domingo, 28 de enero de 2024

 Muy interesante opinión de Salvador Novo y Federico Gamboa sobre el mexicanismo y el habla del mexicano: 


Prólogo a "Astucia" de Luis G. Inclán, editorial Porrúa, 1946. 

p.X Federico Gamboa sobre Astucia: "un alarde de un localismo agresivo y soberano, que ensancha hasta lo trascendental y realza hasta la hermosura sus cualidades y primores. Por sus páginas, congestionadas de colorido y de la cruda luz de nuestro sol indígena, palpita la vida nuestra, nuestras cosas y nuestras gentes; el amo y el peón y el bárbaro, el educado y el instintivo; se vislumbra el gran cuadro nacional, el que nos pertenece e idolatramos, el que contemplaron nuestros padres y, Dios mediante, contemplarán nuestros hijos; el que nosotros hemos visto desde la cuna, el que vemos hoy, el que quizá seguiremos viendo de más allá de la tumba y de la muerte... los personajes que por entre sus renglones discurren no pueden sernos más allegados, hablan, y piensan y obran a la par nuestra...sus moradas nos son simpáticas, y los caminos que andan, y los pueblos que habitan; palpamos que son nuestros hermanos, nosotros mismos."

p.XVIII"Introvertido por esencia, el mexicano atesora en el subconsciente la mejor parte de su espíritu. Las palabras, la puntuación, la sindéresis, con que la conciencia culta concierta sus tratos y sus relaciones sociales, y que imponen su dominio al espíritu de quien las maneja, son en boca del mexicano simples puentes cuya estructura subordina a la necesidad ondulante de una comunicación subconsciente apta a quebrantar toda norma establecida por los demás, a alterar o substituir el significado ortodoxo de los vocablos, a innovar el lenguaje y a fluir sin puntuación, o con ella arbitraria, en una anárquica ebullición de imágenes, ideas, impresiones, deseos. Que cuando este mecanismo habitual de la subconsciencia, y este caudal ingobernable de su fluir, se incorporan artificiosamente a la literatura, con ello se labra una obra de arte, lo prueba el Ulysses de Joyce, que entre el pueblo de México es así como se realiza la comunicación verbal, lo demuestra el hecho de que aún hoy, casi a un siglo de distancia de Inclán y de Astucia, nos sorprenda la actualidad de su lenguaje, conservado en el pueblo, y la perduración de un mecanismo espiritual de ladina deformación de las expresiones que aún preside el caló popular; de que González Peña en su estudio subrayó buena copia de ejemplos, y que hace parecer dicha hoy mismo por algún cómico de carpa, una maliciosa frase como ésta: "Yo te cantarines con quién querubines, esa tepistoca".

(nota marginal: en revistas "científicas", me han rechazado artículos por mi "exceso" de uso de frases y oraciones subordinadas encadenadas por comas o puntos y comas. Dicen que así no se escribe el español: lo único que demuestran es que los "científicos" no leen literatura en español y sólo son unos acomplejados lambiscones de los gringos").  

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario