sábado, 27 de enero de 2018


SER INDIGENA EN EL SIGLO XXI. El caso de Vicente Guerrero, Centla, Tabasco.

Rodolfo Uribe Iniesta.

El Reto Regional.


Tabasco y todos los tabasqueños están ante un reto enorme, van a tener que meter el acelerador, esforzarse mucho. Acaba de realizarse un Congreso sobre Desarrollo Regional en la UJAT donde dos economistas que analizaron el caso tabasqueño declararon que el estado no tiene viabilidad y que le sobran medio millón de habitantes. Esa es la visión dominante de los administradores que aconsejan a los políticos actuales. Pero resulta que estos señores hicieron sus previsiones a partir de la economía y las actividades normales dominantes: o sea que lo único que les importa son los negocios, no la supervivencia de la población, o como le decimos ahora: la sustentabilidad. Es decir, no partir de los niveles de ganancias económicas, sino de las necesidades de la población. Por ejemplo, estos señores dijeron que no se podía hacer agricultura porque se trataba de tierras inundables, nosotros sabemos que esas son las condiciones en las que han sobrevivido en los últimos siglos los Yokotánob (nombre real de los chontales) con sus propias formas de hacer producir el pantano y de sustentarse sin necesidad de empresas capitalistas que produzcan ganancias y sin necesidad de petróleo. Ese es el reto que viene: como producir los satisfactores vitales sin pasar por el capitalismo y las formas industriales que se están cayendo y van a desaparecer muy pronto. Y en este sentido, contra la gente de la ciudad y los Kantraxtanes (mestizos), los indígenas organizados y solidarios en sus comunidades tienen ventaja para hacer la necesaria transición para sobrevivir que hay que hacer en esta región en los próximos 10 años a más tardar.

Coyuntura Mundial actual:

La idea de coyuntura es que no nos sirve demasiado pensar con base en conceptos absolutos y permanentes, sino en función de las condiciones en que estamos viviendo ahora, mirando tanto nuestras necesidades y deseos actuales, como lo que ocurre en nuestro entorno, y ver, que por ejemplo, lo que hizo a mediados de enero la ciudad de Nueva York tiene que ver con lo que está ocurriendo en Vicente Guerrero, Centla gracias a varios de los efectos de la globalización y las nuevas formas políticas impuestas por la globalización. Estamos viviendo una situación de transición a nivel mundial y nacional y eso obliga a que cada grupo social defina y pelee por establecer su situación en el orden mundial y local.

1)           Disolución de los estados y del orden civil.

Ya los estados nacionales no son garantes de los derechos de la población porque han sido ocupados o cooptados por neoliberales que consideran que ya no es esa su labor sino la de facilitar las actividades de las empresas trasnacionales y su control de toda la economía y las propiedades.

Según este orden los derechos y las libertades son ahora de las empresas y no de las instituciones políticas ni los ciudadanos. Esto por ejemplo, es muy explícito en las nuevas leyes de energía y petróleo de nuestro país.

 En el mismo sentido los estados dejan de ser actores colectivos, de representar a los actores colectivos, a los ciudadanos, sin embargo, paradójicamente, todas las formas políticas, las instituciones son la forma en que los ciudadanos pueden agruparse para defenderse y hacer efectivo sus derechos.

      Es decir, que por un lado los neoliberales se han apoderado de las instituciones políticas que van desde las universidades, los congresos, los periódicos y los gobiernos de todo nivel para:

a)    Cambiar todas las leyes y reglamentos para quitarle derechos a los individuos y dárselos a las empresas y a los grandes capitalistas.

b)    Cambiar todas las leyes y reglamentos para que todas las instituciones públicas dejen de representar y ser guiadas por el interés público y sólo sirvan para garantizar los monopolios y a veces la competencia entre las empresas.

c)    Para por un lado subir los impuestos a los individuos y bajárselos a las empresas para que éstas ganen más y aporten menos recursos para la supervivencia de la sociedad en conjunto.

d)    Al mismo tiempo bajan el presupuesto de gasto público para destruir los servicios públicos obligando a privatizar todos los servicios, o sea obligando a la gente a comprarles los servicios como la salud, la educación, la recogida de basura, el abastecimiento de agua potable, etc. a ellos mismos.

e)    La diferencia entre el alza de impuestos y la baja de gasto público o la desvían en subsidios para las propias empresas, lo convierten en deuda pública para los bancos, hacen rescates de empresas o bancos, o directamente se lo apropian mediante todas las formas de corrupción.

f)     Al mantener a los gobiernos, sobre todo a los municipales en un nivel bajo de presupuesto público impiden que los gobiernos inviertan en obras necesarias para la supervivencia social, en obras y servicios de bienestar público o creación de empleos. De esta manera obligan también a que las dinámica económica de una zona dependa totalmente de la inversión y los capitales privados. Por lo que los gobiernos se ven obligados a hacer lo que sea para “competir” en la atracción de tales inversiones. Esto casi siempre es mantener bajos o bajar las prestaciones de todos los asalariados, mantener bajos o bajar los salarios; reducir todos los impuestos que se cobran a los capitalistas y empresas; reducir todas las regulaciones impuestas para cuidar la ecología y la salud y seguridad pública. Y esto también facilita que sean los delincuentes, los narcos, los únicos con dinero en efectivo en grandes cantidades, quienes se apoderen de los gobiernos.

Lo que están haciendo los neoliberales es romper las instituciones públicas y las instituciones colectivas y destruyendo su efectividad o su capacidad efectiva de actuación. Saben perfectamente que la única manera en que los ciudadanos, los empleados, obreros, campesinos, pequeños empresarios y pequeños comerciantes, la gran mayoría de la sociedad sólo pueden actuar uniéndose y generando iniciativas a través de las instituciones democráticas que pueden partir desde la asamblea de las comunidades, las escuelas, las fábricas, los sindicatos, hasta las presidencias municipales o ayuntamientos, los congresos estatales, los gobiernos estatales, los congresos nacionales y los gobiernos nacionales.

            Es decir que los gobiernos y las instituciones o son usadas por los grandes corporaciones para imponer sus políticas de explotación o son las formas en que se ejerce el poder colectivo de la multiplicidad de actores civiles de la sociedad para defenderse de esta expropiación, de este mal uso de lo colectivo. Por lo tanto, por eso la cuestión clave es

 a) ganar la dirección de estas instituciones por parte de proyectos sociales mayoritarios dirigidos a lograr una vida digna para los ciudadanos participantes y representados;

 b) reconstruir y hacer funcionales las instituciones democráticas para que representen a las minorías y sus intereses;

 c) reconstruir las leyes en este mismo sentido; d) administrar los recursos con ese objetivo primordial;

e) más que contratar empresas para hacer las cosas, dar empleos y actuar “participativamente”, haciendo a los ciudadanos parte de estas organizaciones y no usuarios o clientes o consumidores.

Es decir, no basta con que un representante de la sociedad gane una elección en cualquier institución, necesitamos que recupere el sentido social de la misma reformulándola y poniéndola en acción en el mismo sentido.



La Lucha por los territorios.

Como parte de esta situación los estados neoliberales con sus nuevas legislaciones neoliberales les dan derecho a las grandes empresas a reorganizar y usar los territorios locales para su explotación sin límites. En México, ya un 30% del territorio nacional ha sido concesionado a empresas mineras, el 80% de las reservas de agua subterránea a empresas particulares y con la reforma energética, 80% de las reservas petroleras probables.

Para ello también privan de recursos a los gobiernos federales, estatales y municipales, para que no puedan tener iniciativas propias, para que no puedan producir para sus ciudadanos y que tengan que pedir recursos privados que sólo acuden a cambio de concesiones en rebajas de sueldos, de controles ambientales y de sobreexplotación de los recursos naturales. Para ello también los grandes capitales y países promueven la generalización de las acciones de actores paramilitares y delincuenciales que establecen un clima de violencia que expulsa a la población y paraliza de miedo a quienes permanecen en el territorio.  En defensa de estos surgen los movimientos sociales llamados territoriales, la mayoría de los cuales son étnicos por la identificación de los pueblos originarios o indígenas con la tierra. Para su defensa los pueblos generan instituciones colectivas que van desde las autodefensas como las surgidas en Guerrero desde los años 90, las autonomías como han surgido en Sudamérica y en Chiapas desde la misma época o recientemente por ejemplo para evitar la construcción de la presa la Parota en Guerrero y en Cherán, Michoacán para defender sus bosques, o ya desde la revolución mexicana, una petición directa de Emiliano Zapata y el Plan de Ayala, fue la del municipio libre, considerando a éste como una forma inmediata, cercana de defensa de la tierra entonces, y ahora del territorio.

El contenido del conflicto local en todas partes del mundo y de esta manera global es considerar a la tierra como:

a)    Conjunto de recursos vitales y practicas sociales y simbólicas relacionadas con ella para la supervivencia de una población y sus descendientes en relación con sus antepasados, por lo tanto sin límite de tiempo, conservando una calidad y forma de vida específica o

b)    Conjunto de recursos naturales (minerales, vegetales, paisajísticos, urbanos, etc.) que pueden se pueden declarar propiedad de alguien para venderlos o que mediante un pago o concesión de un gobierno o autoridad pueden ser apropiados para ser apropiados, explotados y agotados en un tiempo corto (menos de un siglo), por una o varias empresas que luego se irían a trabajar a otras tierras.

La disyuntiva es si “la tierra” (usando la forma de hablar del anarquismo y zapatismo de principios del siglo XX) sirve para mantener la vida de una comunidad humana arraigada en el tiempo por una forma específica y propia de relacionarse con ésta. O su destrucción por parte de una empresa. En este doble sentido que está determinado por la visión de uso y relación con el espacio local es que hoy hablamos de “territorios”.

No es sólo un paisaje, no es sólo una tierra que puede dedicarse a unas u otras actividades productivas como la ganadería, la plantación de frutos o para la producción campesina y la pesca o el turismo, y no es sólo tampoco los recursos naturales como la biomasa de los bosques, selvas, manglares, pantanos; o el petróleo, la minerales que pueden extraerse del subsuelo, ni tampoco sólo los cuerpos de agua, lagunas, ríos o acuíferos subterráneos que pueden ser utilizados como base de negocios que den dinero a empresas extrayéndolos o usándolos: la forma actual en que existen todos esos elementos y que están siendo aprovechados por la población local implican una interacción, una relación que incluye la historia del lugar y el pueblo y lo cultural, la forma cultural de la población habitante.

Pero más aún, la mayor parte de las veces se sobreponen o contraponen distintas formas de uso que pueden ser contrarias o diferentes y su definición se da por una relación de poder. Es decir que cuenta también el poder de decidir sobre todos estos elementos significa una dominación, por lo tanto una acción política, un poder político ya sea común y consensuado como puede ser un gobierno democrático de una comunidad que funciona por asambleas, o un municipio que funcione con elecciones; todo ese conjunto de lo natural en su forma actual, en su forma de ser aprovechado y adaptado por la población local o por una o varias empresas o habiendo eliminado a todos los anteriores una empresa; es un territorio, por lo tanto, lo que en el siglo XXI llamamos territorio es un hecho cultural y político constituido por los recursos naturales en la forma en que están siendo aprovechados y conservados o destruidos por un actor social colectivo o privado de acuerdo con sus instituciones políticas o económicas y de la manera que entienden al mundo y buscan sus objetivos que es su cultura.

La forma actual, las condiciones actuales de los territorios, de cada territorio, dependen de la cultura de los actores sociales que imponen sus instituciones políticas y económicas en el lugar. Por eso en el siglo XXI, la lucha por lo local es la lucha por el territorio. Es la lucha de las empresas que buscan extender sus territorios de extracción y explotación de recursos naturales y hasta de mano de obra; contra las poblaciones que quieren vivir con la manera que ellos definen su calidad de vida, es decir, por ejemplo, los habitantes de las grandes ciudades prefieren tener cines y centros comerciales que vivir rodeados de árboles y tener un aire limpio. Algunos pueblos fueron forzados, como Cerro de San Luis en San Luis Potosí a que les arrasaran su cerro y a vivir en casas prefabricadas y cobrar un sueldo a la mina que sacó oro 7 años y luego se fue dejándolos sin cerro y sin sueldos. O es como Cacahuatán, Guerrero que prefieren resistir políticamente y mantener su río y sus tierras de cultivo a dejar que inundaran todo con una presa y mudarse a una colonia marginal de Acapulco, y cómo son parte del mismo municipio de Acapulco, no tenían una forma jurídica para defenderse y entonces generaron una “Autonomía”, un “gobierno propio”. Y el caso de Cherán, Michoacán que se declararon autónomos por que sus bosques estaban siendo destruidos por la alianza de los delincuentes con los funcionarios públicos.

Ustedes pueden pensar que esto pasa sólo en pueblos indios y pequeños. Pero no. Sí han leído el períodico sabrán que las ciudades más importantes de Estados Unidos, los ayuntamientos de las ciudades, los municipios, se han rebelado y resisten contra las leyes de expulsión de mexicanos del gobierno de Donald Trump. Y más aún la ciudad de Nueva York está demando a las empresas petroleras por los daños a la salud que generan a sus ciudadanos y la mala calidad del aire debida a sus productos; y al mismo tiempo está demandando a las empresas farmacéuticas productoras de medicamentos que generan adicciones relacionadas con los opiáceos que están detrás de la “epidemia” de adictos a la coca y la heroína. De la misma manera deberíamos, por ejemplo, demandar a la industria alimenticia que nos ha generado la “epidemia” de diabetes que se vive en casi todos los países por los contenidos agregados en los alimentos industrializados.

En un caso más cercano, el alcalde de San Pedro Cholula, Puebla ha presentado ante la Suprema Corte una demanda de inconstitucionalidad de la nueva Ley de Seguridad Interior. Y otros ejemplos de estos mismos conflictos por el cómo se vive en los territorios, también pasa incluso, por ejemplo, en la Ciudad de México por la decisión de instalar parquímetros que son aceptados hasta los domingos en la colonia Roma, pero que en Coyoacán la gente se movilizó para rechazarlos, pasa lo mismo en las colonias que aceptan la instalación de tuberías de gas natural y las que no; o también con las declaraciones de pueblos mágicos que imponen reglas en zonas específicas de algunas ciudades y pueblos que terminan quebrando los negocios locales para que sean suplantados por franquicias de grandes empresas.

En este sentido la nueva ley petrolera es muy dura y explícita: si una empresa petrolera de cualquier país considera que es probable que en un terreno haya petróleo y quiera hacer exploración, el actual propietario tendrá que vendérsela al precio comercial que decida una oficina del gobierno.

Aquí lo que nos interesa es que la forma en que los ciudadanos pueden defenderse tanto de las empresas como de los gobiernos abusivos es mediante instituciones políticas locales que defiendan el territorio y la vida. Ahí donde los gobiernos locales por una razón u otra no representen a la población local es necesario generar nuevas instituciones como pueden ser “los movimientos sociales”,  “las autonomías” o nuevos municipios. Pero además, también y sobre todo los pueblos indígenas, tal y como lo hicieron las comunidades zapatistas de Chiapas y lo están haciendo los Wirrarikas o Huicholes –y lo han hecho desde mediados del siglo pasado los pueblos de Oaxaca-, estableciendo redes de solidaridad internacionales en donde otros pueblos (como los Samis o Lapones de Suecia), otros municipios de otros países, gobiernos de otros países e incluso instituciones internacionales del sistema de la OEA o Naciones Unidas, y las ONGs de todo el mundo pueden apoyar de muchas maneras en todo tipo de proyectos.



La Coyuntura de Vicente Guerrero, Centla, amenazas concretas:

a)    La contaminación permanente de aire, tierras y aguas por la industria petrolera desde los años 80. Derivado de esto, la baja de productividad de cosechas y pesca ribereña. Recordemos que tierras y aguas han recibido 40 años de lluvia ácida liberada por las baterías de separación, además de los derrames directos de crudo a tierras y aguas. A principios de los años 90 fue tanta la contaminación de la laguna Santa Anita, que la Secretaría federal de Medio Ambiente la declaró “muerta”.

b)    Las presiones por un lado de la inflación, sobre todo respecto al costo de alimentos industrializados producto de la influencia de la economía petrolera en el estado.

c)    La reducción de la ocupación en los sectores agropecuarios y pesquero.

d)    Los efectos de una urbanización cultural que genera expectativas que no da condiciones para satisfacer sobre todo a la población joven.

e)    La invasión y contagio de las condiciones de delincuencia imperantes en todo Centro América desde Tamaulipas hasta Honduras.

f)     La posibilidad de que sus tierras sean legalmente adjudicadas a las compañías petroleras bajo las nuevas leyes de la Reforma Energética.

g)    La posibilidad de sufrir fuertes efectos de las posibles inundaciones catastróficas dado que el diseño del Plan Hidráulico concentra la salida de aguas excedentes en la Laguna Santa Anita vía el Río Samaria-González y mediante “las ventanas” de los ríos alimentadores del Grijalva a través de Simón Sarlat y Chilapa.

h)    El alza del nivel del mar por el calentamiento global y las lluvias torrenciales por la misma razón.



La Opción de Ser Indígena:

Cada vez más el “ser” indígena, ante las condiciones de integración social a la cultura moderna de la sociedad mexicana, sobre todo vía educación y actividades laborales, aparece más como una condición electiva, se puede aprovechar o no la herencia cultural indígena aunque haya siempre elementos inconscientes que persistirán y que de hecho más bien han penetrado al sector moderno de la cultura mexicana. El ser indígena significa la oportunidad de tener una visión de mundo particular específico que por supuesto se manifiesta sobre todo en el manejo de una lengua, pero también en reconocer una herencia de cierta manera de relacionarse con la naturaleza y de organizarse socialmente, de integrarse en las familias y las comunidades, cosa que se manifiesta sobre todo en la forma de los rituales religiosos y todo tipo de creencias simbólicas.

En el rompimiento de los estados nacionales que significa la globalización, en donde la relación se establece más entre regiones que entre países, la etnicidad ha ganado una nueva proyección en 3 niveles:

UNO)  haciéndose más importante las territorialidades indígenas tanto en el sentido positivo de resaltar zonas culturales diferenciadas, pero que al mismo tiempo, como el caso de los pantanos tabasqueños, se trata de zonas ecológicamente importantes para su conservación y desarrollo ecológicamente sustentable; como de espacios susceptibles de apropiación y destrucción por parte de los procesos empresariales de la economía extractivista de producción de minerales, de producción de energía o de explotación turística.

DOS) Y al mismo tiempo, esta globalización en tanto se trata de un sistema de competencia de estas regiones, importan mucho para esta competencia las condiciones diferenciales, las diferencias propias, las llamadas ventajas específicas. En ese sentido, una cultura propia y única como la Yokotán, y un ecosistema específico y único como son los pantanos de la llanura costera del golfo, se convierten en elementos que pueden ser utilizados competitivamente para generar actividades económicas gestionadas por la población local ya sea individual o colectivamente.

