lunes, 23 de marzo de 2015


Cada quien se viaja a sí mismo.

Me pasé toda la noche viendo a un perro vomitar a 5 o 6 nahuales, retorciéndose, contrayéndose y convulsionándose como en el exorcista. Como sé que tras una velada así siempre hay que checar las diferencias de percepción que acostumbran a ser totales, pregunté a los más cercanos. Y de hecho estaba entre amigos y enemigos: por el lado derecho me pasé toda la noche oyendo maya de un joven fuerte con cara de Pakal que no sabe todavía que es maya y de los antiguos, pero que le entró muy macizo y serio al viaje, nada que ver con el muchacho de pantalones rompidos a propósito onda medio punketa urbana Cuernavaca y que le confiesa a la pareja del falso maya (collares, corte de pelo, aretes…) y la etérea enfermera que trabaja desintoxicando cocainómanos en un centro cristiano donde él va que vuela para pastor y que quería probar cual era la parte “buena” de los entéogenos (San Wordon Guasson, otro acólito te debemos pues); y del otro lado una pareja de homosexuales de Tijuana que dicen que vinieron a encontrar la libertad en Cuernavaca, pero lo que más seguro es que pronto mejor se muden al lugar único de verdadera libertad y tolerancia, el DF. En fin que ambos bandos coinciden en que me vieron toda la noche hacer exactamente lo mismo que al perro. Y que esperaban encontrar nuestros lugares en la mañana totalmente cubiertos cada uno por su parte, de vómito. Y todo lo contrario, totalmente limpios, cada uno por su parte, el perro con su simbiótica familia de varón emasculado por “sanadora” madura con la que al final durmieron trensados en una suástiva de triple hélice más que un ying yang, con todo y que el perro, “pirata”, de nombre, blanco con manchas negras, una en un solo ojo para que valga el apelativo solito valía para hacer la representación. Y al contrario, insisten nos encuentran, repito, cada quien por su lado y en su respectiva posición, toda proporción guardada por supuesto, y hasta donde se puede, sabe usted la edad, el exceso de peso, etc., de muy buen humor, limpios y hasta simpáticos; uno tranquilo lamiendo las manos de las personas, el perro por supuesto, y el otro, compartiendo unos gajos de naranja que se estuvo toda la noche entre vómito y vómito, robando de las mesas de allá atrás a lo lejos. Y entonces se acuerda ese o sea me acuerdo yo, bueno de hecho de noche, nada que me sorprenda y menos me impresione que estaba yo y el que yo veía, y que entre tanta cosa que fue mucha, en un momento, cuando las jóvenes catártico orgiásticas, las dos brujitas a la izquierda de las 3 brujas macbethianas, se vinieron, o sea sí, cumplieron requetebién su papel en el reparto dramático (¿Noche de verano, Shakespeare, ritual Wirrarika, aquelarre o noche de Walpurgis?, demasiado tarde y nuestro informante es un intoxicado de literatura, así que no nos ayudaría sino a confundirnos con sus mamonas citas seudo eruditas que ante, la belleza (aparente, en tales condiciones, todo es aparente porque todo es lo que parece) de ninfetas viniéndose en medio y enfrente de todos con los adivinables gritos y contorsiones de brujas de Salem o actrices de Hair. Pero insisto, nuestro doble punto de vista (y es todo lo que hay pero es mucho, sobre todo, cuando en momentos se intersectan los viajes, como cuando esa mujer lo descubrió acariciando el pelaje del gato dorado, con su cara de sorpresa de ¿usted también tiene uno y le puede acariciar el pelaje? O comprobar que el mentado Tigre, no tiene un gato sino un animal más grande y salvaje, pero al parecer menos a un tigre, pero no a un jaguar (pero aquí si es raro que no pudo ver al animal, sólo una silueta contra las sombras y el fuego a las piernas del Tigre mientras alimenta el fuego, y yo o el que en el momento fungiera como tal, diciendo él seguro sí sabe que echar para cambiar el color a las llamas o para levantarlas o apaciguarlas….Esta noche el fuego es morado (descubriría en la mañana que en un rincón del jardín habían colocado muchos Ojos de Dios de ese color…mmm…). Pero en la noche el seguro que vio al fuego morado como que al principio tenía la forma de cárter de motor de Ferrari de Fórmula UNO según el folleto que había ojeado toda la semana; aunque al amanecer, cuando todo era ceniza pero todavía con estructura llamó al Tigre para decirle