sábado, 19 de julio de 2025

El MUSEVI. Puerta de Entrada de Tabasco al Siglo XXI.

 

Rodolfo Uribe Iniesta.

 

“Un ornamento del siglo XXI no sólo lleva a la superficie y ofrece a la vista las fuerzas interiores y estructurales de un sistema, sino que está en su corazón y distribuye sus flujos vitales…Hay que entender el museo como un recurso muy potente que crea urbanismo, imagencomunicación y actividad económica”, dice Iñaki Esteban (El efecto Guggenheim. Del espacio al ornamento, 2007). Y aunque estas ideas ahora son claras y evidentes y tienen amplio consenso mundial, Villahermosa, gracias a la sensibilidad e inteligencia de un hombre excepcional como Carlos Pellicer, ya había llevado a la práctica estas ideas al diseñar el Museo de la Venta. De hecho, Tabasco sólo existe en las guías turísticas y de arte, y para el turismo y la cultura internacional, desde los 60, por el Museo de la Venta. Un Museo que a diferencia del Museo de Tabasco que estableció el propio Pellicer en el Centro de la ciudad, ya era un museo no convencional, algo más que un simple museo: un parque, un espacio de actividades culturales, de conservación de la Flora y la Fauna y un espacio educativo. Un museo que en su momento combinaba lo más antiguo de la cultura tabasqueña con la visión optimista del nuevo diseño urbano de ese momento.

Y aunque tras el auge petrolero con más o menos suerte cada sexenio ha realizado obras de infraestructura emblemática en Villahermosa (CICOM, planetario, parque Tomás Garrido, parque de la Exposición en la Choca, parque Tabasco, “torre del caballero”, el malecón de Granier y el malecón actual de AMLO), una característica común ha sido la dinámica de discontinuidad sexenal en donde irracional y antieconómicamente se abandonaban las obras anteriores al mismo tiempo que en realidad había plena continuidad política y de partido, sólo para señalar una diferencia entre los gobernadores. Esto llegó al grado que el puente de Frontera sobre el Grijalva estuvo a punto de caer por falta de mantenimiento.

El llamado MUSEVI es una de estas obras. Pero con la característica de que desde su diseño esta pensado con las nuevas visiones del siglo XXI de hacer un acontecimiento (un lugar donde ocurren cosas) de lo que Marc Augé llama un no lugar (un lugar de paso donde no ocurre nada, pero, sin embargo, transcurre la mayor parte del tiempo de las personas en la vida moderna). En este caso, hacer que un paso peatonal se convirtiera en un museo al estilo de los nuevos museos para el arte de vanguardia del siglo XXI. Es decir, reformular un espacio como un área de oportunidad para formas y actividades no restringidas, no determinadas por el diseño arquitectónico, que es en sí una obra de arte, como ocurre en el Museo Barroco de Puebla, el museo MARCO de Monterrey, el museo Tamayo en Chapultepec, D.F., el museo Guggenheim de Bilbao, o como ya desde los años 60 la famosísima Opera de Sydney, Australia. O incluso, en el centro cultural más importante y dinámico del país, el Centro Cultural Universitario de la UNAM: en el MUCA se privilegió el espacio para la libertad de expresión artística y el edificio es llamado por los universitarios “la caja de zapatos”. Y eso ha permitido presentar el arte de vanguardia más avanzada, con sus habituales discusiones y escándalos, que siempre han sido la esencia de la vida de las artes plásticas.

El MUSEVI, diseñado por el prestigiado arquitecto mexicano Enrique Norten obtuvo el premio internacional de los Críticos de Arquitectura, lo que de por sí ya sería un elemento de atracción turística con su forma de pejelagarto o bumeran (como se presentó internacionalmente), y en su proyecto tiene perfectamente detallados los espacios y los diferentes usos que se les puede dar a partir de esta idea de edifico ornamento del siglo XXI y cómo podría haberse integrado en un rediseño urbano de la zona (se puede consultar en https://www.archdaily.mx/mx/02-101277/musevi-ten-arquitectos). El espacio, que incluye el teatro al aire libre anexo, se puede utilizar para conciertos, exposiciones de todo tipo, performances, instalaciones, eventos teatrales o de escenificación y ferias comerciales. Y diría que sobre todo para festivales multidisciplinarios, además de que teniendo ya el espacio definido, con una buena cafetería, sería por sí sola, un espacio de atracción y convivencia.

Paradójicamente, lo que encontramos en Tabasco es un rechazo a la obra,  incluso pidiendo su demolición, de parte de la propia comunidad cultural local. Y la razón es que esta comunidad cree que la cultura se reduce a la “conservación y repetición idéntica” de las expresiones tradicionales e identitarias(y sin embargo la mayoría de este grupo rechaza lo indígena que vaya más allá del prejuicio folklórico). Esto explica, por ejemplo, que hay en Tabasco muy pocos pintores no figurativos y que las grandes deliberaciones sean sobre los listones de una falda o la pintura de una máscara. Por ejemplo, me dicen, que cómo puedo apoyar las actividades culturales indígenas y de estilo “naif” al mismo tiempo que las “llamadas” postmodernas (en realidad yo apoyo las“postconvencionales”). Ahí el problema está en el comentarista que quiere ver desde su prejuicio a lo indígena como el pasado y no como un presente en desarrollo y proyección incluso global. Baste ver el éxito en el extranjero de los pintores de Tamulté de las Sabanas, y que, por ejemplo, una joven tabasqueña me comentara que este verano vio en la Galería Tate de Londres, pinturas como las de Marcio López.

Finalmente, deberíamos entender que el MUSEVI puede servir para proyectar a Tabasco al extranjero y ser una buena fuente de recursos a través del turismo internacional de alta gama (con ganancias para los sectores hoteleros y restauranteros) si, como en otras partes, se contratara una empresa que organizara festivales de arte contemporáneo para los cuales, no sólo se traen las obras y artistas, sino el propio público del evento. Claro, una condición sería que desde el gobierno tabasqueño no se pidieran las tradicionales “quitas”, “moches”, y demás actos de deshonestidad comercial y empresarial y otras formas de abuso y mala atención que tienen sumido a Tabasco en el subdesarrollo. Por ejemplo, no concesionarle la cafetería al primo del hermano de tal funcionario, sino directa y de manera transparente a alguna cadena de prestigio (Cielito Lindo, Punta del Cielo, Italian Coffee,Gloria Jeans, Juan Valdéz, Starbucks, etc.). Y el argumento de que actualmente es un lugar inseguro, sucio y decadente, sólo nos dice que las autoridades no cumplen con su trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario