domingo, 8 de junio de 2014

Cine y vida. De los mundos paralelos de las percepciones y las obsesiones:

Una actriz y cantante mexicana (Belinda) postea un comentario diciendo que "quiere un Gran Gatsby", y sube la foto de Robert Redford y Mia Farrow con las ropas deportivas de tenis de los años 20 que pusieron de moda en los años 70.



 Para mucha gente Gatsby era sólo esa vida de lujo y buen gusto que promocionaba el millonario, sólo se ve el lado romántico. Pero la propia película, que es mucho mejor que la versión de Bazz Luhmann con Di Caprio,


 y la novela, explícitamente explican que están hablando de un delincuente que no encuentra como acercarse a una mujer sino a través de esa carrera. Cuando alguien dice que quiere un Gatsby cree que compra lujo y estilo, y lo que hay detrás es sólo delincuencia. Con esa mentalidad no podemos sorprendernos de la aceptación social que tienen los delincuentes organizados (políticos bien parecidos y acompañados de scorts de televisa) y menos organizados (líderes de carteles con reinas de belleza). Con tal de entrar a una mansión, vestir de blanco, acceder a una playa, subirse a cierto coche...todo es válido...Y...El Ciudadano Kane de Orson Welles es otra versión de lo mismo basado en la vida del magnate de los medios Randolph Hearst: otro hombre que se dedica a acumular dinero y poder para obtener amor y por supuesto no lo logra. En el fondo ambos personajes sufrían de la misma dolencia que hace 3 semanas llevó a un tipo de 22 años en Santa Bárbara, California a asesinar a varias personas. Lo que cambia es la época y que este joven (hijo de cineasta, viviendo entre cineastas) ya sabía que tampoco así lograría el amor...más aún, que interesante que directamente en el caso de Kane y de este joven sea una obsesión específica por el sexo femenino (Rosebud)...no viene al caso, pero sí alguien me pregunta, del Gran Gatsby, yo prefiero a Karen Black o su personaje....(¿Era Zelda Fitzgerald?)...ja, ja, ja.

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