tener en cuenta, se sienten profunda y seriamente ofendidos, pero peor que eso, amenazados, por quienes no sienten miedo y que, al actuar en consecuencia, les hacen evidente su condición y contradicciones. Ese es el gran peligro que encierran las gentes “decentes”. Los que Alberto Moravia llamaba “los indiferentes” (pueden ver su novela llamada así, o la gran película que hizo sobre ella Lucino Visconti), los que un día cambian su traje gris y su corbata por una camisa negra y parda y guardan silencio, encubren y hasta participan de los genocidios. Eso, sí, siempre mantendrán, como su mayor “valor”, mantener “la conciencia limpia” aunque para eso tengan que negar a su propia madre.

            Parte de la gravedad de todo lo anterior, es que entonces también, en la vida cotidiana, en los intercambios sociales normales, saludables, acaban destruyendo, negando, el carácter básicamente solidario de lo social, la interdependencia básica como nivel de entendimiento básico y de comprensión y planeación de lo deseable a nivel social. Ese necesitarse unos a otros en un intercambio dialogado y consensado mediante el reconocimiento de las cualidades del otro, de donde además, nacen la confianza, la amistad e incluso el amor. Tenemos que recordar que todo parte de esa interdependencia, de ese necesitarnos todos, de ese necesario respeto, de esa necesaria compasión como mediación entre unos y otros y reformular y corregir toda acción pública, y por lo tanto política, teniendo esto en mente. Por esto, contra la idea de que el ideal de vida sea no hacer o participar en política, al contrario, tenemos que entender que nada se logrará nunca si limitamos nuestra actividad civil a votar cada 3 o 6 años en lugar de involucrarnos y exigir en todo momento y en todo ámbito de nuestra vida pública.

domingo, 29 de abril de 2018


Andrés Manuel quiere que nos traguemos el peje con todo y escamas.





Andrés Manuel López Obrador ha insistido dentro de su campaña una etapa de pedir que se vote parejo por su Alianza en todas las boletas, por todos los candidatos de Morena, PES y Partido del Trabajo. Pero el inicio de las campañas de votación locales para gobernador, presidente municipal, diputados locales, asambleístas y alcaldes en el D.F. y demás, que ocurrirá en muchos estados del país, le impone tanto a los votantes convencidos de que Andrés representa la única opción de alternativa a la mafia neoliberal que viene destruyendo al país como a los miembros de su partido un reto enorme por candidaturas de perfiles cuestionables desde esta idea. Un hecho particular es que la mayoría de los candidatos no surgieron de los procesos ni militancia del propio partido sino que fueron invitados por el líder nacional. Igualmente lo resultan las contradicciones de sus decisiones tanto de propuestas de nombramiento de gabinete como de algunas políticas que propone.

Así por ejemplo, en Chiapas acaba de decir que las tierras devastadas por la desforestación e incultas serán cubiertas por plantaciones de maderables y frutales, olvidando que por una parte esas tierras eran las más ricas productoras de maíz antes del Tratado de Libre Comercio y por otra, que las plantaciones forestales no son reforestación ni recuperación ambiental, antes bien, la mayoría de ellas, las de eucalipto y las de palma de aceite, por ejemplo, terminan de matar los suelos en períodos de pocos años. No olvidamos tampoco, que su ahora asesor principal, Alfredo Romo, hizo buena parte de su fortuna con este tipo de plantaciones y comerciando con semillas transgénicas. Así, aunque promete recuperar el campo, no permitir que las semillas modificadas acaben con las semillas naturales, y apoyar a los campesinos, propone como secretario de agricultura al representante de la principal corporación multinacional vendedora de estas semillas, Monsanto; y como secretaria de Ecología a una heredera de los caciques históricos latifundistas de Chiapas. Por si eso no fuera suficiente, dice que echará atrás la Reforma Educativa, pero propone para la secretaría de educación a alguien sin ningún antecedente en el rubro, pero sí en cambio, director de la fundación cultural de TVAzteca, que entre otras cosas gestionó en Chiapas un programa de ciudades sustentables con el pretexto de dotar de servicios a la población “dispersa”, obligó a los campesinos a vivir lejos de sus tierras de labor en condiciones que terminaron siendo de verdaderos campos de concentración, mientras que TVAzteca-Electra iniciaba una agresiva política de inversión en tierras y cultivos de palma de aceite con el gobernador Jaime Sabines. Respecto a las candidaturas, en todo el país pasó por encima de las románticas formas de elección que proponía, que incluían el uso de tómbolas, para usar unas supuestas encuestas que nunca se hicieron públicas para imponer a todos los candidatos en un partido con desigual vida partidaria en los distintos estados.

En Morelos, donde Morena había recogido una fuerte tradición histórica de movimientos de clase, obreros, campesinos y de los pueblos indígenas, impuso a alguien que desde el principio fue rechazado por éstos, por deber su entrada a la política a una evidente maniobra populista ampliamente demostrada y documentada y que gracias a la enloquecida soberbia del gobernador Graco Ramírez, no pudo al final demostrar si trabajaba bien o no como presidente municipal, el futbolista Cuauhtémoc Blanco (el partido local Social Demócrata le pagó 6 millones de pesos para representarlo y mantener el registro, pero sorpresivamente ganó y en los hechos asumió el gobierno su representante legal de toda su vida futbolística). Finalmente, por sólo mencionar algunos casos, en la delegación con mayor índice de desarrollo humano del país, la de mayor índice de educación y formación política del país, la Benito Juárez del D. F., sorpresivamente, los electores y ciudadanos de tal demarcación descubren que el candidato es Fablala Abdalá, quien antes ya fuera el anterior delegado de la demarcación bajo las siglas del PAN y que fue quien permitió y presumiblemente participo de la especulación inmobiliaria salvaje que entre otras cosas saturó los drenajes, produjo por primera vez en la historia carencias en el abaste de agua, pero sobre todo se tradujo en construcciones sin rigor, varias de las cuales, cosa que no ocurrió en el 85, a pesar de tener pocos años, se cayeron con el terremoto de septiembre. Además, contra la voluntad de vecinos organizados en varias colonias, impuso la introducción de las tuberías de gas natural en toda la delegación y parquímetros en la colonia Nápoles. Es decir, justo la aplicación perfecta de una política neoliberal a nivel local. ¿Cuánto dinero recibió de las inmobiliarias para pasar por alto sus abusos? ¿En qué paraíso fiscal está ese dinero?

            ¿Por qué promueve Andrés Manuel tan evidente contradicción? Algo que no se sabe mucho y menos se cree, es que parte del éxito e incluso la supervivencia política y física de Andrés se debe a su estrategia de no guardarse, de no esconder, de no quedarse, con nada. Así evita tener que lidiar con agresiones y espionajes de los órganos e individuos violentos del poder, que ya desde antes de dejar el PRI y la oficialía de la Secretaría de Gobierno de Tabasco, lo asediaron a él y a su familia. Y en este caso, tal vez con la boca chiquita, pero muy claramente, ha dicho que la crisis que vive México es tan grande que requiere no sólo de todo tipo de sacrificios sino de acuerdos al nivel más amplio, definiendo así una política minimalista, reduciéndose cada vez más a su propuesta principal: un gobierno sin corrupción. Como lo ha demostrado la historia, normalmente los diagnósticos y las previsiones de Andrés han resultado correctas. En este caso, está haciendo todo lo necesario para evitar que le vuelvan a robar las elecciones como en 1988 y 1994, ya a su partido en el 2000, en Tabasco, y en 2006 y 2012 a nivel nacional, entendiendo que -a diferencia de lo que pensaba antes del 2006- las elecciones se ganan antes de las votaciones porque se gana la voluntad de actores que apoyarían y sustentarían un resultado fraudulento y porque sólo una ventaja abrumadora logrará, no sólo superar las estrategias de fraude, sino evitar que se tome la decisión política de desconocer tanto los resultados o las propias elecciones (la nueva ley puso condiciones para ayuda que esto ocurra, como el hecho de que un mismo grupo de gente tendrá que contar los votos de hasta 6 elecciones en el D.F., por ejemplo, ¿a qué horas van a acabar?). Pero también el objetivo minimalista tiene el sentido de contar con un amplio consenso y una alianza política que permita mantener en caso dado la unidad de la nación frente a las tendencias de destrucción de los estados nacionales que estamos sufriendo y que tienen mucha relación con la violencia cotidiana que estamos viviendo. Tiene claro Andrés que la tarea es la de reconstruir la nación.

            Y no es una cosa novedosa que Andrés imponga candidatos y líderes externos. De hecho, en la progresión del desarrollo político de Andrés Manuel y su constante contradicción sobre sí es un movimiento social o un mero bonapartismo a la mexicana, destaca que a diferencia de la gran mayoría de los movimientos sociales, en los que ha participado Andrés, antes que crear líderes políticos, siempre los ha cooptado de otras movilizaciones sociales o los ha rescatado de su paso del partido-gobierno a la oposición sin importar la razón de su salida del sistema.

 El origen de esta política parece estar en la experiencia primordial de las elecciones que tuvo en 1988. La madrugada en que se dieron a conocer los resultados, en las increíblemente precarias oficinas de campaña, en un segundo piso de un edificio de la avenida Mendez de Villahermosa, había dos actitudes de incredulidad. Los expriistas recién convertidos a la oposición no podían creer lo burdo y salvaje de las trampas, suciedades y abusos cometidos por el prigobierno en la elección. La gente que venía de la izquierda y de los movimientos de reclamantes de derechos humanos y democracias desde antes, no podían creer que los otros no supieran que eso era exactamente lo que definía al gobierno y una de las principales causas de la necesidad de luchar contra él.

Recuerdo mucho una escena en donde, tras expulsar a un soldado provocador que drogado y borracho intentaba generar violencia, la gente de izquierda reunió al resto, incluido al candidato, para pedirles que dejaran de llorar, y se rehicieran, que entendieran que precisamente por eso era la lucha, porque el enemigo eran las trampas y los abusos que cometían los del partido en el poder, y que recordaran que ellos mismos habían hecho o avalado lo mismo cuando estaban en él. Antes de esos hechos Andrés había estado al tanto de la política de dos caras seguida por el gobierno contra los afectados petroleros agrupados en el Pacto Ribereño que por un lado, incluía sus servicios y los de su cuñado José Eduardo Beltrán promoviendo la reparación mediante proyectos de desarrollo local; pero por el otro incluyó la represión pura y dura con toda la violencia habitual de los gobiernos priístas. Quizás apenas ese era el momento en que, aunque había estado cobijado y cultivado discretamente desde un año antes por la Corriente Democrática de Cárdenas y Muños Ledo, Andrés asumió plenamente lo que era convertirse en opositor. Y por eso en los primeros años en Tabasco, del 88 al 91, la alianza opositora formada, que iba desde organizaciones de origen religioso a favor de los derechos humanos hasta incipientes movimientos de autonomía indígena, se llamaría Movimiento por la Democracia.

            La campaña del 88 en Tabasco avanzó con gran entusiasmo sobre todo entre los sectores educados y los pequeños productores de los municipios, en donde tradicionalmente existen los personajes que son reconocidos por su calidad moral como líderes de opinión cuyo peso era semejante al que ahora tienen los opinadores de los medios de comunicación. En todo el estado este tipo de personajes, reconocidos a nivel municipal por su conducta, su moralidad y muchas veces su desempeño económico y hasta político, se sumaron a su campaña. Por estas características, normalmente se trataba de hombres mayores de edad y de talante pacífico. El partido y en ese entonces, por lo tanto, el gobierno desató una violenta campaña de agresión física, económica, moral y mediática, que llevó a la mayoría de estos a desistir y declarar retóricamente, otra vez, su lealtad al partido. El gobierno les hizo sentir de todas las maneras posibles como su supervivencia y status económico dependía de su relación con él (empleos, compras, subsidios), además de su seguridad física (agresiones físicas por parte de elementos policíacos u omisión frente a supuestos actos de la delincuencia – este mismo sector, al aplicarse las políticas neoliberales desde los años 90 que destruyeron la economía no petrolera local, sería, bajo los mismos mecanismos, seducido, cooptado y luego atacado por la delincuencia organizada en su proceso de expansión territorial desde Veracruz, viviendo actualmente bajo la zozobra permanente de la violencia, extorsionados, chanteajeados, secuestrados).

            Desde ese proceso y de ahí para adelante, una característica del movimiento de Andrés, sería el de definir como política deliberada la no definición ideológica y manejar una idea de democracia como de mera suma de las demandas de la sociedad civil (recordar que sociedad civil originalmente para Gramsci significa los grupos organizados por fuera del gobierno, tanto empresariales como religiosos, básicamente, como los de clase y todo tipo de reclamantes; es decir que hoy cuando AMLO rechaza la sociedad civil se refiere a las organizaciones gremiales y empresariales de presión que siempre han actuado sobre el estado mexicano; que es lo contrario al uso común de sociedad civil a la mexicana que acuño Carlos Monsiváis tras el terremoto del 85: las organizaciones fuera de las instituciones públicas o privadas).

 Esto por un lado le sirvió para diluir y saquear el capital social, político y humano de las organizaciones de defensa de derechos humanos, de las organizaciones de defensa campesina, de autonomía indígena y de las organizaciones ideológicas que hasta entonces habían mantenido la oposición local al PRI, centralizando todo en su nuevo movimiento-partido (ambigüedad que mantendrá a propósito hasta 1997). Llegaría incluso a vetar los proyectos de democracia participativa que se intentaron tras el reconocimiento de gobiernos del PRD en Cárdenas y Nacajuca, argumentando que al hacer esos proyectos liberaba a los gobiernos estatal y federal de su obligación de aportar el presupuesto y con eso se ayudaba al PRI, sin importarle las mejoras que eso hubiera reportado en las condiciones de vida inmediata de la población, pero sobre todo el cambio que se hubiera dado en las relaciones y prácticas entre gobernados y gobernantes a nivel local. Eso acentúo el carácter gestionario, “protestatario”, del movimiento, y la definición de los líderes locales como “gestores”, siempre sometidos a la presión de la represión y el soborno.

Esto tipo de líderes resultaron entonces muy volátiles, o para usar el lenguaje petrolero tabasqueño, muy “transitorios”. El tener que adaptarse a esta condición de este tipo de líderes convenció a Andrés de la idoneidad de mantener una informalidad organizacional en la que al final se centralizaron las decisiones en su persona evitando que las diversas vicisitudes de los líderes locales arrastraran con ellas a la organización. Aunque el costo de todo esto fue el no desarrollo político cultural de la organización ni de sus líderes hacia formas políticas y objetivos alternativos.

            Esta experiencia con los líderes naturales le llevaría a ser receptivo a la integración de líderes que podemos decir por vocación o profesional locales, con su propia idea de desarrollo político, con sus propias ambiciones, y no pocas veces infiltrados por el propio PRI para espiar (cosa que no tenía sentido dado lo antes explicado) y abortar los procesos ya avanzados. Tenían cabida estos líderes también gracias a la indefinición ideológica deliberada, pero eso también llevó a generar una oportunidad precisamente para los oportunistas, pero que tenía sentido en que eran los únicos que estaban dispuestos a actuar localmente organizando y aguantando las presiones y la violencia del estado y aceptar quedarse en una función meramente gestionaria, aunque en algunos casos, fuera sólo por algún tiempo antes de ceder e integrarse como ocurrió en muchos casos. Sin embargo, en 1997, la falta de coherencia ideológica llevaría a una crisis en la que muchos dirigentes y militantes estarían ya casados con la idea de llegar a ocupar los puestos que con tanto sacrifico se ganaban, y cuando tras el fraude en las elecciones intermedias (diputados locales y presidente municipales) del 97, ordenó que por dignidad y coherencia no se aceptaran las curules que concedía el gobierno madracista, hubo una rebelión (recordemos que Madrazo en 1994 se impuso en el gobierno mediante un golpe de estado ocupando violentamente los puntos clave de Villahermosa no sólo en contra del plantón perredista local, sino de la opinión del presidente Zedillo y el Congreso de la Unión, pero con el apoyo de los poderes fácticos del grupo de Hank González). Paradójicamente esto coincidiría con el salto de Andrés a la dirigencia del partido y a que bajo su conducción el PRD ganara la mayoría en la cámara de diputados y la primera elección para jefe de gobierno del D.F., aún teniendo la oposición interna de casi todas las tribus de la vieja izquierda, sobre todo la llamada en los 80 “paraestatal”, como los provenientes del Partido Socialista de los Trabajadores como los “Chuchos” y Graco Ramírez. Para los triunfos del D.F. del 97 y el 2000, Andrés contaría con la ayuda de las organizaciones corporativas de parte de la vieja izquierda y también de la surgida localmente tras el terremoto del 85 -y sus líderes como René Bejarano, a quien para controlar mejor, bajo el viejo axioma político, mantiene cerca como secretario privado nominal-, quienes exactamente igual que el PRI mantienen la lealtad de las masas bajo esquemas de participación en la inclusión en servicios públicos, repartos de vivienda, etc. Y que ahora en 2018 reaparecen como los grupos de porros del PRD que violentamente impiden las campañas locales de los candidatos de Morena.

            La lógica de imponer candidatos externos pero con personalidad política y grupos propios se profundizaría cuando en el 2000, por un lado confluirían la decisión de las grandes familias -sobre todo terratenientes- de todos los estados del sureste de repartir a sus miembros entre todos los partidos, no sólo porque ahora ya los otros partidos estaban ganando las elecciones locales, sino en buena parte, como estrategia contra el levantamiento neozapatista del 94, por eso, por ejemplo, en pocos años, los enemigos del zapatismo en del 94 al 97 pasarían en adelante a dirigir el PRD chiapaneco, y en Tabasco además, los descontentos con el monopolio político de Madrazo y su decisión de reelegirse a través de Manuel Andrade, que los llevaron a pactar con Andrés y de ahí, César Raúl Ojeda sería el candidato a gobernador y Humberto Mayans a senador por Chiapas. Más adelante se repetiría la situación con la incorporación de Arturo Nuñez y el grupo Pino Suárez que llevaría al primer triunfo reconocido a la oposición por la gubernatura de Tabasco.

            Y tenemos además que una característica excepcional como movimiento social o político es que los procesos de Andrés no han generado sus propios líderes políticos. Al menos desde los años 90, Andrés se negó explícitamente a generar procesos de formación de cuadros, pero tampoco hubo ese proceso natural en el que en el propio movimiento se forman líderes o políticos que puedan asumir las tareas de representación en los niveles más altos. Quienes aparecen como líderes y por tanto candidatos, siempre han tenido su formación en otros procesos, partidos y movimientos sociales, salvo personajes altamente dependientes de Andrés como sus propios hermanos e hijos.

            El caso es que uno puede entender las causas y situaciones que han llevado a Andrés a integrar a líderes externos con ideologías y objetivos diferentes a los del movimiento, incluso llegando a casos de sketch carpero como el de Juanito en Iztapalapa y al final a traiciones abiertas como las de Mancera o la diputada local de Morena en Veracruz que se prestó al montaje de recibir dinero para Andrés, y otros muchos;  el riesgo es enorme, y en casi todos los casos, en cada circo que ha puesto Andrés le han crecido los enanos y los sacrificados han sido, paradójicamente, los operarios y los activistas convencidos y entregados al proyecto de Andrés, que en sí, en otro artículo, merecería ser discutido en sí mismo, ya que se presenta más bien como un sentido común que está en el ambiente ideológico mexicano más que como un proyecto organizado, con ese grave riesgo de saber si finalmente es -como diría Gramsci- “orgánico” a las necesidades nacionales o meramente circunstancial para un particular bonapartismo mexicano.

            Andrés quiere que nos traguemos el peje con todo y escamas. Temo que tras las elecciones, en el caso de que no se imponga el fraude electoral o algo peor, quienes se interesan por un proyecto nacional, de equidad social y de sustentabilidad ambiental, se vean obligados a luchar por quitarle las escamas al peje.

viernes, 23 de febrero de 2018


Selección de poemas poco difundidos de C. P. Cavafis.

(tomados de Poesía Completa, Colección Visor de Poesía, edic. de Anna Pothiou y Rafael Herrera).



Contra la imagen popular que se hace de los poetas que son difundidos en función de una o dos poesías, todos, no sólo un poligramático como Fernando Pessoa, tienen varias voces y visiones. Aquí quiero presentar unas poesías que nos permiten ver a un Cavafis diferente al mero helenista decadente que se difunde usualmente.



Las Ventanas

Por estas cámaras oscura, donde lento

Transcurre el día, por doquier intento

Encontrar las ventanas. –Y en verdad hallar

Y abrir ventanas me consolaría.

Mas las ventanas no aparecen, o no soy capaz

De hallarlas, y tal vez mejor que no lo haga jamás.

Tal vez la luz sea una nueva tiranía.

Quien sabe qué novedades va a mostrar.



Cosas Ocultas

Por cuanto hice y por cuanto dije

Que no procuren descubrir quien fui.

Eran obstáculo que transformaba

El modo y las acciones de mi vida.

Era un obstáculo que me paraba

Cuando a menudo quería decir algo.

Los más inadvertidos de mis actos,

Las cosas que escribí más encubiertas-

Sólo por ellos me comprenderán.

Pero tal vez no se muy útil aplicar

Tanto desvelo y tanto esfuerzo a conocerme.

Más tarde –en una más perfecta sociedad-

Otro cualquiera de mi misma condición

Lo habrá, sin duda, y obrará con libertad.



Fatalidad

En medio del recelo y las sospechas,

Los ojos atemorizados y revuelto el juicio,

Nos deshacemos planeando cómo hay que actuar

Para evitar este peligro

Seguro que nos amenaza tan espantosamente.

Mas nos equivocamos. Aquél no está en la calle,

Han sido falsos los mensajes

(o no los escuchamos bien, o no los comprendimos).

Otra catástrofe, que no podíamos pensar,

De golpe, repentina, cae sobre nosotros,

Y descuidados -¿qué hacer ya?- nos arrebata.



Monotonía

A un día monótono, después

Le sigue otro monótono, inmutable. Pasarán

Las mismas cosas, que suceden otra vez.

Momentos similares nos encuentran y se van.



Un nuevo mes trae el mes que ha transcurrido.

Se puede fácilmente adivinar qué nos espera:

Igual que ayer será, lo mismo de aburrido.

Y así el mañana es como si mañana ya no fuera.



Confusión

En medio de la noche está mi corazón

Paralizado, presa de la confusión.

            Fuera de él está la vida, fuera.



Y espera así que llegue una improbable aurora.

Lleno de tedio me consumo ahora

            También yo dentro de ella o a su vera.



Olvido

Encerradas dentro del vivero

Bajo cristales llegan las flores a olvidar

                        Cómo es del sol el reverbero

Cómo es el soplo de las brisas frescas al pasar.



Junto a la ventana abierta.

En la calma de la noche otoñal

Me paso horas enteras, apacible,

Junto a la ventana abierta, en total

Sosiego reposado y sensual.

Llueven las hojas con delicadeza.



El suspiro del mundo corruptible

Resuena en mi corruptible naturaleza,

Pero como oración se eleva el dulce suspirar.

Mi ventana abre un mundo fascinante

Y me ofrece un veneno de fragantes

Recuerdos que no puedo pronunciar.

En mi ventana hay alas que golpean-

Espíritus de otoño llenos de frescura

Que entrándose en mi cuarto me rodean

Y me hablan en su lengua pura.



Amplias e indefinidas esperanzas

Siento, y en el silencio recogido

De la creación escuchan melodías mis oídos,

Música de cristal secreta escuchan complacidos,

La música de los astros en su danza.