que lo había engañado, pero que cómo él era biólogo y conocía el Sureste, coincidiría en que tenía la forma de un caparazón de tortuga tres filos, con sus tres grandes estrías levantadas sobre la concha, símbolo no sé porque estuvo seguro esa noche a esa hora de productividad, fecundidad y no sé qué diablos porque lo que seguía se le perdía entre el sonidal de charladuría tabasqueña, como que eso tuvo que ser antes o poco después de que miraba al Marakame Pedro Kotu Rame y al otro que no se presentó, pero que vestía una gorra negra con símbolos maras y una camiseta Nike de la NBA de basquetbolista profesional, pero que checaba perfectamente con su bajocamisola y pantalones tradicionalmente bordados si bien con el tricolor nacional a diferencia de blanco azul y rojo de su uniforme de la NBA. Cantaba casi como para amanecer o así me lo afiguré porque al final el amanecer tardó de más, y su compañero con gorra parecía hablar por celular, pero no, le hacía el contracanto con lo que parecía una transcripción telegráfica de no se sabe que conversación, pero que en todo caso seguramente versaría sobre negociaciones con el venado azul, que a qué horas sale el sol y todo eso, desde el vientre del mar más allá de las montañas, todo con el permiso del padre jikuri. De pronto el observador sintió una enorme necesidad de río. Así expresada y sobre todo sentida: detrás de la fogata y de Don Pedro y su marakame ayudante, vio claramente pasto de agua y más allá el río como en Palizada, Campeche y…dijo, más que nada, así lo oyó uno y lo dijo otro, que ahora sospecho eran el mismo: “necesidad de barco por partir”…y sí, ahí estaba viéndose clarito el barquito de toda la vida, el que iba de Jonuta y Palizada a Ciudad del Carmen, y más antes recorría rancheando todo el Usumacinta antes de la carretera….la necesidad de un barco por partir, el tipo que toda la vida se la pasa quejando de tener que correr a alcanzar cosas que se van en un determinado horario, peleando por las menudencias semánticas de llegar a tiempo y de llegar en tiempo, según aprendió del inglés at time or on time, donde supuestamente la gente sometida y normal llega at time, y los otros, sobre todo los brujos y similares llegan on time….y normalmente no saben nada del lugar donde llegan, viene con la chamba, o con la naturaleza de nahual…toda la noche vomitando nahuales dije del perro, me dijeron a mí, toda la gente amaneció con manchas en la cara señal de que la limpia estuvo cabrona y desde adentro hacia afuera como son las buenas, los buenos demonios, o sean los meros demonios, e incluso cuando esas se vinieron, o sea las brujitas, o sea las ninfas, o sea las orgiásticas (de entrada dios tenga en su guardia y sean de todo agradecidas por su belleza, que en realidad era más espontaneidad o quizá que Valeria, escucharía en la mañana estaba recién parida y tenía prisa en regresar a amamantar al niño y gran discusión si ya habría eliminado todo el jikuri o si se lo iba a pasar en la leche….pero ella que dice que se pasó toda la noche orinando para eliminarlo…no te hagas ilusiones, pero si estuviste toda la noche tomando el licuadito de medicina…) Eso sí, en todos mis sentidos, en ese momento chingo que más que cinco, multidimensional, sensorround y demás, pero con un pulso de la chingada que permitió escapara de la cámara del teléfono (que no es una cámara según un fotógrafo, es un teléfono que toma fotos, más tarde tendría problemas porque de todo el iphone5, lo único que no funcionaría sería el teléfono) un pájaro nunca antes por él visto, copete rojo, cola azul, cuerpo verde ¿y a tanta altura, estamos en la zona de piedmont de la montaña, mínimo 1800 metros sobre el nivel del mar, seis de la mañana y domingo; norte de zona urbana, jardín particular falsamente enmontado para sentirnos en algún lugar del semidesierto del altiplano, en fin, igual luego le pregunto al Tigre si ese pájaro existe, pero uno de los muchachos me lo señaló, pero igual luego se comparten raites o sea viajes, la intersubjetividad que se cagan Berger y Lukhmann, está pendejo Habermas, lo que hubiera aprendido de tenerlos como para treparse a la sierra de Jalisco o Nayarit, ¿acción comunicativa? No mames, si vieras las competencias que agarras….Y cuando escuchaba frente a todos, en medio de todos a las dos muchachas