viernes, 23 de febrero de 2018


Selección de poemas poco difundidos de C. P. Cavafis.

(tomados de Poesía Completa, Colección Visor de Poesía, edic. de Anna Pothiou y Rafael Herrera).



Contra la imagen popular que se hace de los poetas que son difundidos en función de una o dos poesías, todos, no sólo un poligramático como Fernando Pessoa, tienen varias voces y visiones. Aquí quiero presentar unas poesías que nos permiten ver a un Cavafis diferente al mero helenista decadente que se difunde usualmente.



Las Ventanas

Por estas cámaras oscura, donde lento

Transcurre el día, por doquier intento

Encontrar las ventanas. –Y en verdad hallar

Y abrir ventanas me consolaría.

Mas las ventanas no aparecen, o no soy capaz

De hallarlas, y tal vez mejor que no lo haga jamás.

Tal vez la luz sea una nueva tiranía.

Quien sabe qué novedades va a mostrar.



Cosas Ocultas

Por cuanto hice y por cuanto dije

Que no procuren descubrir quien fui.

Eran obstáculo que transformaba

El modo y las acciones de mi vida.

Era un obstáculo que me paraba

Cuando a menudo quería decir algo.

Los más inadvertidos de mis actos,

Las cosas que escribí más encubiertas-

Sólo por ellos me comprenderán.

Pero tal vez no se muy útil aplicar

Tanto desvelo y tanto esfuerzo a conocerme.

Más tarde –en una más perfecta sociedad-

Otro cualquiera de mi misma condición

Lo habrá, sin duda, y obrará con libertad.



Fatalidad

En medio del recelo y las sospechas,

Los ojos atemorizados y revuelto el juicio,

Nos deshacemos planeando cómo hay que actuar

Para evitar este peligro

Seguro que nos amenaza tan espantosamente.

Mas nos equivocamos. Aquél no está en la calle,

Han sido falsos los mensajes

(o no los escuchamos bien, o no los comprendimos).

Otra catástrofe, que no podíamos pensar,

De golpe, repentina, cae sobre nosotros,

Y descuidados -¿qué hacer ya?- nos arrebata.



Monotonía

A un día monótono, después

Le sigue otro monótono, inmutable. Pasarán

Las mismas cosas, que suceden otra vez.

Momentos similares nos encuentran y se van.



Un nuevo mes trae el mes que ha transcurrido.

Se puede fácilmente adivinar qué nos espera:

Igual que ayer será, lo mismo de aburrido.

Y así el mañana es como si mañana ya no fuera.



Confusión

En medio de la noche está mi corazón

Paralizado, presa de la confusión.

            Fuera de él está la vida, fuera.



Y espera así que llegue una improbable aurora.

Lleno de tedio me consumo ahora

            También yo dentro de ella o a su vera.



Olvido

Encerradas dentro del vivero

Bajo cristales llegan las flores a olvidar

                        Cómo es del sol el reverbero

Cómo es el soplo de las brisas frescas al pasar.



Junto a la ventana abierta.

En la calma de la noche otoñal

Me paso horas enteras, apacible,

Junto a la ventana abierta, en total

Sosiego reposado y sensual.

Llueven las hojas con delicadeza.



El suspiro del mundo corruptible

Resuena en mi corruptible naturaleza,

Pero como oración se eleva el dulce suspirar.

Mi ventana abre un mundo fascinante

Y me ofrece un veneno de fragantes

Recuerdos que no puedo pronunciar.

En mi ventana hay alas que golpean-

Espíritus de otoño llenos de frescura

Que entrándose en mi cuarto me rodean

Y me hablan en su lengua pura.



Amplias e indefinidas esperanzas

Siento, y en el silencio recogido

De la creación escuchan melodías mis oídos,

Música de cristal secreta escuchan complacidos,

La música de los astros en su danza.

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