TRES) En la nueva economía la cultura se convierte en un valor económico de desarrollo, y justamente lo que los pueblos indígenas tienen es cultura pero además diferenciada. Aunque a nivel local y regional estén atrapados en un sistema racista de menosprecio, como ocurre con la cultura yokotán, a nivel de la sociedad global pueden encontrar el reconocimiento, solidaridad y socios y promotores que pueden permitir incluso promover actividades que tengan un sentido de ocupación para jóvenes y adultos mayores, o incluso económico en el sentido lato de la palabra como está ocurriendo con pueblos de Oaxaca, Guerrero, Jalisco, etc.

¿Cuáles serían estos elementos culturales? Habría que hacer una recuperación en estos campos:

a)  Las relaciones interpersonales, comunitarias e intercomunitarias y el cuidado propio

b)  Formas de relación con la naturaleza

c)   Formas de producción de la realidad, de sustentabilidad

d)  Contenidos de identidad contra la anomia

-Lengua propia

-religiones y tolerancia

-etnohistoria, historia local e historia oral.

-visión de mundo

e) utopia local

Todo esto, como está ocurriendo en otras partes, puede convertirse en actividades específicas tanto de solidaridad social directa para una autosustentación de necesidades básicas fuera de los mercados capitalistas, formas de atención y cuidado para los sectores más vulnerables de la sociedad y hasta en formas directas de seguridad y autodefensa en un caso dado. Puede también convertirse directamente o en base de actividades culturales y productos simbólicos que pueden ser apoyados desde cualquier nivel institucional nacional o internacional.

Pero todo esto, en un mundo en el que ya no se trata meramente de gestionar apoyos o recursos que vengan de otras partes o de los gobiernos, que se trata de poner en marcha formas propias y a veces por necesidad o por mejoría, alternativas de seguridad ciudadana, de atención a la salud, de nutrición, de educación, de cuidado de ancianos, de actividades de jóvenes, pasa por la dimensión clave del desarrollo:

El Desarrollo del capital Humano, educación y capacitación.

Esto significa en imaginar y desarrollar formas de educación que lo mismo recuperen los saberes étnicos tradicionales, como también desarrollar formas educativas no dirigidas a buscar trabajo en el mercado, esas ya existen, sino a desarrollar las técnicas, los conocimientos que permitan organizar actividades que resuelvan las necesidades inmediatas de la comunidad y que si se logra generar el nuevo municipio pueden ser apoyadas por esta institución, y si no, a través de formas como asociaciones civiles. El inicio del desarrollo de estas actividades puede darse desde las actividades indispensables en todo caso para solicitar la creación de un municipio indígena como ha ocurrido recientemente en Morelos, donde se crearon 3:

-Definición de la territorialidad del nuevo municipio con base en la relación entre las comunidades a través de sus actividades productivas, de sus relaciones familiares, de sus prácticas rituales compartidas, de la lengua; etc.

-Definición de todos los problemas de atención a la ciudadanía y trámites para hacer efectivos los derechos ciudadanos y la construcción de infraestructura básica que se resolverían con una nueva sede administrativa municipal.

-Definición de los recursos generales con que se cuenta dada dicha territorialidad y las posibilidades de impulsar acciones con sentido de desarrollo general y económico como el turismo, el ecoturismo, el aprovechamiento colectivo de la presencia de lagunas, playas y zonas arqueológicas por ejemplo.

-Definición de necesidades de que tipo de especialistas, técnicos, profesionistas como contadores, especialistas en pesca tradicional, piscicultura, comercialización, turismo, etc. se necesitan no como sólo como formas de búsqueda de trabajo en el mercado abierto sino en función de las necesidades que se detecten en el nuevo espacio común.

-Recuperación de todas las formas y contenidos culturales, sobre todo la historia oral que refuerce el sentido de identidad local y regional.

- Promoción de convenios con este objetivo con instituciones culturales, técnicas y educativas de todo el mundo (dado el carácter indígena).

-Promoción de acuerdo para el desarrollo de toda la zona indígena Yokotán desde San Carlos hasta Nacajuca sin recurrir a las burocracias federales manipuladoras como la CDI.


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