venirse, y podría testimonia que las 7 am, al quitarse las cobijas, chales y suéteres y quedarse con un vestido meramente de tirantes y un top, todo etéreo, vaporoso y blanco, Valeria tenía la mejor y más hermosa vista de torso femenino, de espalda, del hemisferio occidental con todo el sol de oriente que viene de sobrevivir un eclipse en el otro lado del mundo incluyendo la marea más alta de no se sabe cuánto tiempo y otra vez Mont Saint Michel al agua y el patrimonio y la UNESCO; me imagino al sol que viene de allá de los rumbos de los Pueblas, de los Atlixcos, las Cholulas, superando apenas el obstaculote del Popocatépetl, de pronto sin aviso, de golpe, oye cuando llegues a Ocotepec te vas a encontrar, nada, ni un aviso, y la curva perfecta del doblez de las caderas a los hombros o al revés, todo descubierto (pero no por delante), todo suave, todo caricioso, lugar común: piel sedosa, avellada como durazno, deslizante como de manzana, color rosado impecable, se topa de todo a todo el sol, y me lo imagino, si yo aquí mareado, simple mortal desde la sombra maldiciendo no tener a la mano mi recién comprada cámara profesional 60D (aunque usada si no ni cómo llegarle al precio), me la como con los ojos y el espíritu que no me queda otra cosa, la media hora que ella no voltea o cinco minutos, pero ya sabemos, explican todas las disciplinas orientales que en esos trances no hay tiempo ni espacio…pero hay presencia o imagen o inmanencia y ya es con luz de sol aunque aún estoy ebrio en el mejor sentido de la palabra, de sabiduría, de jíkuri y de belleza, soy Rumi, soy Omar Khayyam, de la luz del sol que bebo con los ojos en la piel generosa de Valeria…y cuando se vinieron, insisto, no me hago responsable por quien testifica o habla….eso decía en la noche el pendejo, no me resisto, no analizo, testifico…no mames!...Cuando ellas dos se venían. La otra lo recibió cuando llegó, le abrió la puerta, pero en la mañana fue todavía más obsequiosa y sibilina, ondulante y como quiera que se llame la cualidad de la serpiente que no es la de viperina, sino otra que no sé si registre Maria Molinar o mejor una enciclopedia de biología…Cuando gritaron y se retorcieron el testificante estuvo seguro de sentir que eso no ocurría en ese momento y al mismo tiempo las veían como artesanías que el fabricaba y vendía en una plaza de Taxco en algún momento de los cincuentas, porque todo el viaje se lo pasó en los cincuentas y hasta presume que Alan Turing a quien fue a recuperar tras la muerte en ese lugar donde todos están en eterno presente, le hizo varias demostraciones geométrico estadísticas y él sólo lo pudo conmover mostrándole los chips y las millonadas de chips en cada cosa…El orgasmo escandaloso de esas dos chicas silvestres, brujitas a la izquierda de las 3 brujas macbethianas estaba seguro, mientras las veía como las artesanías que él elaboraba que eran al mismo tiempo cuerpos de mujer y zapatos abiertos como por una grieta de índole totalmente sexual; pero estaba seguro que en realidad el orgasmo se había, lo sentía al elaborar las artesanías de cuero y barro que ajustaba a los pies de las esbeltas turistas, venía de un terremoto oculto bajo tierra de muy lejos muy profundo y hace mucho tiempo. Como si un terremoto en el cretácico tuviera repercusiones actuales. Y al pensar eso volteó al mismo tiempo que su vecino cara de maya que lo miró como diciendo que cosa más obvia dices…Hijo de Chinchulub, pensé el testificante, mientras relacionaba en reversa cuerpo de mujer, terremoto, grieta en artesanía, desequilibrio ctónico. Al tigre le encantaría saber lo que pensaba, pero sobre todo que el fuego era morado. Y desde su lado veía iguales todas las llamas de las velas y veladoras, pero en el grupo de enfrente para nada. De hecho las brujas armaron todo un tema en torno a que era obvio que la forma de las llamas y el arco de luz era diferente en el caso de las dos ninfetas…cualquier hombre les habría dicho que sería una cosa evidente, pero no estaban dispuestas a aceptar ninguna oposición fuera de esa cosa de nombre espantoso: sororidad, tan semejante a sordidad que bien podría o debiera ser la raíz de compartida con sordidez o algo así. Y así supo entonces no sé sabe en que orden, su propio nombre, su propio color en la llama, los de ella y que la historia no se cierra…Pero eso sí, quizás por eso entendió la insistencia del Tigre aunque luego diría que llegó más gente de la esperada, habían las 3 brujas jodiendo muy conscientes de su papel con un ayudante y las dos ninfetas al lado confrontadas al otro lado del círculo por el equipo de cantantes marakames y el ayudante hijo/guardian del fuego con su inequívoco atuendo medieval europeo incluyendo un enorme reloj pegado al morral de cuero, pero un reloj con decenas de manecillas y ningún número de hora, y que a la mañana resultaría ser realmente (bueno si cabe) la parte de atrás de un tambor y aunque mucho del aspecto se deba en realidad a un cotton coleto Tzotzil (que difícil escribir en la computadora cuando todavía en el rabillo del ojo se siguen moviendo tantas cosas que no esperan al desplazamiento completo del ojo para desnudar su naturaleza y todavía ese ardor en la piel como cuando luego de meditar tomó vino y se metió en una alberca con mucho cloro bajo el sol de Villahermosa); y en la cintura del reloj los guardianes: el tigre y su amigo viejo junto con el joven maya, y más allá dos jóvenes que son evidentes guardianas, que una de ellas me cubriría por largos períodos de este sin tiempo con su forma y sombra interpuesta al sol, o sea la hoguera nocturna que era morada, pero que vio que una señora tenía un gato dorado y la acariciaba el lomo, y el haría luego exactamente lo mismo entre llamas garigoleadas como figuras de paliacate, moradas y doradas, pero vio claro el pelaje y el lomo arqueado del gato y se quemó deliciosamente la mano sin dolor ni señas acariciándolo, y vería luego también al tigre otro tanto pero con un animal más grande pero obscuro, sin sombra, quizás más bien transparente y obscuro  al mismo tiempo…En la mañana en el círculo chico sobre la hoguera más evidente el papel de las guardianas, dejan atrás a todo el equipo de brujas, salvo una que hace evidente que juega el papel que le manden cuando comanda con el toque de tambor…pero más bonito un instrumento africano del flaco falso maya que antes toco una insulsa flauta más ego que inspiración, y lo toca como un ángel su compañera la enfermera, y peor, que hablador se lo digo, pero me premió con un beso muy tierno, piche sicoanalista que aunque ya divorciado me dejó programado para decir lo que siento: le dije que cuando muriera quisiera tenerla de enfermera (eso sí me callé mi teoría –compartida con Mircea Eliade, por cierto- de las mujeres como psicopompos y mis anécdotas tropicales de encuentros con la muerte como una mujer de carne y hueso como ellas, las guardianas que por si duda cabe cruzan las manos las palmas hacia afuera delante de las caderas y cuando ofrendo pinole (casa) y tabaco (proveeduría) por enfrente del cárter del Ferrari 2002 en el gran premio de Imola, el fuego se vuelve morado y dorado y me dice, al golpearme el humo que viene del petate de las ofrendas y cegarme los ojos (así habla el humito me decía en las casas de la familia Hernández Valentín Reyes, en el pantano caliente allá donde aprendía): gatekeeper, inkeeper, warden of the house, o sea más clarito…sólo en inglés. Pero si no le entendía, casual de pronto, llegando al círculo tras por supuesto, un olvido, me dan pinole porque ya no traía el guardian del fuego tabaco (¡Ay güey cuanta pinche gente hay en esta casa, no mames, y no se cortan de querer leer sobre mi hombro y como ya hace calor y soy tabasqueño no traigo camisa y aunque no los veo veo de ver ver con los ojos, esa cosa, me tocan la piel hijos de la chingada, tantos son, y ¿cómo chingados les cierro la puerta ahora que me vine abierto? No quise quedarme al temazcal porque tengo que regresar al df en la tarde y no sé si arrancará el coche. Ayer a la hora de ir no arrancó. O sea no debería de ir o alguien me impedía ir. Fui, regresé, aquí estoy. No sé todavía si va a arrancar el coche. Debí ayer ido a una comida y no a la velada, pero me dormí toda la mañana, desperté a la hora que debería de haber llegado a Yautepec, pero estaba aquí. Y en la noche a pesar del coche fui. No sé nada de cierto, por ejemplo que cuando despuntaba el sol en el cielo había pliegues (antes juraría ví bailar las estrellas y como “se corrían de lo blanco al rojo”, identifico la cita por lo tanto sé que fue mi pura informada imaginación en ese caso), y que esos pliegues se movían y tomaban la forma de un arco iris y luego una serpiente de colores como la de los aborígenes de Australia, y ya creía que era sólo yo cuando ví al marakame con vara de mando señalando exactamente los mismos rumbos y movimientos del sol, y en la mañana alguien dijo: no olvides que te dijeron tu color y tu nombre…y el de algunas personas más…pura responsabilidad. Por fin me da sueño. Me doy cuenta que pensando en mi sobrino no me trabajé el pecho ni la abundante panza, sólo pensé en las piernas y pedí por Conan, Rey Misterio y el hijo del Perro Aguayo que el señor tenga en su gloria a la izquierda del Santo y a la derecha de Blue Demon. Me invaden la cabina de transmisión y me dicen que a la chingada con todo que yo no hablo de poesía, y todo rueda a la barranca con todo y yo en la noche había estado cantando sólo “Soy un áquila, soy un águila y no vuelo más alto porque soy el cielo, de las barrancas a las sierras, soy un áquila que vuela de Cuernavaca a Xochimilco, soy un águila y no vuelo más alto porque soy azul como el cielo”…Y no puedo hacer nada porque en esta casa no me checan no me casan las puertas y las ventanas con sus boquetes y todo se me mueve…Y por cierto sí hubo un momento en la noche en que me levanté a dar ofrenda y le dí vuelta al fuego y el suelo se me movía como gelatina, pero me dije que era por las piernas que las sentía como de mi sobrino, y me dí cuenta que pedía porque se sintiera tan bien como yo ahora, y me pregunté cómo era posible que me sienta mejor con mis piernas si él es más joven…Antes de ir ahí ví como 10 veces el video y el dolor del Rey Misterio, la impotencia cuando por fin descubren que no fingía el hijo del Perro, la patada diez veces y como rebotó con el cuello en las cuerdas…coincidencia, impotencia, accidente…seguro el hijo del Perro y pienso más bien en el Perro, viejo Perro, no querría que se suspendieran las luchas por un accidente, su accidente…cuando le pregunten ¿Rey Misterio como te sientes? Era una patada normal, de trámite, coreografía normal… al aire y luego su cabeza rebotó y se colgó…En la noche soñé que cambiaban el Facebook o inauguraban una nueva red social: Sadbook, también era, por supuesto, azul…Pero esto no se baja al pedo: no es un pedo. Y tras bañarme con agua caliente a quemarme, al revés, se reactiva, y viene otra vez ese vómito violento y sin materia, que diferencia de aquella noche en Tamulté de las Sabanas, que caminando de regreso a mi casa, atravesé con aquel señor que no devolvió el saludo. Entre las bardas de enredaderas y flores, entre las alambradas estaba justo debajo del único foco de alumbrado público de la calle. Traía puesto el sombrero y la sombra impedía verla la cara, no le dí importancia pero luego sospeché que en realidad no tenía cara. De pronto tras un fuerte retortijón como los de hace rato, como los de ahora, salí corriendo al cuarto aislado que entre las matas de coco la hacía de baño, y no alcancé a llegar y en la oscuridad de esa noche como esta de luna nueva o sea sin luna nomás, alcancé a ver como de mi cuerpo surgía un chorro verde negro, amplio e intenso que con mucha fuerza alcanzaba la pared y según yo tras un tiempo incalculable seguramente manché ignominosiamente. Pero no. Al día siguiente ni una traza ni mácula ni muestra, salvo mi malestar de cruda como ahora. ¿para qué existen me pregunto malditos demonios y qué sería de nosotros sin curanderos que nos los expulsen se lo pidamos o no? El budismo tiene otro método, es individual y lento, aunque no necesariamente menos doloroso, pero de lo único que no puedo dudar es de que existen los demonios y me tienen aquí incapacitado como para ir al Seguro, ¿y qué tiene?: “una cruda del demonio”. Piche borracho póngase una bedoyecta y váyase a trabajar. “No, es en serio, me cae: una cruda del demonio”. Si pues. Y ni pinche Sadbook hay real como para que lo llene con las consecuencias que conjunta que yo no carbure o que no encienda el coche, menos como ahora que se conjugan los dos. ¿Cómo chingaos, si quiera le voy a hacer para ir a desayunar, que no es hora, bueno, comer con el gringo?.Y Space Oddity de David Bowie no parece ser la rola más adecuada para superar este estado…Ground control calling to Major Tom…

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